Solo unas pocas palabras que se me ocurrieron de Remus y Sirius, y que quería publicar.

Dedicado a Eis Black y a Breyito-Black-Lupin, mis lectoras y escritoras favoritas. Por favor, no me mateis por lo corto de esta bazofia! :P

Vaya, casi es más largo mi comentario que la viñeta en sí... Solo me queda añadir una cosa: Espero que os guste!


Esas noches

Remus y Sirius. Sirius y Remus. Juntos, pasaban las mejores noches. Bueno, las mejores noches, mañanas y tardes. Solo con una de sus pícaras miradas en medio de la clase, Remus se enamoraba más de él. Y con cada sonrisa tímida, Sirius lo amaba más.

Aunque solo estuvieran tumbados en la hierba, junto al lago, a Remus le bastaba. O sentado a su lado, en un sofá de la sala común, con la cabeza en el hombro de su amante, y una mano entre las suyas.

En ese momento, se miraban, y sin decir nada, se entendían. Las orbes doradas del licántropo formulaban una pregunta silenciosa: ¿Subimos? Y las grises del animago respondían de la misma manera, con una muda afirmación: Subimos.

Tranquilamente pero a la vez ansiosos, cogidos de la mano, iban hacia el dormitorio de los chicos de séptimo, y todos sabían que no debían molestar. Porque cuando James o Peter entraban a la habitación un par de horas después, los encontraban durmiendo abrazados, juntos y desnudos, en cualquiera de las dos camas (y una vez en la de James).

En una sola palabra: felices.