Mary Sue, se mete con varios personajes. Cantidad de relatos cortos, turno de Sasuke.

DISCLAIMER: Los personajes son de Masashi Kishimoto.


Mary Sue caminaba por las calles de la aldea de Konoha. Había llegado hoy a la aldea, era un hada capaz de hacerlo todo con magia. Elegante, sensual, como una bailarina de ballet apoyaba los pies en la acera que desentonaba con ella. Su atuendo resaltaba, todos la miraban impresionados por tanta belleza en un solo ser. Pero cómo no iban a mirarla y enamorarse todos de ella, si era Mary Sue.

Tenía el cabello de un color dorado brillante, con mechas rosadas distribuidas por él. Era largo, pero acababa un centímetro antes de tocar el suelo. Tenía unos ojos expresivos y límpidos, con pupilas negras, centro amarillo y borde verde. Eran hermosos.

Sue tenía la piel más suave y blanca que pueda existir, y cubría parte de ella con un hermoso vestido rosado, que se ajustaba a la perfección a su esbelta figura. La gente de Konoha con la que se cruzaba la miraba de manera extraña, algunos llenos de deseo, pero ella tenía poderes mágicos. Sue podía leer las mentes de las personas, ya que era un hada. Un chico de cabellos negros se cruzó con ella.

—Sasuke-kun —dijo con una voz que sonó como una melodía a los oídos de él—. ¿A dónde crees que vas?

—Abandonaré la aldea, tengo que matar a mi hermano —Sasuke se sonrojó un poco ante la mirada de la bella mujer, pero contestó igual.

—Sasuke-kun, por favor, no te vayas de la aldea. —Mary Sue clavó sus ojos exóticos en él.

Sasuke sintió como sus blancas mejillas se encendían cuando ella le tomó la mano. Cayó en los encantos de Sue y olvidó por completo que debía ir a entrenar con Orochimaru para poder matar a su hermano.

—¿Q...quién eres? —Tartamudeó de la vergüenza—. Tú no eres de aquí.

—Soy Mary, Mary Sue. Un hada.

Y dicho esto, Sue chasqueó los dedos y en menos de lo que canta un gallo estaban dentro de la habitación de Sasuke. Sue le dedicó una hermosa sonrisa que lo hizo sonrojar aún más, y se encaminó hacia la puerta.

—Sue, espera. —Dijo Sasuke algo temeroso y avergonzado como un niño pequeño—. Quiero que te quedes conmigo, y que pasemos el resto de nuestra vida juntos. Que formemos una familia. Te amo, te quiero y te adoro mucho y me casaré contigo en matrimonio y tendremos un embarazo femenino.*

Fin

*Gracias a Perlita por esa frase, la tomé prestada para iluminar a mis lectores con tan bellas palabras.