Dolor.
Mucho dolor.
Agonía.
Suplicio.
No, esas palabras no se aproximaban siquiera a lo que estaba sintiendo. Notaba literalmente como cada célula de su cuerpo se desintegraba siendo devorada por la sangre de vampiro de Moka forzada a despertar por la adrenalina.
Y el impacto que le había destrozado el 80% de sus huesos al recibir el golpe para salvar a Moka no ayudaba precisamente.
-TSUKUNE, IDIOTA. Pese a mis advertencias...por que...?
-Sangre...Dame tu sangre, Moka-san.
-Que?
El humano sonrió tristemente ante sus recuerdos de impotencia.
-Estaba frustrado...cuando dijiste que esto ''no me concierne''-Declaró- pero...para mi, tanto la externa como la interna, ambas Mokas son muy importantes para mi.
-QUE ESTAS DICIENDO? OLVIDALO, MI SANGRE NO TE CURARÁ...SI TE INYECTO MI SANGRE...SEGURAMENTE MORIRAS:
En ese momento, Tsukune empezó a toser y a esputar sangre. No era una situación para nada favorable: Tsukune medio muerto y con la sangre de Moka en rechazo, Moka drenada y electrocutada por el agua...Tsukune se moría.
''Está sangrando mucho, y su temperatura desciende rápidamente''Pensaba frustrada la vampira.
-Mierda...No quiero que mueras, por eso te pedí que te fueras.-Le dijo con una dulce sonrisa antes de hundir sus colmillos en el cuello del humano moribundo y darle una vez mas su sangre de shinso, un hilo de la cual empezó a resbalar por el cuello de Tsukune, el cual sostuvo por reflejo a Moka quedándose debilitada en los brazos del sentado e inconsciente humano, que empezaba a deprender un aura y un poder infinitamente superiores a los suyos, mayores que su padre, mayor que su madre shinso...un poder mayor que nada en todo mundo e imparable.
(Mente de Tsukune)
Tsukune no sabia como o por que, pero de repente se encontró solo y a oscuras, en pie en una sala del trono a oscuras, sin dolo, y por lo poco que veía, sin una sola herida.
-Que está pasando aquí?
-Buena pregunta, sin duda alguna querido muchacho.
Ante el susto de Tsukune, las velas rojas y antorchas se encendieron en un fantasmal y fatuo fuego azul pálido, iluminando gótica y siniestramente la sala, llena de armas y armaduras medievales de todas las épocas y varios trajes equipos y armas actuales modernas y algunas por crear.
Ante el se extendía una alfombra roja como la sangre y de seda y terciopelo, que ascendía por unas escaleras hasta el trono, en donde se encontraba sentado un hombre, en sus 25 o poco mas. Tenia el pelo largo y negro, ojos rojos afilados como los de Moka, cejas gruesas, y características aguileñas. Se encontraba en un traje gris oscuro, con botas de montar, un largo abrigo rojo victoriano, una corbata roja y unos guantes con marcas extrañas(El sello de Cromwell).
En una mesa al lado del trono, había una botella de vino, un sombrero de ala ancha a juego con el abrigo y unas gafas de sol redondas de cristales naranjas.
-Saludos, Aono Tsukune...Mi reencarnación...y mi comida.
-Comida?
Ante esta palabra, las sombras de debajo del siniestro personaje del trono.
-Si, tu desaparecerás, y yo volveré al mundo.
-NO PIENSO PERMITIR QUE ME MATES.
-Matarte? Oh, no chiquillo, no. Permanecerás por siempre, como parte de mi.
-NUNCA, NO PIENSO DESAPARECER, NO SIN PROTEGER A MIS AMIGOS, A MOKA, Y DECIRLE LO QUE SIENTO.
-Rinde-te muchacho, no puedes ganar.
-Si, lo sé...-Dijo con la cara ensombrecida, causándole al personaje un sentimiento de decepción. Sentimiento que fue reemplazado al oír lo que el chico dijo después-Pero aun y así no me rendiré. Nunca. Aun si es una causa perdida, mientras tenga algo que proteger, yo seguiré peleando.
La alegría, el orgullo. La euforia. Esos eran los sentimientos que experimentaba el hombre del trono en ese momento.
POR FIN ALGUIEN DIGNO DE SUCEDERLE.
-Hahahaha...hahaha...MUAHAHAHAHA...HAHAHAHAHA-El extraño hombre del trono empezó a soltar una maniaca risa maligna, una que parecía capaz de helar hasta las llamas y las brasas del infierno- Maravilloso...fantástico...esto es tan jodidamente divertido. Me haces sentir orgulloso Tsukune, has pasado la prueba.
-PRUEBA? QUE PRUEBA?-Gritó ahora furioso el humano, con los ojos resplandeciendo en rojo carmesí tras absorber una de las sombras que amenazaba con devorarlo- MOKA ESTÁ EN PELIGRO Y TU ME TIENES AQUÍ PARA UNA MACABRA PRUEBA? Y DONDE ES AQUÍ'
-Calma muchacho-Dijo el hombre con sus ojos rojos resplandeciendo-Esta es tu mente, o parte de ella, la parte en la que yo resido. Aquí el tiempo no se aplica igual que en el resto del mundo, apenas ha pasado medio segundo desde que la chica Akashiya ha hundido sus inferiores colmillos en nosotros.
-Inferiores?-Siseó Tsukune.
-No me mires así, pronto lo entenderás. No es un insulto, es un marcador evolutivo.- Dijo el siniestro- En primer lugar permite-me presentarme. Yo fui el príncipe Vladislav o Vlad Basarab(Algunos dicen que este fue su apellido) Tepesh III. Drákulea, llamado también, conde Drácula.
-Drácula? Soy la reencarnación de Drácula?
-Oh, esto no acaba ahí chico-Dijo chasqueando los dedos, lo cual materializó otro trono tras Tsukune.-Sienta-te, esto puede ser chocante.
-Pero...NO HAY TIEMPO.
-Aquí el tiempo no existe, podríamos estar siglos y fuera seria un minuto.
Al no poder refutar eso, Tsukune se sentó algo inquieto en el trono que Drácula había creado para el.
-Por donde iba, Ah si...Yo soy Drácula, el primero y mas poderoso de todos los vampiros, el original, el Alfa. Como humano, fui príncipe de Valaquia, Rumania, un Voiboda que dedicó su vida a la iglesia Católica.
-Un vampiro luchando por la iglesia católica?
-Era humano. Además, la ironía viene luego.-Contraatacó con una sonrisa irónica, como siempre-En fin, esto pasó en un universo diferente, no se si has oído la teoría del multiverso.
Tsukune asintió.
-Pues es real. En fin, en mi ultima batalla como humano, fui derrotado, en 1475 a los 45 años, e iba a ser ejecutado en el campo de batalla. -Dijo con una sonrisa desquiciada, aunque esta no llegaba del todo a sus ojos, en los que había nostalgia.- Allí, ante la luz de mi ultimo atardecer, y ante la vista de mi ejercito ahorcado, en el ultimo esfuerzo por hacer bajar a Dios, que es por lo que pelee toda mi vida humana, renegué de el y su nombre mientras la sangre de mis aliados y enemigos caídos se dirigía en pequeñas corrientes hacia mi por el suelo. Antes de que el hacha cayera, lamí y absorbí esa sangre dándole la espalda a Dios y renegando de mi humanidad. Me convertí en el vampiro Drácula.
Tsukune se debatía entre la impresión el miedo y la curiosidad mientras escuchaba y memorizaba cada palabra.
-A los...100 años de eso creo, encontré un hechizo para viajar entre mundos. Sentía curiosidad, y no tenia nada mejor que hacer, así que lo usé...y acabe en el mundo en el que naciste. Allí, realicé una conversión, pero las energías mágicas del viaje mutaron la transformación de la que elegí como una de mis novias, con la que engendré a los Shinso.
-Shinso?
-Vampiros con un poder gigantesco, cuyo yoki es tan poderoso, oscuro y potente así como bello como las tinieblas. Son lo mas cercano que hay a los vampiros originales. Mis hijos y mi novia, todos muertos creo, fueron shinsos o verdaderos ancestros. Esa condición no se transmite genéticamente si no es que los dos padres son shinsos, pero si un vampiro consume mucha sangre de un shinso, se convierte en uno.
Comprendiendo ya el nuevo dato, Tsukune asintió para que prosiguiera.
-Los Shinsos engendraron a los vampiros de hoy en día. Bueno, cuando todos murieron, volví a mi mundo de origen, sembré el caos y el terror y bla, bla,bla...Hasta que decidí explorar como había cambiado el mundo, creo recordar que también está la novela Drácula en este mundo y que la has leído, no?
De nuevo, el muchacho asintió.
-Bueno, TODO es cierto, salvo una cosa...Van Hellsing no me mató, nadie pudo. Así que me sello y me hizo servir a su familia y organización para cazar a mi especie, los nosferatu. Cuando el murió, pasé a su hijo Arthur, que me lanzó a destruir las amenazas sobrenaturales de entre los nazis, entre ellas una organización que buscaba la guerra eterna conmigo...Millenium. Por ese entonces empecé a llamarme Alucard.
Durante lo que parecieron horas, el Conde relató cada experiencia o personaje importante en su no-vida mientras permaneció en la Real Orden de Caballeros Protestantes, u organización Hellsing.
Le habló de sir Integra Fairbook Wingates Hellsing, la mujer mas noble y valiente que jamas conoció y llegó a respetar y reverenciar.
Le habló de Walter C. Dorlneaz, el ángel de la muerte, que en la batalla final por Londres se unió a su ejercito de familiares(Lo siento, pero Walter me encanta), el que quizás fué su mejor amigo.
Y...También...Seras Victoria. Su chiquilla, su Dráculina. Nunca entendió bien que representaba para el: Un capricho, instinto, una hija, una compañera? Quien sabe.
-Finalmente solo quedó el alma de Schrodingger, y pude volver. Pero a los pocos años del fin de Hellsing, me canse...Necesitaba descansar en paz un tiempo siquiera. Y entonces, fui llamado...por el dios del que renegué. Y dejame que te diga algo...No es como la gente imagina.
-Que pinta tiene?
-Te diré dos cosas: Es una joven mujer, y es negra.
-En serio?
-Si, y bien buena que está.
(Esto salió de la película ''Como Dios'', al menos lo de dios siendo de raza negra, y pensé...Quien me asegura que es un tío?. Yo creo que no tiene genero realmente, pero sirve para dar un toque humorístico, ya que muchos creen que es hombre.)
-En fin, el caso es que me hizo una oferta. El alma de Schrodingger seria condenada al infierno, y todos mis familiares me serian devueltos, si se me concedería el descanso de la muerte...por siglo y medio. Dejé a Seras con la instrucción de esperar a mi retorno, y ahora el tiempo ha pasado, y yo he vuelto, en ti.
Solo había dos opciones, la primera, la que ya expresé.
-A la que me niego.
-Cierto, y luego estaba el plan original. Obtienes mis poderes, mis familiares y parte de mis recuerdos, y yo me quedo como parte de ti, concretamente tu instinto, agresividad, crueldad...
-Eh, yo no soy cruel.
-TODOS poseemos el rasgo de la crueldad, aunque sea mas o menos desarrollado. Influirá en que, seras como eres normalmente, solo que mas confiado y orgulloso, generalmente. En la lucha seras mas como yo, sarcástico, rompedor, imparable, así como sádico y cruel con los enemigos. Yo seguiré existiendo como hasta ahora, y podré hablar en tu mente.
-No veo gran desventaja-Contestó Tsukune.
-El hecho de que veras envejecer y morir a casi todos los que conoces-Dijo-Pero eso...ya lo sabias, no? Pero ahora...
Alucard cogió a Tsukune, abriendo su boca y materializando un miasma negro a su alrededor que se introdujo en Tsukune para realizar lo dichos cambios en su mente y cuerpo.
(Fuera de la mente de Tsukune, ya realizados los cambios...)
-Tsu...ku..ne?
Tsukune, rodeado por el mismo miasma, alzó a Moka al estilo novia hasta llevarla a una zona lejos del agua, que empezaba a amainar, mientras parte de ese miasma se fundía con su ropa, oscureciéndola como las tinieblas y reparándola, así como regenerando sus heridas.
-Tranquila Moka-Sonrió tranquilamente el ''nuevo'' Tsukune- Me encargaré de que estés a salvo, y para ello aplastaré a unos cuantos insectos.
Moka estaba sorprendida, por mencionar un eufemismo...Claramente se sentía como Tsukune, pero el nunca hablaría de matar con tanta ligereza.
-Que te ha...?
-Shhhh...-La cayó Tsukune con un dedo en su labios- Te lo contaré luego, primero tengo que lidiar con estos perros callejeros.
Tras eso se movió tan rápido, que varios pensaron que era un hombre lobo mas que un vampiro como creían.
-Ha, que raro...Tus heridas se curan, eres muy rápido y parece realmente un vampiro...Pero no te afecta el agua-Se burló Midou, agitando su desproporcionado brazo- No se si eres fuerte o débil, Aono Tsukune.
-Bueno, supongo que es lógico.-Dijo con una sonrisa ''Marca registrada Alucard'' mostrando sus colmillos- Una hormiga nuca ve la fuerza de aquel que la pisa hasta que desaparece.
SHOCK. Eso es lo que cruzó el recinto. Por varias razones: La primera el como reaccionaria Midou, y la segunda...
El miedo visceral que sacudía su sangre y entrañas en ese momento.
-Que. Has. Dicho Aono?
-Tan tonto eres que no puedes entenderlo a la primera? Bien, lo diré de otra forma: He decidido que esta vez me encargaré de sacar la basura.
''Oh hohoho...'' Se burló Alucard en la mente de Tsukune ''Esto va a ser bueno''
''Acabo de aprender del mejor, recuerdas Vlad?''
''Prefiero Alucard''
''Alucard entonces''
-NO TE ATREVAS A LLAMARME BASURA AONO- Gritó Midou hinchando aun mas en brazo tratando de asustar a la reencarnación de Alucard.
-Oh, mis disculpas, vosotros no sois basura-Dijo fingiendo asustarse...antes de poner una sonrisa sádica y lobuna y reponer- No llegáis siquiera a eso, solo sois escoria.
Eso fue todo, Midou perdió todo atisbo de paciencia y cargó en furia contra Tsukune.
El golpe dio de lleno, provocando varios sprais de sangre originados en las grabes y profundas heridas del ex-humano.
-QUIEN ES LA BASURA AHORA EH?
Moka prácticamente estaba al borde del llanto desenfrenado. El nuevo Tsukune, que prácticamente destilaba un aura de invencibilidad...Ahora estaba...
No fue capaz de terminar ese pensamiento. Una sed de sangre insaciable inundó el aire mientras Tsukune se reía estrepitosamente como si la herida fuera nada para luego aclarar.
-Creo haber dejado claro que sois vosotros la escoria, jauría de perros callejeros-Comenzó para luego burlarse de Midou-Fiiuuu(Silbido impresionado)...Para que usaras normalmente ese brazo? No creó que estés muy dotado.
A Midou no le dio tiempo a avergonzarse, pues todos los huesos de su enorme brazo se partieron. En medio de un bramido de agonía, sintió como le cogían del otro brazo para luego retirarlo de e fácilmente como si fuera de trapo.
-Yo dispondré de esto, no lo necesitaras mas.
(En otro lugar, en otro mundo)
Una mujer, rubia fresa, miraba la luna llena de color plateado, en la torre mas alta de un castillo siniestro en los Carpatos Transilvanos, pasado Budapest.
Una pequeña área sellada para alejar a la mayoría de mortales y esconder la construcción.
-Amo, le hecho de menos-Decía con algo de tristeza en sus ojos rojos mirando su totalmente regenerado brazo izquierdo- Como me gustaría oírle ahora llamarme ''Chica policía''.
Un pequeño pulso de energía entre mundos, así como el sentimiento de que una pequeña parte de su mente despertaba tras un largo sueño le hizo girar la cabeza, mirando hacia abajo a la torre en donde su amo guardaba su colección de artilugios místicos.
-Ha vuelto... Y ha despertado. Menudo monstruo.-Dijo sonriendo con una colosal alegria- Amo...Hito ja nai.
(De nuevo con Tsukune)
Midou trató de aplastarle de nuevo al ver como las heridas desgarros en la ropa y aplastamientos óseos en Tsukune habían desaparecido como si fueran nada.
De nuevo el golpe impactó, pero al empezar a rozar al joven Aono...Este se volvió una nube de niebla de oscuridad intangible que tomó la forma de un circulo alrededor del Hagure ayashi.
La niebla lentamente empezó a emitir murciélagos negro azabache que volaron por todo el recinto, mandando olas de calma a la vampira al pasar cerca de ella, y mordiendo y cortando a los parias monstruo, algunos quirópteros haciendo crecer su cabeza y hocico para arrancar grandes pedazos de carne, ocasionando muñones y algunas muertes, mientras la sangre flotaba hasta un punto donde los roedores voladores se juntaban formando una silueta ''humana'' que le sonreía de forma tranquilizadora a Moka, la cual sonrió con orgullo, alegría, curiosidad, interés, afecto en cierto grado y...Deseo?
-Hito ja nai(Trad. Del Jap: No es humano)-Susurraba a la vez que la rubia del otro mundo, sin saberlo ninguna de las dos en ese momento.
-Tu...Que? Que DIABLOS ERES.-Preguntó el líder de esa vulgar banda de gamberros.
-Soy...el ave Hermes-Dijo sonriendo al recuperar su forma humanoide levitando como si nada en el aire.- Devoré mis propias alas...
Un poco de miasma surgido de la nada le envolvió para producir un abrigo largo negro(Vean, Underworld es el abrigo de los ''Death Dealers'') que luego se agitó adoptando la forma de unas rígidas alas de murciélago adheridas al cuerpo y mangas de Tsukune.
-...y así es como fui domesticado.