Capitulo 3: Marion.

Él cree que olvide todo. Se equivoca, pero prefiero que crea eso. Sin importar todos mis años en la calle a su lado, al lado de todos, aun no olvido a mi familia Phauna. Pero no he querido volver. No estoy interesada en una familia que solo presionaba a su hija menor a vivir una vida de princesa que ella no quería. Quizas al comienzo no me gustaba la calle. Ahora me da lo mismo. Cualquier lugar me da lo mismo. Lo importante, es que él esté conmigo.

Desperté junto a él. Motivo más que suficiente para sonreir. Lo sentí levantarse de la cama y me refugié en la almohada, buscando un poco más de sueño. Pero este no llegó, y no podría esperarlo todo el día, sino Anna me miraría feo. Ya no tengo una relación tan mala con Anna, pero como es una persona muy fría, aun más que yo, prefiero no presionarla mucho. Me levante y me coloqué mi vestido. A diferencia de Hao, que anoche se había desnudado apurado, yo había tenido la delicadeza de dejar mi vestido y ropa interior encima de una silla de madera de la habitación de los chicos, tal vez una costumbre casi reflejo inculcada de pequeña. Con paso lento y algo mareada por una leve resaca de la noche anterior, me dirigí al baño para bañarme. La ducha no podía ser muy larga por los costos en las cuentas después, pero ya estoy acostumbrada. Igual me permitió relajarme y aclarar la mente. Sali y me peine mientras entraba otra vez en mi vestido. Me dirigí al living y sonreí muy levemente. Ahí estaban Kanna, Matilda y Ren, los tres con unas caras increíbles. Suspire algo cansada…ya no quería esta situación, y estaba dispuesta a hablar con Hao sobre todo esto.

-Mari cree que necesitan una ducha – dije parandome en frente de ellos

-¿Dormiste bien, Mari? – me preguntó Ren. Su tono de malicia no se hizo esperar. Senti que mis mejillas se sonrojaron mientras miraba hacia al lado.

-Mari cree que no es interes de Ren eso.- Él solo se río. Maldito Ren.

Macchi le pegó en la pierna para que dejara de molestarme. Le sonreí. Kanna me hizo una leve seña mientras me indicaba la puerta que llevaba al jardin. Siempre que ella quería hablar con alguien seriamente se lo llevaba allí. Fui detrás de ella, rogando que no me retara como otras veces. Cuando llegamos, mi amiga peliazul suspiró mientras me miraba

-Usaron condón, verdad? – mis mejillas ardieron. Tan directa.

-No lo hicimos, Kanna…solo hubieron abrazos…y…caricias….pero ambos estabamos bastante borrachos asi que nos dormimos antes de que algo pasara.- Ella me sonrió

-Ok, pero no era eso para lo que te traía aquí – se rió al ver mi cara de espanto y sorpresa – queria preguntarte si me veo muy mal como para ir a trabajar.

Sacó un cigarro y comenzó a fumar. Traté de quitarselo, ya que odio que ella fume en exceso. Solo levantó la mano y me miró como quien dice "quien es la mayor?" La miré de pies a cabeza. Odio que Hao decida hacer fiestas los días que sabe que Kanna al día siguiente trabaja, pero ayer fui débil, como casi siempre, y al ver su sonrisa seductora diciendome que la pasaríamos bien no pude negarme. Maldita sea. Ahora la mayor sustentadora de la casa tenía una resaca increible y tenia que ir a trabajar en aproximadamente una hora.

-Anda a bañarte, si quieres no me baño mañana y ocupas mis minutos. Por favor quitate el mal olor…no necesitamos que te corran de tu mejor trabajo, verdad? No, no estas tan mal, pero anda.

Me sonrió con una sonrisa casi maternal.

-Gracias peque, eso haré!

Apagó el cigarro pero lo guardó. Se que lo terminará más rato, probablemente en las horas de recreo en su trabajo. Entramos y ella se dirigió por el pasillo. Yo decidí ir a la cocina, y para eso tenía que pasar por el living. Ahogue una risita al entrar y ver a Matilda y Ren demasiado juntos besandose en el sillón. No es algo que me extrañe precisamente, pero la cara sonrojada de Ren cada vez que lo encuentro es simplemente impagable.

-No se detengan por Mari, chicos…sigan con lo suyo. Buena mañana, no Ren? – Macchi soltó una carcajada y Ren escondió su cara. Me fui riendo a la cocina, para toparme en la salida de esta con Anna, quien me miro con su cara inexpresiva, le devolví la mirada, mientras pasaba a su lado. Al momento de entrar en la cocina sentí un calor no agradable en mi vientre. Hao tenía su mirada muy bien puesta en el trasero de Anna. Me mordí el labio con furia. Por eso mismo yo no podía tener nada con Hao. No me sería fiel, y reconozco que yo tampoco le he sido fiel a él. Ignorandolo, me fui al refrigerador y saque un yogurt de frutilla para sentarme a comerlo en frente de Hao, pero sentada de tal manera que él veía mi perfil. Me sonrió. Él y su maldita sonrisa.

Yo se que Hao prefiere no definir nuestra relación, pero yo si puedo hacerlo. Se que me quiere, incluso me atrevo a decir que me ama, pero le da miedo tener algo conmigo. Yo lo amo, y si de mi dependiera tendría algo con él…pero no fui criada para que la chica pidiera noviazgo. Aun lo espero, pero no de la manera que hubieran preferido mis padres. Nuestros primeros besos y caricias fueron con el otro, al igual que nuestra primera vez. Fue hermosa y sublime, a pesar de que ambos eramos inexpertos y algo menores. Fue una recorrida mutua en el cuerpo del otro, aprendiendo por "ensayo y error" que le gustaba a nuestro compañero. A pesar de todo, fue una noche increible. Pero claro, él no quedo conforme con eso. Se que se ha acostado con muchas otras mujeres, entre ellas Mattilda y creo que Anna, pero no puedo juzgarlo…yo también me he acostado con Ren, aunque claro, fue solo una noche y ninguno de los dos recordaba nada al día siguiente. Yo se que Hao si recuerda nuestros encuentros. Que como lo se? Porque siempre que nos reencontramos otra vez se acuerda de lo que me gusta. Y eso, me hace sonreir. Pero se que desea a Anna. De la misma manera que me desea a mi. De la misma manera que desea a mil chicas más. Estos pensamientos no son buenos para mi alma, y con rabia me levanto de la mesa dispuesta a ir a botar el recipiente del yogurt al basurero, pero para hacerlo debía pasar a su lado. Boté el paquete e iba a salir dispuesta a irme a mi pieza a trabajar con mis dibujos, pero antes de salir, él me tomo la mano.

-Mari…

Su voz suave y aterciopelada me llamó. Maldito. Idiota. Lo amo.

Me di vuelta y lo miré. Me agarró mas fuerte la mano y me sentó de lado encima de él. Me sonroje. Acercó su cara a mi cuello y olió mis cabellos. Me sonrojé demasiado. Con una leve risita, me dio un rápido beso en los labios

-Ten un hermoso día

-…tú tambien

Me levanté rápido y con el corazon en la mano salí de la cocina. Antes de llegar a la habitación de las chicas me detuve y me apoye en una pared, normalizando mi respiración. Él y su hermosa manera de hacerme perder la cabeza.

-Por que saliste corriendo? - me preguntó en una risa. Me di vuelta sorprendida. Ahi estaba él

-Yo...no...-me sonrió otra vez ante mi evidente nerviosismo. sonrió con todos sus perfectos dientes

-Sabes? Quiero ir a comprar un trago, algo...me acompañas?

Levanto su brazo y me lo ofreció. Le sonreí con naturalidad. Despues de todo, 6 años de amistad han hecho lo suyo y tal como puedo amarlo, puedo comportarme perfectamente tranquila a su lado. Él gritó un "volvemos pronto" mientras saliamos de la casa. Comenzamos a caminar por las calles con un bastante bello día al frente. Tomada de su brazo, cerré los ojos y me deje relajar. Sonreí. Senti como su brazo se apretaba mas fuerte al mio. Llegamos al almacen de la esquina donde nos conocian como "los chicos de la casona", compramos una bebida y unas papas fritas y doritos...cosas para comer de golosina en la noche. Quizas Ren nos retaría por botar la plata, pero solo era un relajo de vez en cuando. Con miradas complices nos miramos y reimos. Solo esperemos que él no tenga que hacer horas extras en la calle con sus malabarismos y que yo no tenga que hacer horas extras como mesera. Cerre los ojos resignada. Hoy tenía turno.

-No creo que esta noche pueda comer contigo - le dije riendo - Tengo turno con Macchi en el bar

-Otra noche más? Mh...creo que tu jefe se esta sobrepasando con ustedes...ya no te acosa, verdad? - me miró con sus ojos ardientes, demostrando leves celos y reprimí con todas mis fuerzas una risa.

-Claro, Hao...seguro me acosa despues de que tu fuiste y le gritaste "No te metas con mi chica" - esta vez si me reí - A veces exageras...no soy tuya.- él me agarró de la cintura y me susurró al oido

-Tal vez no todavia, Marion...lamentablemente aun no soy digno de ti

Me solto suavemente mientras con una sonrisa quizas...nostalgica, seguiamos caminando. Cuando estabamos cerca de nuestro refugio fue inevitable pasar al lado de otros chicos que se podrían llamar "de la calle". Estos no eran del todo como nosotros, ya que todos tenían un hogar donde llegar cuando caía la noche junto con sus padres y su familia...y a pesar de eso, ninguno llegaba nunca a dormir a esos lugares. Eran alcohólicos, fumadores, drogadictos, etc... nuestro grupo prefiere no tener contacto con ellos, aunque debo confesar que más de una vez he visto a Hao hablando con alguno. Mientras pasamos al lado, puedo sentir perfectamente como Hao apreta su agarre en mi cintura, acercandome más a él mientras que con todas sus fuerzas trata de no mirar a los chicos de ahi. Yo no lo hago. Los miro. Ellos saben que yo se quienes son, y ellos saben quienes somos nosotros. Solo hay 3 de ellos cerca cuando la banda es mucho mas numerosa. Hay una chica, esta sentada en el piso abrazandose las piernas mientras mira al castaño al lado mio con ojos penetrantes. Hay un chico bajo, que está apoyado en la pared con una pierna en ella...me desviste con la mirada, haciendome sentir incomoda y un miedo en el estomago...me apretó a Hao. Y hay otro chico, que no es cualquier otro, es el lider de esa banda. A él es al que más miro, pero él no me mira a mi. Sus ojos estan clavados en Hao mientras que una sonrisa de suficiencia está en sus labios. Lo mira a él, casi esperando algo más, alguna transformación, alguna revelación. Los tres pares de ojos nos siguen hasta que desaparecemos de su vista, en el jardin delantero de nuestra casa. Mi mejor amigo pega un grito al cielo, patea una pared, se agarra la cabeza y se dobla su cuerpo. Asustada, voy y le agarro las manos, tratando con todas mis fuerzas de calmarlo. Cae derrotado, apoyandose en mi hombro. Lo escucho gemir de dolor, mientras yo tiemblo al verlo tan destruido.

-Odio...odio sus miradas, mi Mari -me dice en un susurro sin deja de abrazarme- Es como...es como si quisieran...es como si me dijeran que me una a ellos...y yo no quiero hacerlo

Se quebró. Muy pocas veces lo he visto quebrado, pero esta es una. Lo abraze, con todo mi corazon lo aprete contra mi pecho mientras le susurraba que todo estaría bien, que nadie lo obligaba a cambiar, que él era más fuerte que esos idiotas hijos de papá. Él solo me sonrió y me beso suave y calidamente. Me deje llevar mientras lo abrazaba. Su compañera, su seguidora, su amiga y su amante...todas esas cosas y mucho más estoy dispuesta a ser de él. Le sonreí. Él también a mi mientras entrabamos a la casa. No mentiré. El futuro me aterra. Me da miedo pensar que él puede irse con ellos y sumergirnos a todos junto con él...pero solo se que yo lo seguiré y estaré con él hasta el final. Si, tengo miedo...pero mientras lo tenga a mi lado, confiare que las cosas mejoraran...


Espero que este capitulo haya aclarado algunas dudas y creado otras nuevas muahaha!

Debo pedir perdon de rodillas, no actualizo hace tanto que siento que mi cuenta esta llena de arañas

Les tengo un adelanto para el siguiente capitulo (de hecho iba a ser en este pero por cosas de tiempo no alcanze): cierto castaño pelicorto con audifonos aparecera ...oh, quien sera?

Espero que aun haya alguien que me lea, en serio xD y si no, estan en todo su derecho de odiarme

les prometo que mis otros fanfics (sobre todo "Salvalo a él") serán actualizados lo mas pronto posible!

Mientras tanto, ojala puedan odiarme un poco menos con este! les prometo que pronto las actualizaciones de los otros! Cuidense mucho!

Naty Asakura (ahora) Pace