Declaimer:Katekyo Hitman Reborn! y sus personajes no me pertenecen.
Advertencia: Lenguaje obsceno, poquito. ¿OoC?
Resumen:Porque son esos pequeños momentos con Kyoko los que consiguen darle fuerzas para seguir.
Momentos
A veces Tsunayoshi quiere mandarlo todo a la mierda, decir basta y escapar al País de Nunca Jamás con Campanilla y Peter Pan y ser un niño perdido más, pero no lo hace. No puede.
Le guste o no le guste, ha crecido, ya no es ningún adolescente bueno para nada que huía de todo problema que se le ponía por delante y buscaba siempre el camino sencillo de la vida. Ahora es un adulto de veinticinco años, y como tal, ya no puede esperar a que Reborn lo obligue con una de sus balas a ser valiente -aunque aún lo intente-, él mismo debe serlo. Debe afrontar sus responsabilidades, y una de ellas es la Familia Vóngola, aunque le duela. Porque sí, a Tsuna le duele.
Joder, él es un jefe de la mafia, y sus amigos son mafiosos. Y cada día, cada hora, cada minuto y cada segundo, él tiene miedo a perder a su familia. Y tiene ganas de llorar, pero no lo hace. Se le forma un nudo en la boca del estómago y sus ojos comienzan a picarle, pero jamás permite que las lágrimas caigan. Se mantiene estoico, fuerte y alimenta su corazón con fortaleza, esperanza, muchísima esperanza, y de amor, amistad y alegría. Pero por dentro se rompe, pieza a pieza.
A veces Tsunayoshi siente ganas de escapar y ser ese bueno para nada que en el fondo sigue siendo, pero no lo hace. No quiere.
La vida de un capo es una mierda, llena de sangre, dolor, impotencia, gritos y lágrimas, y papeles, muchísimos papeles que rellenar, firmar y enviar. Por eso, cuando regresa a su habitación después de un duro día sentado en la misma posición, Tsuna se acuesta en la cama junto a Kyoko y la abraza con fuerza, como si temiera que se desvaneciera. Y la besa, acaricia y toca de mil y una formas, nunca saciado de ella, nunca satisfecho. Entonces ella le sonríe, lo acuna y lo mima y todo desaparece, los ojos del Décimo Vóngola se iluminan y las piezas rotas comienzan a unirse. Ella lo pega con pegamento invisible, siempre con cuidado, siempre con paciencia. Porque aunque la mafia sea una mierda, Tsunayoshi ha aprendido a atesorar cada instante feliz como único y cuando tiene ganas de huir son esos pequeños momentos con Kyoko los que consiguen darle fuerzas para seguir.
Lo que ya he dicho desde ayer, me dio por los drabbles xD Esta no es una de mis parejas favoritas (que conste, no la odio, solo que no me llega del todo xD) o que lea mucho, más que nada porque hay pocos fics. En fin, es la primera vez que uso a Tsuna y nombro a Kyoko, entonces no sé hasta que punto tiene OoC, además, creo que me salió cursi y todo, pero me apetecía escribir un Tsuna/Kyoko desde ayer y cumplí con mi propio reto personal (?) xD
Nos leemos babys~