Los personajes son de Rumiko Takagashi.
-!Tonta¡-se regaño por lo bajo.
Por no caprichosa y no escuchar la advertencia de Sesshomaru ahora estaba bajo las garras de Naraku. Todo por salir a caminar y hundirse en sus pensamientos. En esos dos meses que viajaba con él, no lo hacía frecuente. Tosió, estar en ese campo de energía maligna que desprendía veneno a porciones pequeñas pero letales con el tiempo, la agota y debilita. Ahora el, podría fastidiar el demonio el sabia que el demonio frió como el hielo sentía algo por esa humana.
Naraku al sentirlo llegar se levanta perezoso con una sonrisa traviesa y maligna.
-Sr Sesshomaru-saludo con falsa cortesía.-¿A qué debo su honorable visita?
Sesshomaru la miro con sus ojos centelleando, el solo hecho de no encontrar a la miko en su campamento y sentir la presencia de ese miserable alteró a su lado demoníaco.
-¿Donde esta?-exigió.
-!Oh¡ vino por ella...-se mostró sorprendido pero sus ojos brillaban divertidos.-mire a su izquierda.-señaló con su cabeza.
Sintió su sangre hervir, ella estaba tirada en el suelo luchando por contrarrestar el veneno.
-El campo envía veneno de a poco derribando su poder.- continuo.-pero ella no es la única que sufre.
Sesshomaru le lanzó una mirada fría e impaciente.
-También está el corazón de Kagura en mi poder.-añadió.
Hakudoshi apareció en ese momento con la dama de los vientos, con la alabarda apuntándola.
-No me interesa esa mujer.-soltó fríamente.
-Que raro...-murmuró pensativo Naraku.-usted siente algo por ella igual que por Ahome.
Ahome escucho eso y algo en su interior se contrajo dolorosamente. Era familiar esa sensación.
-Tonterías.
-¿Tontería?-repitió.-no lo creo por algo las beso a ambas. Al parecer los hermanitos son del mismo palo.-se mofo.
Sesshomaru profirió un gruñido gutural.
Ambas mujeres amenazadas de muerte, fueron sorprendidas. Ahome lo miró con sus ojos trágicos antes de bajar la mirada. Sesshomaru frunció el ceño furioso con el híbrido.
-Todo esto lleva a ¿Con quien se queda?-continuo.-piense bien porque una morirá con su decisión.
Hubo un silencio largo. Naraku disfrutaba con esa situación, no importaba a quien elija por todo le favorecía. Si Kagura fuera salvada la perla se llenara de odio antes que la miko muera. Si no se sacaría a Kagura de encima. Daba igual.
Mientras que la dama del viento, estaba tranquila y algo furiosa por el hecho que el besara a esa mujer. Sesshomaru era solamente de ella. Sabía que la preferiría, ella era un demonio y la miko humana. Sonrió triunfante. Ahome entendía, la sonrisa de ella. Nunca fue elegida ella ante nadie, era la última. Sentía un dolor inmenso en el alma porque ella lo amaba ahora. Pero el no. Todo se repite.
-¿A quien elige?-repitió.
-Suelta a la miko-ordenó seco.
Por un momento todos pensaron que la dama del viento ganaría. No fue así. Sesshomaru fue en busca de la miko débil, estaba algo preocupado aunque él no lo admitió. Sorprendido Naraku deshizo el campo.
Ahome sintió como la tomaba en brazos y salió del castillo a paso lento y seguro. Escondió su rostro en el pecho cálido de el, cuando el ruido de la alabarda se empleó para atravesar el corazón de Kagura.
Tanto la pequeña Rin, Jaken y el dragón de dos cabezas, dormían tranquilamente cuando llegaron. Ahome se puso cómoda contra un árbol.
-¿Porque me elegiste?-quiso saber.
El no respondió.
-Tu la amas.-señaló con amargura.
-Tonterías.
-No son tonterías-repuso ella obstinada. Quería saber todo.-la besaste algo significo.
-Ella me beso.
-Pobrecito,-se burló.-lo beso una mujer bonita...
La fulminó por su falta de respeto.
-Es cierto.-masculló
-!No te creo¡-exclamó molesta.
Irritado, la tomó por los hombros y tiró de ella hasta su cuerpo. Se notaba su furia en cada línea de su rostro duro. Ahome lo miró sorprendida y algo inquieta por estar tan cerca.
-Escucha,-masculló.-te elegí porque quise. Y no a ella.
Ahome estuvo a punto de replicar pero él la calló con su boca. El beso fue agresivo y algo desesperado por ambas parte. En él se podía leer todo los sentimientos que celosamente guardaban los dos. Ella tembló de emoción, porque sin necesidad de palabras sabía que para ese demonio ella era lo más importante. No solo el hecho que la elija sino que esa forma de besarla delataba todo. También que durante su estadía el la cuido, cuando enfermo o defendió de demonios. Eso sumo.
Mientras que Sesshomaru experimentaba el triunfo. Por fin ella era suya y no de su hermano. Gano. Pero quería escucharlo, lo deseaba. Necesitaba saber si era recíproco...
-Dilo...-susurro contra su boca entreabierta.
-Yo también te amo...-confesó sonrojada pero ansiosa por su boca caliente.
Finalmente, ella fue amada y ella amo. El logró su cometido sin darse cuenta como. Ahora solo quedaba que cuidaran ese sentimiento.
Fin.