Furia
Había amanecido, un rayo de luz fue lo que despertó a Kushina, estaba un poco incomoda, miro a su alrededor y descubrió la razón, al parecer se había caído de la cama y se quedo dormida en el suelo, pues una de las orillas de las sabanas aun permanecía sobre la cama, intento apoyarse con sus manos para levantarse, pero no pudo, pues una de ellas estaba entrelazada a la de otra persona, ladeo su cabeza y ah estaba el, dormido a su lado, las sabanas cubrían absolutamente lo necesario.
Eso tomo desprevenida a Kushina, ¡no lograba recordar nada! Comenzaba a sospechar lo que había pasado así que se asomo debajo de las sabanas que la cubrían y efectivamente, eso había pasado, pues estaba desnuda. Estaba a punto de gritar pero no lo hizo, porque como por arte de magia, todo volvió a su cabeza, desde el momento en el que observaba a Minato en su entrenamiento, hasta que despertó en el suelo de la habitación.
Aun estaba confundida, pero aun así, satisfecha. Confundida porque ahora que todo había pasado, no se explicaba a razón de su comportamiento, es cierto que se sentía atraída por el rubio, (no era su prometida solo porque muy pronto el fuera a ser nombrado Hokage) pero a pesar de eso, ella siempre se había contenido pues desde que comenzó a pensar sobre su primera vez, se había propuesto que seria en su noche de bodas, muy romántica e inolvidable, se levantaría temprano y le prepararía el desayuno de su esposo, (lo que le recordó que aun no había tomado las clases de cocina para poder preparar algo que no fuera solo Ramen), desayunarían juntos y después pasarían todo el día durmiendo abrazados uno del otro.
Pero estaba satisfecha, porque resulto que su primera vez había sido mejor de lo que ella había podido imaginar. Decidió dejar el asunto por la paz y se dedico a contemplar a Minato, porque nunca se cansaba de verlo, aun no comprendía como era posible que cada día su amor por el creciera mas, cada vez que lo veía sentía como si fuera la primera vez que sus ojos eran iluminados por los rayos del sol, porque eso era el, su propio sol, y no pudo evitar sonreír, pues a partir de ese día realmente era SUYO y de nadie mas. Fue por ello que lo abrazo, se recargo en su pecho y cerro los ojos sin quedarse dormida, pues quería disfrutar de esa sensación.
De repente una calidez lo envolvió, la sensación fue tan reconfortante que lo trajo a la realidad, sin abrir los ojos comenzó a recordar todo, y una vez mas, la sonrisa regreso a sus labios, a pesar de que el piso era incomodo, y de que las sabanas no lo cubrían muy bien, estaba muy a gusto, lo incomodo del suelo era compensado con la compañía que tenia y el frio que las sabanas no lograban erradicar, lo hacia el calor de ella, porque eso era ella: fuego que siempre estaba rodeándolo de vida y calor. Eso que acababa de decir le había gustado, pues era verdad, a partir de ese día ella SIEMPRE estaría con el, llenándolo de vitalidad y convencido de eso, se aferro a ella y continuo fingiendo estar dormido para poder disfrutar de ese momento.
-Mi vida… - dijo dulcemente – Creo que es hora de despertarnos
- Uuumm… ¡No quiero dattebane! – Hizo un puchero con los ojos aun cerrados. Por lo que Minato no pudo evitar reír
- Yo tampoco quiero corazón, pero tenemos deberes que cumplir, además… - le beso la frente y después le susurro al oído — Te prometo que habrá mas noches como esta –
- ¡¿Enserio? – Dijo suave pero emocionadamente la pelirroja, era extraño verla tan pacifica, pero eso le encanto a Minato
- Siempre que tú quieras—Le contesto apoyando su frente contra la de ella
- Siempre voy a querer – Le dijo con una gran sonrisa. El rubio le contesto con una sonrisa igual de amplia y le dio un pequeño beso antes de levantarse
- Etto… - Kushina dudo
- ¿Que sucede? – Le pregunto acercándose a ella
- Me preguntaba si… te gustaría que tomara el baño contigo—Le dijo con las mejillas sonrojadas, lo que a Minato le pareció la imagen mas tierna y encantadora del mundo
La tomo entre sus brazos levantándola del suelo, para después acomodarla en la cama.
-Me encantaría mi cielo, pero me seria imposible salir de la ducha – entrelazo una de sus manos en el cabello de ella—En otra ocasión, te lo prometo, mientras descansa un poco
- Ummmm… esta bien ttebane! – Dijo haciendo otro puchero, Minato volvió a reír y la volvió a besar, después de hacer esto salió de la habitación.
-No lo entiendo – Dijo de repente Kushina.
- ¿Que cosa cariño? – Le pregunto dejando caer el naruto de regreso al plato.
- Mi comportamiento de ayer – dijo mirando muy seriamente su plato de Ramen
- Bueno, tengo que admitir que nunca me imagine que Kushina Uzumaki seria tan feroz e insaciable – Le dijo guiñándole un ojo – Pero no creo que sea extraño, creo que ambos llevábamos deseándolo desde hace algún tiempo
- Así es, pero… siempre había logrado contenerme… - Dijo pensativa
-Hasta que caíste en los encantos del Rayo Amarillo de Konoha – Le contesto en un tono coqueto –No es tu culpa, cualquier chica habría reaccionado igual – Le dijo muy divertido
- y a cualquiera habrías complacido ttebane! – Le espetó furiosa rompiendo sus palillos
- jajaja, claro que no corazón, siempre serás la única en mi vida – Y le regalo una de esas sonrisas favoritas de Kushina.
- Ummm… - contesto ladeando la cabeza – Bueno, pues es hora de que tu vida se alimente como Kami manda – Acto seguido le arrebato sus palillos, lo que provoco la risa del rubio.
Este se levantó de la mesa para ir por unos palillos nuevos cuando de repente se oyó que llamaban a la puerta. Ambos voltearon a verse y tenían la misma expresión: de duda y sorpresa, y como sucedió en el campo de entrenamiento, se comunicaron con las miradas, asintieron al mismo tiempo y Minato se dirigió a abrir a puerta. Era nada mas ni nada menos que Fugaku, con una mirada muy suspicaz.
-¿Puedo pasar? O tal vez llego en mal momento
- Para nada, pasa, ¿quieres acompañarnos a desayunar?
- ¿Acompañarnos? – Fingió no entender
- Si, Kushina esta aquí – dijo en un tono muy natural como si estuviera hablando del clima. Fugaku se adentro más al departamento
- Puedes tomar lo que quieras, pero el Ramen es solo mio ttebane! – Lo amenazo con os palillos
- Valla, valla, te oyes como la señora de la casa – Insinuó el Uchiha
- Es natural, muy pronto lo seré—Contesto muy relajada
-Pues ya creo que eso ya ocurrió, y que al parecer, apenas hace unas horas – Dijo muy convencido
- ¡Que trata de decir! ¡Déjate de rodeos ttebane! – Le dijo algo molesta
- Digo que al parecer a partir de hoy debo llamarte Kushina Namikaze – dijo cruzándose de brazos
- ¡Todavía no ttebane! ¡¿Crees que Mina-chan y yo somos como tú y Mikoto? Nosotros si conocemos la vergüenza – le recrimino la pelirroja.
- Pues yo lo dudo – dijo mirándola de manera burlona
- ¡Tu pedazo de!... – Kushina estaba comenzando a levantarse de su asiento pero fue detenida por Minato
- ¿Se te ofrecía algo? – Le pregunto con un tono de amabilidad fingida.
- … - Fugaku no supo que contestar
- Si no se te ofrece nada, te puedes retirar, muchas gracias por la visita – Le dijo Kushina en un tono de fingida cortesía.
- que alivio que no interrumpí nada, por cierto Kushina, deberías tener mas cuidado, nunca sabes cuando un Ramen te puede ponerte ardiente.
- ¡Te dije que te dejes de rodeos ttebane!—Le grito la pelirroja
- Y ustedes deberían dejar de hacerse los santurrones y admitir que son unos pervertidos de primera, todo Konoha lo sabe, son el principal tema de conversación – dijo señalándola con un dedo. Y Kushina lo entendió todo, se puso de pie y hubiera comenzado a golpear al Uchiha si ni hubiera sido por la mano de Minato que se entrelazo a una de las de ella y a detuvo.
- ¡Te vas a explicar y ahora mismo! ¡¿Acabas de confesar que drogaste a Kushina? ¡¿Te das cuenta lo peligroso que pudo ser? – Le dijo el rubio al Uchiha
- No es para tanto, además ella tuvo la culpa, por andar provocando a las personas, y tu también tienes la culpa, por seguirle el juego – Le espetó el pelinegro al rubio
- Nosotros no tenemos la culpa de que tu y Mikoto sean unos calientes ttebane! – Le contesto Kushina
- Además, que tiene de malo, son esposos, es natural – Agrego Minato
- Pero eso no le da derecho a tu noviecita de andarnos exhibiendo como en un zoológico—Le respondió Fugaku.
- ¡Bah! Como si toda Konoha no supiera desde hace mucho tiempo la clase de cochinadas hacen incluso antes de que estuvieran casados – Agrego la ojivioleta
- Pues al parecer a partir de hoy, ustedes nos han quitado el titulo, toda Konoha se entero de lo que hicieron ayer—Dijo como si nada
- ¡Tu pedazo de… Eres un morboso, nos estuviste espiando ttebane! – Kushina estaba comenzando a ponerse roja de la furia
- No, yo no, pero digamos que ayer me encontré con cierta persona y se me sin querer se me salió comentarle mis sospechas sobre lo que estaban haciendo – dijo fingiendo inocencia – Y al parecer esa persona es la que se ha encargado de difundir el rumor – Continuo encogiéndose de hombros
- ¡Tu!... ¡Por tu culpa… yo… mi…! Kushina agacho la cabeza, y apreto los puños aun más fuerte, Minato se dio cuenta de lo que estaba pasando así que la tomo de los hombros
- Cálmate cariño—Le dijo a Kushina – Y tu, será mejor que te vallas si no quieres terminar tres metros bajo tierra – Le dijo a su amigo sin voltearlo a ver, por lo que no se dio cuenta cuando fue que este se fue del lugar
- Todo esta bien mi vida, no pasa nada, yo esto aquí, ¿recuerdas? Tu y Yo, solo eso importa – Le dijo tratando de tranquilizarla
- … - Kushina se relajo pero muy poco, estaba teniendo una lucha interna para no dejar salir el chakra del Kyubi—Sigue… hablándome… por favor – Le dijo suplicante
- Claro que si mi vida, yo arreglare todo esto, te lo prometo, yo sé que tu puedes con esto mi cielo, necesitas estar calmada para poder pensar en tu venganza, yo te ayudare corazón, pero necesito que te calmes, recuerda que si no te controlas puedes lastimar a alguien de los que quieres – El peligro ya había pasado, Kushina estaba mas relajada ahora solo temblaba por el enojo, pero la situación estaba bajo control – Todo esta bien mi vida, lo hiciste excelente, eres muy fuerte, yo sabia que podías hacerlo, vamos corazón, necesitas descansar – La tomo en sus brazos y la llevo de regreso a la habitación – Duerme corazón, cuando despiertes estaré aquí para que planeemos nuestra venganza.
En cuanto salió del departamento pudo percibir que, efectivamente, el nombre de él y el de Kushina estaban presentes en todas las conversaciones, sin embargo ignoro todo eso y se dirigió a la persona que, si bien no era la principal culpable (de ese se encargaría después) si había ayudado a crear ese lio. No necesitaba preguntar, sabia quien era la persona de regar el rumor, solo una persona era capaz y era su sensei.
Nadie sabe de que hablaron maestro y alumno, solo se sabe que el peliblanco logro salir sin daño alguno.
Dos meses después de aquel incidente Kushina y Minato actuaban ante Fugaku como si lo hubieran olvidado, y este estaba conforme, pues a pesar de que ya habían pasado los meses, todos los habitantes de Konoha seguían cuchicheando sobre lo ocurrido, incluso comenzaron a crear el rumor de que la razón por la que se iban a casar (faltaban solo tres semanas) era que por "comerse la torta antes del recreo" les había llegado su "domingo 7". Pero tanto la pelirroja como el rubio no le tomaron importancia.
Callo la noche y Kushina estaba en su departamento sentada en su sala, mirando hacia la ventana, contemplando la noche, cuando de repente tocaron a su puerta, se levanto inmediatamente y la abrió.
-¿Estas lista? – Preguntaron las sombras de dos hombres al mismo tiempo
- Desde hace mucho tiempo, vamos ttebane! ¿Traen todo lo necesario?– pregunto muy emocionada
- Me costó mucho logra que se vieran reales, pero al final lo logre – Declaro una de las sombras
- Esta bien, entonces, manos a la obra – Declaro la otra sombra. Una vez que dijo esto, ella salió del departamento y llevo a cabo el plan: Peor que la muerte.
A la mañana siguiente Kushina se levanto muy temprano, no podía perderse el espectáculo, se había esforzado mucho para que todo saliera a la perfección. En cuanto salió a las calles, no pudo evitar sonreír, su obra maestra se veía mucho mejor con la luz del sol. Definitivamente, el torpe de Fugaku no se atrevería a meterse otra vez en el camino de Kushina Uzumaki dattebane!
Como todas las mañanas, Fugaku salió de la residencia Uchiha para dar un paseo por la aldea, sin saber lo que le esperaba en las calles de Konoha, llegando al centro de esta, no pudo creer lo que veía sus ojos, fue tanta la impresión que se paralizo, la causa de esto: Una serie de carteles en los que se podía leer:
¡Nueva Novela del autor de Icha Icha Paradise: Jiraiya!
Inspirada en la vida de soltero del líder de los Uchihas
Entérate de todos los detalles en la conferencia con el autor
Este 7 de junio en el Gran Estadio de Konoha a las 11:00 am
Alrededor de cada cartel se podían observar una serie de fotos del Uchiha en situaciones demasiado comprometedoras.
Al parecer había pasado mucho tiempo asimilando la idea, pues comenzó a observar que una gran multitud comenzaba a moverse hacia la misma dirección: el estadio. Fue en ese momento también cuando escucho una voz a su espalda.
-¿Pensabas que me iba a quedar de brazos cruzados? –
- ¡Tu! – se volteo para verla a la cara
- ¡Yo ttebane! Eso te enseñara que con Kushina nadie se mete, y menos tratando de engañarme con lo mas sagrado para mi: El Ramen dattebane!
- ¡No te cansas de hacerme la vida imposible! – Le reclamo el Uchiha
- ¡Tu eres el que se la hace imposible! Bueno, te dejo, tengo un asiento reservado en primera fila para la conferencia, nos vemos. – Se despidió con una sonrisa y después de esto desapareció en una nube de humo.
Comenzó a caminar hacia el estadio, tenia que detener ese lio de una vez por todas, pero antes de que llegara, escucho claramente una voz que hubiera deseado no haber escuchado, era la voz del pervertido numero uno de la aldea, al parecer la "función" acababa de empezar, y al parecer, el equipo de sonido era tan bueno que se podía escuchar en toda Konoha
-¡Muy buenos días a todos! Es para mí un honor anunciar el lanzamiento de este libro, y es un gran honor haber trabajado ante un joven tan brillante en el arte de la seducción y perversión: Fugaku Uchiha. Jamás me abría imaginado que este joven tuviera tanto talento, Mikoto Uchiha, ahora entiendo porque lo aceptaste como tu esposo, te felicito muchacha, te aseguro que en poco tiempo serás la envidia de todas las chichas no solo de Konoha, sino del mundo Shinobi en general. Debo confesar que incluso algunas veces llegue a pensar que este talentoso joven podría superarme en muy poco tiempo...
Y Fugaku decidió no prestar más atención, ya no había forma de detener aquello, no cuando se trataba de Kushina, así que decidió dejar todo en el pasado y se prometió a si mismo una cosa: Jamás cobraría venganza en contra de la Uzumaki, era mucho mejor soportar sus bromitas estúpidas que enfrentarse a su furia.
Bueno eso es todo, Aniyasha, lectores, espere y les haya gustado :D, lo se, el final me quedo muy raro, es que se me ocurrían algunas cosas pero involucraban a Mikoto, y pienso que Kushina buscaría venganza sin tratar de perjudicar a su amiga, lo cual me dejaba sin muchas armas :/
Aaahh cierto, las frases "comerse la torta antes del recreo" y "salir con el domingo 7" son típicas en mi país: México xD la primera hace referencia a "tener relaciones antes del matrimonio" y la segunda a "quedar embarazada" xD