εїз Disclaimers: Naruto, no me pertenece.
εїз Personaje/s: Hanabi Hyûga.
εїз Advertencias: Muerte del unico personaje que aparece y...eso ._.
εїз N/A: Hola (: Solo quiero decir que...al fin hice algo tragico -creo-, y me siento echa :D Tenia la idea desde hace semanaaas (por no decir meses)
Hanabi se secó una lagrima austera de la esquina de sus ojos y sorbió su nariz, mientras miraba con ojos desorbitados a la nada. Cerró sus puños con fuerza, jadeó y se estremeció al sentir la mano de alguien cerrarse en torno a su blanquecino brazo. Sabía que estaba perdida.
Abrí los ojos sorprendida cuando sintió el frío metal de un kunai enemigo deslizarse y enterrarse en su carne, despedazándola por la espalda. Sus piernas fallaron y las rodillas golpearon contra la tierra húmeda del suelo al doblarse; sentía la sangre deslizarse por su ropa, manchando su chaleco, remera y pantalones, su propia sangre.
Era mas que trágica esa muerte, y lo supo bien cuando su rostro, su mejilla izquierda golpeó contra el suelo y escuchó los pasos enemigos irse, mientras su propia sangre formaba un charco debajo suyo. Y entonces sollozó.
Era un cruel verdad, era cruel el hecho de que realmente moriría en ese frío y húmedo bosque. Desde su nacimiento y desde que tuvo la habilidad de recordar y aprender cosas, sabia que la vida como Kunoichi, o cualquier ninja, no aseguraba ser larga y próspera. Pero ahora ella tenía miedo, no quería morir, definitivamente eso era lo que menos quería.
Sus labios estaban resecos a pesar de las sangre que los humedecía cada vez que tosía y sus pulmones se agitaban débilmente. Jadeó en silencio e hipó en un vano intento de volver la cabeza y mirar a su alrededor. Habia sido subestimada al aceptar esa misión rango...¿que rango era? Ni siquiera lo recordaba, pero era peligrosa -o resultó serlo-, para una adolescente. Ella era fuerte y nadie podia negárselo, pero ahora se arrepentía de no haberse negado...¡Ella no quería morir!
En medio de la desesperación, se balanceó hacia un lado y sus ojos se toparon con la negrura del cielo, su cabello estaba enmarañado y disperso por el pasto seco y verde, mientras desoladas gotas comenzaban a humedecer el ambiente, golpeándole el rostro con ímpetu, ademas de las lágrimas que escapaban de sus ojos. Era increíble que aun desesperada no podía hacer ningun movimiento, asi que se dejó estar allí, mientras se desangraba por la inminente herida y la lluvia aumentaba.
Era gracias a su resistencia y a su maldito orgullo inconsciente lo que le impedía cerrar los ojos y morir de una vez. Asi que comenzó a contar. Sí, contar e imaginarse que pasaría si saldría con vida..
Uno, volvería a su casa y abrazaría con fuerza a su hermana.
Dos, sería una mejor persona.
Tres, agradecería haber tenido una segunda oportunidad.
Cuatro...-
Y no pudo contar mas, sus ojos se cerraron y unos segundos despues su jadeante respiración se detuvo. Ya habia sido el final y un segundo antes de morir, maldijo por no haber tenido un tiempo mas.
Uno, volvería alegre a su casa; Dos, abrazaría a su hermana; Tres, se sentiría una persona afortunada; Cuatro, intentaría ser una mejor persona; y Cinco... agradecería haber podido vivir un tiempo más.