Disclaimer: Naruto pertenece a Masashi Kishimoto, fic escrito sin fines de lucro.

La mejor medicina: capítulo 1

-Sakura, Ino, Hinata… tengo algo que decirles…

-¿Qué cosa Matsuri-chan?- dijo la peli rosa con mucha intriga.

-Verán… yo…

Mi corazón latía con intensidad, no sabía cómo decirles que me quedaba poco tiempo de vida, bueno a qué persona no se le va a hacer difícil decirle a sus mejores amigas que muy pronto vas a morir…

Tomé aire y me tranquilicé…

-Chicas no se alarmen, todo va a estar bien…

-Matsu-chan nos estás asustando…-dijo la ojiperla con mucha preocupación.

-Sí, por favor dinos de qué se trata…-dijo la rubia sentándose en la cama de Sakura.

-Bueno, ¿recuerdan que hace como tres días fui al hospital a revisar mis niveles de hemoglobina?

-Sí pero dijiste que era un chequeo más que todo general…-dijo la peli rosa.

-Pues sí, pero en realidad es porque desde que era pequeña mis glóbulos rojos no han estado en su nivel adecuado, y eso es porque en mi familia una persona padeció de este mal, y por ende yo lo heredé.

-Bueno ya dinos, ¿es grave?-dijo Ino.

Hubo un gran silencio, pero tuve que romperlo rápido porque Hinata ya estaba por llorar, siempre ha sido muy sensible y muy atenta respecto a nuestra salud.

-Sí…

-¿Grave?-dijo Hinata frunciendo el seño.

Tragué saliva, intenté relajar más mi cuerpo y solté el aire…

-Tengo Leucemia…

Ahora sí, el ambiente era tan tenso que parecía que se podía cortar… observé sus rostros, estaban atónitas, la rubia con ojos azules como el mar me observó detenidamente y se preparó para hablar…

-Matsu-chan… Es mentira ¿verdad?

-No Ino, todo es cierto, tengo leucemia, ya está confirmado…

-No puede ser… esto es una broma… ¡tienes que estar mintiendo!-dijo Sakura avanzando poco a poco hacia mí.

Sakura se acercó y me abofeteó, creyó que les estaba haciendo una muy mala broma, hubiera deseado que así fuera, pero el doctor me había confirmado que ya me quedaba poco menos de tres meses para que los efectos de ese cáncer acabaran con mi salud y mi vida…

-Chicas… yo quisiera que todo esto fuera una broma, de verdad desearía que nada de esto fuera real… pero es cierto y tengo mi diagnóstico se los puedo mostrar…

-Matsuri-chan, por favor no te rindas, puedes curarte ¿no es cierto?-dijo Hinata mientras me tomaba de las manos.

-Hinata-chan… gracias por decirme eso, pero lamentablemente la leucemia es un cáncer que muy difícilmente puede ser curado, existe un bajo porcentaje de salir ileso.

-¡Pero mientras haya un porcentaje hay que intentarlo!-dijo Ino.

-¡Sí Matsu-chan no debemos rendirnos, hay que luchar!-dijo Hinata.

-Chicas… solo me quedan tres meses…

Otro silencio se hizo presente, podía ver como sus cuerpos temblaban y sus miradas se llenaban aún más con lágrimas, esta vez fue Sakura la que lo rompió.

-Bueno tres meses son suficientes para darte muchos días felices y por supuesto para averiguar muchas curas y buscar algún hospital que se especialice en leucemia y que nos pueda ayudar.

-Sí, vamos no debemos darnos por vencidas, y claro está que vamos a apoyarte en todo lo que venga.-dijo Ino.

Se acercaron a mí y me abrazaron muy fuerte, quise llorar pero tuve que contenerme, no quería romperme en frente de ellas, eso solo empeoraría las cosas, por ahora debía ser fuerte.

Era muy temprano el reloj despertador sonó a las cinco de la mañana como era costumbre, empezamos un nuevo semestre en la universidad, estaba cursando mi segundo año de biología, mi sueño era convertirme en una bióloga marina de excelencia, pero con esta enfermedad dudo mucho que alcance a estudiar microbiología que se ve dentro de dos meses…

Tomé una ducha caliente, pero rápida ya que tenía que darle tiempo a mi compañera de habitación Sakura, que sin duda es la más coqueta entre las dos, me puse una toalla y salí del baño, caminé como tres pasos y sentí que todo me daba vueltas, me apoyé en la pared y empecé a sentir nauseas, como estaba cerca del baño me dio tiempo para no vomitar en el piso, procuré no hacer ruido para no preocupar a Sakura. Me recuperé y salí del baño, me lancé a la cama, me sentía terrible, busqué mis pastillas e ingerí una, respiré profundamente y sentí como poco a poco me sentía mejor. Despacio me vestí, como era costumbre o mejor dicho como era muy sencilla no me tomaba ni cinco minutos estar lista, me puse una falda azul que llegaba por lo menos tres dedos arriba de mi rodilla, una blusa rayada con mangas largas blanco con negro y peiné mi cabello castaño que alcanzaba mi cintura, noté que su brillo se deterioraba, me miré atentamente el rostro y noté que tenía ojeras, tomé una base de maquillaje y cubrí un poco esos horribles bultos, era la primera vez que tenía que acudir al maquillaje.

Desperté a Sakura y le dije que me iría un poco temprano porque tenía deseos de caminar, ella asintió y fue al baño a ducharse. Salí del dormitorio y bajé por el ascensor, le tenía pavor pero no me sentía en condiciones de bajar tres pisos de puras gradas. Me mareé un poco pero era lo normal, odio los ascensores. Salí del edificio y quedé maravillada con la vista, como aún era temprano el sol no había iluminado el lugar en su totalidad, y había una ligera capa de neblina cubriendo las montañas y las flores estaban cubiertas de rocío, caminé unos cuantos metros y me senté en una banca al pié de un lago artificial pero muy hermoso que adornaba la entrada al condominio de la universidad, sentí como una inmensa tristeza se apoderaba de mí, de verdad amaba vivir ahí, desde que mi madre murió no tenía tanta tranquilidad hasta que ingresé a la universidad y conocí a mis amigas.

Mis ojos se llenaron de lágrimas y no pude evitar dejarlas caer, me aferré fuertemente a mis libros, y tomé mucho aire no quería romperme en ese lugar, sentí como me estremecía, mi corazón latía con mucha rapidez , me puse de pié y sentí como mis piernas perdieron la fuerza, solté mis libros y mi visión se puso borrosa, solo sentí que las fuerzas se me iban, cerré mis ojos y me dejé llevar, hasta que sentí unos cálidos brazos rodear mi cuerpo, abrí los ojos y pude divisar a un hombre, a un hombre con cabeza de fuego, por un momento me asusté y pensé y creí que era Ghost Rider (si, veo muchas películas y estaba delirando), me tomó entre sus brazos y me colocó en sus regazos en la banca en la que me encontraba.

Unos cuantos minutos después recuperé mi vista y pude observarlo mejor, era un chico pelirrojo, sus ojos eran verdes, su cara definitivamente era hermosa, pálida y bien esculpida, era más hermoso de lo que podía llegar a verme en sueños, pero todo debió ser millones de veces más intenso porque mi estado era muy lamentable, hasta podía decir que era un ángel, mi ángel de la guarda, si, era demasiado soñar.

Poco a poco me sentí mejor, él me observaba muy detenidamente y con mucha preocupación en sus ojos, tomé aire y preparé mis palabras para darle las gracias.

-Muchas gracias, lamento mucho haberlo preocupado, de verdad le agradezco que me haya salvado.

-No tiene porqué agradecerme, mi obligación es ayudar a quién lo necesite.

Su voz era tan profunda, tan calmada y a la vez demandante. Pude sentir como mi piel se erizaba ante tal tono de voz.

-Pero dígame, ¿qué le sucedió?

-Eh bueno… creo que mi presión descendió muy deprisa y perdí el control de mis piernas…

-¿Está usted enferma?

-Jajajajaja… no… es solo que no he desayunado aún, es muy probable que ese sea el motivo…

-¿Y estaba llorando por no haber desayunado?

Él me había visto llorar, me sentí tan avergonzada, de seguro piensa que soy una depresiva o una loca…

-Ah… Ahh… no estaba llorando, es que el clima de la mañana irrita mis ojos…

-Ya veo… ¿Y cómo se siente ahora?

-Mejor, muchas gracias por preocuparse, será mejor que me vaya, mis clases están por empezar… de verdad disculpe las molestias.

Tomé mis libros del piso y como pude me alejé de ese lugar, estaba demasiado avergonzada, él sin duda era uno de los hombres más apuestos que he conocido. Fui a la cafetería y compré una manzana, tenía que ingerir algo porque sino mi excusa se iba a hacer realidad, caminé por el pasillo y me encontré con Hinata y su novio Naruto, eran tal para cual, tan tímidos, se veían genial juntos, y los dos eran unas personas maravillosas.

-Hola Matsu-chan, ¿Qué tal amaneciste hoy?

-Muy bien Hinata-chan, ¿qué hay de ustedes?

-Estamos muy bien gracias por preguntar.-dijo el rubio con una radiante sonrisa.

-Bueno, nos vemos después tengo que ir a mi clase de cálculo…

-Muy bien Matsu-chan nos vemos en el almuerzo.-dijo Hinata.

Asentí y seguí caminando hasta mi salón, como aun faltaba unos cuantos minutos para que la clase iniciara, me senté tranquilamente e ingerí mi manzana, estaba exquisita, observé por la ventana y otro sentimiento de nostalgia invadió mi cuerpo cuando divisé a Sakura saludar a Ino con un fuerte abrazo, me daba mucha tristeza dejar a esas personas que llenaban mi vida, y que me ayudaban a seguir viviendo, eran todo lo que tenía… tragué saliva y tomé aire, no podía empezar a llorar en el salón…

Abrí mi libro y empecé a leer el tema que íbamos a ver hoy, cuando observé a un joven sentarse a tres lugares de mi, y pude reconocer que era el chico pelirrojo que me ayudó en la mañana, me sentí un poco emocionada al verlo, de verdad él estaba más allá de mis expectativas en un hombre, me distraje tanto observándolo que, no me di cuenta cuando Ibiki-sensei ingresó al salón e inició la clase, como era un semestre nuevo habían alumnos que fueron reacomodados a un grupo nuevo entonces teníamos que presentarnos, y como estaba tan distraída no escuché cuando era mi turno decir mi nombre, una compañera que estaba en frente de mi mesa se volteó y me chasqueó los dedos en signo de que prestara atención, incluso en la universidad momentos de burlas existen, todos empezaron a reír por el comentario que el profesor dijo cuando se enteró que mi fuente de distracción era el misterioso pelirrojo, el cual no dejaba de observarme después que se enteró que él era a quién yo tanto observaba.

-Vamos señorita, responda ¿cuál es su nombre?

-Ah… eh... yo… yo soy Moritaka Matsuri, disculpe mi falta de respeto Ibiki-sensei…

-No te preocupes, pero por favor la próxima vez no acoses a tus compañeros de clases, jajajajaja… sólo bromeo…

Mi rostro se puso como un tomate, en ese momento pensé que mis glóbulos rojos no tenían ningún defecto porque podía sentir como toda mi sangre se acumulaba en mi cara, pude escuchar a todos mis compañeros reír, y lo que más me afectó, fue ver a el chico voltear su rostro al frente, como si se sintiera muy avergonzado, y con justa razón, ahora yo era una acosadora…

Ese día transcurrió muy normal a pesar de toda la burla que encabecé, lo único relevante era que ya conocía el nombre del misterioso pelirrojo que tanto afectaba mi concentración… Su nombre era Gaara, Sabaku No Gaara… El nombre del chico que iba a cambiar mi vida profundamente…

Hola minna! Espero que estén muy bien!

Bien ahora lo que quiero deciros primero, es que me disculpen si no he actualizado mi otro fic, es solo que no encuentro una inspiración grande para no arruinar la trama de la historia…

Verán ahora estaba en el comedor de mi casa pensando en cómo continuar la historia, pero de un pronto a otro empecé a escribir ésta, y no se… terminé inspirada y con muchas ideas respecto a esta, solo espero que les guste y que por favor comenten si de verdad tiene trama interesante…

Gracias por leer y por añadirme a sus autores e historias favoritas, me halaga demasiado, gracias!