EPILOGO

Tiempo después…

Arnold está sentado en la orilla de la cama mirando a su esposa alistarse para dormir. Helga luce feliz, finalmente en sus vidas reina la tranquilidad y a su esposa le ha sentado bastante bien la reconciliación con Bob…aunque no fue fácil ser el mediador y lograr que se comprendieran, y en realidad aun falta camino por recorrer para que sea posible que se lleven como padre e hija, esto no porque no se arreglaran las cosas entre ellos sino porque ambos tienen un carácter impulsivo y arrebatado…características que francamente a Arnold no le molesta que su esposa posea, es más le agrada…sobre todo si ese carácter aparece en los momento de intimidad, piensa, recordando dichos encuentros en los que la algo tímida e inexperta Helga ha desaparecido y ha dado paso a una Helga totalmente diferente, para alegría de él; Arnold sacude la cabeza para dispersar los recuerdos de esos momentos o terminará por sonrojarse.

- ¿Qué pasa?- pregunta ella.

- Nada… ¿Ya te dije lo hermosa que te ves hoy?

- Sí y aunque no me molesta que me lo digas tan seguido deberías guardarte alguno de esos halagos para cuando parezca un globo a punto de reventar.

- Te aseguro que los tendré, ven- dice estirando la mano, ella la toma y de un suave tirón él hace que se acerque y recarga su cabeza en el vientre de ella, Helga ya alcanzó los cinco meses de embarazo, es increíble y en este tiempo el volumen de su vientre ha aumentado pero no demasiado, aunque ella es feliz portando su ropa de maternidad con mucho orgullo y cada día se ve mas radiante y hermosa. Hace un par de días ella le dijo que estaba segura de haber sentido al bebé moverse, pero fue algo tan delicado, como un suave aleteo y Arnold se muere porque ese aleteo se fortalezca para poder sentirlo él-.

- ¿Vas a decirme que es lo que te tiene tan pensativo últimamente?- pregunta, acariciándole el cabello-.

- Bueno…- hace que Helga se siente en sus piernas y la abraza- pensaba en nuestra boda de ensueño…

- ¿Boda de ensueño?... el novio llego tarde, con el traje arrugado, no hubo beso, ni…

- No me refiero a esa boda…he estado planeando esto ya hace un tiempo y se supone que no iba a decírtelo así pero…quiero que te olvides de esa boda…yo quiero darte la boda que te mereces...¿Te casarías conmigo?

Helga lo mira como si él hubiera enloquecido aunque la verdad sí está muy emocionada.

- Pero ya estamos casados.

- Di que sí, anda- le da un beso corto.

- No voy a quitarte las buenas intenciones, así que…sí…pero espero que sea pronto o de lo contrario te arrepentirás cuando me veas caminar hacia el altar como un pato- bromea-.

- Eso no pasará, nunca me arrepentiré, te lo aseguro- ahora si la besa.

Y entre besos y caricias, siguen hablando.

- …Tendré anillo nuevo…

- Uhumm…

- …El vestido que quiera…

- Uhumm…

- …fiesta…

- Uhumm…

- …Novio nuevo…

- Eso ni lo sueñe…señora Shortman…temo que deberá…conformarse…con el que…tiene...


Las personas que antes hablaron mal de Helga ahora sienten envidia y suspiran anhelando lo que ella tienen, una linda familia y un esposo que a todas luces la ama y se desvive por ella, ya hasta se ha dado a la tarea de poco a poco remodelar Sunset Arms; además después de que quedara demostrado que Arnold es el padre biológico del pequeño Erick los rumores malintencionados cesaron y comenzó a circular una nueva historia.

Una historia de un amor que triunfó pese a la distancia y al tiempo, sobre una jovencita que se fue de su ciudad estando embarazada y dejando al amor de su vida para evitar que este abandonara sus estudios y así se convirtiera en un abogado de renombre, pero a pesar de los años y la distancia se fueron fieles y conservaron su amor sin perder nunca la esperanza de reencontrarse y así fue; tan solo les bastó volver a verse para saber que aun se amaban y para ya no separarse más y ahora están casados tiene un excelente hijo y viene otro en camino. Sí, definitivamente a la gente le gusta creer en los rumores e historias de origen incierto, no importa si nunca fueron novios o que Rick no sea rubio sino pelirrojo, eso es lo de menos, el romanticismo esta por sobre todo…además hay una explicación para todo eso y si no la hay ya inventarán algo, tal vez el autor de esta idílica historia también piense en las respuestas…sí tal vez Brainy invente algo bueno.

Pero aun y cuando esta historia haya sido inventada tiene algo de verdad y la verdad es que ellos son una joven pareja que se ama. Tanto se aman que a pesar de lo avanzado que esta el embarazo de Helga se casan, esta vez por la iglesia, en una ceremonia pequeña e intima pero muy emotiva, simplemente perfecta; sobre todo porque Helga estuvo acompañada por su familia, incluyendo a su padre, quien se comportó de maravilla con ella e incluso con Rick y Arnold pero eso ya lleva tiempo haciéndolo. Arnold por su parte estuvo encantado viendo feliz a su esposa; aunque no es el único contento con la felicidad de Helga, Phoebe y Gerald (aunque no quiera reconocerlo frente a Helga) se alegran por ella y por toda la familia Shortman, no podía ser de otra manera después de todo el matrimonio Johanssen ha sido testigo de todo lo que han tenido que pasar para llegar a este punto.


Poco después de la boda Helga y Arnold, el matrimonio de Olga se llevó a cabo, fue un evento mucho más grande y espectacular que el de su hermana menor pero en ambas bodas lo mejor es que la familia estuvo unida.

Helga está muy animada su libro es todo un éxito, tanto que tuvo que sacarse una segunda edición en la que Helga pidió agregar una dedicatoria: "dedicado a los grandes amores de mi vida: mis hijos y mi esposo ("mi cabeza de balón")", y se encuentra trabajando en otro libro en el que piensa contar algunas vivencias e incluir poemas de un viejo libro rosa.

Además Lila no ha vuelto a acercárseles pero como Arnold seguía desconfiando, volvió a recurrir al investigador y lo que averiguó es que Lila salió de la clínica de rehabilitación, y ella y su padre se han mudado, ahora viven en una localidad pequeña y muy tranquila...y lo mejor de todo muy lejos de ellos.

Sí, todo ha sido paz y alegría para la familia Shortman o al menos así ha sido…hasta el día de hoy...

- Arnold…ya te dije que estoy bien…deja de preguntármelo cada 30 segundos…

- Si estuvieras bien no te verías tan pálida, ni apretarías mi mano con tanta fuerza- se queja pero sigue sosteniendo con ambas manos la mano de su esposa, en la habitación que le asignaron en la sala de maternidad-.

- Me pasa eso porque estoy por tener un bebé- señala su prominente vientre- es normal cabeza de balón.

- Si pero…

La mirada asesina que le lanza su esposa no es la que impide que continúe replicando sino que en ese momento tocan a la puerta.

- Ve a abrir.

- Yo no me separo de ti- y no lo hace pese a la mirada de fastidio de Helga- ¡PASEN!

En cuanto Helga ve de quienes se trata se emociona casi hasta las lágrimas.

- ¡Mary! ¡Nancy! ¿pero cómo?

- Culpa del joven que está aquí- dice Mary- es tu esposo ¿no?

- Sí, lo es- voltea a verlo y le sonríe por primera vez en varias horas- ¿Cómo lo lograste Arnold?

- Con ayuda cierto investigador que conozco y gracias a los datos que me dio Rick.

- Habíamos planeado llegar un poco antes del parto pero veo que se nos adelantó un poco- esta vez es Nancy, la hija de la partera, quien habla-.

- Me alegra tanto volver a verlas, gracias Arnold.

- Haría lo que sea por verte feliz.

Se dispone a besarla pero llega una contracción más y Helga inevitablemente se ve arrastrada de nueva cuenta por una ola de dolor.

- Vez, Helga, estas sufriendo, esto no está bien ¿verdad que no?- pregunta a las recién llegadas.

Ellas se miran una a la otra, luego miran a Helga y al ver su expresión entienden lo que deben hacer.

- Señor, los partos suelen ser algo tardados y más si es el primero ¿Por qué no va por algo a la cafetería?- sugiere Mary.

- No…yo no me muevo de aquí- dice testarudamente-.

- Hágale caso a mi mamá, no se preocupe nosotras estaremos aquí, recuerde que ya lo hablamos con la doctora de Helga y ella estuvo de acuerdo en que nosotras asistiéramos el parto y mi mamá es alguien muy preparada, confié en nosotras.

- Pero yo soy su esposo y tengo que estar a su lado.

- ¡Crimeny! O sales por esa maldita puerta ahora mismo o te juro que aunque se atraviese otra contracción me levanto y te echo a patadas- hace su aparición el genio Pataki-.

Las otras tres personas de la habitación la miran boquiabiertas pero finalmente Nancy es la primera en reaccionar.

- Vamos señor, vaya a la cafetería y camine un poco, trate de despejarse- lo acompaña fuera de la habitación y después fuera del área de maternidad-.

Arnold ya no se opone, actúa como si fuera una especie de zombi o algo así.

- Gracias Mary…sé que no debí hablarle así pero me estaba volviendo loca, verlo tan mal…tan preocupado me hacía sentir peor que las contracciones.

- No te preocupes pequeña; es normal que las mujeres en labor de parto se sobresalten, es mas yo diría que no le fue tan mal, además pronto se le pasará, se ve que te ama.

- Si- contesta con el pecho lleno de felicidad.

- Me alegro mucho por ti, te mereces toda la felicidad del mundo, pequeña.


- Disculpe señorita, ¿ya sabe algo de mi esposa?

La enfermera encargada de recepción lo mira con disgusto.

- Lo siento señorita, mi amigo está un poco nervioso- Gerald interviene y se lleva a la fuerza a su amigo a la sala de espera-.

- ¿Por qué no dejaste que me contestara?- reclama Arnold sin sentarse y comenzando a caminar de un lado al otro.

- Le preguntaste hace 2 minutos viejo- responde Gerald, quien por cierto sí está sentado- ya cálmate y siéntate.

- Cómo se supone que voy a calmarme y a sentarme si no se cómo esta mi esposa y no lo sé porque ella misma me corrió del cuarto.

- Y no la culpo, yo hubiera hecho lo mismo y eso que no soy ni la mitad de gruñón de lo que es ella.

- Mi esposa no es gruñona.

- Eso lo dices porque la vez con ojos de amor- en ese momento suena el celular de Gerald- ¿bueno?...no Phoebe aun no hay noticias pero en cuanto sepa algo te aviso…si dile a Rick que se lo prometo…no, no Arnold no está adentro, está conmigo…si yo te lo paso…Arnold quieren hablar contigo- Gerald voltea para darle el teléfono pero Arnold no está, ha vuelto a ir con la recepcionista- no puede ser ese…yo te marco Phoebe, adiós.


No puede abrir la puerta, su cuerpo esta pesado y tiembla, solo tiene que abrir la puerta y ya pero no puede, sin embargo la joven que está a su lado parece comprender y es ella quien abre.

- Adelante señor, lo están esperando.

El asiente rígidamente y de igual modo avanza. Al entrar lo primero que ve es lo pálida y cansada que luce su esposa y quiere salir de allí, se siente culpable porque él es en gran parte responsable del actual estado de su mujer. Pero sus piernas se mueven solas hacia la única cama de la habitación, le parece una eternidad lo que tarda en llegar al lado de su esposa y cuando lo hace le cuesta trabajo hablar.

- He-Helga ¿e-estas bien?

- Si, las dos estamos bien.

Tarda unos segundos es procesarlos.

- ¿Las dos?... ¿quieres decir qué…?- prefirieron no conocer el sexo del bebé, así que para Arnold es una gran y muy grata sorpresa.

- Si, te presento a tu hija.

Helga descubre un poco más a la bebé para que su papá pueda verla, al quedar al descubierto la pequeña abre los ojos.

- Son…son…azules…como los tuyos- logra decir con la voz quebrada.

Extiende su temblorosa mano para acariciar la pelusa dorada que corona la cabeza de su pequeña pero la niña se lo impide al capturar uno de sus dedos. La emoción que lo embarga es tal que sus piernas ya no lo pueden sostener y termina sentado en la orilla de la cama, recargándose suavemente en su esposa y comenzando a llorar.

- A mí me pasó lo mismo con Rick- dice ella sumamente conmovida y espera a que Arnold se calme un poco para continuar- sé que ya habíamos decidido cuál sería su nombre pero…creo que hay un nombre que le quedará mejor.

- ¿Cuál?- pregunta sin apartar la vista de su hija.

- Stella G., la G es de Gertie.

- Stella G. Shortman… me encanta como se oye…- dice sumamente conmovido por el gesto tan generoso de ella-.

- Si, a mi también, es mejor que la otra opción que se me ocurrió…Miriam B., la de es de Bob.

Logra que Arnold suelte una carcajada, no tan fuerte para no asustar a la bebé.

- Gracias Helga, por permitirme ser padre...por segunda vez, te amo- la besa.

Y a penas se separan la puerta se abre dando paso al hermano, a los abuelos, a los tíos y a los tíos adoptivos de la bebé, todos entran haciendo preguntas y tratando de ser los primeros en conocer a la nueva integrante de la familia y el primero en conocerla es, por supuesto, su hermano mayor. Pasan algunos minutos de presentaciones, halagos y los típicos ¡aaaaah!, y cuando llega la enfermera a informarles que deben salir, el esposo de Olga le entrega a esta una cámara y le pide que saque una foto, todos se reúnen alrededor de la cama y la enfermera toma la foto, es la foto de una gran familia que comenzó por las razones incorrectas pero que al final resultó que formarla fue lo más correcto que pudo pasar.

FIN EPILOGO

Ahora sí, esta historia ha llegado a su fin...

Gracias a todos aquellos que le dieron un voto de confianza a este fic y lo han leído.

Gracias por su comprensión.

Gracias también por compartir conmigo sus opiniones.

Gracias por dejarme saber: si les gustaba o no les gustaba, lo que sentían al leer el fic, lo que les gustaría que pasará, etc.

Gracias por sus favs y follows.

Gracias a todosxtodo...

...Ahora es tiempo de dejar descansar la ardilla (la que pone a trabajar mi cerebro XD) y de desvelarme leyendo fics (ya tengo varios en la mira)...pero cuando la ardilla quiera volver a trabajar...nos volveremos a leer...eso espero :):):)

Atte.: hae

PD. Por cierto, después de años por fin estoy publicando un nuevo fic, POR AMOR. HelgaxArnold. Si pueden pasen a leerlo. Gracias ^^