Traducción autorizada por FanofBellaandEdward
Disclaimer: Harry Potter es propiedad de J. K. Rowling, Bloomsbury Publishing, Scholastic Inc. y AOL/Time Warner Inc. La historia pertenece a Melissa, yo traduzco por mero entretenimiento.
Resumen: Después de que Draco se divorciara de Daphne, Scorpius se encuentra en la búsqueda de un segundo papá, ya que Draco le contó que sólo le gustaban los hombres. Luego conoce a Harry y está empeñado en conseguirle como segundo papá. ¿Lo logrará?
Advertencias: Futuro m-preg
Traductor: DarkPotterMalfoy
Beta: FanFiker-FanFinal
Todas lo anterior vale para todo el fic.
Capítulo 1
Scorpius suspiró suavemente y arrastró su pequeño cuerpo de seis años de edad hacia su padre, Draco Malfoy. Estaban en el Callejón Diagon haciendo algunas compras. Bueno, ese era el plan hasta que su papá se encontró con su tía Pansy, y ahora ellos estaban charlando. Scorpius estaba aburrido. Quizá se divertiría si su mamá estuviera allí. Pero, por supuesto, ella no estaba allí. Su mamá había dejado a papá cuando él tenía cuatro años porque dijo que amaba a tío Blaise y que iba a casarse con él. Cuando Scorpius preguntó por qué mami ya no amaba más a su papá, ella contestó que papá sólo podía amar a un hombre y que ellos sólo se habían casado porque papá quería un bebé.
Tomó un tiempo para que Scorpius entendiera que a su papá sólo le gustaban los hombres y no las mujeres, pero no veía ningún problema. Si su papá era feliz amando a un hombre, estaba bien. El pensar que un día tendría dos papás le emocionaba. Se imaginaba que tener dos papás sería más divertido que tener una mamá y un papá. Scorpius había hecho una lista de cómo debía ser su segundo papá. Tenía que ser guapo, porque a su papá le gustaban las cosas bonitas. Su segundo papá sería amable y divertido, jugaría con Scorpius, cocinaría comidas deliciosas y quizá podría tener un hermano, y una hermana también. Papá había dicho que los hombres también podían tener bebés si usaban una poción. Cuando Scorpius preguntó por qué su papá no había tomado una poción, papá se sonrojó y dijo que se lo explicaría cuando fuera mayor.
Desde ese momento, Scorpius buscaba un segundo papá perfecto. Desafortunadamente, no había tenido suerte hasta ahora.
De repente, una tienda de dulces captó la atención de Scorpius. Oh, esos dulces se veían deliciosos. Scorpius mordió su labio y miró a su papá. Quería ir a ver los dulces, pero papá aún seguía hablando con su tía. Si iba un minuto a la tienda, regresaría tan rápido que papá no notaría que se había marchado.
Con ese plan en mente, el pequeño Scorpius brincó hasta la tienda y miró maravillado todos los dulces que se mostraban en la ventana de ésta. Estaba tan anonadado con los dulces, que cuando finalmente se alejó, ya no pudo encontrar a papá. Su cabeza giraba de lado a lado, pero no podía ver a papá. ¿Dónde estaba? Scorpius comenzó a sentir pánico y las lágrimas relucían en sus ojos. ¡Quería a papá ahora! Se llevó las pequeñas manos a su cara y comenzó a sollozar. ¿Dónde estaba su papá?
—¡Oye!, pequeño. ¿Qué pasa? ¿Por qué lloras? —preguntó una suave voz.
Scorpius alzó la vista y vio a un hombre de cabello oscuro arrodillándose frente a él. El hombre tenía unos lindos ojos verdes y su piel era casi dorada. Le observaba, preocupado, y Scorpius no podía dejar de notar que era muy apuesto.
Scorpius hipó.
—Yo-… yo… no puedo en-… encontrar- a… pa- papá —sollozaba.
—¿Cuál es tu nombre? —preguntó el hombre.
—Sco…Scorpius.
—Scorpius; qué bonito nombre. Bien, Scorpius, yo soy Harry Potter. Voy a ayudarte a buscar a tu papá, ¿vale? —dijo el hombre, sonriendo.
—Gra- gracias, señor —Scorpius hipó de nuevo.
El hombre hizo un gesto con la mano, agitándola.
—Puedes llamarme Harry. Señor me hace sentir muy viejo.
Scorpius se rió un poco.
—Eso me gusta más. No más lágrimas, vamos a encontrar a tu papá, lo prometo. Ven, permíteme limpiar tu cara. —Dijo Harry y le secó las lágrimas con un pañuelo—. Bien, ¿cómo se llama tu papá?
—Draco.
Una mirada de asombro pareció aparecer en la cara de Harry, pero se fue rápidamente. Tan rápido, que Scorpius no sabía si sólo la había imaginado, para empezar.
—Muy bien, vamos a encontrar a tu papá, ¿de acuerdo? —sugirió Harry y tomó la pequeña mano de Scorpius. Con su otra mano, tomó la varita y susurró—: Guíame hacia Draco Malfoy.
La varita giró inesperadamente y lo volvió a hacer hasta quedarse quieta; estaba apuntando a su derecha. Harry siguió la dirección que le mostró su varita, yendo lo suficientemente lento para que así, el pequeño agarrado de su mano, pudiera seguirlo. ¿Quién habría pensado que Malfoy tendría un hijo? Lo último que había oído de él era que se había casado con esa chica Greengrass. Harry miró hacia abajo. Scorpius en realidad era un chico muy mono, considerando la identidad de su progenitor. Aunque tenía que reconocer que era la perfecta imagen de Malfoy. Tenía el mismo cabello rubio e incluso los mismos ojos grises. Scorpius tenía la cara un poco más redonda, pero Harry supuso que eso cambiaría cuando creciera.
Sin que Harry lo supiera, Scorpius también le estaba examinando. Había memorizado cuán simpático parecía el hombre y decidió que sería un gran candidato para ser su segundo papá. Harry era obviamente guapo, por lo que a su papá le gustaría. También era simpático y amable. Scorpius no sabía si Harry podía cocinar bien o si querría jugar con él, pero supuso que podría comprobarlo luego. En su mente, ya estaba imaginando a su papá y a Harry con él, como una familia, y decidió hacer él mismo que esa imagen se hiciera realidad.
Harry vio a Malfoy cerca de Madame Malkin, luciendo inquieto y preocupado. Era extraño ver esa expresión en su cara, pero Harry pensó que era natural al no poder encontrar a su hijo.
—¡Oye, Malfoy, he encontrado a tu hijo! —llamó, y se detuvo frente a Malfoy.
Malfoy miró por encima de su hombro e inmediatamente tomó a Scorpius en sus brazos. — ¡Gracias a Merlín que estás bien! ¿Scorpius, dónde has estado? ¡Te he buscado por todas partes! ¡Estaba tan preocupado! No hagas eso nunca más ¿me oyes? —regañó, mientras comprobaba que estaba bien.
El labio inferior de Scorpius temblaba y sorbió.
—Lo siento, papá.
Draco suspiró y sólo sostuvo a Scorpius más cerca. Luego miró a Harry con una expresión cautelosa.
—Gracias, Potter, por traerme a mi hijo de vuelta.
Harry agitó su mano.
—No me lo agradezcas, pero no lo pierdas de vista. La próxima vez no creo que sea tan afortunado como para ser encontrado por alguien con buenas intenciones.
— ¿Papá, cómo conoces a Harry? —Preguntó Scorpius con curiosidad, viendo cuán familiar actuaba su papá hacia el otro hombre.
—Él y yo estábamos en el mismo año cuando fuimos a la escuela, cariño, sólo que en diferentes casas —explicó Malfoy, estudiando a Harry y fijándose en cuánto había mejorado físicamente; no es como si fuera a decírselo.
—Oh, ¿erais amigos? —preguntó Scorpius, emocionado. Si eso era cierto, entonces quizá no sería tan difícil emparejarlos.
—¡NO! —exclamaron ambos de repente.
Scorpius se sobresaltó por su arrebato.
—Siento que te hayamos asustado, Scorpius, pero Potter y yo no éramos amigos. En realidad estábamos lejos de serlo —contestó Draco.
—¿Por qué no? Harry es agradable —dijo Scorpius, confundido.
Draco resopló.
—Por supuesto que es agradable. Es un Gryffindor.
Harry frunció el ceño.
—Ser agradable no tiene nada que ver con ser Gryffindor. La razón por la que nosotros no fuimos amigos, Scorpius, es porque tu papá era imbécil —le dijo.
—¿Cómo te atreves a decir eso? ¡Tú rechazaste mi propuesta de amistad! —le acusó Draco.
—Sólo porque tú eras un idiota —Harry se mordió la lengua.
Scorpius les miró.
— Pueden ser amigos ahora, ¿no? Tener amigos es genial.
—Scorpius, no es fácil —intentó explicar Harry, porque, honestamente, ¿él y Malfoy siendo amigos? Eso nunca sucedería.
—No, Scorpius tiene razón. Podemos intentarlo de nuevo, ¿cierto, Potter? Vamos a comenzar de nuevo. ¿Qué dices, Potter? —Malfoy sonrió con suficiencia.
—Digo que bebiste mucho whisky de fuego —bufó Harry.
—Eso no es agradable, Potter. Vamos, ¿qué pierdes? Ya no estamos en la escuela, el Señor Tenebroso está vencido, mi padre está encerrado es Azkaban ¿O tienes miedo también?—se burló Malfoy.
—No tengo miedo, Malfoy —gruñó Harry y apretó sus puños—. Bien, si quieres empezar de nuevo, vamos a intentar ser amigos. Pero juro por Dios, Malfoy, que si intentas engañarme, será la última cosa que hagas.
—Bien, entonces está resuelto. ¿Amigos, Potter? —Malfoy sonrió y extendió su mano.
Harry la estrechó bruscamente.
—Amigos, Malfoy.
—Lo estáis haciendo mal, papá, tienes que llamar a Harry por su nombre y Harry también debe hacerlo. Son amigos ahora y los amigos no se llaman por sus apellidos —la voz clara de Scorpius les regañó.
—Ya oíste a mi hijo, Harry. —Draco arrastró las palabras y sonrió.
—Por supuesto, Draco —sonrió Harry con los dientes apretados—. Maldita sea, pasará un largo tiempo antes de que me acostumbre a esto.
—Lo mismo dijo, Harry —respondió Draco secamente.
—Oh, ¿podemos invitar a Harry a cenar hoy, papá? —preguntó Scorpius emocionado.
Draco pareció sorprendido.
—¿Por qué, Scorpius?
—Porque vosotros sois amigos ahora y los amigos tienen que cenar juntos —explicó Scorpius lentamente, como si le estuviera explicando a un niño y no a su padre.
—Esa es una gran idea, Scorpius —alabó Draco. Estaría bien, supuso, para conocer al fin al hombre del que había querido ser amigo desde los ocho años—. Así que, ¿qué dices, Harry? ¿Estás libre para cenar esta noche en mi casa?
—No, lo siento, no puedo —negó Harry.
— ¿Por qué no? —Scorpius hizo un mohín. Si Harry no iba a cenar con ellos, entonces papá no vería cuán perfecto sería Harry como segundo papá.
—Tengo que recoger a mi ahijado en casa de su abuela, porque acaba de pasar la noche allí —explicó Harry.
—No sabía que tenías un ahijado. ¿Quién es? —preguntó Draco con genuina curiosidad.
—Teddy Lupin; es hijo de un amigo fallecido de mi padre —respondió Harry, incómodo.
—¿Te refieres al hijo de Nymphadora Thonks, mi prima? —preguntó Draco, sorprendido. Había oído que su prima se había casado con el hombre lobo, quien daba DCAO en tercer año, pero no sabía que habían tenido un hijo; Draco sintió su corazón contraerse; pobre chico, tan joven y ya había perdido a sus padres.
—Sí, Remus habló conmigo unos meses antes de que la guerra terminara y me pidió que fuera el padrino de su hijo —dijo Harry suavemente.
«Obviamente, es un tema doloroso para él —pensó Draco».
—No sabía que fueras tan cercano a Lupin.
—Tan cercano como puedes ser del último amigo con vida de tus padres y padrino muertos, supongo —Harry soltó una risa forzada.
—Por lo tanto, Teddy vive contigo ahora —dijo Draco.
Harry asintió.
—Sí, es un niño dulce. Se parece mucho a sus padres —rió por lo bajo.
—¿Cuántos años tiene Teddy? —preguntó Scorpius con curiosidad. ¿Haría ese chico las cosas más difíciles en su plan para juntar a su padre con Harry? ¿O más fáciles?
—Tiene nueve años ahora —respondió Harry, sonriendo.
—Bien, ¿qué dices de cenar mañana en mi casa? Puedes traer a Teddy contigo. Me gustaría conocerlo a él también; es familia, después de todo —ofreció Draco.
A pesar de que a Harry le hubiera gustado negarse —porque en realidad, era bastante raro que fueran alguna especie de amigos ahora, pero… ¿cenar tan pronto?—, no tuvo una excusa válida, así que se dio por vencido.
—Bueno, ¿cuándo es la cena? —suspiró.
—No te entusiasmes tanto, Harry, puedes sofocarte —dijo Draco sarcásticamente—.Ven a mi casa a las cinco de la tarde.
—Está bien, nos vemos mañana. —se despidió Harry.
—¡Adiós, Harry! —se despidió Scorpius, entusiasmado, y rebotó en la cadera de Draco —. Harry es agradable, ¿verdad, papá?
—Sí, Scorpius, es agradable —Draco sonrió y se dio la vuelta para ir a un punto de aparición.
—Y es guapo, ¿no? —continuó Scorpius, feliz de que su padre estuviera de acuerdo con él.
—Sí, es guapo —Draco parpadeó al decir eso. Bueno, suponía que Harry se había hecho atractivo.
Scorpius sonrió satisfecho. Sabía que su padre coincidiría con él. Ahora tenía que asegurarse de que su papá se enamorara de Harry, y podría tener la familia que siempre había querido.