¡Hola, hola! he vuelto a la vida -literalmente, he tenido uno de esos dolores de cabeza que te tumban a la cama por horas- y les traigo el extra que da cierre a este two shot (por si no lo notaron, la trama principal del fic terminó el cap pasado) ubicado unas horas antes de la aparición de Dino en Namimori.

Es una viñeta Hibari!centric desde el punto de vista de un personaje bastante x que sale en los primeros episodios de la serie XD

¡Ahí les va!

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Viernes en la mañana. Un día soleado y un poco caluroso, muchas personas revolotean de un lugar a otro de camino a las oficinas y a los colegios, por lo tanto es ruidoso el ambiente. Irritable. Al menos para Hibari y por lo menos en lo que usualmente le concierne.

Pero esa mañana en específico está destinada a algo más que simplemente morder hasta la muerte a herbívoros cualesquiera, sino, morder hasta los huesos al Bronco. Esa tarde llegará a Japón, según la información siempre confiable de Hibird, repitiendo un agudo y torpe "Dino" "Dino" seguido de un pio y un aleteo. El Haneuma invadirá nuevamente los terrenos del Guardián de Namimori, así que éste no se quedará de brazos cruzados perdiendo el tiempo.

Piensa un par de segundos en cómo aprovechar su paz matutina antes de que el inútil herbívoro aparezca y se le ocurre una idea que sorprende como normal: hacer la compra. Así que decide ir a uno de los pequeños conbinis del pueblo (no el principal, ubicado en el distrito comercial donde siempre hay mucha gente) sino a uno secundario y poco frecuentado a las afueras de la pequeña ciudad.

En ese conbini están todos los artículos que un japonés promedio debe esperar de una tienda de conveniencia abierta veinticuatro horas, por lo que aprovecha para abastecerse de productos básicos y necesarios. Con calma, repasa mentalmente la lista de los neceseres a comprar, ignorando a un par de señoras mayores que observan detenidamente su smokin discordante con el ambiente informal de la tienda.

Al llegar a la caja de pago tiene la impresión de haber visto a ese cajero en algún lado, pero no pierde su tiempo tratando de hacer memoria en algo que no vale la pena. Pasan un par de segundos y el hombre que sostiene la caja de alpiste para Hibird no termina de pasarla por el censor contabilizador de precio: se le ha quedado mirando horrorizado.

Hibari frunce el ceño y le apresura, antes de perder la paciencia.

–¿Tienes algún problema, herbívoro? – una amenaza tácita se hace presente y el pobre cajero sólo atina a balbucear asustado, lanzando a la bolsa varios productos a la vez sin marcarlos todos. Excepto el último, agregado sobre los demás empaques y envoltorios: una caja de condones.

El rostro confundido del dependiente le causa gracia ¿Por qué los herbívoros son tan insulsos? Y allí mismo, ante la mirada abrumada del cajero (que ha de tener su misma edad, por lo que aparenta) decide comenzar a practicar la estrategia que aplicará contra Dino en cuanto éste lo busque. El comentario certero y mal intencionado.

–¿Nunca has visto unos?

Se ríe de su inutilidad y sale de allí tras arrebatarle el paquete de preservativos de la mano al empleado, lanzarlo a la bolsa y dejar el monto exacto de dinero (quizás menos) desperdigado sobre la repisa.

El empleado es Mochida Kensuke, ex capitán del equipo de Kendo de Nami Chuu quien reconoció inmediatamente, al entrar a la tienda, al legendario y mal afamado ex Presidente del Comité de Disciplina Hibari Kyouya, y de quien fue víctima en un par de ocasiones.

Lo que le causa más curiosidad y recelo a la vez es que el caza herbívoros, al parecer, tiene un ave de mascota…y tal vez una novia.

Eso, y el miedo a su indiscreción innata que puede ocasionar que Kyouya lo muerda hasta la muerte otra vez; siente que se le va el color de la piel cuando el otro le arrebata el paquete de preservativos de la mano (que se quedó observando pasmado) y le hace un comentario despectivo, lanza el dinero y se va sin dejarle propina.

Y pensar que el antisocial y bravucón de Hibari puede conseguir una chica y costearse trajes caros…y él trabajando por un sueldo mínimo en un conbini desértico, soltero y virgen aún.

Mundo cruel.

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Ok, exageré con lo de "soltero y virgen" xDu lo admito, pero es solo para el humor. Y los que aun no recuerden quién diablos es el tal Mochida, aquí les dejo la imagen del inmemorable personaje en cuestión.

¿Alguien más se hace la idea de Hibari vistiendo un traje para ir de compras? yo sí: vamos, el tipo es bastante despistado cuando de leer ambiente/circunstancia de trata. Es un antisocial, no se puede esperar mucho de él.

Y con esto doy por cumplida mi labor. Saben por dónde dejar amenazas y -en el mejor de los casos- alguna sugerencia productiva. ¡Deuda saldada, Omore-sensei! *cara de perrito degollado!

Gracias por leer, queridos~

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Allí la imagen