Dedicado a Argin Heart, Yimel Elric y Gabe Logan :D

Un buen alquimista conoce las reacciones a los elementos y sabe no correr ante la primera impresión, es común escuchar que agua y aceite no se combinan, o que el agua conduce electricidad pero nadie menciona que el aceite necesite determinada temperatura para saltar o que es el agua salada la que conduce corriente, creo que los pequeños detalles son lo que llaman más mi atención como el alquimista de acero. Edward Elric.

SOL NACIENTE

Por: GAIASOLE

—¿A que te refieres cuando dices viajar a Xing?

—Vamos Winry serán apenas tres días ni notarás mi ausencia.

—No me tientes a hacerte retirar esas palabras Edward –escuché decir a mi esposa antes de partir.

Cuando llegué a Xing no dude en ir directamente a palacio, más le valía al estupido de Ling que me atendiera bien, sobre todo desde que ese cabrón se llevó buena parte de mi sueldo en comida y nunca me pagó, en lo que a mi respecta puede ser emperador del mismo desierto si le viene en gana, pero hasta los reyes de mierda tienen que pagar sus deudas y ese miserable no solo tiene una deuda de dinero conmigo sino también una deuda que tiene que ver con mi hermano menor, desde el momento que me enteré del mensaje que le había enviado a Al para hacerlo cruzar el desierto algo no me cuadraba, ¿Es que en Xing no tenían médicos?

—Bienvenido –me dijo un criado cuando puse el primer pie en el patio del palacio de Ling y pedí audiencia con el emperador—. ¿A quién debo anunciar?

—Al alquimista de acero, Edward Elric –le dije y luego lo vi marcharse, no pude dejar de molestarme por su ropaje abrigado, todos en Xing parecían inmunes al calor del infierno de su país.

Cuando Al describía los viajes que hacía no se cansaba en detallar las cosas, mis hijos quedaban fascinados con esas historias a las que Win calificaba como exquisitas, yo en cambio podía resumir mis viajes en tres palabras: largo, cansado y caluroso o frío según la dirección en que fuera. El palacio de Ling me parecía un desdichado lugar demasiado grande para aprovecharlo, pero al fin, no era yo quién vivía en él así que mi opinión probablemente les importaba bien poco.

—El sirviente me dio su mensaje señor Elric –me dijo un hombre barbón con pinta de haber corrido para llegar y darme el mensaje—. Mucho me temo que la salud del emperador impide cualquier tipo de visita ajena a la del médico.

—Ajá –respondí mientras me quitaba la capa roja y aflojaba músculos—. Igual entraré a verlo.

Dicho esto empezó mi diversión personal. Pelear. Solo para variar yo no estaba fuera de forma, no me costó darle a todo lo que se moviera contra mí, golpes, patadas, humo, aquello se hizo un escenario familiar para mí, el escenario donde más cómodo me sentía, donde yo podía ser el Edward de antaño, el mismo que no creía las cosas hasta verlas por mi mismo.

—Edward –pronunció Lan Fan cuando me vio entrar luego de pasar un camino de cuerpos inconscientes.

—Déjalo estar –pronunció la voz del emperador.

—Te ves muy sano para estar enfermo –le dije a Ling al verlo sentado en el trono—. Aunque eso ya lo había pensado desde que Al recibió tu mensaje de puño y letras. Un moribundo no tiene tan buena caligrafía.

—¿Y aún así permitiste a tu hermano menor el viaje?

—Qué va, tú solo le diste a Alphonse el pretexto que necesitaba para venir por la chica.

—¡Ja, ja, ja! Y yo creí que de verdad se preocupaba por un amigo.

—Es demasiado bueno para su propio bien, claro que también vino a ver que tan enfermo estás, ¿Qué dijo cuando te vio?

—Déjame pensar –dijo Ling sonriendo—. Lo que dijo fue: Edward tenía razón.

Creo que Ling se había resignado a tenerme en Xing y yo antes de interesarme en el motivo de su engaño le pedí tener una buena comida, debo reconocer que la vida de emperador te alimenta muy bien, yo nunca había visto tanta comida junta, se veía deliciosa y le hinqué el diente a la primera oportunidad.

Mientras yo comía Ling me explicaba que hace algunos meses había surgido una conspiración en contra del emperador, motivada por su negativa al matrimonio, se habían capturado a la mayoría de los traidores pero no al líder de la misma, cuando era obvio que este no saldría de las sombras Ling hizo correr el rumor de que pronto moriría, los ataques a príncipes y princesas empeoraron ante una posible sucesión, para reafirmar el rumor el emperador trajo a un medico extranjero, un especie de cura milagrosa llegado el momento, apenas una noche antes el traidor y su familia habían sido descubiertos.

—Si ya los tienes en tus manos, ¿Por qué seguir diciendo que estás enfermo? —le pregunté.

—Estoy a la espera de que Alphonse regresé de una pequeña misión que le encomendé y entonces se contará que el gran alquimista llegado de Amestris salvó al emperador de una terrible enfermedad, ¿Te gusta mi plan Edward?

—A mi ningún lió político me gusta –le dije viendo como mordía un pierna de pollo, seguía comiendo igual que la primera vez que lo encontré pisoteado en una calle.

—¿Ling? –pronunció una voz que yo conocía.

En la entrada estaba Mei muy sorprendida de ver al emperador engullir un pollo, que debo decir estaba para chuparse los dedos, estaba servido en una salsa incolora y con unas especias que realzaban el sabor, tendría que pedir la receta y dársela a Winry, luego de este pensamiento noté que también habían llegado Alphonse y un viejo con pinta de estar loco.

||| SOL NACIENTE |||

—Puedo explicarte Mei.

—¡Te creí de nuevo! –me dijo con el rostro encendido—. ¡Como te habrás burlado de mi Alphonse!

—Pero tú sola creaste el engaño cariño mío –le dije sin detenerme a pensar en el apelativo cariñosa—. ¿Recuerdas ese primer día que regrese de palacio?

—Nada de lo que digas…

—¿No me preguntarás de Ling? –dije viendo como ella recordaba de a poco—. Te hice esa pregunta y tú respondiste soberbia que el se estaba muriendo y no necesitabas esa información que todo el mundo conocía.

Estábamos en una habitación de palacio después del ese día lleno de sorpresas, la primera cuando Mei vio el perfecto estado de salud de Ling, el segundo encontrarse con mi hermano y el tercero el rostro devastado al darse cuenta que de nuevo había estado engañada sobre todo el asunto, yo no se lo había ocultado de forma deliberada, al menos no en principio, pero su orgullo me había hecho seguir el camino donde sabría que ella me apoyaría.

—¡Hola chicos! –saludó Edward mientras nos interrumpía en medio de una pelea—. Se te ve bien enana, ¿Dónde dejaste a esa arma que llamas panda?

—No le necesito para hacerte daño chico de la trenza.

—Eres mala –se mofó Edward y yo solo pude detestarlo—. Te dije que anularás el matrimonio con la cría cuando podías Al.

—Edward –dije en un gemido de voz al ver como Mei se ponía alerta.

—Explícate –le ordeno a mi hermano.

—En Amestris solo se puede anular el matrimonio en el primer año, Al lleva casado contigo más de tres y sin intenciones de darme una nueva cuñada, ¿No se lo habías dicho?

Yo daría la vida por mi hermano mayor, ¡Pero en ese momento solo deseaba matarlo! Edward era un entrometido que solo sabía hundirme más y más en el fango de mis mentiras, pero si yo creía que mis miradas de furia intimidarían a mi hermano estaba lejos de estar en lo cierto.

—No comprendía porque Al prefirió seguir casado con una criatura salvaje como tú, siempre peleando, hablando solo de alquimia y siendo todo menos femenina, ¿Acaso lo embrujaste?

—Yo no hice nada parecido –dijo Mei temblorosa y a mi me conmovió ver como ella esperaba de mi una reacción que no la condenará.

—Cuando Al decidió seguir con el matrimonio solo pude preguntar, ¿Se volvió loco o es que esa chica pego en su cabeza? No hay otra forma de que se fijara en ti.

—¡Cállate! –le grité usando alquimia para arrojarlo a la pared.

—¡Para de una vez! –me gritó Mei con ojos llorosos—. ¡Estoy harta de ti Alphonse!

—No es verdad –me atreví a decirle tomando del brazo con un temblor que era incapaz de controlar—. Tampoco era verdad cuando decías quererme fuera de tu vida o cuando te convenciste que yo era causa perdida, Edward tiene razón en algo, me embrujaste, lo hiciste pero no con hechizos, no eras coqueta pueda que ni si quiera femenina –la observé temblar de rabia y decidí sujetarlo del otro brazo—. Y yo tampoco deseaba que lo fueras, no lo esperaba, eras demasiado joven y yo solo quería protegerte. Es lo que siempre eh querido, cuidar de ti, incluso si tenía que cuidarte de mi mismo, no confiaba en quedarme y tomarte como esposa no solo en palabra.

—No te creo, apenas llegaste unos días y ya mentiste sobre Ling –sus ojos oscuros se ocultaba por las pestañas humedecidas.

—Mentí por Ling pero el lo necesitaba, no habrá mas ataques, tú y yo los detuvimos la misma noche que partimos a buscar a Li Tai, te dije que encontraría la cura al mal de Ling pero también intentaba sacar de su escondite a los bastardas que te atacaban la noche que llegué, Li Tai sabía que el nuevo emperador lo buscaría el día que lo hesitará, yo solo fui su mensajero y bien, es cierto que aproveche la situación, por primera vez en mucho tiempo pude verte pelear contra mí, sentir tu pulso agitándose por mí y saber que después de cruzar la noche te amo princesa.

Ella me miró con suspicacia, se soltó de mi agarré y solo pude sentir que de nuevo la perdía, creo que no pude disimular mi sorpresa cuando ella poso su mano en mi mejilla y borró toda tensión en mi rostro, ninguno de nosotros notó que todo palacio se había congregado a ver la escena, yo solo sabía que ella estaba cerca y que debía besarla de la forma en que un hombre busca agua en el desierto, la besé con desesperación, estrecho su cintura en mis brazos y la tome por el pelo para robarle todo el aire que pudiera en ese momento. Estaba en casa.

—Debes ser el peor cuñado de la historia –decía Ling a Edward que no parecía muy magullado por el ataque de su hermano.

—Hay que elevar la temperatura y combinar los elementos para obtener la reacción deseada –dijo Edward en respuesta al comentario de Ling—. Por fin podremos regresar todos a Reesembol o temo que mis hijos sigan chillando por su tío y su tía, hay que consentir a los niños –dijo Ed sin referirse del todo a sus hijos.

La escena de palacio se convirtió en toda una historia que involucraba a un extranjero de ojos dorados y una princesa que había conquistado al príncipe de su dulce infancia.

FIN

Hold me in your arms and our doubts won't break us
If we open up our hearts, love won't forsake us
Let's let the music take us and carry us home

SAVE MY LOVE - Bruce Springsteen