Bueno, empiezo con una disculpa por tardar tanto en publicar, es que he tenido una semana de locos. Lo cierto es que puedo subir este capitulo porque lo escribí de un tirón el finde pasado y solo quedaba rematarlo XDD.

Como siempre muchisimas gracias a todos por seguir con la historia, y en especial a mis ``comentaristas oficiales´´Windy Magic,megumisakura y lucia-nami 14 :)

Espero no tardar mucho en seguir, pero de todas maneras disfrutad del capitulo, que se acercan tiempos oscuros para nuestra pareja...


Capítulo 6.

``El verde o el rojo…´´pensó Bella mientras se miraba al espejo. Llevaba un rato intentando decidir cuál de los dos vestidos le quedaba mejor. Había salido corriendo de casa de Mary, ya que había quedado con el Sr Gold, o con Eduard, como le había pedido que le llamara tras varios encuentros. Sin embargo pese a la prisa que se había dado por llegar a casa y ducharse, iba a llegar tarde por el dichoso vestido.

Tras mirar su silueta una vez más en el espejo, por fin se decidió por el vestido verde. Así que cogió unas sandalias de tacón y un bolso a juego y salió de la habitación. Ya habían pasado tres meses desde que saliera del hospital e iniciara su vida en Storybrooke, y también hacia tres meses que inició su ``relación con el Sr. Gold´´.

En ese tiempo Bella había ido conociendo mejor a la persona que se escondía detrás del temible prestamista. Descubrió una persona inteligente, culta, con la que podía pasarse horas hablando, que lograba hacerla reír y que se olvidara del mundo…pero también había descubierto a una persona cínica, implacable, y que no confiaba en nadie. ``Bueno en nadie excepto en ti´´, le recordó su conciencia a Bella. Y es que si algo había de cierto en esa relación, era el afecto que el Sr. Gold le profesaba. Se le notaba en cada mirada, en cada gesto…cada vez que la tocaba parecía que estuviera tocando un objeto frágil y precioso, que de no tener cuidado desaparecería para siempre. En esos momentos, cuando el Sr- Gold la trataba así, a Bella le flaqueaban las fuerzas, toda su determinación moría al ser incapaz de recordar porque no podía simplemente abrazar a ese hombre y no soltarle nunca.

Pero esos momentos acababan y la joven se esforzaba en recordar una y otra vez la historia que le había contado Regina. Los recuerdos del mal que ese hombre le había causado, junto con todas las historias que corrían por el pueblo sobre él, servían para mantener vivas sus ansias de venganza, para mantener vivo su odio….o por lo menos eso le gustaba pensar a ella.

Habían quedado en la puerta de la tienda de antigüedades, el Sr. Gold le había dicho a Bella que tenía una sorpresa para ella. ``No….pero dame alguna pista´´ le había suplicado``No..., tendrás que esperar a mañana´´.

Bella divisó a lo lejos la figura del Sr. Gold justo delante de la puerta, éste jugaba con el bastón al tiempo que miraba con impaciencia su reloj de pulsera.

- ¡Hola!- Gritó Bella jadeando, cuando llegó junto al hombre. Nada más acercarse a él, le dio un beso en la mejilla- Siento el retraso, hoy la clase se ha alargado un poco más de la cuenta.

- No pasa nada, es normal, ya te queda poco para presentarte al examen del graduado ¿no?- Le respondió este, mientras le quitaba un mechón de pelo que le había caído en la frente tras la precipitada carrera. La joven le sonrió.

- Si…menos de tres semanas, estoy cada vez más nerviosa, pero tengo ganas de sacarme el graduado- Le dijo mientras se agarraba a su brazo- Bueno, y hablando del tema del día, ¿dónde está mi sorpresa?.

- Bueno, pues la verdad es que no la tengo aquí…- El Sr. Gold sacó un pañuelo del bolsillo de su chaqueta- Pero si me permitís vendarle los ojos my lady, será un placer llevaros hasta ella.

Bella miró con recelo la venda, ``Que querrá hacer…´´. No estaba del todo segura de si debía ponerse en manos del Sr. Gold, en plena noche, cuando no había nadie, con los ojos vendados….totalmente a su merced.

- La noto reticente…-dijo Gold, y tras un segundo añadió con la voz impregnada de dolor- ¿Es que no confías en mi Rose?

Bella le miró a los ojos, vio esos dos grandes abismos en los que se percibía tanta inseguridad, tanta vulnerabilidad…``Claro que confió en ti´´. No sabía muy bien porque pero era cierto, en lo más hondo de su ser sabía que no la haría ningún daño, que con él estaba segura.

- Claro que confío en ti…- dijo al tiempo que se daba la vuelta para que le pudiera atar la venda- Solo estaba pensando, en que más le vale caballero que la sorpresa sea buena, porque si no se las verá conmigo.

- Correré el riesgo- dijo visiblemente más aliviado, ya en el tono habitual de broma, al tiempo que le vendaba los ojos. -¿Lista?

Bella se agarró fuertemente del brazo de él, y así recorrieron la calle mayor. Con los ojos tapados Bella era incapaz de saber donde se encontraban o a donde se dirigían, sin embargo no había pasado mucho tiempo cuando se detuvieron de repente.

- Espera un momento querida- El Sr. Gold siempre la llamaba así, pero pese a ello Bella era incapaz de acostumbrarse, cada vez que oía esa palabra un escalofrío recorría su espalda.

Se oyó un tintineo de llaves y luego una cerradura al abrirse.

- Cuidado, hay un pequeño escalón…- Le dijo cogiéndole el brazo y ayudándola a entrar.

El chasquido de un interruptor al encenderse la luz, rompió el ensordecedor silencio.

- Ya estamos….puedes quitarte la venda Rose-

Poco a poco, saboreando el momento, Bella se quito la venda. En un principio la luz la cegó, pero poco a poco fue abriendo los ojos y….``No puede ser´´. Estaban dentro de la librería de su madre.

Todos los días de camino a casa de Mary, cuando pasaba junto a la vieja librería se quedaba mirando un rato a través del cristal. El pequeño local de dos pisos, todo recubierto de estanterías de caoba había sido su fascinación durante los meses que llevaba ahí. ``¿Pero qué hacemos aquí?´´

- ¿Qué es esto Eduard?- Preguntó Bella usando su nombre de pila, al tiempo que le miraba fijamente.

- Pensé que estaría claro…- Dijo con tono avergonzado- Llevas meses hablándome de este viejo local, y de todo lo que te gustaría hacer en él. Cuando te oí hablar de él por primera vez pensé en decirte que era mío,…pero me dio miedo que eso abriera viejas heridas, que te recordara los problemas que tuve con tu familia, y decidí callar

Gold estaba en el viejo mostrador justo en frente de Bella, miraba al suelo, como avergonzado de todo aquello

- ¿Pero cómo puede ser el local tuyo…era…era de…?- Dijo Bella tartamudeando.

- De tu madre, si lo sé…fue lo primero que vendieron cuando enfermó. Me lo vendieron antes de tener que hipotecar la casa. Por eso no quería decirte nada, sabía podría interponerse entre nosotros. Pero luego se me ocurrió, que si tú tenías este local, que si volvía a su auténtica dueña, quizás ayudara a olvidar el pasado…que podía ser como un nuevo comienzo.

Bella se quedó callada, mirando al suelo, no sabía que decir. Las lágrimas se agolpaban en sus ojos. Gold, ya no pudo aguantarlo más y se acercó a ella, cogiéndola de los brazos.

- Rose, quería hacerte feliz….no llores. Pensé que el local debía volver a ti, piensa en él como en un regalo de graduación. Por favor…dime algo.

Gold buscaba su mirada desesperado, sin embargo no la presionó, dejó que llorara y que pusiera en orden sus sentimientos. ``Espero no haberla perdido´´.

Bella se había quedado sin palabras…el local de su madre, ahora…¡ahora era suyo!. Podría montar la librería que siempre había querido, podría independizarse. Y el Sr. Gold, ese supuesto monstruo sin corazón se lo había regalado, sin pedir nada a cambio le daba una propiedad millonaria, y todo para intentar empezar…para intentar olvidar el pasado. Si el supiera que ella había querido lo mismo, empezar de nuevo, pero que para ello lo que había ideado era un plan de venganza. Que mal se sentía Bella, en esos momentos no sabía bien quién era el monstruo allí.

``Le amo´´La certeza le llegó como un relámpago, súbitamente, sin previo aviso, y la dejó desarmada y sin aliento. No sabía cómo había pasado, pero se había enamorado de él, ya no podía seguir ocultándoselo por más tiempo. Había intentado negar lo feliz que se sentía a su lado, lo mucho que le gustaba su compañía, alegando que todo era parte de su plan, pero ya no había duda, ese gran gesto de generosidad le había abierto los ojos.

Bella levantó la mirada, y aun con lágrimas corriendo por su cara, le sonrió y acto seguido se le echó al cuello en un fuerte abrazo, tan fuerte que casi los tira ambos al suelo de la tienda.

- ¡Oh gracias!- exclamó Bella aun aferrada a su cuello- ¡No me lo puedo creer!

- ¿Te…te gusta?- pregunto a media voz Gold. Ante el silencio de ella, ya comenzaba a temerse lo peor y se sentía realmente aliviado.

Bella, se conmovió ante el tono de él, era como un niño esperando la aprobación de la madre, como un niño falto de cariño.

- ¿Pero como no me va a gustar? Es lo más bonito que nadie ha hecho por mi…te lo agradezco tanto…- dijo estas palabras sin quitar los ojos de los de Gold, intentando transmitirle todo lo que sentía.

- Rose, yo solo quiero que seas feliz...yo…-y ahí paró, temía que la confesión fuera demasiado para la joven y la ahuyentara. Gold no necesitaba declaraciones, simplemente la presencia de ella le daba fuerzas para seguir viviendo. Pero precisamente esa vacilación de uno, le dio la fuerza necesaria al otro, y así Bella vio las cosas más claras que nunca.

- Yo te amo- susurro la joven, al tiempo que alzaba la mano para acariciarle la mejilla.

- ¿Qué has dicho?- Gold sentía el corazón desbocado, le faltaba el aire.

- Que te amo, e intentado negarlo, convencerme a mi misma de lo contrario, pero lo cierto es que no sé cómo, ni cuándo pero te quiero…te quiero mucho.

Rumpel se quedó callado, simplemente mirándola, buscando en el fondo de sus ojos la verdad, intentando llegar a su alma. Pero una vez dentro, no vio duda ninguna, simplemente un amor sincero que terminó por convencerle. Así que la besó, la beso con ansia, con toda la felicidad que llevaba dentro. La rodeo fuertemente la cintura, mientras Bella pasaba sus brazos alrededor de su cuello. No podían dejas de tocarse, necesitaban saber que estaban ahí, que no era un sueño, que por fin eran el uno del otro.

- Yo también te quiero...- dijo Rumpel contra los labios de la joven- Eres la luz en mi vida, y no creo que pueda seguir sin ti.

Bella pegó su frente a la del hombre, intentando recuperarse del efecto que sus besos tenían en ella.

- Nunca tendrás que comprobarlo, no pienso irme a ningún sitio-

De repente un trueno rompió el momentáneo silencio, a ambos les recorrió un escalofrío. La lluvia comenzó a azotar implacable los cristales, así que Bella abrazó más fuerte a Gold para conservar el calor. Sin embargo éste, no fue capaz de disfrutar de su contacto. Una sensación de premonición, un mal presentimiento se había adueñado de él y le impedía estar tranquilo.

Pues lo cierto era que como bien sabía él, todo en la vida tiene un precio y era demasiado consciente de que llegaría el momento de pagar por esa segunda oportunidad.


OOOOOOOOO q majos! Os puedo ir adelantando que el proximo capitulo va a ser un pelin más dramático. Ya se que no queremos que sufran los pobrecillos, pero no todo va a ser felicidad, tenemos que tener en cuenta que esto es el mundo real! XDD

Decidme que os ha parecido el capitulo...es decir, comentad,comentad,comentad,comentad,comentad,comentad,comentad,comentad,comentad porfaaaaa. :)