Ahora-

Harry quería matar todas esas mariposas. Sí. Agarrar un palo y matarlas una por una. Hacer que dejen de hacer cosquillas y se centren en lo importante. Malfoy, Voldemort, y sus clases particulares con Dumbledore.

Pero por más que lo intentaba, esas mariposas en el estomago eran insoportables. Seguían caminando cada vez que aparecía Ginny, como si la llamaran. Cuando en realidad Harry quería que sus labios fueran los que llamaran a la pelirroja…

"Basta" Se recordaba al ver a Ron sentado a su lado hurgándose la nariz. Era la hermana de su mejor amigo, y aunque Harry era despistado, no podía decir que nada le pasaba con Ginny.

Oh, mierda con Ginny.

Mierda con su cabello tan hermoso y brillante. Mierda con su colonia u olor a flores tan maravilloso. Mierda con Dean Thomas, el novio de Ginny. Mierda con sus ojos, que eran iguales a todos los Weasley, pero Harry le encontraba lo suyo único.

Mierda. Mierda con todo lo que era Ginny.

Por eso, se sentía estúpido con esos monstros que aparecían cada vez que Ginny estaba con otro. Se sentía pésimo cuando esas mariposas atacaban ante su mínimo roce. ¡Ni si quiera había podido comer en paz es día en la casa de los Weasley, por su infantilidad con el tacto del codo de la muchacha!

Pero todos esos golpes, peores que todo lo vivido en situaciones de vida o muerte, desaparecieron tan rápido como el beso que le dio Ginny luego de ese juego. Un simple apretón de labios, así lo llamaría una roca sin sentimientos. Pero Harry había sentido más amor que nunca, más amor del que no había experimentado. Más que el húmedo beso que había tenido con Cho. Fue más.

Fue tanto, que se día en los jardines no necesitaron de las palabras, si no de los inocentes roces que se daban con los labios. Cuando la mano fría de Harry se unió con la cálida de Ginny.

Calidez. Eso le inspiraba la chica. Cuando estudiaron juntos para las MHB de Ginny, cuando se besaron en el cuarto de ella con lagrimas contenidas. Cuando se agarraban de las manos. Cuando fingió su propia muerte y Ginny gritó por él como si le hubieran quitado su vida. Cuando en la boda de Bill y Fleur no quería irse sin que ella estuviera a salvo. Cuando ese día después de que terminara todo, hablaron y se abrazaron sin despegarse un momento, por miedo a que el tiempo los desuniera como había hecho el destino.

"Cuando, cuando, cuando" Ese había sido el pensamiento de Harry por mucho tiempo para todo. Cuando acabaría, cuando se lo diría, cuando elegiría…

"Ahora" Le decía Ginny todo el tiempo en su interior. Bésame ahora. Siéntelo ahora. Goza en este momento, que es perfecto. "Ahora, ahora, ahora"

Ginny había formado con el tiempo esa parte que Harry nunca había tenido si no era por sus amigos. Familia. Amor. Compañía. Cariño. Por eso para Harry no había palabras más dulces que los "te amo" de Ginny.

Por eso, esa noche sin pensárselo dos veces, Harry se dijo "¡Ahora!" y se arrodillo en el suelo con una sola rodilla, dejando mostrar un anillo en su mano.

Por eso era que la amaba tanto.

Por eso era que Ginny le había enseñado el amor de ahora, la felicidad de ahora.

Por eso era que la amaba tanto.

Cada review será remplazado con un Harry de regalo…