HOLA HOLA CAPITULO 23!, PERDON POR LA TARDANZA EN SUBIRLO, NO PUDE ENCONTRAR MUCHA INSPIRACION PARA HACERLO , ESPERO QUE ESTE LES GUSTE. A PARTIR DE AHORA LA HISTORIA TORNARA UN POCO MAS MISTERIOSA, Y UN YUCK MAS MISTERIOSO SERA PRESENTE…MISTERIO JEJEJE :D
Capitulo 23: El Salón de Boo
Yin salió a la calle y lo primero que se le ocurrió hacer fue llamar a su hermano para saber con exactitud el paradero de Yuck. Siendo Yang y Yuck amigos ahora, seguramente el estaba al tanto de los lugares que visitaba el conejo verde cuando no estaban entrenando o en el hotel.
La conejita rosa marco el número de su gemelo en su móvil rosa y se lo llevo al oído, de pronto se escucha un estruendo en el cielo, alarmando que muy pronto se acercara la lluvia.
**Mientras en la casa de Megan**
Yang y Megan están jugando a la Play Station 3 sentados en un gran sofá verde. A un costado de ellos se puede ver desorden absoluto como cajas de pizzas, vasos de cartón, pelusas etc.
-Crees que podrás ganarme? Yo soy el mayor admirador de videojuegos del mundo, le he ganado a todos mis patéticos amigos y estoy seguro que lo hare contigo!.- dice Yang moviendo sus dedos hiperactivamente por el joystick.
-Oh créeme estoy tan aterrada de que un conejito Woo Foo me gane!- dice sarcásticamente Megan.
Ambos siguen jugando muy concentrados en el juego de lucha, hasta que Megan logra vencer a Yang. Se escucha el "K.O" típico que aparece cuando un rival es derrotado.
-SI! GANE! GANE!- Megan se levanta de su asiento con los brazos arriba victoriosamente- Qué te pasa conejito azul?, te sientes mal porque una chica te venció?- Lo mira a los ojos al joven burlándose.
-Eso fue pura suerte de principiante.- dice Yang, aun sentado en su asiento calmado, pero manteniendo una sonrisa.
-Con que si? YO puedo vencerte cuando quieras y como sea!.- Dice Megan apoyando sus manos en sus caderas.
-Mmmm… dudo que así sea- se levanta Yang de su lugar con una sonrisa juguetón.
-Oh quieres apostar?- Le devuelve la sonrisa traviesa y comienza a darle pequeños empujones a modo de juego.
Yang también le da empujoncitos, continuando con la "pelea juguetona" entre risas.
Megan se le aproxima para devolverle más "golpes" a su amigo, pero tropieza con un juguete de acción del superhéroe "U DUDE" de McDonals y cae sobre el pecho de Yang. Él trata de sostenerla para que no caiga hacia el suelo, pero es inútil y ambos terminan cayendo al suelo, Megan apoyada sobre el cuerpo de Yang.
Ninguno se atreve a moverse o a decir alguna palabra, solo están ahí, viéndose a los ojos, impactados por la sorpresa. Sus caras están tan cerca que pueden sentir la respiración nerviosa del otro. Y solo unos pocos centímetros separan sus bocas.
Megan, llevada por el momento, cierra sus ojos y comienza a aproximar su cabeza a la de él, inclinando el mentón y abriendo su boca lentamente para el encuentro con la del chico. Yang sin saber qué hacer y totalmente ruborizado, revolea los ojos de un lado a otro, tratando de aclarar que le sucede y por qué su corazón latía tan rápido. Quizás una parte de escapar de la situación, pero la otra tenía inevitables necesidades de besarla.
El conejo azul cierra los ojos y pone sus labios a disposición para el encuentro con los de Megan. Cuando ya estaban a unos pocos centímetros para que se besaran el móvil de Yang suena.
El conejo azul se levanta inmediatamente llevado por la adrenalina, sin darse cuenta que lanzo al suelo a Megan cuando lo hizo. "Oouchh!" se queja la ardilla rubia cuando se golpea en el suelo. El conejo toma su móvil de la mesa y ve el nombre de la llamada "ROSADA" con una foto de Yin sacándose los vellos de la nariz con una pinza de depilar que Yang le había tomado hace un buen tiempo. Yang se ríe antes de contestar.
-JAJAJAJA nunca me voy a cansar de esta foto!- se saca una pequeña lagrima de felicidad de los ojos y contesta el llamado de su hermana.- Hola, querida hermanita- dice muy animado.
-Yang? Por qué me contestas tan alegrado?, déjame adivinar no borraste esa foto como yo te dije que lo hicieras!.- Dice Yin enfurecida.
-Oye tranquilo viejo, jijiji- ríe por lo bajo- claro que la borre, para eso soy tu hermano.- continua riéndose por lo bajo.
-… Como sea, después hablaremos de eso. Necesito que me digas algo.-
-Algo.- dice Yang lanzando una carcajada.
-YAAANG!, NO ESTOY DE HUMOR PARA TUS CHISTES!.-
-Ok… ok, que se te ofrece?.- dice Yang prestando atención.
-Tienes alguna idea de donde se encuentra Yuck?-
Yang se quedo unos segundos en silencio. De pronto se le vino la imagen de cuando Yuck le había confesado en la mansión de Naty que había besado a su hermana.
-Yuck?, para que quieres saber donde esta?- la regaña Yang calmadamente.
-Eso no importa, por favor dime.- le suplica Yin.
Yang no sabía que responderle a Yin, por un lado sentía el impulso de decirle el paradero de Yuck pero por el otro, no quería que lo viera por un buen tiempo. Todavía no había superado el beso entre ellos dos y ahora se iban a encontrar. Desde cuando él era tan distante a la vida personal de su hermanita?, antes se solían decir todo, pero ahora él se sentía un extraño.
-Y… me lo vas a decir o no?- dice Yin sacándolo de sus pensamientos.
-"El Salón de Boo"… Yuck se encuentra ahí. Me dijo que estará ahí hasta tarde.-
-Gracias Yang, sabía que no me ibas a fallar.- sonríe Yin.
-Escúchame, nunca he ido a ese lugar así que no sé si es seguro. Solo asegúrame que si va a ir allí, que vallas con alguien que te cuide.- Dice Yang en un modo protector.
-Yang, somos guerreros Woo Foo!, hemos vencido a innumerables enemigos (la mayoría tontos), pero el punto es que, puedo cuidarme yo sola!.-
-Lo sé Yin, solo… que no quiero que te hagan nada.- dice Yang en un tono mas melancólico.
-Estaré bien Yang, no tienes por qué temer, adiós.- dice Yin dulcemente tratando de calmarlo.
Yin camino y camino rumbo a "El Salón de Boo", ella tampoco había entrado a ese lugar antes pero lo había visto varias veces cuando salía de hacer compras con Lina por la calle Holmes. Los relámpagos se hacían notar, y el frio comenzaba a acechar, esta noche se aproximaba una fuerte tormenta. Yin llego al sitio después de un tiempo caminando, el lugar era un bar grande, en su exterior se veía un cartel luminoso que decía "El Salón de Boo". Grafitis salpicaban las paredes, y había colillas por todo el suelo. Claramente el local de Boo no estaba lleno de futuros alumnos de las mejores universidades y ciudadanos modelo. Intentó mantener sus pensamientos altaneros y despreocupados, pero su estómago se sentía un poco incómodo. La chica entró. Se colocó en la fila, esperando a pasar las cuerdas. Mientras el grupo delante de Yin pagaba, ella se escurrió por en medio andando hacia el laberinto de sirenas a todo volumen y luces centelleantes.
- ¿Crees que te mereces una entrada gratuita? - Aulló una voz endurecida por el humo. La coneja rosa se dio la vuelta y parpadeó al cajero sobre-tatuado. Ella dijó:- No estoy aquí para jugar. Estoy buscando a alguien. Gruñó el cajero.
- Si quieres pasar por delante de mí, pagas. - Puso las palmas sobre el mostrador, donde una tabla de precios había sido pegada con celo, mostrando que debía quince dólares. Solo efectivo. No tenía efectivo. E incluso si tuviera, no lo habría gastado para pasar unos pocos minutos interrogando a Yuck. Solo tenía que encontrar a Yuck, después podrían mantener la entrevista fuera. No había caminado hasta aquí para volver con las manos vacías.
- Si no estoy de vuelta en dos minutos, pagaré los quince dólares. - Dijo. Antes de poder ejercitar un mejor juicio o reunir un poco más de paciencia, la muchacha hizo algo totalmente fuera de sitio y se colé entre las cuerdas. No se detuvo ahí. Se apresuró a través del arcade, manteniendo los ojos bien abiertos en busca de Yuck. Se dijo a sí misma que no me podía creer que estuviera haciendo esto, pero era como una bola de nieve, ganando velocidad y fuerza. Llegados a este punto sólo quería encontrar a Yuck y salir de allí. El cajero la siguió, gritando:- !Eh!. Segura de que Yuck no estaba en el piso principal, corrió abajo, siguiendo señales para la Sala de Billar de Ozz. Al final de las escaleras, una luz tenue iluminaba varias mesas de poker, todas en uso. Humo de puro casi espeso nublaba el techo bajo. Situadas entre las mesas de poker y el bar había una fila de mesas de billar. Yuck estaba estirado a través de la que estaba más lejos de mí, intentando un tiro complicado.
- ¡Yuck! – Gritó Yin .Justo cuando habló la coneja rosa, el joven disparó hacia delante su palo de billar clavándolo en el tapete. Su cabeza se levantó de repente. Se quedó mirando a Yin con una mezcla de sorpresa y curiosidad. El cajero bajó ruidosamente por las escaleras, detrás de Yin, atrapando su hombro en su mano.
- Arriba. Ahora.-
La boca de Yuck se movió formando otra sonrisa que apenas estaba ahí. Difícil decir si era burlona o amistosa.
- Ella está conmigo.-Dijo Yuck. Esto pareció tener algún poder con el cajero, que aflojó su agarre. Antes de que pudiera cambiar de idea, la chica sacudió su mano y zigzagueó entre las mesas hacia Yuck. Dio los primeros pasos amplios y seguros, pero encontró que siu confianza desaparecía a medida que me acercaba a él. Ella fue consciente de inmediato de que había algo diferente en él. No podía captar exactamente qué, pero podía sentirlo como electricidad. ¿Más animosidad? Más confianza. Más libertad para ser él mismo. Y esos ojos miel le estaban llegando a Yin. Eran como imanes aferrándose a cada movimiento los de ella. Tragó saliva discretamente e intentó ignorar la danza nerviosa de su estómago. No podía captar exactamente qué, pero algo en Yuck no estaba bien. Algo en él no era normal. Algo no era... seguro.
-Que haces aquí?!.- dice molesto el conejo tomando a Yin por los codos. Su expresión de relax ya había cambiado.
-Ouch! Me lastimas!.-
-Se puede saber que haces aquí?!.- dice aun más nervioso.
-Tú y yo tenemos que hablar.- lo mira a los ojos firmemente.
-No hay nada que hablar.-
-Sí que lo hay, tu y yo nos besamos.- Yin cerro la boca abruptamente, deseo no haber dicho eso tan repentino y sin pensarlo.
Yuck se queda unos segundos callado.
-Yuck, vuelve al juego, es tu turno.- le grita desde el pool un hombre con gran panza.
Yuck les indicó a los demás que se fueran. Hubo un silencio incómodo antes de que nadie se moviera. El primer hombre en marcharse golpeó a Yin en el hombro al pasar. Retrocedió un paso para recuperar el equilibrio y alzó la vista justo a tiempo para recibir las frías miradas de los otros dos jugadores mientras se iban. Genial. No era culpa de ella el que Yuck la haya confundido.
- ¿Bola ocho? - Le preguntó la coneja alzando las cejas e intentando sonar completamente segura de sí misma, de su entorno. Tal vez Yang, por desgracia, tenía razón y el Salón de Bo no fuera su tipo de sitio. Eso no quería decir que fuera a salir disparada hacia las puertas - ¿Cómo están de altas las apuestas?-.
La sonrisa de Yuck se amplió. Esta vez estaba bastante segura de que se estaba burlando de ella.
- No jugamos por dinero.-
Ella dejó su bolso en el borde de la mesa.- Qué mal. Iba a apostar todo lo que tengo en tu contra.- Levantó una hoja, dos líneas ya completas de preguntas para el conejo verde - Unas pocas preguntas rápidas y me voy.
- ¿Cretino? – Yuck leyó en voz alta, apoyándose en su palo de billar - ¿Cáncer de pulmón? ¿Se supone que eso es profético?-
Está bien, tal vez Yin no debió agregar esos adjetivos a la lista de preguntas pero esas cosas fueron escritas en un momento de ira femenina que tuvo en ese momento la coneja rosa.
- Asumo que contribuyes a la atmósfera. ¿Cuántos puros por noche? ¿Uno? ¿Dos?-
-No fumo. - Sonaba sincero, pero no se lo tragó.
- Mm-hmm. - Dijo colocando el papel entre la bola ocho y la morada lisa. Ella empuja accidentalmente la morada lisa al escribir.- Definitivamente puros en la línea tres.
- Estás estropeando el juego. – Dijo Yuck, todavía sonriendo. Yin lo miró a los ojos y no pudo evitar igualar su sonrisa (brevemente).
- Espero que no en tu favor. ¿Tu mayor sueño?.-Estaba orgullosa de ésa porque sabía que le bajaría los humos. Requería reflexionar.
- Besarte.-
-Eso no es gracioso. – Dijo Yin, sosteniéndole la mirada, agradecida por no haber tartamudeado.
- No, pero te hizo ruborizar.-
Yin se impulsó sobre el lateral de la mesa, tratando de parecer imperturbable mientras lo hacía. Cruzó las piernas, usando la rodilla como tablero de escritura.
- ¿Trabajas?-
-Soy mesero en el Borderline. El mejor restaurante italiano en la ciudad.
- ¿Religión?.- No pareció sorprendido por la pregunta, pero tampoco pareció entusiasmado por ella.
- Creí que habías dicho unas pocas preguntas rápidas. Ya estás en la número cuatro.-
- ¿Religión? - Preguntó con más firmeza. Yuck deslizó una mano pensativamente por la línea de su mandíbula.
- Religión no... Culto.-
- ¿Perteneces a un culto? - Se dio cuenta demasiado tarde de que, aunque había sonado sorprendida, no habría debido.
- Y resulta que tengo necesidad de sacrificar a una mujer sana. Había planeado atraerla para que confiara en mí antes, pero si estás lista ahora...- Toda sonrisa que aún quedara en el rostro de la joven desapareció.
- No me estás impresionando.-
- Aún no he empezado a intentarlo.-
Yin se bajó de la mesa y se planteó delante de él. Era una cabeza más alto que ella.
.- ¿Un secreto? - Dijo en tono confidencial
- Nunca antes he ido a la escuela.-
-¿Otro secreto?-
- No es tan aburrida como esperaba.- Ella sabía que él estaba mintiendo. Todo el mundo iba a la escuela. Había leyes. Estaba mintiendo para sacarla de quicio.- Crees que estoy mintiendo. - Dijo alrededor de una sonrisa.
- ¿No has ido a la escuela, nunca? Si eso es cierto, y tienes razón, no creo que lo sea, ¿qué te decidió a venir este año? –
- Tú.-
El impulso de sentirse asustada palpitaba a través de Yin, pero se dijó a mí misma que eso era exactamente lo que Yuck quería. Manteniéndose firme en el sitio, intentó en vez de eso actuar irritada. Aún así, se llevó un momento encontrar su voz.
- Ésa no es una respuesta de verdad.- Debió Yuck de acercarse un paso, porque de pronto los cuerpos de ambos adolescentes estaban separados a tan solo por nada más que un estrecho margen de aire.
- Tus ojos, Yin. Esos fríos ojos azul zafiro son sorprendentemente irresistibles. – Inclinó la cabeza a un lado, como para estudiarla a ella desde un nuevo ángulo - Y esa tremenda boca curva.-Sorprendida no tanto por su comentario, sino porque una parte de ella respondiera positivamente a él, se apartó.
- Eso es suficiente. Me voy.- Pero tan pronto como las palabras estuvieron fuera de la boca de Yin, sabía que no eran ciertas. Sentía la necesidad de decir algo más. Escogiendo entre los pensamientos enredados en su mente, intentó encontrar qué era lo que sentía que tenía que decir. ¿Por qué era tan desdeñoso, y por qué actuaba como si ella hubiera hecho algo para merecérselo?.
- Pareces saber mucho sobre mí. – Dijo la coneja rosa, haciendo la subestimación del año - Más de lo que deberías. Pareces saber exactamente qué decir para ponerme incómoda.
- Me lo pones fácil.-
Se disparó una chispa de furia en el interior de Yin.
- ¿Admites que estás haciendo esto a propósito?-
- ¿Esto?-
- Esto. Provocarme.-
-Di "provocar" otra vez. Tu boca se ve provocadora cuando lo haces.-
- Hemos terminado. Termina tu partida de billar. - Agarró su palo de billar de la mesa y lo empujó hacia él. No lo tomó. - No me gusta estar a tu lado. – Dijo Yin - No me gusta ser tu compañera de escuela. No me gusta tu sonrisa condescendiente. – La mandíbula de la joven se apretó, algo que normalmente pasaba solo cuando mentía. Se preguntó si estaba mintiendo ahora. Si era así, quería pegarse una patada - No me gustas tú. - Dijo tan convincentemente como pudo, y empujó con fuerza el palo contra su pecho.
- Me alegro de que te puedo ver todos los días en el hotel. - Dijo. Yin detectó una levísima ironía en la palabra "hotel", pero no pudo interpretar ningún significado oculto. Esta vez sí tomó el palo de billar.
- Estoy trabajando para cambiar eso. – Replicó la muchacha .Yuck pensaba que esto era tan gracioso que enseñó los dientes en la sonrisa. Alzó la mano hacia ella, y antes de que pudiera apartarse, desenredó algo de entre las orejas atadas tipo coleta de Yin.
- Un papel. - Explicó, dejándolo caer al suelo. Al alzar la mano, la coneja vio una marca en la cara interna de su muñeca. Al principio asumió que era un tatuaje, pero un segundo vistazo reveló una marca de nacimiento marrón rojiza, algo levantada. Era de la forma de una salpicadura de pintura.
- Ése es un desafortunado sitio para una marca de nacimiento. – Dijo ella, más que un poco molesta de que le haya tocado las orejas sin su aprobación. Yuck se bajó la manga casual pero perceptiblemente sobre la muñeca.
- ¿La preferirías en algún lugar más privado?-
- No me importaría si no la tuvieras en absoluto. - Lo intentó por segunda vez – No me importa tu marca de nacimiento, punto.
- ¿Alguna pregunta más? - Preguntó - ¿Comentarios?-
-No.-
-Entonces, te veré en hotel.- comienza a caminar hacia la salida.
-Oh… Espera!.- dice Yin haciendo que él se diese la vuelta.- Aun no quedaron algunas cosas del todo claras. ¿Por qué… por qué me besaste el otro día?.- dice Yin con el rostro completamente ruborizado por la pregunta.
Yuck rió por lo bajo con los ojos cerrados y luego levanto la cabeza para mirarla a ella a los ojos, acción que provocó aún más el enrojecimiento de las mejillas de la coneja.
-Yin… creo que ya está claro por qué lo hice.- dicho esto el muchacho se va del lugar.
Por un momento Yin pensó en decirle que nunca lo volvería a ver. Pero no iba a tragarse sus palabras dos veces en un día.
Más tarde esa noche un ¡crack! Sacó a Yin de su sueño. Con la cara espachurrada contra su almohada, se quedé quieta, todos sus sentidos en alerta máxima. El Maestro Yo estaba fuera de la ciudad por lo menos una vez al mes por su trabajo como Panda Zarigüeya, y Yang de vez en cuando se quedaba a dormir en las casas de Roger Jr y Jobeaux así que estaba acostumbrada a dormir sola, y habían pasado meses desde que imaginara por última vez el sonido de pisadas por el pasillo hacia su habitación. La verdad es que nunca se sentía completamente sola. Empezó a preguntarse si habría algún propósito cósmico por la forma como se estaba sintiendo. Tal vez un antiguo espíritu guardián Woo Foo estaba allí cuidándola. El pensamiento solía ser reconfortante, pero esta noche era diferente; a pesar de que no estaba sola, sino que estaba compartiendo la habitación con Malodea, Lina, Katie y Paige. La presencia se sentía como hielo sobre la piel. Girando la cabeza un poco, vio una forma de sombras estirarse por mi suelo. Se giró rápidamente para mirar la ventana, el blanquecino rayo de luna era la única luz en la habitación capaz de formar una sombra. Pero allí no había nada. Apretó con fuerza la almohada contra ella y se dijo a sí misma que era una nube pasando sobre la luna. O un trozo de basura volando en el viento. Aún así, se pasó los siguientes minutos esperando a que se le calmara el pulso. Para cuando reunió el valor para salir de la cama, el jardín debajo de la habitación de huésped de hotel que compartía con sus cuatro amigas estaba silencioso y quieto. El único sonido procedía de tres ramas rozando contra la casa, y de su propio corazón atronando contra su piel.
El fin del episodio! Estén atentos que a cada detalle porque todos son importantes en este fanfic! De más está decirles lo mucho que estoy agradecida de que ustedes sean unos fieles lectores y que valoren mi historia, como novata en esto. Sin ustedes no podría tener el valor de escribir mis pensamientos y narrarlos como un Fanfic, ustedes son lo máximo!
Por favor comenten que les pareció, me gusta mucho leer sus reviews ya sean positivos o negativos, todos son importantes mientras sean con respeto
He recibido muchos comentarios a cerca de #TeamYuck así que es muy probable que escriba más de él con Yin que Coop con ella jeje.
Ahora, que se esconderá detrás de ese conejo verde?, su marca de nacimiento tiene algo que ver con su pasado o es todo pura casualidad? Por que el pasado de Yuck es tan confuso?, Se rendirá Yin ante los encantos seductores de Yuck o le será fiel a sus sentimientos con Coop?. Megan y Yang son amigos, o algo más? Que dirá Lina cuando se entere de esto?.
No se pierdan el próximo capítulo!
LOS AMO CHICOS!
SOFII.R