Ultimo capitulo. Como avanza diez años, vuelvo a poner las edades por las dudas.

Familia Berry Fabray

Rachel y Quinn: 55 años

Beth y Bella: 40

Emma y Apple: 30

Lexi: 28

Jules: 24

Rose: 14 años y 9 meses

Anna: 12 años

Familia Lopez Pearce

San y Britt: 55

Gabi: 31

Andrea: 28

Tomas: 22

Lili: 13

Descargo: Por última vez digo que Glee no me pertence, pero por última vez digo que si me perteneciera y tuviera la posibilidad de ver a Lea Michel o a Dianna Agron.. NO LES DARIA DESCANSO… listo lo dije.

Capitulo 88:

Diez años después en la casa Berry Fabray – Día del aniversario de los 30 años de matrimonio de Quinn y Rachel

Beth entraba a la casa de sus madres como si nada, fue directo a la sala y se sentó en el sillón. Se cruzó de brazos y miró directo al televisor de la sala que estaba apagado. Tenía el seño fruncido y los ojos rojos de haber llorado. De vez en cuando resoplaba para ver si mágicamente una de sus madres aparecía a ver que le pasaba, pero a casa parecía deshabitada.

- ¡PUM! – un portazo en la puerta alertó a Beth que se quedó esperando a ver quien lo había provocado. Segundos después Lexi caminaba toda enojada entrando en la sala y adoptando la misma posición en el sillón de brazos cruzados que su hermana. El lechucín miró fijo a la televisión también.

- ¿Están? – preguntó al vació

- No lo se – contestó de mal humor el cangurin

- ¡PUM! – otro portazo y otra rubia que entraba a la sala de la misma manera. Emma se sentó al lado de Lexi, también cruzó los brazos y también miró fijo para adelante. Al igual que Beth venía con el ceño fruncido y con los ojos colorados.

- ¿Están? – preguntó

- No lo sabemos – contestaron a duo las otras dos

- ¡PUM! – tercer portazo y cuarta mini Quinn ya no tan mini, que aparecía en la sala y hacia exactamente lo mismo que hicieron las anteriores.

- ¿Están? – repitió Apple

- No lo sabemos – repitieron las otras tres. Hasta ahora eran cuatro hermanas mirando a un punto fijo en la sala, con la característica de que parecían enojadas o molestas por algo.

- ¡PUM! - ¿Será la Berry Fabray que faltaba? Y si, como era de esperarse, Jules entraba a la sala, ponía su trasero en el sillón haciendo que sus hermanas se tuvieran que apretar para que entrara. La más pequeña se cruzó de frasos, murmuró algo por lo bajo y miró al mismo punto donde miraban las otras.

- ¿Es…? – iba a preguntar

- NO LO SABEMOS – contestaron todas irritadas.

Hubo un silencio que duró aproximadamente lo que Lexi tardó en hablar.

- Odio a mi esposo – dijo – Se cree con el derecho de decirme que gasto demasiada plata en ropa… ¿Saben lo que me dijo? – sus hermanas la escuchaban pero seguían en la misma posición – Me dijo que me pusiera el vestido verde con las botas negras, que quedaban bien… CON BOTAS NEGRAS… ¿Se imaginan que diría la prensa si ve a la ganadora de dos premios Tony con un vestido verde y botas negras…¿SE IMAGINAN? Mami me decía que no me casara con alguien llamado Timotheo, pero yo ¿Qué tuve que hacer? Ir y casarme con alguien llamado Timotheo… SOY UNA CABEZA DURA – Expresó

- Eso no lo vamos a discutir – peleo Apple

- Mami Rach nunca le dijo que no a Mamá, lo que mamá quería Mami se lo daba, ¿Se acuerdan la vez que a mamá no le gustaba el color que había puesto la diseñadora en la cocina? – les preguntó a sus hermanas.

- Para no acordarse, mami Rach se pasó toda la noche pintándolo del color que realmente quería mamá – contó Jules haciendo que todas se acordaran de la lucha de pintura que se armó entre madre e hijas esa noche

- Odio a mi esposo – Esta vez el odio venía de Beth – No entiende que no quiero más hijo, que con Rose, Anna y Alice ya tenemos suficiente. No pienso pasar por un parto más… Ni siquiera sé como hizo mamá para sobrevivir a cuatro partos – agitaba sus brazos – Pero claro, lo que Lucas quiere, Lucas tiene… ¡es un caprichoso! Esta vez no voy a dar mi brazo a torcer.

- En realidad es lo que Beth quiere, Beth tiene. Tu eres la caprichosa – Lexi recibía una mirada asesina.

- ¿Se acuerdan cuando mamá nos contó que mami Rach después de cada parto tenía que dormir una semana en el sillón como castigo de haberla hecho pasar por eso? – todas rieron ante la anécdota que refrescaba Lexi - ¿Qué número de sillón es este? – preguntó el lechucín mirando el sillón donde estaban sentadas.

- El noveno creo yo – contestó Beth – Mamá le compró uno más grande porque cuando esta de penitencia y tienen a las niñas – hablaba por las hijas de ellas – son nueve personas en un sillón cama – Las tres de Beth. Sophie y Jenny, las mellizas de cinco años de Emma. Violet y Juliet, las mellizas de tres años de Apple. Charlotte y Eloise las nenas de dos y cinco meses de Lexi respectivamente.

- Odio a mi esposa – Obviamente la que se quejaba era Emma – Si yo le quiero dar helado a mis mellizas porque se me da la gana de darle helado, se los doy… ¿O acaso le tengo que pedir permiso a su otra madre? Son mis hijas también ¿o no? ¡Yo las sufrí nueve meses en mi panza!... Pero claro, según la señora yo no se decirles que no…

- En eso tiene razón Emma – saltó su melliza – No sabes decirles que no – sus hermanas asintieron

- Mami Rach siempre nos daba lo que queríamos – se defendió Emma -. Y hemos salido bastante bien – agregó

Todas se rieron – Emma… - habló Beth – Mami Rach creía que nos daba todo lo que queríamos… hasta que Mamá levantaba su ceja… allí se acaba el capricho – todas estuvieron de acuerdo.

- Odio a mi esposo – Era el turno de Apple - ¿Es mi culpa acaso que los otros doctores me consideren atractiva? ¿Es mi culpa que los años de porristas me hayan dejado este escultural cuerpo? – un poco de humildad para el momento

- Gracias a dios por las porristas – dijeron todas las demás a unísono.

- Entonces ¿por qué demonios tengo que aguantarme las escenas de celos de mi esposo? Yo no le dije al jefe de cirugía que me regalara unas rosas por la promoción… lo hizo el solo… Pero noooo Pete se volvió loco e hizo un terrible problema, cansada me tiene con sus celos… cansada – agregó

- ¿El jefe de cirugía está bueno? – le preguntó Jules

- Está para entrarle sin aviso – le contestó Apple

- Luego te preguntas por los celos de tu chico- agregó Emma

- ¿Se acuerdan cuando Mamá agarró la tarta que le había traído la vecina a mami Rach y se la estampó en la cara sin dudarlo? – todas se rieron a carcajadas – Nunca más la vimos – comentó

- ¿Y la otra vecina que corría atrás de mami por las mañanas? – Lexi sumaba un recuerdo

- Yo creo que se les fueron las ganas de correr cuando Mamá la tacleo en medio de la cuadra y le dijo que la única que corre detrás de su esposa era ella – contó Emma

- Odio a mi futuro esposo – la última que faltaba – Vamos a ver el lugar para celebrar la ceremonia y el dueño de lugar se me tiró no se cuantas veces – contó – Vamos a ver al barman que se va a encargar de las bebidas y el tipo se me tiró no se cuantas veces – Vamos a ver…

- Ya entendimos Julie – La frenaron porque sabía que la cantidad de candidatos que tenía su hermana era ilimitada

- Bueno pero parece que Tomy no lo entendiera todavía, el sabe que no soy mujer de un solo hombre… bueno es decir si soy de un solo hombre, me voy a casar con el, lo que quiero decir es que no puedo evitar tener esos efectos en ellos – explicó algo que sus hermanas ya sabían – Esta bien, lo admito. Moví las cejas varias veces, pero es que un descuentito no me iba a venir mal – la verdad salía a la luz

- Pobre Tomy – todas sus hermanas le daban el pésame al chico

Nuevamente el silencio llegaba a la sala. Todas suspiraban al mismo tiempo y seguían mirando fijo al televisor

- ¿Porqué es tan difícil? – preguntó Emma

- Mamá y mami lo hacen ver tan fácil – agregó otra de ellas

- ¿Cómo han hecho para durar 35 años de casadas? – Beth se cuestionaba.

Ninguna de ellas pudo seguir hablando porque varios gritos de su rubia madre las despabilaron

- NO RACHEL… JAJAJA…. NO… PARA…. ¡QUE PARES TE DIGO! – luego de eso escucharon un portazo seguido de otro

- PERO AMOORRRR DIJISTE QUE LO IBAMOS A HACER LA CANTIDAD DE VECES QUE NUESTRO ANIVERSARIO – se quejó la morena haciendo que sus hijas se miraran

- Les juro que ya no me hace falta taparme los oídos – dijo Lexi resignada

- LLEVAMOS 22 RACHEL… ME TIEMBLAN LAS PIERNAS… NO DOY MAS – contestó Quinn

- Yo si necesito – Emma se tapó los oídos

Lo próximo que escucharon fue otro portazo y alguien que bajaba corriendo las escaleras

Quinn entraba a la sala en ropa interior e iba siendo perseguida por su mujer que también estaba semi desnuda. Las jóvenes giraron los ojos – Que pares te digo – la rubia corria entre los muebles

- Me lo prometiste – le recordó la morena

- Ya lo se pero no puedo más – se defendió Quinn. Ninguna se daba cuenta de la presencia de sus hijas en el sillón

- Si puede correr huyendo de mi, puedes hacer el amor otra vez – dijo la basquetbolista

- ¿En serio mami? ¿En serio? -se quejó Apple pero la pareja no le prestó atención

Rachel amagó para ir por un lado y se fue por el otro, Quinn fue hasta la mesita de la sala, en frente del sillón donde estaban sentadas sus hijas y la morena aprovechó para treparse el sillón y pasar por encima de sus hijas para agarrar a la rubia.

- ¡MAMI! – se quejaron las que habían sido pisadas

De nuevo Rachel hizo caso omiso a las protestas y recostó a Quinn arriba de la mesita para luego subirse sobre ella y comerle la boca de un beso

- Rach… amor… las niñas… - si se habían dado cuenta

- Shhh – la silencio con otro beso – SI las ignoraos se van a ir solitas – le dijo haciendo que sus hijas giraran los ojos

- Nos nos vamos a ir pedazo de mormonal – protestó Lexi

Rachel subió la mano para tocar uno de los pechos de Quinn

- Yo creo que si me voy – Emma era todo lo que podía aguantar

- Tu no te vas – la frenó Jules – Mami está tocando a Spongi… no es nada nuevo…

- RACHEL – Quinn frenó a su mujer

- ¡NIÑAS! ESTOY TRATANDO DE TENER SEXO CON SU MADRE – les comunicó Rachel mientras Quinn salía corriendo a su cuarto para buscar algo con que taparse.

- NOSOTRAS TENEMOS PROBLEMAS – protestó Lexi dramáticamente

- ¿Qué les pasó? – Quinn volvía vestía y con una muda de ropa para su mujer

- ¿LES PASÓ ALGO A LAS NIÑAS? – Rachel se desesperó por sus nietas

- Tus preferidas están bien – aclaró la aun celosa Jules

- Oooo pobre Jules – la cargaron sus hermanas – Aun no aceptan que la hayan sacado del club de las geniales – Jules se volvió a cruzar de brazos

- Lo siento lobito, pero cuando retaste a por comer demasiado chocolate perdiste tu genialidad – le dijo Rachel – Era mi obligación moral como presidente de echarte – le explicó

- ¿Me van a contar que pasa o no? – Quinn no quería otra discusión sobre ese club de morondanga del cual ella no era partícipe.

- ODIAMOS A NUESTROS ESPOSOS – contestaron

- Y ESPOSA – agregó Emma

- Y FUTURO ESPOSO – se sumo Jules

Quinn Rachel se miraron y se largaron a reir a más no poder.

- No es gracioso – Se quejó Beth

- Niñas… niñas… - dijo Quinn como pudo – a lo largo de toda la vida vas a odiar a sus esposos, esposa y futuro esposo muchas veces – explicó

- Muchísimas – comentó la morena

- Cada vez que alguna tipeja se le regalaba a su madre, yo odiaba a Rachel – dijo

- Cada vez que su madre le movia la cola a algún tipo para provocarme celos, odiaba a su madre – contó la morena

- Es así… la pareja es un odio constante – comentó Quinn – Pero lo bueno es que no es odio del malo – aclaró – es odio del que provoca más amor aun…

- Odio del que provoca arrancarle la ropa y hacerle el amor una y otra vez…

- ¡RACHEL! ¡MAMI! – la retaron

- ¿Qué? A esta altura…

- El caso es que sea lo que sea… si es odio del que hace que los amemos aun más, es bueno. Y hay que luchar para transformarlo en amor lo más rápido posible ¿Entienden? – miró a sus hijas

La jóvenes se miraron entre ellas y sonrieron - ¡FELIZ ANIVERSARIO PAR DE MORMONALES! – Lexi se levantó del sillón y corrió a abrazar a sus madres

Una por una de sus hijas e fue sumando al abrazo.

- ¿Alguien más piensa que huelen a sexo? – preguntó Jules

- YOOOO – contestaron a unísono a medida que rompían el abrazo

- Mejor me voy a bañar antes de que lleguen los invitados – había celebración intima en la casa. Quinn salió de la vista meneando sus caderas y con los ojos de Rachel clavado en ellas

- ¿Vas a ir por la 23? – preguntó Lexi

- ¿Les queda alguna duda? – preguntó la morena saliendo de tras de su esposa

- ¡Dios! Menos mal que ninguna de ellas tiene un miembro porque sino seriamos una conejera comentó Lexi con el apoyo de sus hermanas

Más tarde en el festejo

- No puedo creer que nos hayan interrumpido para ahora estar acurrucadas todas con sus parejas – Rachel y Quinn miraban como cada una de sus hijas hacia lo aconsejado con sus respectivas parejas – ¡míralas! ¡Mormonales! – chillaba Rachel - ¡TOMY! – retó al chico – SACA LA MANO DEL TRASERO DE MI HIJA – La cosa no había cambiado mucho al parecer – Quinn ¿Dónde está mi bate? – le preguntó a su mujer

- Deja el griterío bomboncito – Santana se acercaba con Marcos, el hijo de tres años de Andrea. aparte de Lili este era el único nieto que tenían las brittana – MI hijo ya puso el anillo, tiene derecho de tocar todo lo que quiera – comentó la latina.

- Hasta que no diga si quiero, ese traserito sigue siendo de sus madres – protestó Rachel.

- Mami… - Lexi llegaba con Charlotte en sus brazos que sin esperar se trepó a los brazos de su morena abuela - ¿Puedes ir a ver que le pasa a Eloise? Ya no se como hacer para que deje de llorar – agregó

Rachel se fue rápido a ver a su nieta. Y Marcos se bajó de su abuela para perseguirla

- ¡SANNY! – Britt aparecía en la escena - ¿ya les preguntaste? – algo tenía que hacer Santana

- No sé cómo decirles ya. No les voy a prestar a Rachel para sus noches de sexo…

- Cierra la boca rubia hueca – la calmó Santana – Lo que queríamos preguntarles es si quieren hacer el viaje a Londres con nosotras – explicó

- Pero ustedes llevan ese viaje planeado hace meses – dijo Quinn

- Lo sabemos – la calmó Britt – Pero pensamos que de a cuatro nos vamos a divertir más. La niñas ya son grandes y sería una linda manera de festejar nuestra amistad – dijo La bailarina

Quinn las miró muy seriamente - ¡Me encantaría! – las abrazó

- Además tal vez embriagándote consigamos que nos dejes tocar al bomboncito…

- ¡SANTANA! – Quinn la retó

- Es broma rubia, es broma – la calmó su amiga

- BUENO… - Rachel llamaba la atención de los presentes. La basquetbolista tenía a su lado a su nieta mayor, Rosie, que llevaba alzada en sus brazos a Eloise, y de la mano derecha de la morena salía un largo tren con 9 niños – NOSOTROS NOS VAMOS AL PARQUE UN RATO… NIÑAS Y NIÑOS DIGAN ADIOS - incitó Rachel

- ¡ADIOOOOS! – dijo todo el clan

- ¡UN CEMENTO! – fueron tantas las voces que no se distinguió quien los había frenado.

- Ustedes no van a ningún parque – dijo Quinn

- Ya sabemos cuáles son tus intenciones madre – Lexi no iba a permitir que su hija de poco meses terminara en un lago

- ¿Mis intenciones? – Rachel se hacia la tonta – Lo único que quiero es sacar un poco al sol a las niñas y niños.

- Entonces que tomen sol en el patio – dijo Emma

- Pero el patio no tiene lago para embarrarse – esta fue una de las hijas de las mellizas de las mellizas

- Sophie eso tienes que tratar de no decirlo – le aclaró su abuela Rach y la pequeña asintió tratando de memorizarlo.

- Rachel...

- Si lo se, lo se… vamos a jugar al patio – no podía enfrentarse a la mirada asesina de todos los presentes. La morena salió al jardín con todos los pequeños

….

- Lexi – Desde la cocina Quinn llamaba a su hija - ¿Puede alguien ir a decirle a Rachel y a los niños que entren así servimos? – pidió

EL lechucín salió en busca de su madre mientras Quinn y las más grandes ponían diferentes platos de comidas y bebidas en la sala

- ¡NO ESTAAAAAAAAAAAN! ¡SE HAN ESCAPADO! – Lexi irrumpía a la sala como loca

- ¿Qué dices? – preguntó Santana

- Que se han ido, no están en el patio y la puerta del garaje está abierta – rata traicionera

- ¡MI NIETO EN EL BARRO! – chilló la latina

- MI HIJA TIENE MESES APENAS – esta fue Lexi

- TODOS TRANQUILOS – los calmó Quinn – Si se han ido caminando no pueden estar muy lejos – razonó la fotógrafa – Agarren sus autos y nos vemos en el parque… hay que detener esta embarrada masiva cueste lo que cueste ¿de acuerdo? – preguntó

- ¡SIIIIIIIIIII!¡TODOS CONTRA EL CLUB DE LAS GENIALES 2.0! – Ese grito de guerra dio inicio a la persecución

En el parque

Rachel, sus nietas y sus sobrinos nietos estaban todos a la orilla del lago agarrados de la mano. La morena tenía a Eloise, la menor de sus nietas en sus brazos

- De acuerdo.. a la cuenta de tres saltamos…. ¿Están listos? – les preguntó

- siiii – fue débil

- NO ESCUCHO… ¿ESTAN LISTOS? – repitió

- ESTAMOS LISTOS – esta vez si llego un coro como respuesta.

- Abu… - Rosie le señaló un lugar en le parque

La morena giró su cabeza y vio como una horda en cabezada por su mujer se acercaba hacia ellos corriendo a todo lo que da.

- ESCUCHEN – llamó la atención – TENEMOS QUE HACER ESTO RAPIDO… QUIEREN DETENERNOS PERO NO VAN A PODER…. ¿Qué SOMOS? – preguntó

- Geniales – contestaron los pequeños temerosos

- PREGUNTE… ¿Qué SOSMOS? – Insistió

- ¡GENIALES!

- RACHEL NO TE ATREVAS – ese grito fue de Quinn

- JURO QUE VAS A DORMIR EN EL SILLON POR AÑOS BOMBONCITO – santana corria a todo lo que da

- A LA UNA … A LAS DOS… Y…

- NO LO HAGAS MAMI…

- A LAS TRES…

- NOOOOOOOOOOOOOOOOO – no habían llegado a tiempo para impedir que todos sus hijos y nietas y nietos cayeran en el barro

- ¡GENIALES! ¡GENIALES! ¡GENIALES! - se habían juntado en el medio del lago y tiraban barro para todos lados festejando su victoria - ¡GENIALES! ¡GENIALES! – seguían los canticos

- ¿Por qué lloras Beth? – le preguntaron sus hermanas

- No lo puedo creer – dijo

- Sabes como es mami, cuando se le mete algo a la cabeza…

- No si eso si lo puedo creer – la corrigió Beth – Lo que no puedo creer es que hace años yo disfrutaba embarrarme y ahora mírenme soy una vieja rezongona – dijo - ¿Saben una cosa? – Beth preguntaba mientras restrosedia tomando carrera – Nunca es tarde – el cangurin corrió hasta llegar al lago y pegar su salto para adentrarse a el.

- Que carajo – Jules hizo exactamente lo mismo que su hermana mayor.

Uno por uno, novio, esposo, esposa , pareja se fueron tirándose al barro

- No lo puedo creer… ¿los viste San… - Santana paso corriendo a Quinn hasta caer en el lago - ¡SANTANA! – la retó

- ¿tú no vienes cariño? – Rachel había llegado a la punta para molestar a su mujer

- Ni pienses que vas a entrar a mi casa a si Rachel Berry – la retó

-¿Y como vas a hacer para entrar tu? – le preguntó acercándose más

- Yo estoy perfecta – Quinn le señaló su impecable estado

- Por ahora… - la morena levantó su cuerpo para agarrar a su mujer y meterla con ella en el lago.

-¡RACHEL! – Quinn era una mugre - ¡TE ODIO! – una vez más

- Lo se… me odias tipo te odio y te quiero arrancar toda la ropa y hacerte el amor – sonrió pícara mientras se acercaba para abrazar por la cintura a su mujer

- No – se quejó QUInn – De verdad te odio – le aseguró

- ¿Me odias? – Rachel besó su cuello

- Si – repitió

- ¿Mucho? – otro beso y seguía subiendo

- Un poquito – iba aflojando

- ¿Un poquito? – llegaba a la boca pero se frenaba para enfocarse en los ojos de su mujer

Quinn agitó la cabeza – Te amo… te amo Rachel Berry Fabray… y de solo mirar lo que hemos hecho – señaló la guerra en el barro que se estaba llevando acabo entre su familia – Te amo más – le aseguró Quinn – Doy gracias a Dios por ponerte en mi vida – le dijo apretando sus labios en los de su esposa.

- Te amo Quinn Berry Fabray. Te amo cada día más y cada día agradezco que estés a mi lado. Agradezco haberme mudado a New York y haberme chocado con la rubia más egocéntrica del todo el planeta, porque sin ti, no hubiera conocido la felicidad – le dijo volviendo a buscar un beso.

- Te amo…. – repitió Quinn – En esta y…

- En otras vidas – repitieron las dos en conjunto.

En otra vida diferente

- Es una paciente que nos acaba de llegar doctora Fabray – le explicaba el jefe de rehabilitación a la Psiquiatra – Desde que sus padres fallecieron en…

- ¡MAMI! – Beth llegaba al lado de su madre

- Beth cariño, te dije que te tenías que quedar en la sala hasta que termine de hablar con el doctor… vuelve donde te deje cariño – le insistió madre a hija. La niña bajó la cabeza apenada y caminó hasta el comedor.

- Lo siento, la maestra se enfermó y la tuve que traer al trabajo conmigo – se disculpó Quinn – Sígame contando de la nueva paciente – insistió

- Como le decía, ingresó hace una semana. La internaron en el hospital por un coma alcohólico – contó el doctor – Desde que sus padres fallecieron en un accidente de autos ha caído en una depresión intensa – dijo

- ¿Cómo me dijo que se llamaba? – preguntó la rubia

- Seguro la conoce… Rachel Berry… la famosa actriz de Broadway. El problema es que ha adquirido todo tipo de vicios… mujeres, alcohol, drogas… ya sabe… - no quiere hablar con nadie y tenemos miedo de que tome medidas drásticas – se refería al suicidio

- ¿Esta es su habitación? – llegaban a una puerta abierta que mostraba un lugar vació

- ¡Amanda! – el hombre llamó a una enfermera - ¿Dónde está la paciente de esta habitación? – preguntó

La enfermera sonrió, al parecer la morena tenía mañas con las enfermeras – Pidio permiso para ir a la sala de juegos – explicó sonriente la mujer

- Tiene mucho efecto en las mujeres- le dijo el hombre a Quinn – Ninguna se le resiste – agregó mientras caminaba a la sala de juegos.

- ¿Porqué quiere que tome este caso doctor? - le preguntó la psiquiatra

- Usted es una de las psiquiatras más reconocidas en New York y ella es una importante paciente, creo que usted doctora es la que tiene más posibilidades – dijo una vez que llegaban a la puerta de la sala - ¿Esa no es su hija? – el doctor señaló a una rubiecita que estaba sentada arriba de una morena que dejaba que la pequeña manejara el control de los videos juegos.

- ¿Y esa quien es? – preguntó Quinn

- Rachel Berry … su paciente – contestó el hombre que vio como Quinn apuraba el paso para llegar a donde estaba su hija y Rachel

- MAMI – Beth – Rachel me está enseñando a matar zombis… ¡Mira! – Quinn no le prestó atención a su hija, no podía sacar sus ojos de la morena

- Rachel – el doctor llegaba al lado de Quinn – Ella es la doctor Quinn Fabray, tu nieva psiquiatra

- Yo no necesito un psiquiatra – contestó la morena sin dejar de mirar los videos juegos

- Beth ¿puedes ir a la cafetería por favor? – le pidió su madre

- Pero mamá estoy jugando…

- Por favor cariño, el doctor te va a acompañar – insistió

El hombre y la niña caminaron a la salida.

- Quinn Fabray – Quinn extendió la mano pero no recibió entusiasmo alguno

- No necesito una niñera – repitió Rachel de mala gana sin mirar aun a la rubia

- Por lo menos podría saludarme, es de buena educación hacerlo – la morena le estaba sacando la poca paciencia que le quedaba al final del día

Rachel agarró la mano de la rubia y el mar de energía que despegó de ese apretón la hizo mirar para arriba para encontrarse con los ojos más hermosos que jamás había visto. Inmediatamente y sin soltar su mano y sin sacar los ojos de los de la rubia se paró

- Rachel Berry – se presentó y ambas se quedaron tomadas de la mano y sin correr la mirada

- ¿Te conozco de algún lado? – le preguntó Quinn

- ¿Has estado en Broadway? -preguntó Rachel

- Definitivamente no – contestó la rubia

- Pues tal vez nos conozcamos de alguna otra vida rubia – dijo Rachel con su sonrisa más pícara y acercándose más a la rubia.

La rubia acercó su cara y justo cuando estuvo por llegar a la boca de la morena la esquivó y fue a su oreja para susurrarla – No se si nos conocemos de alguna otra vida, pero en esta, estoy segura de que nos vamos a conocer – le dijo – Y para ti soy la Doctora Quinn Fabray morena – fue lo ultimo que le dijo para despues separase de ella y caminar hacia la salida – Nos vemos mañana señorita Berry

- Por supuesto Doctora Fabray – Rachel le guiño un ojo – Definitivamente nos vamos a ver mañana – susurró por lo bajo Rachel – Definitivamente – agregó.

- FIN -

Por favor imagínense un teatro lleno de gente. Uno a uno pasen por favor…. Pinochon, Pinocho, pinochin, Porni, El amenaza, la coah Sue, las demás jugadoras del Liberty, Pete, Tomy, Timotheo, Bella, Lucas, la bestia, Sara, Puck, Tania, Mercedes, Sam, Mike, Tina, Squishy, Spongi, durito, Jesse, Nikky, Spencer, todas las mujers de Rachel, todos los amigos, todos los hombres que se le tiraron a Quinn, Jess, Frannie, Judy, Russel, la familia Lopez, la familia Pearce, Mary, Jessica Larsson, todas las bailarinas de Infierno, Jazmin, las maestras de las niñas, las directoras, todos los animalitos participantes, Los adres de Rachel, la casa de verano, las motos, Puppy, el lago, todos los Hipo, el señor hipopótamo, Beth, Apple, Emma, Jules, Lexi, Rose, todas las nietas y nietos, Santana, Brittany…. Y por supuesto Rachel y Quinn. Un aplauso a todos ellos por participar de esta humilde historia. Y muchas gracias a todas y todos los/las lectores que me acompañaron y rieron conmigo. Me han hecho my feliz, y eso no tiene precio. Estoy emocionadísima. Un besotototote enorme y espero que nos volvamos a encontrar. Muchisisisisismas gracias. Se las/los quiere.