¡Hola! Pues este es el último capítulo del fic... Y me da pena despedirme tods vosotrs. Pero... por supuesto que nos leeremos!

Advertencia: este capítulo contiene lemon (relato de relaciones sexuales).

Antes de que se me olvide: Agradecer a Tai, fudou-123 y Kari-nyan por sus comentarios, su paciencia y sus ánimos. Este capítulo va por ustedes. Gracias.

Disfrutad con la lectura:


-N-no… Es que tú…

-Prometo tratarte como te mereces.

-N-no sé…Akio.

-Vamos a intentarlo, por favor. Te prometo que te gustará.

Kido no contestó. Dejó que Fudou le besase, pero no hizo nada.

-Kido… hoy quiero que participes.

-…

-Lo vamos a hacer bien, ¿vale?

Y dicho esto comenzó a besar el cuello del estratega principal, muy suavemente. Cada cinco besos susurraba un "te quiero". La sensación que Kido estaba experimentando no era placentera, era mucho más que eso.

Jadeaba, suspiraba, y gemía suavemente. Akio sabía que Kido era sensible, y que aquello le encantaba.

-Yuuto, te voy a quitar la camiseta, ¿de acuerdo?

-E-está b-bien…

Se la quitó suavemente, dejando ver un torso bien formado. Le acarició con las yemas de los dedos los abdominales, mientras se sentaba en sus caderas.

Empezó un camino de besos, desde el ombligo hacia arriba, deteniéndose primero en los costados y más tarde en los pezones. Los besó y lamió suavemente, pero no mordió. A estas alturas Kido tenía la boca abierta, rogando por un beso, y los ojos entrecerrados por el placer.

Fudou se dio cuenta, y presionó sus labios contra los de su novio, casi imperceptiblemente. Lo que el número 8 no se esperaba era la reacción de Kido, que tiró de él por el cuello y le mordió el labio inferior, obligando al seme a abrir la boca.

Y allí en medio de ese beso demandante, Fudou abrió sus pantalones y de los fue quitando, junto con sus calcetines.

-Nghnnn… Yuuto, d-déjame… respirar.

Se separaron, agitados. Kido puso un puchero.

-Quiero ver tu torso.

Fudou sonrió.

-Pues ya sabes que hacer.

El de rastas tragó saliva y comenzó a subirle la camiseta al de la cresta, poco a poco. El ojiverde se deleitaba al ver a su novio participar (no era algo que hiciese muy a menudo ,que digamos), le encantaba.

Cuando Kido acabó de quitarle la camiseta Fudou, suspiró.

-Yuuto, ahora voy a quitarte los pantalones, ¿vale?

-S-sí. "Me está preguntando todo."

Fudou los desabrochó y los resbaló por las piernas del ojirojo, que ya gemía de excitación. Ya sólo les quedaban los bóxers.

-Me toca. –Kido se puso encima de Fudou.

Le acarició las piernas, subiendo desde la rodilla hasta la cintura. Quitó los bóxers de Fudou lentamente, y luego los suyos. Iba a besarle, pero Fudou les dio la vuelta de nuevo.

-Kido…- comenzó a acariciar el miembro del aludido.

-Nnnnn F-Fudou…

-Lo siento… es que no puedo. Lo siento.

-Aaaaa Akio, bésame.

Fudou lo besó, lamiendo sus labios, excitándolo.

-A-Akio.

-Yuuto, ¿puedo?- hizo un gesto.

Kido asintió. Vio como el de la cresta lamía sus dedos. Luego gimió cuando sintió uno de los dígitos del otro acariciando su entrada. Fudou lo metió muy lentamente, sin causarle un ápice de dolor a Yuuto. Lo movió en círculos. Al poco rato, metió otro. Kido frunció el entrecejo brevemente.

-¿Te molesta? ¿Los saco?

-N-no. Continúa así.

Fudou movió los dedos en el interior de Kido.

-Mmmm ¡Ah! ¡Más!- gritos de placer.

Akio metió el tercer dedo. Kido ni siquiera protestó. Tan solo gimió más fuerte.

-Akio… venga. Ahora.

El aludido levantó las piernas a su amante y lo penetró, despacio.

-¡AH! ¡MÁS! ¡AH!

Empezaron con un vaivén rítmico, que iba ganando velocidad. Las caderas de Kido se movían, incrementando el placer de los dos. Fudou arqueó la espalda, y se puso de rodillas, para llegar más adentro. No esperaba que Kido le echase hacia atrás y comenzase a autopenetrarse.

-Akio…to-tócam-me.

Lo masturbó mientras sentía el mayor placer de su vida: Kido bajando y subiendo por su miembro. Aquello era demasiado. Simplemente no podía más. Gritó mientras se corría en el interior de Kido.

Temblando por el orgasmo, consiguió que Kido se echase en la cama y se sentó de golpe encima, metiendo el miembro del de rastas dentro de él de una embestida.

-AAAAAAAA

-¡¿FU-FUDOU?

El aludido bajaba y subía con una velocidad alucinante, pero se estaba cansando. El ojirojo se dio cuenta y les dio la vuelta. Empezó a embestir él, intentando mantener los ojos abiertos para ver la cara de Akio: sonrojada y arrugada de placer. Siguieron un buen rato hasta que el ahora seme tocó ese punto de placer dentro del otro, que contrajo sus paredes internas.

Kido soltó un largo e intenso grito y se corrió dentro de Fudou. Aquello había sido maravilloso. Se tomaron unos minutos para normalizar sus respiraciones. Kido salió del interior de Fudou y se recostó a su lado.

-Te amo de verdad, Yuuto.

-Ahora te creo.

-Voy a hacer que todo el mundo sepa que nos pertenecemos el uno al otro.

-Quédate conmigo.

-No me iría nunca.


Bueno, hasta aquí dio mi pequeña cabecita... Espero que les haya gustado. De veras me da mucha pena que se acabe... ¡espero que nos leamos pronto!

Además no tardaré mucho en subir algún que otro fic de Inazuma Eleven, prometido. (Tengo uno de estos dos en proceso meh meh meh)

De nuevo, muchas, muchísimas gracias por leer y dejar reviews. Lo sois todo.

Un besazo