Ehm...si. Debía subir este capitulo. Por lo menos para haceros saber que aún sigo siendo fan de esta pareja y lo seré toda mi vida.
Disfrutad de este romántico casi cómico One shot.
¡Viva el NALU!
Capítulo 20
El Dragon Slayer Natsu
.
.
Todo el mundo sabía del increíble olfato que Natsu poseía. Bueno, en realidad él y todos los Dragon Slayer que conocía. Al parecer, ser criado por un animal milenario, de inmensas garras y gruesas escamas había tenido sus ventajas. Y no sólo en olfato cabía decir. También había desarrollado una fuerza no propia de humanos. Una fuerza conseguida con años de prácticas y entrenos. Una fuerza capaz de destrozar ciudades con sus manos, y hasta personas, si llegaban a pillarlas.
Poderes mágicos que surgían de su cuerpo. Fuego, hierro, viento, agua…poderes que causaban desastres si no se utilizaban con cautela. Habilidades tan desarrolladas por las cuales parecían, por ejemplo, volar cuando saltaban o curar o sanar aquellas heridas o enfermedades causadas por la acción de este mismo en una pelea.
Sí, fuerza ilimitada, poderes únicos…ser un Dragon Slayer tenía sus buenas ventajas.
Claro que, en el caso de que éste supuesto DS fuera amigo tuyo; entonces no correrías peligro alguno… más o menos.
No era nada bueno tener de enemigo a un DS, ah-ah. Lucy no se lo aconsejaba a nadie. Enfadar a uno de ellos era muy, muy malo. Si no querías acabar carbonizado, como en el caso de Natsu y su magia, ser golpeado con una viga o morir de frío, más te valía apartarte a un lado y dejarle pasar.
Y eso lo decía por experiencia.
El comportamiento…bueno, eso ya era otra cosa. Salvajes, descontrolados, hambrientos, desafiadores, descarados, sinvergüenzas… y podría seguir todo el día, más nunca terminarían esa lista.
Por supuestísimo que no todos eran así, o eso quería pensar. Ya que sólo conocía a tres y dos de ellos eran así. Al menos Wendy era una persona tranquila y educada. Todavía una niña, pero muy dulce y llorona. Una DS aún por desarrollar.
Pero a lo que quería ir era ella, y al parecer se había desviado del tema un poquito demasiado, era a ese desarrollado olfato de Natsu. Ese olfato que sólo lograba meterle en problemas, tanto a ella como a sus amigos. Ese olfato que podía captar a distancias increíbles el aroma de una comida e incluso la esencia de una persona.
En parte, era algo bueno, pero también tenía sus desventajas. Porque sólo por esa nariz de dragón, él, podía saber cuándo se estaba bañando, y por supuesto se colaba en su piso; cuando estaba a punto de cenar y se colaba de nuevo en su casa; cuando tenía visitas y él volvía a colarse en su casa.
Hubo una vez que pensó en encantar su casa, pero… ¿Para qué? Era un Dragon Slayer. De una forma y otra, aunque apostaba más por la mala, Natsu habría terminado metiéndose en su casa.
No había remedio.
No obstante, que Natsu tuviera ese gran olfato a veces era muy positivo. Sobre todo en esos momentos en los que se encontraba sola y necesitaba de ayuda.
Él aparecía, la salvaba y le sonreía. Y respondía que siempre la encontraría.
Por supuesto, se sonrojó. Eso sonrojaría a cualquier chica. Más después de haber sido salvada por un príncipe que ha batallado contra los malvados para salvar tu vida.
Aunque Natsu no era precisamente el príncipe de la historia…pero bueno. No le importaba. Cambiar un príncipe por un dragón no era tan malo.
.
Decía tener su olor metido en la cabeza. Y ella no le comprendía porque no utilizaba perfumes. Únicamente los geles de baño y champú en su cotidiano baño. Y esos desaparecían a los minutos.
– No sé. Es…diferente. Como si tu olor tuviera algo especial, algo que nunca se olvida. Por eso siempre consigo encontrarte.
Eso fue lo que le dijo tras preguntarle, mostrándole una de esas sonrisas traviesas y sinceras.
Era cierto que su amigo siempre daba con ella, ya podría irse a la Conchinchina o hacerse invisible que él la encontraba. Y sí, se refería a ese momento en el que casi todo el mundo la olvida. Si no hubiera sido por su olfato y por esa gran amistad que les unía, habría desaparecido de los recuerdos, de las cabezas de sus amigos del gremio, para siempre.
Le estaba muy agradecida por su eso. Y nunca, nunca lo olvidaría.
Y por las veces que le había salvado…y por la confianza que depositaba en ella. Y por los consejos, los abrazos, los besos…ep! Cierto era. Los besos.
Nadie se lo habría imaginado pero ella y él pues…de alguna forma terminaron siendo novios, sí. Novios. Ah, y también se casaron. ¿Qué? ¿Qué quien lo pidió? Eso está claro ¿no? Por supuesto que…ella.
Pero no, no, no, no. No es lo que pensáis. Más que pedirlo, Lucy tuvo que comentárselo/ exigírselo. "Exigirlo" entre comitas, claro. El bebé que llevaba en su vientre requería de un padre y claro…no había más padre que él.
Obviamente, tras esa boda tuvieron dos maravillosos hijos. Un travieso mini Natsu de pelo rubio y otro bebé de pelo rosado con unos bonitos y grandes ojos negros.
Sí…de alguna forma terminaron convertidos en una familia. Y en parte, podría agradecer al olfato de Natsu. Si él no le hubiera dicho constantemente esas palabras, aunque lo hacía sin darse cuenta, entonces su corazón no hubiera latido tan fuerte y no hubiera despertado esos sentimientos en ella
Por suerte, él llegó a darse cuenta más delante de lo que sentía.
Pero en gran parte...por haber estado siempre con ella. Natsu podía ser un DS desvergonzado y algo tontorrón, un hambriento sin causa y un amante de las aventuras, pero se había enamorado de él y eso ya…eso no lo remediaba ya ni el mismísimo Acnalogia.
Unas risitas provenientes del baño captaron su atención. Así que curiosa se acercó hasta él, queriendo saber que era lo que les hacía tanta risa.
– Nee, ¿Por qué re..
Se quedó boquiabierta al ver a Natsu con dos cuernos en la cabeza hechos por el champú, y también por las orejas de elefantes que él y su hijo se habían hecho justo en…en medio.
La pequeña estaba sentada en el taburete, mirando ensimismada el espectáculo.
Pero aquello no fue tan importante después de ver su champú, su preciado champú…completamente vació en el suelo.
Natsu sudó frío, Igneel sudó frío, incluso la pequeña bebé también sudó.
– L-lu-lucy… ¿Te unes a nosotros?
Y una bomba estalló.
–¡NAAAAATSSUUUUUU!
Bueno, bueno, bueno...capítulo hecho tras tres horas de pensar cada escena y modificar y arreglar. Buff...
Me ha costado mucho, debo admitir. Después de tantísimo tiempo sin escribir sobre esta pareja mi mente se había quedado absolutamente estancada, y pensar en algo que me ayude a escribir...también me ha llevado un rato. Pero quería acabarlo, o al menos llegar hasta el capítulo 20 para así tener un número par xD
Esa es otra, no sé si escribiré más sobre esta pareja ,así que doy por finalizada esta serie de OS, que espero infinitamente que os hayan gustado, que hayais disfrutado y que...que...no se me ocurre nada más. xD
Una última cosa. Gracias por tooodos los reviews y los favoritos que les dais a mis historias. ¡Sois los mejores! Si algún día se me ocurre algún OS, lo subiré. ¡I promise!
Un beso muy grande para todos y..¡Hasta la próxima!
JANDI-CHAN