Mi primer historia del fandom de Hetalia. Que lo disfruten :)
Advertencias: Dark!Spain
Cuando España dio el golpe mortal, el humano cayó al suelo. Inútil, pensó, mientras hacía al lado el cuerpo y accedía a la cámara real.
Un ligero mareo afectó sus pasos. Era algo que los sus compañeros conquistadores habían denominado "mal de altura".
Estaba en Macchu Picchu, una pequeña ciudad recóndita, escondida en las altas montañas que dominaban el vasto territorio de esa zona de las Indias. Y allí era el último bastión de la resistencia indígena liderada por lo que restaba de las huestes de Atahualpa, el gobernante recientemente capturado en el norte.
Las botas resonaron por todo el lugar. Había matado al último guardián que custodiaba la gran cámara de piedra. Lo que estaba escondido allí valía más que todo el oro y plata que se podría recopilar.
Empujó la puerta suavemente y entró a la recámara. Sólo había una asiento de piedra y en ella se hallaba sentado una joven morena abrazando a un pequeño de cabellos negros que lloraba. Ambos estaban usaban vestimentas con aplicaciones de oro, lo cual denotaba su alta alcurnia.
La joven reparó en su presencia y abrazó con más fuerza al pequeño, mientras parecía consolarlo en su lengua.
Detrás de él entró un indígena llamado Felipillo, que se paseó orondo por la habitación. El indio, que había traicionado a los suyos por lo que le ofrecían los blancos, ahora les servía a ellos como traductor.
Antonio apenas reparó en su presencia. El brillo anómalo en su mirada denotaba su excitación.
Allí estaba su tesoro.
Miró a su alrededor y llamó a Felipillo con una señal.
El indio, que había sido sorprendido mirando con lujuria a la joven, acudió al lado del español.
Dígame tayta España.
Antonio miró a la joven y le dijo a Felipillo.
Dile que me dé al niño.
Felipillo se acercó a la joven y le dijo en quechua, el idioma de los indígenas de ese lugar.
La joven se negó a soltarse del joven.
Felipillo le repitió la orden y la joven se negó otra vez. Esto acabó con la paciencia de Antonio. Emplujó a Felipillo y le dio una bofetada a la joven.
¡Dame al niño, indígena! –exigió, mientras zarandeaba a la joven.
El niño comenzó a llorar más fuerte y Antonio recordó a Romano.
Reprimió ese recuerdo y sus ojos reflejaron una locura homicida.
¡Que me des al maldito niño! – gritó, sacando su pistola y disparándole en la frente a la joven.
Felipillo ahogó un grito y corrió hacia la puerta.
El cuerpo inerte de la joven cayó en el piso, soltando al niño y empapando sus ropas con sangre en el proceso, quien la miraba con profundo miedo.
¡URPI! – gritó, lanzándose a abrazar el cadáver de la joven.
España lo vio y lo agarró del vestido que usaba.
¡Ven con el jefe España, pequeño! – dijo, con la misma voz con la que solía llamar a Romano.
El niño lo miró con miedo y quiso zafarse, mas España lo miró, le limpió la sangre que le había caído en la cara y lo abrazó.
Tawantinsuyo machu. Tawantinsuyo machu- lloró, mientras España lo llevaba en brazos, sacándolo de allí.
Por fin lo tenía, ¡por fin! Todos sus esfuerzos e indagaciones habían sido recompensados.
Por fin tenía al nieto de Tawantinsuyo. Tenía a Perú.
*Urpi: Paloma
*Tayta: Padre
*Tawantinsuyo: El abuelo de Perú xd (Imperio Inca)
Si te gusta, rewiew, si no, también xd