Holas:

Despues de mucho tiempo regresé. Y aunque se que muchas personas que me leen deben odiarme y querer matarme por andar tan perdida, quiero que sepan que sino he actualizado es por mi falta de tiempo. Estoy finalizando carrera y tengo un proyecto de grado que sacar adelante, además del trabajo y la universidad que terminan de absorber mi tiempo por completo. De verdad lamento mucho esto,aunque les aseguro que entre mis planes no está el dejar mis fics a medio camino. Espero que me comprendan o intenten y pues que disfruten del capítulo.


Capítulo 13: Todo llega a un límite

––Tenías razón… ya llegó–– comentó el editor –– bueno nos vemos adentro… ya sabes que hacer, yo iré a hablar con Onodera y en otro momento saludaré a Yanase-san –– dijo al ver su amante solo en unos de los corredores.

––Está bien –– dijo sin molestarse en escucharlo. Mino intentaba por todos los medio mostrarse calmado, sobretodo porque antes de notarlo ya estaba caminando hacia la pareja –– Yanase-san, Yoshino-san, buenas noches, que bueno verlos… los estábamos esperando–– saludó con una normalidad más que fingida, sobretodo porque su sonrisa no estaba.

––Buenas noches Mino-san –– saludó su mangaka mirándolo.

––Eh… Buenas noches… yo… ¿de verdad esperaban por nosotros? –– preguntó confundido.

––Por favor, síganme –– indicó mientras tomaba aire y lo ignoraba, no sabía que era peor, si la forma tan directa y fría como lo miraba Yuu o tener a la persona que ya catalogaba como un estorbo justo al frente y no poder golpearlo tantas veces como creía se merecía.

––¡Yoshino! –– interrumpió Hatori apareciendo con una expresión de pocos amigos.

––¡Ay Tori! –– el mangaka abrió sus ojos como platos y luego bajó la mirada –– lo siento, yo…

––Olvídalo y mejor ven conmigo –– indicó para luego caminar en dirección contraria a la que había indicado Kanade.

––Yuu… –– miró a su acompañante –– espérame… ahorita nos vemos y… hablaremos.

––¡Yoshino! ¡Vamos!

––¡Ya voy! –– exclamó antes de correr donde su editor-amante.

––Que buena relación la de ellos… se nota que sensei le gusta hacer todo lo que dice Hatori, que bueno –– susurró Mino a modo de burla y sarcasmo a una volumen lo suficientemente alto como para que Yuu escuchara e hiciera una mueca de disgusto ––. Bueno será mejor que entremos.

Sin decir nada siguió.

––Espero que todo salga bien, la verdad esto fue algo de imprevisto y alcancé a pensar que no vendría.

––No iba a venir, pero no podía olvidar lo que significa para mí que mi trabajo sea reconocido, esto es un paso muy importante en mi vida profesional, no puedo pasarlo por alto –– aseguró con seriedad mientras que caminaba por el salón reconociendo a más de una de las mangakas que allí se encontraban ––. Pero si tengo una duda Mino-san…

––¿Que sucede? –– preguntó deteniéndose.

––Harán algún tipo de presentación o algo así, no es como si me sienta preparado para hablar en público.

––No lo creo –– sonrió por primera vez para él en la noche ––. Igual si así lo fuera yo me encargaré de lo que tenga que decir, no se preocupe.

Un pequeño sonrojo apareció en el rostro del nuevo mangaka, quien sólo logró desviar la mirada y sonreír levemente –– g-gracias…

Kanade hizo de cuenta que no había notado ni la sonrisa ni el sonrojo y aprovechando lo cerca que estaba el mesero le hizo una seña para que se aproximara para enseguida tomar dos bebidas –– Yanase-san, tome –– estiró su brazo.

Sin atreverse a mirarlo recibió el vaso. Definitivamente eso era peligroso, Mino lo hacía perder la estabilidad con mayor facilidad a como lo recordaba. "Una relación de trabajo" ¡Pfffff! Que ingenuo y tonto pensamiento. Antes de percatarse se quedó viéndolo fijamente.

––¿Sucede algo?

––N-No nada…

—¡Yanase-kun! — una mangaka se aproximó con rapidez hasta él — no puedo creer que este aquí, hace mucho tiempo que no lo veo, ¿Cuándo fue la última vez que trabajamos juntos? ¿Tres? ¿Cuatro meses? Ya no lo recuerdo — sonrió y se atrevió a abrazarlo— bueno la verdad es que después de lo de mi accidente hay cosas que no recuerdo bien, aunque dijeron que todo hace parte de un proceso.

—Sensei que bueno verla bien — correspondió el gesto — me alegra que ya haya pasado todo y se encuentre bien.

—Aunque aún no he retomado mi trabajo espero hacerlo pronto, créame Yanase-kun que lo llamaré, es un excelente ayudante.

—¡Ah! Me encantaría — dijo con desazón, no había una fecha establecida, ni nada por el estilo, sólo era claro que su trabajo como asistente de mangaka estaba por concluir.

—¡Sensei por favor! — exclamaron a lo lejos.

—Creo que hablaremos después, lo llamaré en otra oportunidad — hizo un reverencia y se alejó

El dibujante suspiró y miró a otro lugar.

—¿Está bien?

—¿Qué? — preguntó sin mirarlo.

—Lo que hace, lo digo porque cuando se comience a publicar el manga, será imposible seguir de ayudante — comentó antes de beber otro poco.

—¡Ah!… no, no es algo que me preocupe, yo se eso — dijo tratando de sonar convincente —, pero no quiero hacerlo público — acercó la bebida a su boca.

—¿Eh?

—Quizás usted no lo entienda pero llevo mucho tiempo en esto y no puedo decir simplemente que voy a dejarlo porque me voy a convertir en mangaka. Quiero pensar bien en como despedirme y decirles. No sé si me expliqué.

—Creo que si — sonrió de manera sincera mirando a cierta persona acercarse. Definitivamente que el mangaka-amante de Hatori era desesperante y como que se empeñaba en acabar con su paciencia —. Yanase-san, venga le presentaré a algunas personas de la editorial.

Aunque no muy seguro lo siguió ignorando que Yoshino estaba cerca de él, esperando que se quedara con él mientras que Hatori intentaba escapar de Ichinose Erika. Kanade lo presentó como su mangaka frente a Onodera, Kisa y Takano, inclusive frente a Yokozawa, a quien de algún modo ya lo había conocido, aunque eso hizo que el nerviosismo que sentía Yuu desapareciera, todos parecían amables. También tuvo la oportunidad de interactuar con otras personas de otras dependencias de la editorial.

Por momentos la relación sólo laboral de Kanade y Yuu se volvía algo así como una amistad, ambos reían y hablaban con mucha confianza y frescura — bueno ahora debo presentarlo con el presidente de la editorial–– lo tomó de la mano.

––¿Eh? –– confundido se dejó arrastrar.

––Isaka-san.

––Mino-san –– lo miró y luego dirigió su mirada a la persona a su lado ––. Vaya así que por fin conozco al famoso Yanase Yuu –– dijo antes de cambiar su expresión seria por una curiosa ––, es un gusto conocer al futuro mangaka –– sacó una tarjeta y se la pasó al dibujante, quien a pesar de estar confundido entendió de quien se trataba.

––Isaka-san es nuestro presidente y bueno ya entenderá…

––S-Si, mucho gusto –– hizo una reverencia sintiéndose nervioso.

Isaka sonrió levemente y miró al editor –– creo que no existirá ningún problema si él y yo hablamos un poco sobre el manga y tengo la oportunidad de conocer a al famoso asistente de mangaka que ahora formará parte de nuestros autores.

––Por supuesto que no, aunque pensé que…

––Mino-san se lo devolveré en un momento –– dijo usando un tono burlón ––, no voy a hacerle nada.

––Ya se eso… –– sonrió, aunque no le agradaban las bromas y burlas de parte de esa persona y tampoco era como si deseara que su amor tuviera que aguantar los comentarios de Ryuuichirou, sabía que el hombre podía llegar a ser desesperante. Aun así no tenía otra opción, tuvo que quedarse a ver como se alejaban. A pesar de que sabía que la situación no se prestaba para ello, esperaba al menos poder pasar un poco de tiempo junto a él, de esa forma quizás, sólo quizás podía dejar de sentirse tan perdido.

Sabía que ahora la relación tenía otro matiz y que por el bien de ambos, por el del trabajo que ambos estaban por comenzar era lo más sano. Sin mucho convencimiento echó un vistazo a su alrededor. Seguía molesto con Hatori, pero debía agradecer que estuviera allí, al menos estando juntos no corría el riesgo de que Chiaki buscara a Yuu.

––¡Hey Mino! ¿Estas bien? –– preguntó Shouta deteniéndose y poniéndose a su lado.

––¿Por qué preguntas?

––No sé, se te nota algo ansioso, ¿Acaso crees que Isaka-san puede no agradarle Yanase-san? –– cuestionó al ver al par de hombres hablar.

––No es nada importante, es sólo que esto algo cansado –– aseguró tomando aire –– ¿Qué hay de ti?

––Yo estoy bien aunque cansado, mis mangakas son muy agradable, tanto que me preocupa, eso incluye a la nueva –– suspiró ––. Oye por cierto, conozco personas dóciles y fáciles de manejar, pero creo que Yoshino-san se lleva el premio –– rió al ver a la pareja hablando o mejor dicho sólo al editor ––, si te fijas, Hatori parece algo así como su mamá.

––Quizás tengas razón… –– respondió sin prestarle mucha atención.

––Hatori debe estar feliz…

––¿Por qué lo dices? Nunca he visto a Hatori feliz sonriendo, es más no sé si eso puede ser posible.

––Si bueno eso es cierto… pero sabes que para nadie es un secreto que Yanase-san y él no se llevan bien.

Mino endureció un poco su expresión –– ¿Y qué hay con eso?

––La verdad no es que haya indagado mucho, pero todo es debido a sensei, así que ahora que dejará de trabajar con él, se sentirá menos estresado — comentó con una sonrisa –– a lo mejor y si conozcamos a un Hatori feliz.

Permaneció en silencio ante el comentario y prefirió mirar hacia donde estaban Isaka y Yuu. Los hombres hablaban muy animados o quizás el presidente quien parecía reír mientras que su adoración intentaba hacerlo, aunque no se le veía muy cómodo que digamos.

––¡Asahina! ¡Trae más alcohol! –– Exclamó de forma alegre mientras le hacía una seña al sonriente editor para que acercara ––. Mino-san, debo decirle que ha hecho una excelente elección, no cabe duda que Yanase-san nos traerá mucho dinero, ¡Ja! Es decir, será todo un éxito, tiene unas ideas estupendas, me ha agradado mucho –– indicó el ya ebrio hombre.

––Me agrada escuchar eso de usted Isaka-san y por cierto desde ya le prometo que nuestro trabajo va a ser el mejor –– señaló con emoción, lo que hizo que el nuevo mangaka sonriera de forma diferente y en cierta forma hiciera a su corazón brincar de alegría.

Asahina, se acercó con una expresión sería al ver a su amante en ese estado y les entregó otro vaso lleno de alcohol –– por favor Ryuuichirou-sama le recuerdo que debe hablar con otras personas.

––En un momento… –– sonrió ignorando a su amante –– primero debemos brindar –– dijo antes de chocar su vaso con el de Kanade y Yuu, quienes con una sonrisa fingida la seguían la corriente, esperando que todo terminara pronto.


––Tori… no me gustan estos eventos, odio vestirme de esta forma –– se quejó nuevamente el mangaka.

––Escúchame… –– lo miró –– prometo estar a tu lado –– aseguró tomándolo con disimulo de la mano.

––Es que ese no es el problema, además si llegara a quedarme solo nuevamente, buscaría a Yuu –– comentó con inocencia ––, es una suerte que esté aquí.

De repente la expresión del editor cambió por una de completo disgusto.

––Por cierto… no he visto a más asistentes aquí –– indicó mirando a su alrededor ––, definitivamente es una suerte que Yuu esté aquí.

––Yoshino… –– lo llamó tratando de sonar sereno –– tú…

––¿Eh? –– lo volteó a mirar ––oh vamos Tori, no comiences con tus comentarios sin sentido.

––No son comentarios sin sentido, Yanase ya se te declaró, ¿no es así?

––Sí, pero no lo hizo enserio. Tú sabes cómo es Yuu, sólo estaba bromeando.

Yoshiyuki suspiró y se masajeó la sien tratando de controlar su estrés.

––Hatori –– llamó Takano justo cuando apareció detrás de la pareja.

––Takano-san… eh…

––Sensei, buenas noches, ¿cómo está? lamento saludarle hasta ahora pero he estado un poco ocupado con autores y mangakas.

––Buenas noches… no se preocupe, lo entiendo.

––¡Hatori-san! ¡Takano-san!

La expresión del mangaka cambió rotundamente al ver a la mujer acercarse a ambos hombres con una sonrisa.

––Erika-sensei –– el editor en jefe la saludó y enseguida fue turno para Hatori.

De inmediato y con una expresión un tanto molesta, Yoshino se dio media vuelta y se apartó del lugar.


Otra vez se encontraban solos y nuevamente un incómodo silencio hacía del momento el más desesperante. Yanase miraba su vaso casi vacío mientras que Kanade veían como la gente iba y venía por toda la sala.

Suspiró y luego de darle un último sorbo a su bebida miró a su editor –– ¿siempre son así de concurridas este tipo de veladas?

––¿Eh? –– lo miró –– ¿nunca ha asistido a ninguna fiesta o reunión de la editorial?

––Sí. A una de fin de año, pero no la pasé muy bien así que preferí no volver a aceptar ninguna invitación –– comentó mientras hacía un gesto de desazón.

Mino sonrió de repente antes de reír levemente ––. Bueno creo que eso va a tener que cambiar a partir de ahora, pero no se preocupe, yo me encargaré de hacerle las veladas más llevaderas y mucho mejores. Sólo tiene que confiar en mi –– indicó sin medirse en lo que decía. El editor aparte de ya tener uno que otro trago en su cabeza, comenzaba a sentirse un poco desequilibrado con todo lo que guardaba para Yuu.

La mirada de Yanase se desvió mientras sus mejillas ardían. Su corazón y su cuerpo parecían temblar y acelerarse antes las palabras del editor quien, aprovechando lo cerca que estaban y al ver que la mano de Yanase estaba sobre la mesa, puso la suya sobre la de él.

En ese instante su realidad pareció girar mientras parecía poder escuchar el latir de su corazón, que parecía querer salirse del pecho –– ya basta Mino-san… –– susurró en su pensamiento, queriendo apartarse del castaño, pero sin poder lograrlo, sus piernas parecías haberse anclado al piso.

––Yanase-san, yo… –– bajó un poco su mirada mientras negaba con su cabeza –– con respecto a lo que pasó, quiero que sepa que lamento lo que dije, sé que me involucré y opiné sobre temas que no son de mi importancia pero… –– tomó un poco de aire –– la verdad es que cada vez es más difícil que… –– entrelazó sus dedos olvidándose por un momento del lugar en el que estaba

––Mino-san… –– llamó una mujer de mediana estatura, cuya expresión parecía temerosa y caminaba lentamente en dirección al editor.

––¡ Saeki-sensei!

––Mino-san, y-yo… –– susurró con timidez –– yo siento mucho –– dijo mientras hacía una reverencia ––. Sé que le causado muchos inconvenientes últimamente y que no debí comportarme como lo hice la última vez.

––¿Ah? –– hizo un gesto de sorpresa sin entender muy bien lo que decía.

––Sé que usted ha hecho tanto para que el manga sea un éxito y yo… yo en lugar de colaborarle y portarme bien, lo grito y echo de mi casa así no más. Que tonta que fui –– señaló sin mirarlo apretando sus puños.

––Ah… –– hizo un poco de memoria y muy a su pesar terminó por apartar la mano ya alejada de Yuu para acercarse a la mangaka –– no es necesario esto, de verdad… ya le dije sensei, estaba estresado y molesto por otros asuntos que no se relacionaban con el trabajo, mi actuar tampoco fue el adecuado. Me exalté y fui grosero con usted –– explicó evitando perder de vista lo que el dibujante hacía.

––Pero Mino-san… por mi culpa usted se retrasó con la entrega, además que no tenía por qué decirle lo que le dije. Por favor, discúlpeme por mi comportamiento.

Suspiró con resignación, nada parecía convencer a la mangaka y en lugar de ello podía notar como el asistente parecía buscar la manera de irse del lugar. Precipitadamente miró a su alrededor sin poder hallar a Hatori ni a Yoshino ––. Permítame un momento sensei. –– Se dio media vuelta y caminó hasta Yuu ––. Escúcheme Yanase-san, necesito hablar con usted y aclarar algo importante –– dijo serio ––, por favor espéreme aquí, no me demoro. No se vaya. Por favor.

Incomodo e inseguro sobre lo que debía hacer simplemente se limitó a afirmar con su cabeza. Aunque una vez estuvo solo se dirigió a la salida. Necesitaba respirar un poco de aire puro y no seguir dejándose llevar por Mino, no era correcto que él perturbara su mundo.


El mangaka caminó por el salón con la intensión de marcharse. Con Hatori siendo acosado y retenido por esa mujer y sin poder encontrar a Yuu, nada tenía que hacer allí. Refunfuñó varias veces antes de llegar a la puerta.

––Hey Chiaki, espera –– una mano lo agarró del brazo.

––Y-Yuu… me asustaste.

––Perdón, pero… ¿Para dónde vas tan apurado? –– preguntó analizando detenidamente la expresión de su rostro.

––Ya me iba a casa –– dijo tratando de ocultar la expresión de desagrado que portaba.

Sonrió con satisfacción –– es Hatori, ¿no?

––N-No… él está ocupado, no puedo acaparar su atención, él ya ha hecho mucho por mí y… –– bajó su mirada.

––No cabe duda que aunque te empeñes en defenderlo siempre va a ver un pero o algo malo con él.

––¡Te equivocas! –– exclamó exaltándose de repente ––. Tori, no es una persona mala, simplemente tiene cosas que atender y yo debo entenderlo –– aseguró alzando la voz levemente.

––¡Hey! ¿Por qué te pones así? No creo que sea para tanto –– dijo entre sorprendido y molesto ––. Es sólo que te veo y no parece justo contigo.

––Lo siento, pero me siento algo cansado.

––Lo que digas –– rápidamente lo agarró nuevamente del brazo y sin más lo saco de ese lugar.

No importaba lo dicho, ninguna persona o situación. Era la perfecta oportunidad, la que estaba buscando desde que fue a recoger a su amigo a casa para que juntos fueran a la editorial.

—¿Aquí estás más cómodo? — preguntó al llegar al corredor.

Miró el lugar y a su amigo un poco desubicado — Si… algo así, este tipo de eventos no son de mi agrado –– comentó suspirando ––, ya quiero irme Yuu.

––Si, no es tampoco de mi agrado pero… –– se detuvo antes de revelarle la verdad –– por qué mejor no nos quedamos aquí los dos, sin tanto bullicio podemos estar juntos y hablar –– dijo antes de sonreír. Ya no recordaba cuantos tragos había tomado, si eran cuatro, cinco o seis. Simplemente se sentía con las fuerzas necesarias para hablar y hacer lo que tanto había anhelado por tantos años, de esa manera podía hacerle entender lo mucho que lo amaba y de igual forma convencerse a sí mismo que en su vida sólo había espacio para una persona y esa era Chiaki. Era el momento de cortar con toda la confusión y los sentimientos que parecían Kanade le había hecho sentir en algún momento.

El mangaka lo miró por un momento y sonrió –– que gran idea, que bueno es tenerte Yuu…


Mino terminó de hablar con su mangaka sobre el inconveniente que días atrás había pasado y que no era más que producto de sus problemas amorosos, así como terminaron de cuadrar y ultimar los detalles del nuevo volumen que sería publicado a final de ese mes. Le dio un último sobo a su bebida y luego de dejar el vaso sobre la mesa, miró a su alrededor, buscando a Yuu. Respiró profundo y entonces optó por buscar a Hatori y a Yoshino, los había visto juntos hacía un rato y esperaba que siguieran juntos, para no comenzar a torturar imaginando cosas.

––¡Kisa! –– detuvo a su compañero –– ¿has visto a Hatori?

––¿Eh? Lo vi hace un momento hablando con Takano-san.

––¿Estaba solo?

––¿Te refieres a sin sensei? Yo vi a Yoshino-san con Yanase-san, iban creo que al corredor –– comentó encogiéndose de hombros sin saber lo que sus palabras producían en el editor.

––Entiendo, eh… hablamos luego –– se dio la vuelta maldiciendo en su mente. Eso era lo que menos deseaba. Como pudo se encaminó hacía el corredor, sin atender los llamados de Kisa, ni mucho menos los de un grupo de personas que al pasar por su lado comenzaron a hacer. Nada era más importante que evitar aquello que tanto temía y que sabía estaba por pasar –– maldita sea… Yuu, no te atrevas… –– susurró de manera ahogada sintiendo como la angustia y la frustración hacían que un nudo en su garganta se formara y como su cuerpo comenzaba a temblar y a sudar. ¿Qué tan doloroso podía llegar a ser con sólo imaginarlo? No podía dejar que ellos estuvieran juntos, no podía perder lo que no era suyo.

Al verlos a los lejos se detuvo y caminó con lentamente. Si Yuu fuera su pareja, no se contendría e iría hasta allá, lo besaría y lo alejaría de esa persona, de ese sujeto que sin saberlo le estaba robando la felicidad, pero al no poder y al sentir esa necesidad de saber de qué hablaban trató de no hacer ruido, este quizás era el momento clave en su drama amoroso, aquel que lo destruyera o despertara nuevas esperanzas.

––Yo aún recuerdo cuando revisabas mis dibujos y decías que eran los mejores –– río el mangaka ––, no entiendo como decías eso, cuando hasta yo sabía que eran bastante deformes.

––Pero te esforzaste, mejoraste y ahora eres un famoso mangaka, eres el mejor Chiaki y yo me siento muy feliz porque me has permitido acompañarte en todo el proceso.

Lo miró y le sonrió con inocencia––, aunque no creo que sea para tanto, gracias Yuu por estar conmigo. De verdad aprecio lo que haces por mí en cada trabajo. Eres una persona muy importante y valiosa en mi vida.

Ante las palabras el dibujante se aproximó y puso su mano sobre de la Yoshino mientras lo miraba fijamente.

––¡Ah!… ¿Que sucede Yuu? –– preguntó el mangaka al ver como quedarse en silencio.

––Chiaki… –– susurró mientras sonreía ––¿nunca te he dicho lo afortunado que soy de tenerte a mi lado?

––¿Ah? Estas ebrio –– comentó sonriendo con nerviosismo, por alguna razón sintió que la mirada que le dedicaba no era normal, además que al querer apartar su mano de la suya se lo impidió.

––Quizás un poco, pero nada cambia lo que siento…

––Este… Yuu, ¿por qué mejor no regresamos y…?

Sin dar esperas y llevado por todas esas emociones y debilidades que el alcohol habían hecho aparecer con facilidad, se aproximó un poco al rostro de Yoshino.

––Yuu, ¿Qué estás haciendo? ¿Qué te pasa? –– preguntó intentando apartarlo –– mira, yo creo que es mejor que… –– antes de seguir hablando la mano libre de Yanase lo tomó con delicadeza de la mejilla e hizo que lo mirara fijamente.

––¿Por qué no lo entiendes? ¿Por qué no te das cuenta? No es con Hatori con quien debes estar… y tú lo sabes… –– desespero, ansiedad. Se las estaba jugando todas por última vez –– por eso es que yo no me he rendido, porque puedo darte todo lo que él no es capaz de darte, por favor Chiaki, déjame ser él todo aquello que necesitas… deja que te ame.

Los ojos del mangaka se abrieron totalmente sintiéndose confundido y temiendo lo peor –– Yuu, tú… –– de repente todo comenzó a por fin tener lo lógica para el despistado mangaka. Su amigo de toda la vida, se le estaba declarando y aunque no quería lastimarlo había una única verdad en todo y era que no podía dejar de pensar en Hatori y en todo lo que le había advertido y dicho, además de pensar por primera vez que lo que estaba pasando no era ningún malentendido –– Yuu, yo… –– sin saber que decir cerró sus ojos por un momento para luego abrirlos y sentir como el rostro del asistente se acercaba peligrosamente y como en medio del shock no pudo hacer nada para detenerlo.

Mino respiró profundo y negó levemente con su cabeza aguantando el dolor que le producía lo que presenciaba ¿Cuánto más podía un corazón romperse?

––Chiaki, yo te… te amo… –– susurró antes de posar sus labios sobre los del mangaka.

La vida era cruel e injusta para unos. No entendía como era que alguien como Yoshino Chiaki podía tener el amor de dos personas, no comprendía porque tenía que ser así, nuevamente amaba sin ser correspondido, nuevamente tenía que sufrir de una manera tan absurda. Sin querer ver ni saber más del asunto se dio la vuelta, ya no importaba lo que sucediera o eso creía hasta escuchar un fuerte estruendo seguido de un par de insultos para Yuu.

––¡Tori por favor! –– exclamó mientras que intentaba detener el segundo puño que iba con dirección al rostro del ya golpeado y aturdido dibujante quien apenas y había reaccionado.

La mirada gris de Mino se dirigió a donde se suponía estaba Yuu y Chiaki.

––¡¿Qué crees que haces?! –– preguntó molestó Yanase intentando zafarse del agarre del editor –– ¿Por qué no te largas? Aquí nadie te necesita ¡Chiaki está mejor conmigo que contigo! –– miró a su amigo –– ¡díselo! ¡Dile que no le has perdonado lo de la violación! –– exclamó con desespero.

El mangaka lo miró asustado, no esperaba que su amigo dijera eso, un pequeño comentario descuidado de su parte era lo único que le había dicho respecto a lo sucedió.

La ira del más alto aumentó y apretando el agarre de su mano en la camisa de Yuu lanzó un golpe que por poco termina en el rostro del ojiescarlata.

––Chiaki… dile a este animal que no lo amas –– pidió perdiendo el poco control que quedaba al ver que no había respuesta de su amado amigo.

––¡Suficiente! –– el editor empujó al dibujante contra la pared y lanzó un puño contra su rostro.

En el momento en que vio como Hatori lo golpeaba, la ira lo invadió. La escena también le había dolido, como los labios de Yuu besaban los de Chiaki y le decía que lo amaba le había acabado el corazón, pero eso ni significaba que pudiera tolerar el cómo su compañero de trabajo y amigo le daba un puño y amenazaba con más.

––¡Tori por favor! –– exclamó desesperado el mangaka tratando de forcejear y evitar que su pareja siguiera. Yoshino agarró los brazos de Hatori con todas sus fuerzas para que soltara a Yuu, pero parecía imposible. Todo ocurría tan rápido y se sentía tan fracasado –– perdóname… –– susurró angustiado por las consecuencias que pudieran traer sus actos.

––¡Yanase! Te lo advertí y no entendiste, maldito bastardo –– dijo agarrando por el cuello al dibujante quien no estaba pero para nada sobrio y parecía no reaccionar ante nada. La verdad es que su mente y todo parecía estar perdida. Y es que no era para menos había cometido un error, no sólo parecía haber pedido sino que además se estaba engañando.

El futuro mangaka cerró sus ojos al sentir como el puño del editor se aproximaba nuevamente a su cara. Esperaba el golpe pero algo lo sorprendió y lo hizo sentir peor.

––¡Basta Hatori! –– exclamó Mino interponiéndose –– si vas a golpearlo, tendrás que golpearme a mi primero–– señaló con seriedad.

El editor lo miró sorprendido pero seguía con su puño en alto ––¿de que estas hablando Mino? Mejor quítate y déjame matar ese maldito.

––¡No Hatori! No lo harás, Yanase no tiene del todo la culpa y tú lo sabes –– señaló molestó levantando su voz.

––Te digo que te quites Mino, tú no sabes nada, así que te pido no te metas –– advirtió tratando de hacerlo a un lado.

––Se más de lo que piensas y entiendo perfectamente la situación, así que si quieres pelear con alguien aquí estoy yo. Yuu no está solo.

El mencionado levantó su mirada y sonrió levemente por breves segundos para luego bajar de nuevo su mirada y cerrar sus ojos –– soy un idiota –– murmuró para sí mismo.

––¡No te metas en esto Mino! No quiero tener problemas contigo, por un estúpido que no merece nada ––suspiró ––si te vas a fijar en alguien, mejor fíjate en alguien que valga la pena–– sin poder controlarse, el editor logró hacerlo a un lado para agarrar por la camisa a Yuu y lanzar un puño.

––¡Estúpido! –– Sorpresivamente fue Kanade quien termino por golpear a Tori, para luego abalanzarse sobre él y arremeter a golpes –– ¡ya basta! No sigas con esto, si vas a culpar a alguien dile algo a el idiota de tu mangaka, él dejó que lo besara, él es quien no ha tomado una decisión frente a esto.

––¡Mira lo que logró ese bastado! Aunque no voy a permitir que te metas con Yoshino, cuando la culpa es de Yanase y sólo de él. Eres un completo idiota por defenderlo Mino –– dijo mientras lazaban puños y patadas, lo que pudiera.

––Tú eres el que no entiende Hatori, no lo entiendes. ¡Idiota!

Antes de notarlo ambos editores gritaban, se insultaban y se golpeaban mientras que Chiaki suplicaba porque se detuvieran mientras que Yuu intentaba procesar la situación.

––¿Que está pasando aquí? –– preguntó Onodera que pasaba cerca del lugar y que se detuvo al escuchar los gritos de ambos para enseguida salir a buscar ayuda.

A los pocos minutos tanto Kisa y Chiaki intentaba detener la pelea, mientras que Onodera se acercaba a Yuu para ver cómo estaba.

––¡Ya basta ustedes dos! Cálmense –– pidió Kisa tratando de agarrar a Mino –– no es necesario usar la violencia.

––T-Tori por favor… –– sollozó en un vago intento por hacerlo reaccionar.

––¿Está seguro que no necesita nada? –– preguntó nuevamente el editor al asistente.

Yanase negó con su cabeza y se dio media vuelta dándole la espalda.

––Mino, Hatori deténganse ante de que alguien más los vea –– dijo el pelinegro mirando a su alrededor –– enserio, dejen de pelear –– agarró del brazo a Mino.

––Si me fijo o no en él es problema mío… pero tampoco voy a dejar que lo toques –– aseguró agitado, forcejeando con su compañero de trabajo –– suéltame Kisa, por favor. Yo a este imbécil lo mato.

––Tori… –– susurró abrazándolo por detrás –– no sigas, por favor…

––Entonces dile que no se acerque a Yoshino, aunque mejor te recomiendo que busques a otra persona en quien fijarte, Yanase no merece ser amado por nadie –– dijo con mucha cólera, lastimando más los sentimientos del devastado dibujante.

––Vaya Hatori, Mino, me parece muy bien la forma de resolver sus diferencias en la editorial–– justo detrás de ellos apareció el editor en jefe con una mirada seria y los brazos cruzados, haciendo que todos se detuvieran de golpe –– ¿no van a seguir?

––Takano-san… –– murmuró Ritsu mirando a los demás.

Suspiró y soltó el agarre que aún tenía Yoshino–– lo siento Takano-san –– se disculpó bajando la mirada apenado.

––Perdón, no debí…

––Exactamente Mino… –– interrumpió colocándose en medio de todos –– se suponía que era un evento importante, Isaka-san y el resto de las personas de la editorial te estábamos esperando para ultimar detalles sobre lo que de verdad creí era importante tanto para ti como para Yanase, pero parece que pelear es lo importante aquí y por si lo preguntan vi lo suficiente como para saber el motivo ––dijo mirando de re ojo a Chiaki y a Yuu ––. Deberían agradecer que Isaka-san no los vio de lo contrario no quiero imaginar que hubiera pasado, aunque esto no significa que no habrá consecuencias graves, Mino y Hatori los espero ahora mismo en la sala de juntas, para discutir esto, el resto espero que terminen de pasar la velada en paz –– indicó antes de seguir su camino, topándose con alguien –– ¡Asahina-san! Eh… sé que es irresponsable de mi parte lo que voy a pedirle y no es lo correcto, pero por favor… no le diga a Isaka-san sobre esto. Yo me encargaré de ellos.

Suspiró –– es lo mejor, no creo que esté en condiciones de lidiar con esta clase de situaciones –– señaló serio ––, cuente con ello.

Sin decir nada los dos editores se dirigieron al lugar donde los habían citado.

––¡Tori! –– lo llamó pero no hubo respuesta o alguna mirada. Sin saber que hacer bajó su mirada.

––Sensei, yo creo que lo mejor es que me acompañe –– dijo Kisa.

––¿Eh?, pero… –– Yoshino dirigió su mirada a su amigo que permanecía inmóvil con la mirada perdida en algún lugar.

––Yanase-san…

Sin ganas de nada, sólo de perderse o morirse tal vez, tomó aire y se dispuso a irse. Ya no tenía nada a que quedarse, aunque la conmoción del momento seguía, no pudo evitar pensar en el problema que de seguro tendría su editor. Todo era su culpa, si despedían a Mino no se lo perdonaría nunca, nadie tenía porque pagar por sus estúpidos errores. Se dirigió al baño.


––No preguntaré quien golpeó primero, no me interesa –– indicó Masamune serio recargándose en la mesa ––. Nunca me ha interesado entrometerme en la vida de las personas.

––Takano-san, yo de verdad quiero disculparme, sé que actué mal –– se disculpó en sub jefe del departamento ––, no debí dejarme llevar por la rabia –– volteó a mirar a Mino quien permanecía en silencio limpiándose el labio con la manga de su camisa.

––Me parece bien que sepas que hiciste mal, pero eso no cambia la situación. La verdad nunca pensé que algo así podía pasar, menos entre ustedes –– suspiró ––. Francamente esto me sorprende y me decepciona.

––Takano-san, aceptaré la decisión que tomes –– habló Kanade ––, si consideras que debo irme por esto, lo entiendo.

––No. Tampoco es para llegar a ese extremo. 3 días suspendidos del trabajo, será más que suficiente para que sus cabezas se enfríen y recapaciten… –– comentó suspirando –– espero que algo como esto no vuelva a pasar, por lo menos no aquí en la editorial.

––Definitivamente así será… –– comentó Hatori.

––No sé si deseen quedarse, yo pensaría que no, sobretodo tú, Mino –– dijo mientras miraba al editor ––, hablaré con Isaka-san y le diré que se te presento un problema y tuviste que marcharte… no están en condiciones de hablar sobre trabajo.

––Tienes razón, yo me marcharé ya. Siento mucho las molestias causadas –– hizo una pequeña reverencia y se encaminó a la salida.

Rápidamente fue por sus pertenecías y se dirigió a la salida, tratando de ignorar los cuchicheos de las personas sobre los golpes y la sangre que de seguro tenía en su rostro. Esas eran las consecuencias al permitir tanto, al mezclar su vida amorosa con el trabajo, era consciente de ello y aunque no era nada gratificante, debía afrontar la situación.

Sin más deseos que llegar a casa y así poder desahogarse, salió de la editorial. No debía ser temprano, ya que el lugar estaba solo y un poco oscuro. No estaba muy seguro de si debía tomar un taxi o irse caminando, levantó su mano para detener uno de los taxis que pasaban por el lugar.

––¡Mino-san! ¡Espere! –– de entre la sombra que acompañaba el lugar apareció la última persona que de seguro quería ver, ya que era la causa principal de todos sus problemas.

No se esforzó por ocultar su disgusto ––pensé que ya se había ido.

––De hecho lo iba a hacer, pero necesitaba verlo antes –– indicó inseguro.

––¿A sí? Mmhh entiendo… bien, pues aquí estoy, ya me vio. Ahora debo irme.

Yuu tomó aire, ni el mismo sabía que esperaba de eso o por qué estaba ahí enfrente de Kanade –– yo… yo siento mucho lo sucedido, de verdad no… le pido disculpas por todo, no esperaba que terminara involucrado en ese tipo de problemas o que por mi culpa usted se viera afectado.

Sonrió y negó con su cabeza ––no, ni yo, pero no se preocupe, tampoco fue algo tan grave, no perdí mi trabajo, ni nada de ese estilo… –– comentó con normalidad –– y Hatori tampoco.

El dibujante guardó silencio y bajó la mirada, sin saber bien que decir, Mino se notaba más que molesto, se mostraba calmado y cansado.

––Ahora, para hacer las cosas más fáciles, lo diré… –– tomó aire y se cruzó de brazos –– usted, Yanase no tiene por qué sentirse culpable, esto no es algo que deba sumar a su larga lista de preocupaciones o problemas personales –– aseguró con cierto cinismo que no pasó desapercibido para el ojiescarlata ––, Si soy consciente, fue algo que yo mismo busqué, por irresponsable y no saber manejarme.

Yuu lo escuchó atento tratando de actuar calmadamente y no dejar que cualquier comentario lo ofuscara.

––Seamos sinceros y claros porque no hay de otra –– el tono de la voz del editor sonó serio y frío–––. Desde un principio sabía cómo eran las cosas, no pasó nada nuevo, ni yo me enteré de algo que no pensara o supiera.

––¿Qué está tratando decir? –– usó el mismo tono de voz que su editor.

––Usted ama a Yoshino Chiaki, y así no se lo dijera ya lo sabía, así no lo besara de igual forma ya entendía, entre nosotros pasó algo, algo más que un beso y no fue una sola vez… pero al final no interesa–– dijo con tanta normalidad que llegaba a ser desesperante, así podía describirlo Yuu quien se mordió el labio y apretó su puño al escucharlo hablar––. Esto no hace parte del juego, aunque si lo fuera, en nada cambia el hecho que yo me metí en esa pelea sin ser llamado, porque es un asunto que a mí no me incumbe –– recalcó de una forma no tan dolida y más bien si como queriendo dejar en claro lo poco o nada que le importaba ––. Así que no sienta culpa o pena por esto, la verdad es que Hatori me la debía –– comentó riéndole levemente lo que terminó por confundir y disgustar al dibujante ––. Supongo que ahora si puede ir a su casa y dormir tranquilamente, bueno si es que la situación con Yoshino-san se lo permite –– dijo sin importarle un poquito en lo que sus palabras provocaban ––. Bueno, ahora si debo marcharme –– levantó su mano esperando que un taxi se detuviera y el poder irse, antes de perder la poca cordura que le quedaba.

¿Rabia? ¿Molestia? ¿Frustración? ¿Dolor?, no sabía que era aquello que lo hacía tan estúpidamente vacío e inquieto ––Buenas noches Yanase-san –– dijo y cerró la puerta del vehículo, dejando a un vacío y perdido dibujante, debatiéndose en si reconocer que las palabras de su editor lo lastimaban por su forma de decirlas y lo que significaban o si lo lastimaban porque en parte sabía que en esa pelea había perdido y malgastado una oportunidad para librarse de esas ataduras que no lo habían dejado ser feliz durante tantos años.

–– Yo quisiera ser tu salvavidas y darte todo lo nadie puede darte –– suspiró derrotado ante ese pensamiento mientras echaba por última vez un vistazo al asistente ––, no basta con tener las ganas y el empeño si esa persona no lo ve, si para esa persona eres transparente o quizás si te vea pero no como tanto deseas…

Continuará...


Espero sus comentarios, para saber que alguien al menos me recuerda y sigue mi historia.

Sin más que decir les envio saludos y gracias por leerme. Hasta la proxima.