No deseaba tardarme tanto, y aunque este final es el más extenso de todos... de hecho partí record xD mi One-Shot más largo fue de 1000 y esté cap casi llega a ser más largo =)
Termino esté fic con el último final alternativo & Me despido :D
~ *Final Alternativo Dos*~
— No me importa, porque si te tengo conmigo lo único que lograremos será acarar con nuestras vidas de un solo golpe… Como matar a tres pájaros de un solo tiro… ¿O me lo negarás? — él no contestó. Ella soltó un soplido sabiendo bien que él ya no tenía nada que decir y se marcho sin decirle nada más
La joven peli azul se estaba retirando, él en una guerra vocal contra Hinata no tenía oportunidades así que conteniendo las palabras en su boca no la retuvo más y la dejó ir, Hyuuga al fin había superado ese maldito tartamudeo que siempre le impedía hablar con el joven que siempre amo
«Vaya momento»pensó triste, su maleta era arrastrada por su brazo izquierdo, sin saber cuál sería su destino no miro atrás, se había despedido de todos con dolor pero era necesario, el futuro de su hijo estaba en juego
— Hinata-sama— llamaron a un lado de ella cuando dobló una esquina, una mujer de 50 años con ojos perlados
— Miko-san debería estar descansando— le recordó Hinata tomando de los hombros a la mujer llevándola a otra habitación
— No… no debería dejar ir a ese joven señorita— le dijo una vez acostada, la chica le ponía las sabanas en el cuerpo
— Lo siento Miko-san, pero esta vez… no puedo hacer caso a sus consejos — se puso firme y miro hacía el suelo— Además… él solo estaría conmigo por… — tocando su vientre — No es justo, ni para él… ni para mí… Naruto-kun siempre ha visto a otras chicas antes que a mí… y he oído rumores que una está tras él — se dio la vuelta pensando dolorosamente en la rubia
— Quiere decir ¿Qué solo fue una noche de pasión lo que creó a esa pequeña vida en su interior? — preguntó Miko sintiendo pena por su pequeña
— Algo así — con tristeza dejo de acariciar su vientre
— Nada de algo así… sí o no— La mujer arqueó una ceja obviamente molesta
— Es complicado — sonrojándose temblando de pies a cabeza ¿no la obligaría a contar todo… o sí?
— Cuéntame — ordenó seriamente — Todo —
«Oh rayos»Tomando asiento en una mecedora
Probablemente Naruto la pasaba un poco mejor que Hinata, sin embargo aun estaba pensativo y con la garganta seca. No había hecho nada para detenerla, cuando la vio doblar una esquila él se marcho llevando consigo los papeles en manos sin saber qué hacer con ellos; conservarlos en cuadros como un diplomas como cualquier otro padre amoroso en espera de su primogénito, o simplemente quemarlos y darse cuenta que desaparecerlos no quitaba ese peso de encima, esa culpa y responsabilidad
¿Responsabilidad?
Hinata le había dejado muy claro que permanecer juntos era una reverenda estupidez por parte de ambos ya que no se amaban. Al menos eso dijo su boca, pero sus ojos se mantuvieron ocultos por el cabello; dejándolo aún más confundido ¿Por qué demonios tenía que ser tan despistado? Ella había dicho amarlo e incluso se lo demostró un millón de veces ¿Pero él? No la amaba ¿Acaso no podía? ¿Qué le impedía amarla como se merecía? ¿O simplemente deseaba tenerla a su lado para quitarse ese malestar que se formo en su estomago cuando vio ese (+) en aquellas hojas blancas?
Arrugo un poco las hojas; frustrado, molesto e impotente. Pero más que nada se sentía como un…
— Hola Naruto-san — Le dijo una joven peli roja de ojos café oscuros y piel clara con un típico atuendo ninja
«¿Desde cuándo se me puede mostrar tanta familiaridad?»vio a la chica con poco ánimo… «Ah es verdad, desde que pedí que no me llamaran *Sama*» suspiro — ¿Qué quieres? —
— Una persona solicita su presencia en la torre —
— Si… ya voy — renegó «Aquí las desventajas de ser Hokage»Ni se molestó en usar una técnica para irse más rápido, solo camino con esa peli roja a su lado, ella iba hablando pero él procuraba no escucharla y dejar su mente en blanco. Ya tenía suficiente con sus problemas como para escuchar y resolver las de los demás
— Hokage-sama buenas tardes — saludó un hombre de edad mayor, casi de 60 años, su arrugada mano se extendió hacía él
«Deme un buen motivo para decirle que son buenas»Estrecho su mano contra la del hombre — Buenas tardes… Mmm…—
— Disculpe mi atrevimiento, mi nombre es… Moth Shinji feudal del país del Fuego y quisiera proponerle algo que seguramente le alegrará — Naruto sintió un hielo pasar por su espalda lentamente. Su día aún no había acabado, el destino quería ponerle más tachuelas en sus pies, como odiaba que las personas tomarán por hecho lo que le haría y lo que no. Pero no le quedaba de otra, escucharía al vejete antes de sacarlo a contar margaritas o a ver la hora en Suna
— ¿Pre-prefiere discutirlo en mi despacho? —
— Por supuesto — ambos caminaron
« ¿Qué… diablos?»se preguntó la peli roja, mordió su labio inferior y los siguió, como asistente del Hokage probablemente se les ofrecería algo de beber
En la mansión Hyuuga las cosas estaban del todo bajo control…
— Para liberarme de aquella carga necesitaba hacer… hacer… ¡ESO!- completamente roja apretando sus rodillas con las manos
Claro si a eso se le puede llamar "control"
—-¿Sexo? — preguntó ya conociendo la respuesta, la chica aún seguía siendo una novata en el ámbito adulto y ya sería madre esa niña necesitaba sus consejos más que nunca
— Si — suspiro dejando caer sus tensos hombros
— Niña de tanto suspiro te matarás — le dijo Miko con los ojos entre cerrados
— Lo… lo si-siento… oh no… pu-puede se-ser — tapo su boca y se meció para atrás, su tartamudeo había regresado
— Señorita… usted no puede asegurar que él no la quiere solo por algo así, además… usted ya le ofreció su corazón — trato de animar
— Hace años — relajo lo que faltada de su cuerpo y miro el techo
— No sea exagerada Hinata-sama eso no…— cuando ella bajo la vista hacía la señora vio en sus ojos que no mentía ni exageraba nada — ¿Y él ya…? —
— No — dijo en un chillido de niña pequeña, que amenazaba un posible llanto desconsolado
Algo quedó en claro en el rostro de la mujer mayor, mataría a ese Hokage, o al menos le daría el mayor sermón de su vida
— ¿Y qué dice? — Pregunto Shinji tomando un poco de té
— Me pide algo muy elevado señor — le respondió el rubio sin dejar la compostura, sus manos sudaban y su respiración se pausó por unos segundos
— Pero no imposible— dijo el anciano con calma
— Señor… le recuerdo que me pide casarme con su nieta en una semana— se levantó con lentitud
— ¿Cuál es el impedimento? — dirigió los ojos hacía el escritorio del Hokage — Dígame… ¿Acaso mi nieta no es hermosa? —
Una fotografía, una mujer de largos cabellos negros con destellos violetas, ojos verdes y tez clara como la nieve, un atuendo muy tradicional y un ramo de rosas en sus manos
— Le pido que… No me obligue a contestar — cerro los ojos — No es mi deseo comprometerme a estas alturas— No mentía; caminó por su espacio hasta ver una puerta del armario; bajo la vista — Menos ahora — dijo casi en un susurro
— ¿Acaso está pensando en otra mujer? — el hombre se levantó también — Yo espero siempre lo mejor para mi familia, y por ello acudo a usted porque sé que nadie más podría tomar la mano de mi nieta que un Kage tan prestigiado como el Hokage de Konoha — dijo complacido — Cuando me enteré del éxito de esta aldea contra el hombre y criminal Uchiha Madara sentí que Uzumaki Naruto debía ser parte de mi familia — tomó otro poco de té— Además, soy un hombre poderoso, su aldea no sufriría por el dinero en mucho tiempo… menos ahora que aún está en reparaciones-
— Konoha ha sido capaz de salir de muchas adversidades por sí misma— dijo Naruto arrinconándose en la puerta del armario— Y está no será la excepción… además, no es la aldea la que está en el tema, sino mi vida personal… No puedo casarme con su nieta por varias razones… una… no la conozco…— tomo aire — Dos… yo… no tengo el tiempo necesario para ese tipo de compromisos en estos momentos, como podrá ver; no dispongo de lo que se necesita para transformarme en un marido aceptable— Nunca aceptable para un padre como Hyuuga Hiashi y demás manada de ancianos perfeccionistas
— ¿Conocerla? Lo hará… en estos momentos está en un hotel en esta aldea — sonrió — Y por el tiempo no se preocupe… Sé que ustedes los ninjas pueden usar algo llamado… Clones de Sombra — dio en el clavo. Ese viejo sabía mucho
*Demasiado* le murmuro el Kyuubi en su interior en una carcajada
— Diablos — murmuro Naruto escondido en su cabellera
— ¿Qué dijo? — sin escuchar bien lo que él había dicho
— Déjeme pensarlo — tomó todo el té de un trago y grito — ¡Amelia-san! —
— ¿Sí? — apareció la peli roja atrás de la puerta
— Acompaña al señor — ordenó — Recibirá mi respuesta… después de tres días de conocer a su nieta — aseguro con la palabra "Mentira" escrita en su frente ¿Acaso ese hombre no conocía el "no" cuando se le decía?
— Fantástico. No tiene idea de cómo me emociona convertirme en su suegro — dijo al salir por la puerta ver a Amelia cerrarla
— Hinata…— susurro dejando caer su cabeza en el escritorio ¿Quién carajo se casa con alguien después de tres días de conocer a una persona? Despegando su cara de aquel pedazo de madera, pero manteniendo su mentón contra ella, sacó los papeles que estaban entre los demás, los abrió y pasó los ojos varias veces por las letras que conformaban ese: P-o-s-i-t-i-v-o
Después de tres horas de plática, Miko había convencido a Hinata de quedarse en Konoha dos semanas más, al menos hasta estar seguras del lugar adecuado para el crecimiento del bebé
Naruto ha entablado conversaciones amistosas con la nieta del feudal, a sus ojos era una chica demasiado fina para él, aunque le gustaba el ramen era una chica que no le gustaba ver la sangre, ni los ratones, la última vez que vio a uno se paro arriba de una silla y comenzó a gritar; por todo lo demás era una buena mujer
Chouji había bajado 10 kilos gracias a la dieta especial de Ino (La cual inicio antes de su retiro como kunoichi), puesto que el Akimichi le pidió su ayuda para ser más "atractivo" para las mujeres; la Yamanaka con la felicidad rodear su cuerpo, lo obligó a correr por días y lo detenía cuando intentaba comer barbacoa antes de irse de Konoha con Sai a una playa, ahora estaba rodeado de chicas hermosas de Konoha y otras aldeas
—: Dos días habían pasado desde la última plática de Hinata y Naruto:—
— ¿Y qué le parece estás costas Hinata-sama? Son hermosas — le preguntó Miko (sobre las playas que llevaban horas viendo sin decidirse por una) a Hinata que llevaba un atuendo similar al que siempre usaba, solo que está vez eran pans en su totalidad azules, y una sudadera blanca sin ningún protector que la marcara como ninja
— Son… bellas — contestó completamente ida. Su mente estaba en blanco, no deseaba hacer absolutamente nada además de dormir
— ¿Es por el joven Hokage? — adivino cerrando el catálogo
— Escuche que esa tal Saya sería su prometida — desvió la mirada, estaba sentada en la cama a un lado de la mujer apoyando su cabeza contra el hombro de Miko. Esas mujeres chismosas del mercado hablaban de las vidas de todos exceptuando de las suyas
Miko dejó el catalogo a un lado de ella, acomodo las sabanas que estaban arriba de sus piernas y dijo tocando la cabeza de la chica
— Creo que es momento de que Usted y Hokage-sama hablen nuevamente — Hinata soltó una exclamación ahogada
— N-no —
— Si no lo hacen ahora… ¿Entonces?... ¿Dejarán que ese chiquillo crezca? — Pausó — ¿Y descubra que sus padres nunca pensaron en nada más que en sí mismos?— aseguró molesta con su casi-nieta
— ¡No! Yo pensaba… en decirle — tembló — Cuando…—
— Fuera el momento — murmuro Miko un poco molesta ¿Por qué siempre lo dejaban hasta el último momento?
— Si — decepcionada, sabía que el momento se llevaría cuando él o ella se enterara de alguna boca que no fuera la suya ni la de Naruto
— Será mejor que tome valor… y lo haga ahora; demuéstrese a sí misma que ya no es la tímida niña que se ocultaba de todo— le dijo Miko dándole todo el valor posible — Y no vuelvas a la mansión hasta que lo hayas hecho... — con su dedo índice de la mano derecha, señaló la puerta. Hinata se levantó con las manos cerradas hacía la salida de la habitación con una mirada decidida, era hora de mostrar su fortaleza — Pero no vaya con ese pensamiento nada más — Hinata mostró su poco entendimiento con esas palabras deteniéndose— Quiero decir que no lo haga por usted ni por el Hokage... sino por la criatura que crece en su interior— La joven Hyuuga asintió y cerró la puerta de tras suyo
Naruto por su parte firmaba y firmaba papeles con los ojos más cerrados que abiertos; tocaron la puerta delicadamente. "Ya llegó" se dijo el rubio sin quitar la vista de los documentos a firmar
— Adelante — contestó casi bostezando del aburrimiento
— Hokage-sama...— susurro una mujer de cabellos azulados entrando a la oficina con la voz ahogada en su garganta, cielos estuvo a punto de correr hacía la salida de Konoha cuando se vio atrás de esa puerta de madera
— ¿Qué pasa Hinata? — dejó de firmar y vio seriamente a la chica, aunque muy en el fondo se había alegrado de su visita, solo esperaba que no hablara de su última charla
— E-en una semana me voy — aclaró su garganta — Y no me puedo ir tranquila hasta que no pu-pueda dejar concluido este asunto—Naruto se levantó de la silla y se acercó a ella, Hinata estuvo a punto de dar un paso atrás pero se contuvo ya que lo poco de dignidad estaba en juego con esa plática
— ¿En cerio?— le preguntó ansioso de su respuesta, no podía obligarla a quedarse ni mucho menos hacer que alguien la siguiera en todo momento puesto que eso sería muy bajo para el Hokage y para Uzumaki Naruto
— Me iré… pero… Regresaré a Konoha... un año... después de que nazca — acarició su vientre, claro está que esa acción no pasó por el arco del triunfo de Naruto — Y... para cuando eso pase... tanto tu... como yo aceptaremos lo que hicimos— susurro
— Jamás dije otra cosa Hinata... ¿Y tu padre? — sabía el otro motivo de la ida de Hinata aparte de él, su clan no aceptaría tal cosa
— Neji se hará cargo una vez sea nombrado líder... él me dirá si es el momento de regresar o no— si era verdad, pero por raro que parezca Hiashi no puso peros cuando ella decidió dejar el liderazgo del clan Hyuuga, Neji ocuparía el lugar hasta que Hanabi estuviera lista para tomarlo una vez siendo mayor de edad y apta para el puesto— Y sobre quedarme en Konoha pasando ese lapso... el tiempo... y las circunstancias dirán por si solas, así que no me pidas darte las cosas completamente claras—
— No te lo iba a pedir — contestó, en realidad sabía que ese tiempo sería muy duro para ella, normalmente a una mujer sola y embarazada que llega a una aldea se le mira con malos ojos, simplemente por el hecho de no estar casada, la vida de Hinata estaba colgando de un hilo y estaba dispuesta a jugárselas contra todos para mantenerse en pie. Era admirable, deseaba que se quedará y no solo por el hecho de saber que si se iba tendría las puertas cerradas a su... ya entregado corazón, y las puertas abiertas a la fortuna del feudal — Hinata... ¿A dónde iras?— No encontraba otra cosa más para decir, además de que deseaba saberlo
— No lo sé, aú-n estoy indecisa— contestó bajando la mirada y su mano, una vez su nana le había dicho que la parte dura no solo sería para ella puesto que él era el padre y saberse muy lejos de una mitad suya sería terrible además de que podría estar la preocupación de *Otro ocupará mi lugar* respecto a su hijo, pero nada cambiaría el hecho de que Naruto sería siempre el padre, por ello estaba dispuesta a regresar antes de que su pequeño tuviera conciencia y pensar mal de él— Cuando me decida te lo diré— por primera vez en mucho tiempo ella le sonrió cariñosamente, no se pudo decir lo mismo de él
— Entiendo...— vaya jamás se imaginó quedarse sin palabras, él, el antiguo bufón de la academia no sabía que decir. Desvió la mirada hacía la ventana escuchando el sonido del viento golpear contra está
Hinata le miró por unos instantes, ¿Tanto se estaba conteniendo para no meter la pata como de costumbre? En realidad se tomaba la situación muy en serio. Suspiró acercándose a él, una vez ahí tomó la mano derecha de Naruto siendo descubierta por él
— No haré nada malo— susurro acercando la mano del joven hacía su vientre, el rubio abrió los ojos un poco más por la acción de la chica— ¿Lo sientes?... él también tiene miedo, como yo... de saber lo que nos espera fuera de Konoha— cerro sus plateados ojos— Pero... no debes preocuparte Naruto-kun porque regresaremos— sonrió a pesar de las pocas ganas que tenía de hacerlo
"Naruto-kun"... tenía tanto tiempo que ella no lo llamaba así, por lo que seguramente todo estaría bien
— Gracias... Hinata— aferro su mano a la sudadera que le impedía tocar la blanquecina piel— De verdad— sonrió con calidez sabiendo que la Hyuuga no mentía
— No lo hagas... ahora... haz tu vida normalmente y no te preocupes demasiado... eso no hace nada bueno en el organismo ¿sabes?— ambos rieron ante esas palabras— Esto no será nada fácil pero... a fin de cuentas, es otra aventura por enfrentar ¿No lo crees?—
— Si — asintió con fuerza, un movimiento muy apresurado pero no le importó.
La abrazó como nunca abrazo a otra mujer hasta esos momentos, sin darle oportunidad de liberarse ni tampoco de corresponderle ya que todo el diminuto cuerpo de la chica estaba atrapado entre los brazos de Hokage
— ¿Na-Naruto? — Hinata estaba estupefacta, no sabía qué hacer solo escuchar las respiraciones de Naruto en su cabeza moviendo algunos cabellos. El brazo izquierdo del rubio tomaba desde el brazo de la chica hasta acariciar la nuca con su mano y la otra simplemente rodeaba hasta su espalda tocando su cabello— E-espera... nadie puede entrar y ver esto...—
— Lo sabrán hasta dentro de un año y medio ¿no?—
— Si... pero — tocaron la puerta rompiendo en mil dedazos el ambiente creado con esfuerzo— Naruto-kun... — le susurro — Suéltame — pidió pero él no reaccionaba — Naruto — insistió después de escuchar a la desesperada persona al otro lado de la puerta
«Mataré a quién esté afuera»pensó soltándola con cuidado con la mirada baja pero con la furia hasta niveles insospechados — Adelante — dijo serio
— Buenas Naruto — saludó la peli negra de ojos verdes entrando por la puerta
— Saya-san...— susurro Hinata decepcionada por la interrupción pero al menos sus sospechas eran ciertas, era bella, tanto como para estar alado del Kage más fuerte
— ¿He? ¿Acaso usted es Lady Hinata?— preguntó sorprendida y feliz
— ¿Cómo sabe mi nombre? — preguntó en el mismo tono
— Porqué he leído mucho de usted. No puedo creer que tenga en frente de mi a la kunoichi más hermosa y fuerte de todas ¡Es una leyenda en vida Hyuuga-sama! — Se puso entre ambos jóvenes y tomó la mano de la peli negra quién no entendía nada — Aquí entre nos... Usted en muy popular entre los chicos — Naruto arqueó la ceja — Del lugar de donde provengo y de muchas otras, siempre he oído hablar de usted ¡Es un honor conocerla!—
— Gra-gracias — contestó Hinata ladeando la cabeza confundida — Pero... no entiendo bien...—
— El punto es que es una de las chicas más deseadas de entre muchas aldeas... ¿Es verdad que usted salvó al hospital de Konoha resultando gravemente herida?—
Un balde de agua fría con hielos incluidos calló sobre ambos presentes. Hinata asintió débilmente
— Es asombroso — elogió Saya con una boba sonrisa — Sinceramente es una honra estar en su presencia—
— Saya déjala en paz— dijo Naruto antes de que siguiera reluciendo la valentía de la chica
— Está bien... en realidad me llegó el rumor que piensa dejar Konoha —
— Si, eso es verdad — dijo Hinata sin tartamudear
— Que pena... ¿Y no se quedará a la boda? —
— ¿He? — eso afirmaba todo, Naruto iba a casarse con Saya y ella misma se lo había dicho
— Saya — llamó Naruto, si mal no recordaba no había dado una respuesta definitiva — Yo aún no he dicho nada de una boda — aclaró antes de ver a Hinata corriendo decepcionada de él
— Yo creí que si... ya hemos pasado los tres días — era verdad ¿Acaso Naruto no se casaría con ella después de tres maravillosos días? — ¿O no? —
«Con esto me dan ganas de...»Pensaba rechinando los dientes ocultando su furia — No molestes Saya —
— Gracias por la invitación Saya-san pero... dudo quedarme... a-aún tengo muchas cosas que... arreglar para irme— hizo una reverencia a Naruto — Creo que nuestra charla ya está concluida... —
«No es verdad»pensó Naruto sin quitarle la mirada de encima
— Así que me retiro... disculpen— tocando su vientre se dispuso a salir con la mirada muy en alto, a pesar de estar dolía no por el hecho de irse por un largo tiempo y dejar a sus amigos, sino por el hecho de saber que Naruto se casaría con alguien que conocía de hace tres días... y ella que lo conocía desde la infancia estaba como siempre, en último lugar
— Hinata...— la puerta se cerró, se volteó hacía la chica mostrándose enojado — Saya no puedes andar por la aldea y estar dando por hecho algo que no es cierto...—
— Entonces ¿cuál es tu decisión?... ¿Quién es mejor que yo para ser tu esposa?— preguntó ofendida
— ¡¿Al menos eso deseas?! — Bien, una pregunta que había reservado para un momento más tranquilo. Pero su oportunidad para poder saber el lugar donde la Hyuuga se quedaría; se había ido a la mierda al igual que una pacifica despedida
— Yo he estado enamorada de usted desde que escuché el rumor de su victoria contra Akatsuki — siseó con calma, no quería que las cosas salieran de control y al parecer no había llegado en buen momento
— No con rumores puedes dar por hecho que me amas — le aclaró tomando un poco de aire — Saya... no deseo casarme contigo—
— O claro que lo harás — dijo alguien entrando por la puerta
— Anciano — murmuró Naruto al ver a de las momias que conformaban al consejo — ¿Qué quieres decir? — Como los odiaba
— Quiero decir que si no te casas con Saya... o simplemente no te casas estarás dispuesto a perder tú puesto como Hokage —
Ya estaba harto. Eso era el colmo, Naruto aprendió a mantener la calma en diversas situaciones, a lo largo de su historia como Hokage trató de ver distintos puntos, sus pros y contras, pero él no sería la marioneta de nadie por una absurda "regla" puesta para controlar su vida
— ¡¿Qué clase de estupidez es esa?! — preguntó un enfurecido rubio con el ceño fruñido
— Una que deberás aceptar... los Kages no deben permanecer solitarios y dar a conocer al mundo su descendencia para que lleven el honor de...—
— Una mierda — interrumpió Naruto sin creer media palabra — ¿Cuánto les pago ese Shinji para que me chantajearán? ¿He? — era más que obvio que esos ancianos no moverían un solo dedo en ese asunto sin tener algo que perder o ganar
— ¡Mi abuelo no pago nada! — no estaba segura de lo que decía pero si Naruto debía casarse con alguien sería ella, a cualquier costo. Tal vez exageraba
— Eso dices tú — murmuró el rubio con los ojos inyectados en rojo — En cuanto a ustedes... no me casaré con Saya — se quitó la banda de Konoha que estaba atada en su brazo derecho — Y si tanto desean verme destituido solo por esta mierda de "regla" que dudo que exista... bien... que caiga la ira de las aldeas con las que tienen pacto con esta aldea por medio de mí — aseguró Naruto, incluso Gaara y él habían previsto algo así, un chantaje similar por parte de los avariciosos ancianos de sus respectivas aldeas, por lo que aseguraron mantenerse unidos no como Kages aliados sino como amigos — Empezando por Suna — mantuvo la banda en su mano izquierda, no deseaba dejar su puesto, uno que tanto trabajo y sangre le costó tener; pero se juró a si mismo que su dignidad y libertad no sería pisoteada o destruida por nadie, todo eso estaba primero que un simple puesto de "firma papeles" —¿Qué? ¿Mudos? — Se burló sabiendo que había ganado — No pueden chantajearme con nada... —
Alguien golpeo a Saya para que se desmayara, pero eso estaba bien para Naruto por lo que no se inmutó
— ¿Eso crees Uzumaki? — salió a escena un hombre de edad media del clan Hyuuga, no era Hiashi ni ningún conocido suyo presentándose con la oji verde en sus brazos
— ¿Quién demonios es usted? — preguntó Naruto borrando la sonrisa de su cara
— Hyuuga Katan — contestó el hombre de cabellos rojos y ojos blancos, pero estos no contenían bondad alguna como los de Hinata ni una soberbia como la de Hiashi, era algo peor — Y si... tenemos mucho que echarte en cara... — dejo a Saya arrinconada en una pared — Como por ejemplo... Hyuuga Hinata —
«Maldito»pensó Naruto dejando caer la banda, suficiente, estaba a punto de hacer barbacoa
— Exacto... Hiashi lo sabe y aún así no le ha dicho a su estúpida hija lo ramera que fue al envolverse contigo sin antes casarse — Naruto apretó sus puños, querían provocarlo y hacerlo enfadar para que hiciera algo que ellos planeaban — ¿Cómo se sintió penetrar a esa virgen Hokage-sama? Debió ser toda una experiencia—
Naruto entre cerró los ojos al escuchar eso, estaba preguntándole si se había sentido bien al abusar y maltratar a Hinata de ese modo, su más perversa parte de sí mismo lo gozo de forma alarmante, sin embargo la otra, aquella que se mantenía con la culpa, se sentía mal, muy mal
— Parece celoso — preguntó el anciano sonriente. Aunque en su interior estaba hirviendo por la cólera que sentía, ese mocoso no iba a desaprovechar la gran oportunidad que le tendía el feudal como si se negara a comer helado, eso no
— En realidad lo estoy... pensaba pedirle a Hiashi que me diera la mano de su hija — Naruto sabía que el bastardo no mentía, Hiashi podría ser un tirano con sus hijas, una verdad calamidad pero jamás entregaría a una de sus hijas a un ser como él ¿O sí?
"Mátalos niño" le dijo el Kyuubi en su cabeza, hace tanto que Naruto no escuchaba esa molestia en la voz del zorro
«No lo haré Kyuubi... porqué eso es lo que desean... verme perder el control» le contestó el rubio, aunque en el fondo de su ser deseaba destazarlos poco a poco como las ratas que eran — Lamento decirle esto señor, pero Hinata ya está fuera de las reglas de su clan — Y él iba asegurarse de que nadie, absolutamente nadie, tocará a su mujer y a su hijo, un momento ¿Cómo que su mujer?
— Lo está, mientras tenga ambos pies en Konoha — le sonrió cínicamente — Y primero me aseguraré de que se deshaga de esa cosa que tiene adentro suyo antes de desposarla —
"¿Seguro que no los matarás?" le preguntó el furioso zorro de nueve colas, Naruto sentía la ira del Kyuubi, por más que él lo negará, ese niño también tenía su esencia por lo que una parte de él, ya se había "encariñado"
«Me están tentando a que lo haga» Apretó sus puños — Eso se puede arreglar — dejó que su cabello cubriera sus ojos «Lo han logrado...» sonrió con malicia— ¿Pero acaso no entienden…?— ladeo su cuello de izquierda a derecha moviendo los dedos de sus manos como si se preparará a tocar el piano— ¿…Que yo no les permitiré tocarla?—
La noche había caído ya en la aldea de Konoha, Hinata se sentó en un pequeño columpio en el patio al llegar a su casa; aún tenía mucho que empacar pero necesitaba respirar y calmar esa tristeza en su corazón que no le permitía dar ni una sonrisa fingida. Se mecía de frente dejando que la gravedad hiciera el resto
— No puedo creer que en verdad se case con ella — murmuro, sabía que la chica era amable y muy risueña pero le molestaba que llegara de la nada y le quitara a Naruto de un tajo, después de todo lo que se esforzó por hacerse notar, en fin no podía culparlo, el corazón sabía lo que sentía. Y por ese motivo esas cosas ya le parecían patéticas
— Hermana — llamó una débil voz que conocía desde la cuna
— Hanabi… — se volteó y miro a una triste castaña. Diablos, la imagen de su madre estaba viva en su hermana menor
— ¿Te irás en verdad? — le preguntó Hanabi sentándose en el suelo en frente de su hermana, quién aún estaba sentada meciéndose con lentitud
— Si… lo siento Hana… pero no hay nada que me até aquí — dijo esperando con toda el alma que su hermana le creyera — Ni siquiera… —
— ¿Neji-Nii san y yo? —
No, no deseaba contestar aquello. Se levantó y le dijo con claridad
— Quiero irme a dormir… — con la cabeza baja entró a su casa no sin mirar de reojo a la pequeña Hyuuga y sentirse mal por mentir descaradamente después de prometerle que nunca le ocultaría nada
El Sol ya había dejado el lugar que le correspondía en el cielo para que la Luna pudiera otorgar la luz con su ayuda, esa que los amantes y enamorados usaban para sus excitantes encuentros
Gotas de sangre caían desde las puntas de unas garras, los ojos rojizos miraban el suelo y una sonrisa burlona se formaba en el rostro de aquel ser. Nunca debieron provocarlo así
— Naruto-sama… ya son las ocho, me voy a casa — aviso la secretaría al otro lado de la puerta, ignorando el hecho de saber que los dos hombres que entraron al despacho del chico no habían salido
— Ve con cuidado… — dirigió la mirada hacía la inconsciente joven que con todas sus fuerzas deseaba tenerlo como esposo, sus ojos habían vuelto a ser azules. Pero su mirada era aún más maliciosa
El chillido del columpio de la mansión Hyuuga seguía sonando debido al viento, los pétalos morados de los árboles caían iluminados por el astro en turno
— Hasta mañana Miko-san — dijo Hinata saliendo de la oscura habitación de la mujer mayor, corriendo la puerta hacía la izquierda. Una vez cerrada se dispuso a caminar por el pasillo, era raro que su padre no estuviera en el patio como de costumbre, tal vez no deseaba verla; aunque eso ya le era muy común en el patriarca de la rama principal
No sabía cómo pero llegó a su habitación, cerró la puerta y se acostó en la cama sin taparse. Toco su vientre sintiendo la tristeza de su pequeño feto al saber que cuando viera el mundo, no vería a padre tenerlo en brazos. Y al saberlo, lo vería con otra mujer preguntándose el porqué sus padres no están juntos
— Hinata —
— ¿Naruto? — se sentó viendo una esquina de su habitación, él salió de su rincón. El corazón se le paralizo
Ahí estaba su rubio, totalmente manchado en sangre con una mirada perdida y desconsolada ¿Qué le habían hecho a su imperativo Uzumaki?
— Por Kami ¿Qué te ha pasado? — le preguntó preocupada levantándose para tocar su rostro
— No es mía — aclaró viendo como Hinata se preocupaba más — Y no es de nadie que no lo mereciera — apartó su ser de la peli negra siendo seguido por la perlada mirada — Lo siento, pero no pude… contenerme — se sentó en la cama de la Hyuuga encorvando su espalda viendo el piso
Hinata cerró los ojos lentamente ¿Quién había provocado esa parte maldosa en él? ¿Había sido esa mujer? O alguien más seguramente
— Naruto…— susurro, sin embargo el Namikaze la interrumpió
— Debes irte ahora…—
— ¿Qué? —
— Lo que escuchaste… debes irte, por su seguridad… hazme caso Hinata — le dijo sabiendo muy bien lo que esos ancianos harían en cuanto descubrieran lo que quedaba los cuerpos enterrados en el vertedero a unos metros de la torre — Te lo pido —
— ¿Qué has hecho? — preguntó con miedo
Otra vez, se dijo Naruto sintiéndose culpable; nuevamente había sacado a flote el miedo de Hinata con sus estúpidos actos
— Maté a un anciano del consejo… y a otro tipo de tu clan —
— Naruto… en el fo-fondo me gustaría saber el mo-motivo — susurro — Pero… temo que a-al saberlo… yo pu-pueda…—
— ¿Salir corriendo? — preguntó el rubio sonriente fríamente. Si era lo más obvio, ella haría eso sin dudarlo
— Tal vez…—
Naruto ladeó la cabeza borrando la sonrisa de su rostro
—… O simplemente… ignorarlo—
— No podrás hacerlo Hinata…— Bufó con un poco de nerviosismo, por muy enfermo que pareciera, Naruto comenzaba a pensar en muchas otras personas para ser destazadas, se abofeteó mentalmente— Créeme, lo mejor es que…—
Hinata cortó sus palabras tomando al chico del hombro
— Hinata— susurro impresionado de cierto modo por la acción de la peli negra — ¿Qué…? —
— Levántate… Por favor —
Naruto no sabía lo que Hinata pretendía, curiosamente ella se mostraba más tranquila que él y eso era raro puesto que desde que la conocía solía ser al revés
— ¿Qué pretendes Hinata? —
La joven Hyuuga abrió el cierre de su gabardina, bajándola con lentitud manteniendo la mirada en su objetivo y no en los ojos confusos del rubio
— Hinata— llamó pero está pareció no escucharlo cuando lo separo de la prenda enrojecida sosteniéndola en sus brazos, la lanzó a otro extremo de la habitación volteando también su cuerpo
— Los Hyuuga no tardarán en darse cuenta… sobre todo si a quién mataste, tenía gran influencia en el clan
Eso él lo sabía, pero ¿Qué podía hacer?
Hinata por su parte, cerró y abrió los ojos con lentitud pensando bien en lo que haría. Se dio la vuelta y tocó el pecho de Naruto con su dedo índice de la mano derecha; Empujándolo lentamente hacia atrás
«Hinata»
La habitación se había relajado un poco, pero no lo suficiente para la joven Hyuuga, aun estaba asustada, no por esos cadáveres que buscaron su muerte sino por el chico que había ocasionado todo, desde su visita al hospital, hasta su miedo por el "¿Qué va a pasar?"
— Lo siento…— susurro él acostado boca arriba sin ver a la chica— Lo siento —
— Cállate— murmuro Hinata acostada en su pecho, aferrándose más a su cuerpo, ese que tantos golpes había recibido por alcanzar un sueño, uno que se había ido al demonio en una sola noche
Necesitaba de ella, se decía la muchacha esperanzada ya que si no lo hiciera, no habría ido a verla; su pierna izquierda abrazo la cintura del joven y su mano izquierda acariciaba su pecho como si tratara de calmarlo por lo menos un poco, aunque su espalda tocara el frío de la pared, estaba contenta
— No es necesario que…— Hinata golpeó su pecho— Bien me calló—
— ¿Qué harás? — Siseó
— No lo sé, supongo que… Llego la hora de mi retiro, cambiaré algunas armas para conseguir dinero y después me iré a comercializar pescado en la aldea de la cascada— Se rio con fuerza pensando en eso, siempre le había interesado las vidas "normales" de los aldeanos, pero por su "sueño" se quedó con la duda, pero ahora esa ventana estaba abierta esperando por él
« ¿La cascada?» La peli negra se mantuvo pensativa
Suspiro cerrando los ojos dejando que la respiración del rubio la meciera, sin embargo luces que traspasaban el vidrio de la ventana atrás de ellos los interrumpiera
— Se han dado cuenta— informó el Uzumaki— Debo irme—
— Lo sé…—
— Hinata, lo lamento… en verdad, traté de controlarme… pero no pude hacerlo; cuando mencionaron todo eso…— pensando en el anciano sonriendo y el otro Hyuuga— Me descontrolé y…—
— Se lo buscaron…— susurro la chica aferrándose un poco más
Naruto acarició la melena oscura después de pensarlo demasiado, se llevaba entre los dedos algunos mechones; él y sus estúpidos impulsos
— Hinata… no puedo huir—
— ¿Qué? — Hinata se levantó, pero al momento de hacerlo; la mano que acariciaba sus cabellos, golpeó su nuca
Los rayos del sol no tardaron en llegar a Suna, y tampoco lo hicieron los rumores. El Kazekage tomaba un delicioso licuado de plátano con chocolate mientras llevaba a su boca unas galletas preparadas por Temari, era buena cocinera, pero no lo era con Kankuro
— ¡Kazekage-sama! — Grito una persona que él conocía. Cuando entró a su oficina, el peli rojo estaba aún con la mitad de la galleta en la boca— Hay un problema—
« Siempre problemas, nunca vienen a saludar» Pensó el cansado chico. Cuando la mujer de cabellos castaños dejó el sobre en su escritorio se fue como un rayo mencionando un "Con permiso". Gaara alzó una ceja— Bien… ¿Ahora qué pasa en Konoha? — tomó un poco de licuado leyendo las hojas
La muchacha llamada Matsuri había llegado hasta la salida de la torre, respirando agitadamente, no por el haber corrido, sino por miedo
— Matsuri…— llamó Temari llegando a la torre
— Te-Temari-sama—
— ¿Qué haces aquí? —
— Nada, tomando aire fresco— contestó riendo como boba nerviosa. Temari obviamente no se trago eso
— ¿Qué le paso a Gaara? —
— ¡¿QUÉ DEMONIOS ES ESTO?! — grito el mencionado aventando su silla por la ventana cayendo entre ambas mujeres
— Eso — contestó Matsuri temblando con los ojos brillosos
— Gaara…— susurro la rubia preocupada ¿Qué había pasado para que su hermano perdiera de ese modo el control? — Matsuri, acompáñame— Ordenó Temari llevándose a la castaña de la mano por si pensaba en escapar
Subieron las escaleras escuchando las cosas estrellarse contra las paredes, los demás ninjas estaban atemorizados más no se movieron intentando seguir trabajando
— Váyanse— les dijo la hermana del Kazekage, todos corrieron despavoridos. Se acercó a la puerta y tocó— Gaara… ¿Puedo pasar? Soy Temari—
— Sé quién eres— contestó de forma grosera
— Ya está mejor— susurro un poco confiada. Cuando abrió y entro se encontró con la sorpresa de su vida, todo destruido, arena por todos lados y a Gaara viendo por la ventana tomando lo que le quedaba de licuado de forma tan tranquila que daba miedo— Gaara… ¿Qué ha pasado? —
El sobre que Matsuri le había entregado anteriormente fue lanzado por el chico a su hermana. Temari sacó las hojas sorprendiéndose
— ¿Qué clase de broma enfermiza es esta? — Musito
Lord Kazekage de la Arena. Se solicita cordialmente su presencia en el Juicio del Ex Hokage y Shinobi de Konoga, Uzumaki Namikaze Naruto
Cargos de que se le acusa:
* Homicidio de Shota Mikuhima (Anciano del Consejo)
* Homicidio de Hyuuga Katan (Tercero al Mando del Bouke)
* Desaparición y posible asesinato de Mont Saya (Nieta del Feudal del Fuego)
* Desaparición de Hyuuga Miko (Anciana del consejo Hyuuga y Encargada de Hyuuga Hinata)
* Destrucción de la Mansión Hyuuga (23 heridos, entre ellos Hyuuga Neji)
* Violación de Hyuuga Hinata (Kunoichi retirada de Konoha, hija del líder Hyuuga y Veterana de la Tercera Guerra Ninja)
—Este último mantenido en secreto bajo Amenazas—
El Juicio se llevará a cabo el 13/Noviembre
ATTE: Ancianos del Consejo de Konoha
— ¡Matsuri! — exclamó Temari furiosa
— S-sí— grito ella a lado, también había leído todo y al igual que los hermanos Sabaku No, estaba plasmada
— Quiero que envíes una carta al concejo y me den la explicación de…—
— No lo hagas…— interrumpió Gaara— Si es una mentira, lo veremos…—
El peli rojo conocía a Naruto, y lo conocía bien; si en verdad había matado a esos tres por algo había sido. Pero él jamás abría violado a una mujer, mucho menos a Hyuuga Hinata. Aquí había algo oculto y si así era, bajo su cadáver sentenciarían a Uzumaki; incluso si eso significaba partirse el alma contra los demás Kages
Aunque dudaba que así fuera el caso con…
— ¡Pero qué…! — grito el Raikage sin rimar
— ¿Qué ocurre Raikage-sama? —
— Empaquemos nuestras cosas mi buen shinobi, ¡Iremos a Konoha como un par de gaviotas! —salió de su despacho corriendo dejando un poco confuso al chico que estaba ordenando algunos papeles
El día fechado estaba en curso, los Kages estaban sentados como el jurado y los consejos de sus respectivas aldeas como espectadores. Gaara y Killer Bee estaban sentados en medio uno alado del otro
— El juicio contra Uzumaki Namikaze Naruto entra en sesión, tráiganlo— ordenó el hombre que en momento sería el juez
Las puertas se abrieron…
Naruto Pov.
Ese no pude ser yo…
Ese Uzumaki Namikaze Naruto era falso… una mentira
El verdadero Naruto es al que todos le admiran y temen
Ese era un impostor que estaba siendo juzgado en mi nombre, no era yo el que había escuchado ese:
"Culpable"
No era yo el que había sido sentenciado a la Guillotina. No era yo…
No era yo el que veía los labios de Gaara, sabiendo que decía mi nombre con impotencia por no apoyarme como lo hubiera querido…
Fin de Naruto Pov.
Los ojos perlados en medio de todos en la aldea de Konoha también veían con lágrimas todo aquel momento, el cuello de Uzumaki Naruto estaba en la guillotina, Shinji había tenido el honor de decidir ese futuro para él después de que el rubio confesara el paradero de su nieta
— Uzumaki Naruto… se le ha condenado a la muerte por el homicidio de tres personas inocentes…— Decía el verdugo a punto de dejar caer la afilada cuchilla
— Ellos eran de todo… menos inocentes— murmuro el rubio en son de burla
— ¿Una última palabra? —
— Mmm sí… fue divertido— susurro con una sonrisa maléfica
—… Que Dios se apiade de su alma—
— ¡NARUTO! — Grito Hinata abriendo los ojos al máximo
El mencionado solo sonrió y el encapuchado dejó caer la cuchilla cortando la vida del chico al que todos en ese momento le lloraban por que se salvara
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— Aquí tienes— dijo el patriarca Hyuuga a su hija entregándole un sobre, probablemente era dinero además del que ya se le había dado por su retiro. Después de todo, Hiashi Hyuuga no podía ser un estirado en su totalidad que todos creían que era y eso la ponía contenta— Cuídate—
— Gracias papá— contestó la peli negra vestida con el atuendo normal de una aldeana que constaba de un pantalón verde y una blusa blanca. La Hyuuga le dio un abrazo al hombre y entró a la carrosa que esperaba por ella
— Suerte Hinata— murmuro Hiashi viendo como su hija tomaba rumbo a un destino ya marcado
La oji perla decidió cerrar los párpados un poco después de aquel maldito espectáculo esperando dormir todo el camino, sus ojos le ardían y sus labios aún temblaban. No había podido hacer nada
— ¿Hacía dónde Hyuuga-sama? — preguntó el conductor de la carroza
—…— se quedó pensativa— A la Aldea de la Cascada— dijo segura, pero por unos segundos creyó volverse loca
— ¿Y qué espera encontrar ahí? — pregunto curioso
— No lo sé— dio por concluida la "plática"
Los pasos de los caballos estaban inundando el sendero hacía su nueva vida. Acostada en el asiento con los ojos cerrados, las manos apoyadas en su vientre y el cabello esparcido por todos lados. El carruaje se detuvo
« ¿Habrá pasado algo? »Se pregunto levantándose con cuidado. Se acercó a la ventanilla que la dejaría ver hacía el otro lado, cuando la abrió pudo observar la espalda cubierta con la capa negra del conductor— ¿Ocurrió algo?— le preguntó, más esté no le contestó— Disculpe—
— No… es solo que…Debemos parar aquí— se bajó de su asiento y abrió la puerta extendiendo su mano— Y seguir a pie… Corremos el riesgo de encontrarnos con renegados o criminales…—
— Podré con ellos— dijo segura viendo bien a su conductor ¿Por qué tapaba su rostro con la capucha de la capa?
— No, no podrá… menos en su estado—
¿Cómo lo sabía?
— ¿Cómo lo sabe? — preguntó desconcertada
— Eso no importa…— Hinata dudo un poco, pero al final tomó la mano que la ayudaría a salir de ahí y continuar a pie
Después de todo, había llegado completamente cansada, se despidió del hombre cuando tuvo que tomar un barco hacía su última parada y al salir, buscar un edificio para solicitar un departamento
Con las llaves que tantos papeles le costaron firmar, se acostó tirándose al colchón; cerrando los ojos…
Maldición, se había dormido sin desempacar. Lo haría después del desayuno, al parecer la etapa de los antojos ya la había alcanzado
— Buenos días— saludo al vendedor de pescado, que al parecer era el único que estaba preparado para vender en ese pequeño lugar
— Buenos días señorita ¿Buscaba algo en especial? — le pregunto ocultando su cara en el sombrero de paja, sentado en una caja de madera y espantando moscas con la mano derecha
— Mmm ¿Me recomendaría algo en especial? No sé mucho de pescados y mariscos— confesó algo apenada. Vaya que las mañanas eran frescas, no necesitaría ese suéter de lana blanca ni ese pans azul
— Claro…— se levantó enderezando la espalda…
Las compras estaban hechas, y sus pies la mataban. Pero aún tenía mucho por hacer, trató de acomodar su ropa mientras estaba sentada, levantarse para meterla en los cajones correspondientes y adornar un poco el lugar con cosas personales: fotos, plantas (a fuera de las ventanas en el balcón) y algunos cuadros
Que agotador día. Pero ya era hora de cenar; la cocina estaba ordenada (aunque no había mucho que poner ya que solo se había comprado algunas cucharas y tenedores en paquete, al igual que los vasos, tazas y platos). Un vaso de leche y un pan estarían bien
Curiosamente no le estaba yendo tan mal, su vientre se notaba cada vez más y aunque algunas mujeres ya sabían de su condición y la miraban con asco e indiferencia, otras como la amable señora Dicks de cuarto 022 le habían tendido su mano para cualquier cosa que necesitara. Nada le faltada, al menos eso creía
«Naruto-kun»Se encontraba cocinando los camarones junto con las ostras como el señor Ezakiman (el buen hombre de los mariscos con el que había comprado por primera vez unas deliciosas mojarras) le había recomendado. Probó un poco, ya estaba listo
Dejó que la comida hirviera un poco más y comenzó a cortar algunos limones en esa mesa tan bella que la viuda Beell del cuarto 011 le había regalado, un problema de espacio en su departamento
Sin embargo aun seguía pensando en él, en la última vez que lo vio. En la última vez que le sonrió
Tocaron a la puerta
— ¿Señora Onurah? — se preguntó apenas vio la melena violeta de la mujer que tenía entre sus manos una carta
— Llegó esto de Konoha para ti Hinata-chan, creo que lo mandó el mismo Hokage, bueno lo digo por el sello ¡No la abrí lo juro! — grito cuando la peli negra con el vientre ya de cinco meses tomó el sobre. Y aunque la peli violeta se lo había jurado, era obvio que se había sentido tentada a abrir el sobre y ver el contenido— Gracias— pero estaba sellado. Cerró la puerta después de escucharla soltar un suspiro
Cuando la abrió se quedó inquieta y muda
"Te veo a las doce
Lamento mucho todo
Pero me siguen buscando
Te he Mentido
De nuevo"
Eso decía la carta, nada más, se supone que Kakashi-sensei había sido nombrado Hokage después de…
Naruto Pov
No era yo el que pedía la ayuda de Saya después de dejarla en Suna
No era yo el que hablaba con la nana de Hinata después de dejarla a ella inconsciente
No era yo el que enterraba los cuerpos en la academia
No era yo el que había golpeado a muchos sirvientes de los Hyuuga, y se disculpara con Neji
No era yo al quién le habían cortado la cabeza
Era porque ese… era un simple Clon
"La desaparición de Saya"
— Naruto-san es una locura, no puedo permanecer aquí hace un calor de los mil infiernos y mi abuelo…— vio pasar a chicos detrás del encapuchado— Al diablo, creo que me quedó—
"El secuestro de Miko"
— Y déjame decirte algunas cosas más, no es posible que estés ocultándole todo a Hinata-sama— decía mientras un chico de capa negra la llevaba en su espalda— Más te vale cumplir tu promesa— dijo al ayudarla a subir al barco. Mientras la mansión ardía— Y no te tardes—
— Por eso quiero que estén a su lado mientras yo me ocupo del resto— murmuro ya harto de las palabrerías y regaños de la anciana, sobó sus sienes cuando ella se alejó
"La destrucción de la Mansión Hyuuga"
— ¡¿Qué diablos haces?! — grito Neji esquivando sus ataques
— Otra de mis estupideces— dijo mientras veía al serio líder Hyuuga, sin hacer nada
"La Carta Oculta para Kazekage y el Raikage en el aviso mandado por el consejo"
La primer hoja…
.- Perdonen, el secreto es extraño y estúpido pero necesario; he perdido la cordura más aún no deseo perder la cabeza, dependiendo de su actuación en mí "Mi juicio/Condena" hará más verídica mí "Muerte"
Confió en Ustedes-.
Porque era yo el que sobornaba al hombre que conduciría el carruaje
Era yo el hombre disfrazado de comerciante cuyo apellido era "Namikaze" al revés
Y era yo el que tocaba el cuerpo de Hinata con lujuria después de quedarnos solos en su departamento, degustando de su piel y de su aún escondido amor
"El Carruaje"
— ¿Disculpe? ¿Quiere que lo deje ir por…? — El joven con una el disfraz puesto enseño una bolsa llena con billetes de gran cantidad— Y yo creo que me iré a la cantina a acabarme todo esto— tomó el dinero y se marchó
«Eso fue tan fácil» Se puso bien la capucha en la cabeza de modo que su rostro no pudiera ser visto, el hacer un clon demasiado real necesitaba de mucha energía y desde ya hace mucho tiempo que no utilizaba tanta en una sola noche; por lo que decidió arriesgarse a ser descubierto que desmallarse por el cansancio a mitad de camino
— ¿Hacía dónde Hyuuga-sama? — preguntó al momento de verla de reojo, como entraba sin ningún cuidado. Debió de haberle contado de su plan. Ella tardó en contestarle
— A la Aldea de la Cascada— su voz no parecía muy emocionada, y era comprensible
— ¿Y qué espera encontrar ahí? — pregunto con la esperanza de no estar haciendo más daño que bien
— No lo sé—
¿Cómo esperaba que le contestara aquello? Aunque en realidad eso era lo que más deseaba. Puso en marcha esa cosa que por lo visto no era tan difícil manejar, y mientras más se acercaba hacía donde era el punto de partida pensaba en lo que haría después. Comenzó a ver doble
Tenía que parar, sin embargo no se percató que ella se había dado cuenta
— ¿Paso algo? — preguntó en un tono casi inaudible para él. Eso no era bueno — Disculpe—
— No… es solo que…Debemos parar aquí— Ya no podía seguir, la vista le fallaba, ya llevaba días sin dormir y no se daba tiempo al usar chakra, eso agregando que no había comido; aunque no negaba que se sintió extraño tender su mano hacía ella en esos momentos— Y seguir a pie… Corremos el riesgo de encontrarnos con renegados o criminales…—
— Podré con ellos— ¿Por qué en esos momentos solía estar tan segura? ¡Maldita sea debía dormir! ¡Cerrar los párpados y no abrirlos en días!
— No, no podrá… menos en su estado—
¡Mierda! ¡Se había pasado de lengua larga!
— ¿Cómo lo sabe? — preguntó ella con la sorpresa impregnada en su voz
— Eso no importa…— Siseó, más dejó de respirar intranquilamente cuando la Hyuuga tomó su mano
"El Mercado"
Ese sueño fue tan relajante que nunca se percató cuando el barco que salió después del de Hinata llego a su destino después de algunas turbulencias. Un disfraz y su buena actuación le habían ayudado de nuevo a conseguir aquello por lo que ya estaba delirando
Una sonrisa de la futura madre de su hijo
"La Segunda noche en La Cascada"
— ¿Qué hacen ustedes aquí? — preguntó el desconcertado señor a penas entro a su casa
— Primero quítate ese disfraz y después hablamos— dijo Haruno Sakura sentada en el sofá
— Si, de esa forma te vez más sabio— se burlaba Inuzuka Kiba
— Cierren el pico— murmuro fastidiado el mismo rubio que debía estar bajo tierra— ¿Cómo su…? —
— Konohamaru— contestaron las personas que invadían su departamento
— Creo que ya debes reconsiderar eso de contarle todo— aconsejo Ino probando un helado de vainilla, uno muy costoso. Naruto le quito el bote y lo cerro, si estaba molesto
— Dejen de comerse mi comida sin permiso… y según ustedes yo era el tragón—
— Cálmate, no querrás hacerte de enemigos a tus vecinos ¿O sí? — preguntó Uchiha Sasuke sentado afuera en el balcón, y a pesar de estar ahí podía escuchar a la perfección los pleitos de los niños que habían logrado convertirse en héroes
— ¿Vecinos? —
— Hiashi— dijo Tenten sacándolo de dudas
— Ah—
Pero al parecer, todo aquello había valido de cierto modo. Bastaron más de cinco horas para explicarle todo aquello a Hinata y más de veinte minutos escapar de ella por lo furiosa que estaba ¿Cuántas vueltas le dieron a la aldea? Quién sabe, en verdad que jamás se le debía molestar a una mujer preñada
Contando hasta diez y unas cuantas tazas con chocolate caliente, ayudaron para hacerle ver que ella no podía mentir con la facilidad del resto, realmente le había dolido saberse excluida de algo tan importante
Pero después de escuchar el "Nunca estuviste sola" y las confesiones de cómo habían podido entrar a la aldea (identidades falsas) termino por llorar de lo conmovida que estaba, aunque eso no salvó a Naruto de deberle un satén cuyo uso termino en su cabeza
Gracias a Ino, ahora sabe como desquitar su ira sin la necesidad de reprimirse, solo aventarle cualquier cosa que tuviera a la mano
Y aunque para la mayoría de Konoha todo había regresado a la normalidad y tenían presente aquel juicio como un momento memorable e injusto. Para los chicos que vivían en la cascada aprendieron más de que se esperaban
— ¿Tiene de color azul? — preguntó una mujer vieja al chico de cabellos negros y sonrisa burlona, aunque seca
— Solo verde, rojo y amarillo—
— ¿Y cuando le llega el color azul? —
— No trabajamos el color azul señora—
— ¡¿Cómo que señora?! ¡No soy señora soy señorita! Vago…— bufó — ¿Y cuanto es lo menos? —
— Ya es precio, no puedo rebajarle— cerro sus manos fuertemente sin dejar de sonreír
— Pero ya soy clienta…— ¿Cómo le había cambiado tanto la voz? — Anda… no seas malo y rebajarme no se… ¿La mitad? —
— Escuche… he estado aquí sentado por más de diez minutos con usted, he perdido a cinco clientes que no piden limosnas y ninguno en las semanas que he estado aquí me ha hecho desear destripar pescados como usted… y creo que debo darle crédito, pero le diré esto… si no desea comprar… simplemente no lo haga— gruñó procurando no sonar demasiado grosero
— ¿Y no tienes azul celeste? — Sai se llevó una mano a la frente
~ Fin ~
Procure ser breve y no extenderme tanto ¿Qué paso después de la reeconcilación de Hinata y Naruto? Lo dejaré a su imaginación
Perdonen si no contenía Lemon pero últimamente no he estado de ánimos para ello :(
Se despide de ustedes y del primer fic que acabo: Naoki-sama!
P.D: No se les olvide dejar sus Reviews!