El secreto de Inutaisho.

Capitulo 1 "El comienzo."

Ya habían pasado diez años desde la muerte de Naraku. Años en los que no había tenido ningún oponente digno o por lo menos lo suficientemente fuerte para enfrentarme.

Con el paso del tiempo mis años de gloria iban pasando a la historia y ya sin nada que hacer mi vida se iba haciendo más monótono.

El destino me jugo malas pasadas, al punto de vagar solo en busca de algo más apasionante sin ningún acompañante, mi pequeña Rin prefirió quedarse en la aldea con el exterminador, dejándome al punto del colapso mental y con ganas de matar al bastardo que ahora era padre de un pequeño de un año de vida. También la pérdida de mi fiel sirviente, que dejo este mundo a causa de un maldito monje que lo tomo desprevenido y al cual aniquile lenta y dolorosamente.

Suelo ir varias veces a la aldea de Rin, por lo menos hay me siento un poco tranquilo y mis ganas de matar son más fáciles de controlar.

Era extraño, pues habían tantas cosas diferentes que me hubiese sido irreconocible en otros tiempo, inuyasha y kagome solo tenían un hijo de nombre inusuke con 5 años, que por lo general siempre estaba corriendo por todos lados con el antiguo traje de inuyasha.

De vez en cuando me gustaba enseñarle como hacer enfadar a su padre, era un niño agradable aunque me cueste admitirlo.

El Monge y la exterminadora tenían cuatro hijos, dos niñas de 12 años y dos varones de nueve y seis años, la anciana sacerdotisa había fallecido hace alrededor de un año dejando a inuyasha como jefe de la aldea y un terrible vacío en la aldea según Rin.

Me agrada observar las conductas humanas, siguen siendo incomprensibles para mí, pero no dejan de serme interesantes.

He de envidiar la felicidad de mi hermano, aunque no lo demuestre, verlo siempre feliz al lado de la miko y su cachorro, me hacen sentir solo.

Admiro el cómo enfrentan todo juntos, incrustándose en el mundo de su familia dando el cien por ciento de sus ser para hacer feliz a los demás.

En algunos momentos me siento en familia, al salir con el cachorro de Rin, "Kosenji en honor a su padre humano", me siento completo y deseo estar más de lo debido a su lado.

Me paseo largas horas enseñándole su entorno, contándoles mis aventuras y de vez en cuando canto una canción para que duerma, claro está que en el lenguaje de los demonios.

De alguna manera lo siento como si fuera mi nieto y admito que se ha transformado en alguien muy valioso para mí, tal vez lo lleve de viajes conmigo tal como fue con su madre.

Con cada día que pasaba, una necesidad y angustia crecía dentro de mi pecho, había comenzado a soñar con extraños eventos, veía a un niño pequeño enfrentar al mundo solo, jamás pude reconocer su rostro, solo lograba divisar sus ropas, un tipo de ahori al parecer de piel de oso, y unos pantalones abultados iguales a los míos pero color negro y plateado.

Siempre soñaba que el pequeño huía de alguien o que buscaba a alguien, hasta que un día me vi a su lado y este solo limito a decirme – ¿Por qué me abandonaste?- en un tono triste.

Muchas veces despertaba agitado buscando el ¿por qué? De mis sueños a tal punto de contarle a la mujer de Inuyasha, que para mi sorpresa me confesó que al igual que yo, mi hermano soñaba con el mismo pequeño, a excepción de que este niño le decía a inuyasha que lo encontrara.

En una tarde de invierno, Kosenji enfermo y me quede en la cabaña de kagome acompañado de Rin e inuyasha, al llegar el momento de dormir tanto inuyasha y yo soñamos lo mismo, un nacimiento, pero no cualquiera, era un nacimiento youkai.

En una especie de cueva una perra demonio daba a luz dos cachorros, vi a mi padre en su verdadera forma aullando y gruñendo en muchas direcciones, se notaba asustado y nervioso. En el sueño pude sentir un aura muy fuerte y dominante que provenía de un mendou situado muy lejos de la hembra pariendo…

Tras nacer vi a los cachorros, uno blanco y uno negro, eran pequeño e indefensos. Salía de dentro del mendou un demonio de mi raza salir que comenzó a acercarse a mi padre el cual al instante se transformó en fu forma humana y mantuvo una postura defensiva, el desconocido tomo al cachorro negro que se transformó en bebe y volvió de dónde provino.

Un dolor comenzaba a surgir en mí y lo último que vi fue un destello dorado.

Al despertar sentí un sudor frio me recorría el cuerpo…era extraño…nunca en mi vida me había sentido tan extraño…me sentí…me sentí…"insignificante".

…..

Al otro día mi "nieto" ya se encontraba mejor, pero aún un poco delicado, por lo que seguí en la cabaña de la miko.

Ese mismo día Inuyasha se acercó a mí con una mirada penetrante, me dijo algo que me dejo sin palabra y que realmente no me esperaba.

-He soñado contigo Sesshomaru…y no entiendo que ocurre…te veo llevándote a lo que más amo…destrozando todo lo que quise y lo peor es que hay alguien más que te acompaña…-

Al principio no tome importancia a sus palabras pero lo que siguió me dejo perplejo.-

-Vi a mi padre en mis sueños…lo vi entregándole un niño, un bebe, a un hombre fornido que salía de un mendou y… tuve mucho miedo Sesshomaru, ya que te veo a ti…en sus ojos, el poseía la misma mirada que tienes tu.-

¿Acaso estábamos conectados con algo tan grande? ¿Cómo era posible que Inuyasha soñara lo mismo?…Algo andaba mal…muy mal

Decidimos ir al palacio de mi madre para así consultar y averiguar sobre los extraños acontecimientos, pero al llegar el paisaje no nos fue favorecedor.

Me sorprendí al encontrar todo maltrecho y descuidado. Un aura demoniaca nos invadía y me di cuenta que era la de mi madre, así que la busque hasta que la encontré en la sala más grande de todo el palacio. Alrededor de doscientos cuerpos de youkais muertos se encontraban tirados por todos lados, al parecer sirvientes suyos.

Miré a inuyasha que no salía del shock, luego miré a mi madre y esta solo se limito a decir –Yo no lo desee, traerá la desgracia, yo no lo desee, fue Inunotaisho quien lo envió, por favor no dejes que me encuentre.- repetía una y otra vez entre lagrimas hasta que miro a Inuyasha y se abalanzo a él con una sonrisa y unos ojos que mostraban completa distorsión.

-El te busca a ti…jajaja el te busca a ti…si te entrego a él es seguro que no me castigue…- No aguante mas y con un golpe certero tras su cuello la deje inconsciente para llevármela. Al parecer no me seria de ninguna ayuda.

- Que crees que signifique esto sesshomaru.- Las manos de inuyasha temblaban, era extraño todo lo que sucedía, simplemente le respondí que al igual que me sentía nervioso.

Nos fuimos del lugar para llevar a mi madre a un sitio seguro, y después de mucho caminar llegamos al palacio de las tierras del oeste, mi palacio.

Tome unos inciensos para mantener calmada a mi madre cuando despertara y me dirigí a la habitación de piedra, lugar utilizado para mantener encerrados a aquellos que eran castigados. Tome las finas manos de mi madre y las até con cadenas y hebras de escamas de dragón, un presentimiento me decía que aquello sería necesario.

Pasaron diez días en los que los sueños se hacían más presente. Con cada noche mi ser, no, mi alma se comunicaba más y más.

Durante la tercera noche, en un breve momento logre ver el rostro del niño y me fije que tenia la piel morena, los ojos azules y el cabello plata oscura.

Al cavo de la octava noche este ya no se mostro como un niño, sino como un hombre. Ahora con el cabello negro y unos ojos color plata muy intensos.

El decimo día cuando mi madre despertó, note que la cordura había abandonado su cuerpo, el ser que se encontraba frente a mi solo gruñía, atacaba jadeando y gritando.

Quería saber que pasaba, necesitaba hacerlo, pero a quien preguntar. Mi padre estaba muerto, mi madre sin conciencia alguna….y….

Eso era…POR QUE NO LO PENSE ANTES!

No perdí más tiempo, me dirigí a la aldea de Inuyasha para llevármelo y marchamos rumbo a la choza de Totosai.

No tardamos más de dos horas en llegar, pero no encontramos al anciano, solo una vieja funda.

Inuyasha reconoció la funda y solo se limito a decir que algo realmente malo pasaría…pues esa funda era el anciano Saga…el guardián de la espada de mi padre Souunga.

-Anciano…que haces aquí….-Pregunto Inuyasha

-"Ustedes?... es una suerte encontrarlos…él joven sitsshien se ha llevado a Totosai…si descubre el secreto de su padre será el fin de nuestra existencia."-

-Que secreto de que hablas…-Inuyasha estaba furioso e impaciente…yo me encontraba igual

-"Es tiempo de hablar jóvenes hermanos… del único acto de cobardía de su padre".

-De qué hablas….mi padre nunca fue un cobarde…-pregunté.

-"Solo perdónennos por no haberlo dicho antes"

Continuara….