N/A: Hola gente bonita! :3

Aquí reportandome con el segundo capitulo de Soñando Contigo :3! Perdonen la tardanza, pero no he andado para nada inspirada.. U.u Hasta hace unas dos o tres horas, cuando me puse a escuchar la de Cascada, "Everytime we Touch" & dije : "Eso es lo que me faltaba!" & he aquí el resultado! x3

Espero les agrade ^^!

Sin más por el momento, los dejo, mis queridos lectores! Disfruten!

::::Nada me pertenece!::::

Aquí me encuentro, sola de nuevo. ¿Es acaso algo que yo me gane a pulso?

-¡Tohru!- me grito una de mis compañeras de trabajo, venía corriendo y agitaba una bolsa de papel – ¡Se te olvida tu almuerzo, mujer!

-¡Oh, es verdad, muchas gracias Sophie! – Como era posible que se me hubiera olvidado, si todo el día estuve deseando que el momento de almorzar llegará.

-Vaya mujer, eres terriblemente despistada- dijo Sophie haciendo una mueca.

-¿Ah? ¿Porque lo dices? –realmente no había escuchado del todo el comentario de Sophie. Era una chica realmente buena, me había ayudado en todo, desde el día que llegue en busca de Kyo.

:.:.:Flashback:.:.:

Me deje caer en una banca, mientras las lágrimas amenazaban por salir precipitadamente de mis ojos. No tenía ni unas horas en ese país y ya me estaba desesperando.

Al parecer la dirección que me dio Shigure, no estaba actualizada. Cuando llegue emocionada al pequeño departamento, la casera me dijo que ellos tenían dos semanas de no vivir ahí, y al parecer no habían dejado su nueva dirección a nadie.

Me enjugue las lágrimas, "¡No pasa nada, no me daré por vencida!", pensé. Fui a buscarlo a donde se supone que Kyo trabajaba para pagar los menesteres de la casa, pero, al igual que en el departamento, tenían dos semanas de no ir, y al parecer el día anterior, Kyo había presentado su renuncia, alegando haber encontrado algo mejor.

Camine por un buen rato. Que ingenua había sido. Creí que todo sería sencillo, llegar a este nuevo país, engallando a todos en Japón de que estaría estudiando, pensé que no tardaría nada en encontrar a Kyo y convencerlo de que conmigo estaría mejor, que lo amaba como no tenía idea, pensé que el aceptaría mis sentimiento, que Kagura estaría feliz por los dos y se resignaría… Incluso llegue a pensar en que estaríamos de vuelta en Japón, anunciando nuestro compromiso.

Las lágrimas empezaron a recorrer mis mejillas. ¿Ingenua? Estúpida, más bien. Me lleve las manos a la cara, tratando de olvidarme un poco de mi realidad. Nada era tan sencillo, como pretendía tener un final feliz, así de fácil.

En todas las películas infantiles que veía con mi madre, cuando era pequeña, siempre los protagonistas tenían que luchar contra los malos, y viajar, y a veces luchar contra sus mismas debilidades para lograr el tan ansiado y feliz final de todos los cuentos... "Y vivieron felices, para siempre." Ese es el final que siempre he buscado… El que pensé que había encontrado al lado de mi príncipe de cabellos naranjas, eso pensé.

Estaba tan hundida en mis pensamientos, que cuando una figura delgada, pero grácil, cayó a mis pies, me sobresalte demasiado.

-¡WA!- Grite y rápidamente subí mis pies a la banca. Pero la persona, no se movía del suelo. De espaldas pude ver que se trataba de alguien de complexión atlética, llevaba pantalones entubados, una chamarra algo ajustada y unas sandalias; el cabello corto era rojo, con las puntas teñidas de morado.

Al ver que no se movía, solo atine a bajar mis pies y a inclinarme un poco sobre la figura. Con una mano temblorosa le toque el hombro, y la zarandee suavemente.

-Disculpe, ¿Se encuentra b-bien? – Voz sonaba terriblemente temblorosa, parecía que la persona no respiraba… Empezaba a preguntar seriamente de que siguiera viva, cuando estiro su mano y tomo uno de mis tobillos con su mano helada.

Pegue tremendo grito, mientras intentaba zafarme de la mano, la cual me estaba haciendo mucho daño en mi tobillo.

-¡Suéltame, cosa rara!

-T…- al parecer había hablado.

-¿Dijiste algo? – Deje mi inútil batalla por librarme, y trate de concentrarme en lo que la cosa decía.

-Te…

-¿Quieres té?

-Te…

-¿…? – Acerque mi oído a su cabeza.

-¡TENGO HAMBRE! – Pensé que me había dejado sorda.

~*…*~

No sé cómo, pero, de un segundo a otro ella estaba sentada a mi lado comiendo unas galletas que yo había guardado, las devoraba como si de su última comida se tratase. Mientras ella comía, me pregunto de donde era y porque había venido tan lejos.

-Así que, viniste persiguiendo a un chico… –dijo, mientras doblaba el empaque de las galletas, no sé porque, pero oírlo de ese modo, me hacía sentir mal. Asentí. – Y para eso, les mentiste a tus amigos y familia, diciéndoles que habías venido a estudiar… - Asentí de nuevo… No me estaba ayudando para nada escucharlo de esa manera. – Y ahora, te das cuenta de que tu objetivo no resulta para nada sencillo… -Sentí como el peso de mi misión me caía instantáneamente con esas palabras. Asentí de nuevo, con un poco de trabajo. Ella rió. – ¡Vaya mujer!

Me sentí un poco ofendida de que tratará un asunto tan delicado e importante para mí, con gracia.

-No me malinterpretes – dijo advirtiendo las lágrimas en mis ojos, y el sonrojo en mis mejillas – Creo que es admirable, muchos dicen que seguirán su felicidad hasta encontrarla, pero pocos se animan a realmente intentarlo…- Me miro y sonrió. – ¡Por eso creo que eres admirable!

-G-gracias… -Dije sonrosada- Por cierto, ¡Mi nombre es Tohru! Tohru Honda.

-Que gracioso nombre – dijo pensativa- Como sea, el mío es Sophie Villers.- Nos dimos la mano en señal de amistad. Nos quedamos platicando un rato más, pero la tarde dio paso al anochecer, y ella se levanto.

-Y bien, ¿En qué hotel te estás hospedando?

-¿Hotel?- ¡No había en mis planes un hotel! Sophie soltó una enorme carcajada.

- ¡Para ser tan emprendedora, pequeña Tohru, te hace falta visión! Está bien, puedes ir a dormir a mi casa, solo vivo yo y mi gata Snow, espero no te incomoden los gatos.

La mire con lágrimas en los ojos y la abrasé… No pude resistirlo, me solté a llorar, mientras ella acariciaba mi cabeza. Extrañamente, eso me recordaba una sensación conocida, pero no podía identificarla.

:.:.:Fin de Flashback:.:.:

Así había sido nuestra historia, desde ese día, no había pasado uno en el que buscará a Kyo. La búsqueda se alargo de días a semanas, de semanas a meses…

No había rastro de él, ni de Kagura. Me desalentaba siempre que llegaba a algún lugar y me recibían con la noticia de que días antes él había estado así.

Sophie me busco un trabajo en el café en el que ella trabajaba, debido a que mis ingresos se habían reducido. Trabajaba en la mañana, me dedicaba a buscar por la tarde, y por las noches, Sophie, Snow y yo cenábamos en la terraza, mirando el cielo nocturno de la ciudad.

Fue en una de esas pláticas, bien entrada la noche donde me enteré de la historia de Sophie, al parecer sus padres habían muerto siendo ella muy joven, su hermano mayor, la cuido hasta que tuvo edad para trabajar. Su hermano se caso y ella, con tal de no estorbar en la nueva relación, con sus ahorros consiguió un pequeño apartamento. Aun se veían a menudo.

Ella no parecía de la clase de personas que se dejarán vencer por algo tan simple como el amor. Era realmente fuerte, despreocupada.

Yo por mi parte, no me quejaba, era una vida bastante cómoda, le estaba increíblemente agradecida a Sophie por todo el apoyo brindado…

-¡Tohru! – Me grito Sophie, mujer, ¿Que no vas a almorzar? Mira que nos quedan solo 5 minutos más de descanso, después debemos volver porque la patrona quiere que limpiemos la bodega.

-¡Vaya! ¡Ya voy! – dije intentando apresuradamente de abrir el paquete de galletas saladas, pero al hacerlo, la orilla metálica me corto el dedo. – ¡Auch!

-¡¿Estás bien? – Sophie se sobresalto demasiado, e inmediatamente corrió a ver mi herida. Esa sensación de nuevo, hacía tiempo que nadie se preocupaba por mí de esa manera. De alguna manera, esa reacción la había visto en alguien… La sonrisa de Yuki apareció en mi mente…

Me quede estática un momento, recordando esa dulce sonrisa. Sacudí mi cabeza, ¿Pero qué demonios pensaba? Yuki había dejado mi claro que no esperará apoyo de él…

Me sentí deprimida. Realmente lo extrañaba… Pero, ¿Lo extrañaba como a Shigure? ¿Lo extrañaba como a los Sohma? ¡Sí, eso era! Solo lo extrañaba como a los demás… ¿Verdad?

-Al parecer, solo es una cortada superficial – dijo Sophie, poniendo una bendita en mi dedo - ¡Debes tener más cuidado!

-¡Gracias, Yuki! - ¿Ah? ¿Que acaba de decir?

-¿Yuki? ¿Quién es Yuki? – la preguntona de Sophie no espero para abatirme a preguntas.

-Ah... Es... ¡Es un amigo! – dijo yo, no muy convencida y eso me extrañaba.

-¡Ay, ajá! – Una sonrisa burlona apareció en los labios de Sophie – Ahora así se les llama…

-¡Es en serio! – dije alborotada - ¡Es uno de mis amigos que deje en Japón!

-Dirás, un novio que dejaste en Japón…

-¡NO, es amigo! – trate de hacerla entrar en razón, mientras agitaba frenéticamente mis brazos.

Sophie me miro seria. No era habitual en ella.

-Te diré que por la mirada que pusiste, parecía ser alguien importante… - dijo, no me quitaba los ojos de encima – Tohru, de verdad espero que no hayas dejado a alguien que valiera la pena en tu país, por alguien que ya encontró la felicidad en otra persona.

Esas palabras me dieron de lleno en el corazón. ¿Dejar a alguien que valiera la pena? No, oh, ¿sí? Pero Yuki era mi amigo, siempre lo había sido, yo no tenía…

Mis ojos se abrieron desmesuradamente al darme cuenta. Todas esas miradas, palabras, acciones… Siempre había estado ahí conmigo…

Mis ojos se llenaron de lágrimas.

-¿Tohru? – Esta vez me encontré con la preocupada mirada de Sophie -¡Oh dios, no quise, perdona, yo…!

-No es nada- Me paré en seco – ¡Es mejor volver al trabajo! – le sonreí.

-Ok, está bien…-

Despeje un poco mi mente, pero la sonrisa no se me borro… No al menos hasta llegar al café.

Entramos riendo y haciendo escándalo.

-Honda – dijo la jefa mirándome. Pensé por su semblante serio que iba a regañarme.

-¿Si, jefa? – dije tímidamente.

-Hay alguien que te busca- señaló las mesas más retiradas del establecimiento – Al parecer, necesitan hablar contigo.

Dirigí mi mirada hacía donde señalaba la jefa, y no pude evitar llevarme las manos a la boca y abrir mis ojos cuan grandes eran, al ver a la persona sentada. Me acerque hacía el chico de melena anaranjada que me esperaba sentado.

-Cuanto tiempo, Tohru…

N/A: Waaa! x3 Hola! *www*

De pronto, que nos aparece Kyo ¬¬ Justo cuando Tohru se empieza a dar cuenta de sus sentimientos! Damn! XDD Bueno, espero les haya gustado! Espero poder subir el prox capi, lo más pronto posible! Cualquier crítica constructiva, es bien recibida!

Agradecimientos:

Lobalunallena:Muchas gracias! Fuiste mi primer review, espero que te siga agradando la historia!

Saakuraa:Me subiste mucho el animo! Muchas, muchas gracias! :3

Por ustedes dos que me animaron muchísimo al principio, terminaré esta historia jajajaj x3!

Bueno, los leeré pronto!

Matta Nee~