Mientras busco inspiración para "Observador", subo esta breve historia.

Por cierto, no soy propietaria de Hey Arnold!... por si alguien aún lo duda…XP

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Sonámbulo 1

Helga sonrió dormida, sintiendo en sus sueños el aroma de Arnold a sus espaldas y como un brazo la rodeaba por la cintura. Sin embargo, un pensamiento vino a su mente: yo no sueño con aromas. Helga de pronto se hizo más consciente de su cuerpo descansando en la almohada y la cama, de su pijama y… si, del brazo de Arnold rodeando su cintura. Tragó saliva. Sus pensamientos volaban a mil por su cabeza. Esto no podía estar pasando. No de nuevo. Hace siglos que no comía chicharrón de cerdo. Casi siempre leía los efectos secundarios de las cosas que comía. Generalmente leía las contraindicaciones de los remedios que tomaba. ¡No podía ser! Y ahora, se había colado en su pieza. ¿Cómo volvería a su casa? ¿Qué excusa diría si se despertaba? No se atrevía a abrir los ojos siquiera. Pero por otra parte, ¡qué agradable estar así con él! Los dos cobijados entre las mantas, su amado sujetándola de la cintura y su fragancia llenando sus sentidos... Un suspiro enamorado se escapó de sus labios. ¡No, Helga niña! Sus sentidos se agudizaron esperando comprobar cualquier indicio de que Arnold se hubiese despertado. Para su tranquilidad, la respiración de su amado no tuvo ningún cambio. Su amado era denso y de sueño pesado. Helga sonrió. Por ahora estaba segura, pero debía irse. Entonces, abrió los ojos.

Helga tuvo que esforzarse para impedir todas las exclamaciones de sorpresa que vinieron a su mente.

Frente a ella estaba la vieja y conocida pared de su cuarto. ¡Ella estaba en su propia cama, en su dormitorio! Entonces, ¿cómo? Con gran cuidado para no despertarlo, Helga se volteó a ver a Arnold. Él dormía profundamente. ¡Se veía tan dulce! Su rostro tranquilo, despejado de las preocupaciones de la vida diaria. Helga se inclinó ligeramente hacia sus labios. Se quedó allí detenida, en la ambivalencia de si aprovecharse de su inconsciencia y besarlo, o no. Finalmente, se acercó y rozó ligeramente los labios de Arnold. Entonces, percibió un sabor conocido. Chicharrón de cerdo. Helga sonrió, sintiendo como todo calzaba. Arnold debió haber comido chicharrón y luego caminó sonámbulo hasta su pieza. Te amo, murmuró Arnold. Helga se ruborizó. Debe estar pensando en otra, pensó Helga. Pero la esperanza bailó en su corazón.

Con un pequeño suspiró, Helga tomó su despertador y puso la alarma quince minutos antes de la hora que se despertaba Big Bob. Siempre podía fingir y hacer un escándalo más tarde si Arnold no se había ido, pero por el momento, no tenía ningún problema en seguir durmiendo junto a él.

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N/A: Helga no se despertó cuando Arnold llegó porque había tomado un antialérgico/antihistamínico que produce somnolencia. Lo iba a escribir, pero quedaba como demasiada información para el fic. Por cierto, dejo en la libertad de cada uno pensar qué edad pueden tener, pero a mi parecer, ya son más adolescentes.