Aquí les traigo otro mini fanfic con toques de comedia. Y aquí el Uchiha sufrirá ciertas situaciones que seran de su agrado.
Espero que les guste, este fic no creo que tenga mas de 5 capitulos, yo les avisare de cuantos en la proxima publicacion.
Este es el prologo de esta historia, disfrutenla.
Los personajes de Naruto no me pertenecen, son propiedad de Masashi Kishimoto
Ojala fueran mios u.u
Uchiha Sasuke no es de los que confiesan sus sentimientos, él es de los que recibe pero nunca dará. Pero cierta ojiperla lo hará cambiar de parecer y la ayuda de su dobe amigo lo llevara por un camino que nunca pensó cruzar.
¿Quien pensaría que confesar tus sentimientos seria difícil?
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-Aun no entiendo como es que te caíste en atletismo.- replicaba Uchiha Fugaku. El jefe de la familia.
El hombre se encontraba justo en el marco de la puerta y veía como su esposa vendaba la herida en la rodilla de su hijo menor ahí mismo.
Era la primera vez que veía sangre, su propia sangre. Tenía unas tremendas ganas de vomitar.
-Tsk- se quejo cuando su madre apretó el vendaje- no fue nada- se limito a responder el Uchiha menor.
-Hmp- se escucho en tono de burla del recién llegado a ver el espectáculo- tonto hermano menor-
El moreno lo fulmino con la mirada e Itachi seguía ensanchando su sonrisa. Si decía una palabra olvidaría que era su hermano mayor y le daría la golpiza más grande de su vida. Su caída en atletismo a pesar de que todos pensaron que fue un accidente, en realidad fue lo más vergonzoso que le puedo haber pasado y su hermano lo sabía. Y todo gracias al dobe de su amigo que no sabia cuando cerrar la boca.
Fue humillante para el y mas sabiendo que tendría por meses a su hermano riéndose a su costa. Mikoto había terminado de fijar bien el vendaje y se levanto del suelo.
-Procura que no vuelva a suceder querido- Mikoto le sonrió tiernamente.
-No sucederá de nuevo- dijo de mala gana y con el humor mas insoportable del planeta, recibiendo la reprimenda visual de su madre- hai- respondió.
La Uchiha conforme con su respuesta se retiro de la habitación seguido de Fugaku. El Uchiha menor se dejo caer en la cama y sintió el peso de alguien sentarse a su lado. Itachi seguía sonriendo y después de unos segundos no pudo contener su risa.
El mejor amigo de su tonto hermano si que le había dado una estupenda noticia. Y sobretodo le aseguraba una larga temporada de burlas constantes a su hermano menor, claro; según como su hermanito desarrollara la situación.
Itachi podía sentir la tensión que había la habitación y poco le importo, seguía sentado en la cama de su hermano, disfrutaba ver como su rostro reflejaba la impotencia que sentía el mismo.
Pero no seria tan malo con el, solo porque su tonto hermano menor sintiera la frustración de su primer amor no correspondido. Ni él lo creía todavía.
Por primera vez a Sasuke Uchiha le gustaba una chica, y esa chica no le prestaba ni la más mínima atención.
Sabía que si sus padres se enteraran de la situación de Sasuke, tampoco lo creerían. Pero escuchar a Naruto y explicándole la razón por la cual se accidento en atletismo. Hacia que la historia del amor no correspondido cobrara de mucho sentido.
Así que como buen hermano que era lo ayudaría. Porque conquistar al amor verdadero es el mayor reto que alguien podría encontrarse en toda su vida.
Lamentablemente no se le ocurría un consejo, solo pensaba en burlas para el resto de la semana.
Decidió mejor dejarlo a solas, y cuando pudiera ayudarle lo haría.
Una vez que Itachi se había marchado de su habitación, el Uchiha menor se incorporo de la cama y se cubrió la cara con ambas manos. Era inevitable que se sintiera avergonzado y eso lo hacia molestar. Nunca le había pasado.
¿Por qué ahora?
¿Por qué sin un previo aviso?
No podía molestarse con la chica Hyuuga que comenzó a atraerle, era consigo mismo con quien se molestaba. Se odiaba por no poder controlarse, por no poder hacer que todo fuera más fácil. Pero le era imposible no verla cada vez que pasaba cerca de él. Quería hablarle, y como deseaba hacerlo. Pero olvidaba que tenía un orgullo y no se rebajaría a rogarle y mucho menos a una Hyuuga. La competencia de su familia.
Trataría de evitar otro accidente como el de atletismo, fue un completo idiota. Fue muy estúpido al distraerse viéndola. Con el uniforme de gimnasia, esa camisa blanca entallada y el pequeño short rojo, que hacia resaltar el color de su piel y le permitían ver sus piernas.
¡Pero en que diablos pensaba!
No podía distraerse más.
No mas pensamientos de sobre Hinata Hyuuga.
Y si tenia que aislarse por un tiempo, lo haría. Con tal de ya no pensar en ella.
V
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