Disclaimer: Naruto y todos sus personajes son propiedad de Masashi Kishimoto. Yo sólo me limito a inventar una historia con ellos, sin fines de lucro.

Advertencia: Esta historia contiene lemmons, limes y cualquier cantidad de cosas pervertidas y descabelladas que te puedas imaginar (?).


Hola, gente!

Aquí estoy luego de una muy larga ausencia publicando uno de los primeros fanfics que escribo en muchísimo tiempo. Espero que sea de su agrado y que me ayuden a mejorar mi mediocre escritura.

En fin. Nos leemos al final del cap.


Sorpresa.

Halago.

Incredulidad.

Confusión.

La cara de Naruto expresó todos esos sentimientos al oir la confesión de Hinata. Un montón de preguntas revoloteaban en su cabeza, y estaba casi al borde de una combustión interna de lo rápido que maquinaba su cerebro sin embargo, no tenía ni idea de qué hacer o decir en ese momento.

Como ninja debía estar preparado para actuar hasta en los escenarios más improbables. Había enfrentado a los enemigos más sádicos del mundo shinobi en cruentas batallas que lo habían dejado al borde de la muerte. Era reconocido en todo el mundo por sus grandes hazañas y sobre todo, por no cerrar nunca el pico y sus salidas inesperadas a todos los problemas.

Por Dios... Hasta cargaba una cámara por si Kakashi se quitaba su máscara o a la vieja Tsunade se le acaba el chakra para mantener su aspecto joven.

Pero ahora, se encontraba con Hinata sentada a su lado, esperando pacientemente que él terminara de procesar todo lo que ella le había dicho. Aunque estaba algo nerviosa. El chico no había quitado su mirada de ella en 15 largos minutos.

Era la primera vez que Naruto-kun la observaba durante tanto tiempo pero él seguía en su mundo. Ya había descartado que le estuvieran jugando una broma, y que ésa no fuese Hinata de verdad sino un espía de Sasuke enviado para distraerlo mientras destruía la aldea.

En los últimos meses había aprendido a reconocer a Hinata a metros de distancia.

Demonios...

¿Qué hacer respecto a la declaración de tan preciosa mujer?

Naruto tomó delicadamente la barbilla de la muchacha, haciendo que ésta lo mirase directamente a los ojos y aumentase su sonrojo.

Observó con detenimiento su rostro.

Sus labios estaban ligeramente entreabiertos. Se veían provocadores y sensuales. Era un contraste increíble. La inocente y tierna Hinata poseía unos labios seductores, que lo hacían imaginar cosas escritas en las partes más picantes de los libros del Ero-sennin. En ese instante pensó que si no fuera por su excesiva timidez ya se habría hecho con la mitad de los hombres de Konoha. Y justo se le confesaba a él.

Sus ojos, poseedores del Byakuugan lo miraban esperanzados... Expectantes. Por primera vez pudo detallar el amor y devoción con que esos cristalinos ojos lo admiraban. Aunque estaban asustados. No de la misma manera que lo estaban los aldeanos porque dentro de él residía el Kyuubi. Ella acababa de abrirle su corazón y tenía miedo de que hiriera sus sentimientos.

La persona más pura de Konoha . Quien nunca lo había juzgado, tenía miedo de él. Y él no quería lastimarla por nada del mundo.

Desde que pensó que la había perdido a manos de Pain, esos sentimientos habían empezado a florecer. Siempre la había considerado una kunoichi de primera clase, pero a raíz de ese episodio comenzó a sentir ciertas cosas por ella.

A pesar de eso, había decidido no hacerle caso a esos sentimientos.

Él también estaba asustado.

Tenía miedo de herirla. De que terminara como su madre. De perder el control con ella..

-Hinata-chan...—soltó luego de un rato—¿En verdad sientes todo eso por mí?

Hinata abrió los ojos de par en par, asombrada por la mortal seriedad en la voz del rubio.

-S-sí, Naruto-kun—respondió rápidamente—Yo nunca había estado tan segura de algo en mi vida—añadió con más determinación.

Naruto dejó relucir una sonrisa aun más radiante que cuando estaba a segundos de degustar el ramen especial de Ichiraku.

Hinata no pudo evitar sonreír ante la reacción de su amado. Adoraba esa sonrisa zorruna e infantil.

El chico, al verla sonriendo, se sonrojó ligeramente. Era aun más hermosa cuando sonreía.

Ese pensamiento fue lo que lo hizo reaccionar.

Él era el hijo del cuarto Hogake y discípulo de uno de los tres legendarios sannins. La chica con la que había fantaseado en la última mitad de año le había confesado su amor.

Debía hacerle saber que él también sentía cosas por ella.

Así que lento y sin perder ni un detalle de la reacción de Hinata, acercó su rostro al de ella.

Naruto-kun iba a besarla.

Su rostro se tiñó del carmín más intenso cuando sintió la respiración de Naruto mezclándose con la suya. Sus rostros a centímetros de distancia.

Ella jamás había sido besada. Millones de veces había soñado con ese momento y estaba a punto de materializarse.

Naruto se detuvo cuando casi podía sentir los sonrosados labios contra los suyos.

Quería que fuera ella quien terminara de juntar sus labios contra los de él.

Hinata tenía ya sus ojos cerrados, esperando a que la virginidad de sus labios fuera robada. Esperando sentir los firmes labios de Naruto. Pero nada sucedió.

Aún podía sentir la respiración algo acelerada del chico contra su rostro así que abrió un poco su ojo izquierdo. Se encontró con el rostro del hombre al que amaba a escasos centímetros del suyo y su corazón dio un pequeño vuelco al notar que solo debía echar su cabeza un poco más adelante para poder sentir el roce que tanto deseaba.

Y así lo hizo.

Fue sólo un toque suave de sus labios pero ambos sintieron cosas maravillosas en sus cuerpos. Hinata sintió como se derrería interiormente. Sintió cómo su cuerpo respondió a esa delicada caricia y deseó más. Se separó momentáneamente de su amado para iniciar un nuevo beso luego de un par de segundos.

Naruto estaba maravillado por la suavidad de los labios de la chica. Continuó acariciando sus labios con los de ella hasta que sintió la imperiosa necesidad de chuparlos suavemente.

Con cuidado de no espantarla, colocó ambas manos a los lados de la cabeza de ella. Acariciando sus tersas mejillas con sus pulgares.

Sentir sus labios entre los de él era la mejor sensación del mundo.

Hinata estaba en las nubes. El beso de Naruto era algo alucinante. Mejor que en cualquiera de sus fantasías. Mejor de cómo lo describían sus amigas o las revistas para chicas.

El corazón casi se le sale del pecho al sentir cómo Naruto succionaba lentamente su labio inferior.

Luego de unos minutos de caricias finalmente entendió cómo debía besarlo. Empezó a imitar los movimientos que el rubio hacía. Y a chupar igual que lo estaba haciendo él. Envolvió sus brazos al rededor de su cuello y se pegó aún más al chico.

Naruto también era inexperto respecto al tema de los besos pero estaba seguro que para ser de sus primeras veces besando, lo estaba haciendo asombrosamente bien.

Lo supo cuando al intentar introducir su lengua en la boca de Hinata ésta lo recibió de forma alegre. Masajeándola y jugando con ella, soltando casi inaudibles gemidos cada vez que él tomaba el control en la danza que habían iniciado.

En ese momento solo existían ellos dos en su propia burbuja.


Bueno, qué tal les pareció este primer capítulo? Dejen su opinión en reviews!

No es un oneshot, pronto subiré el siguiente cap.

Es un calvario medio editar algo desde mi Sony Tablet S aquí en FF.

Nota: Editado el 23 de enero de 2013. Disclaimer y advertencia agregada. Varios errores ortográficos corregidos. Siéntanse libres de señalar cualquier otro error/falla que haya pasado por alto.