Obvio
Disclaimer: Katekyo no me pertenece, y no, tampoco me da de comer uwu
…Pero sí permite que mi enferma imaginación vuele (?)
A pesar de que estaba corriendo tanto como podía para salvar su vida y evitar ser mordido hasta la muerte, Tsunayoshi pensó que se le notaba, que estaba escrito por toda la cara del prefecto, en color rojo y con mayúsculas. Sonrió un poco al darse cuenta de que Kyoya lo perseguía más por costumbre que por verdadero deseo de darle una lección.
-¡Tsuna!-escucho una voz muy conocida y con acento italiano frente a él, y quiso echarse a reír.
Levantó la vista y se encontró a una distancia demasiado corta de Dino, Yamamoto y Gokudera, que se encontraban platicando en el patio, puesto que las clases habían terminado. El problema era que estaba corriendo tan rápido como podía, y huyendo alcanzaba demasiada velocidad como para detenerse a tiempo. Y aunque lo intentó, los cuatro terminaron en el piso. Gokudera preguntó al Décimo si se encontraba bien, mientras éste no podía evitar mirar de reojo a Dino, perder control de sí mismo y dejar salir una contagiosa carcajada.
-Dejen de amontonarse en mi escuela y váyanse de una vez-exigió Hibari una vez que llegó hasta ellos.
-¡Kyoya!-el Cavallone dejó de reírse para dejar una sonrisa increíblemente grande ocupar su rostro-. Quería verte.
Tsuna se dio cuenta de que un ligero, ligerísimo rubor -al que Hibari bien podría poner como pretexto el haber estado corriendo para explicarlo- se presentaba en la mejillas del moreno, y notó también que, si Kyoya lo tenía escrito en la cara, entonces Dino tenía anuncios luminosos a su alrededor, señalando lo obvio.
El rubio intentó ponerse de pie, pero perdió el equilibrio, cayendo de nuevo y arrastrando a Hibari consigo. Todos, excepto el prefecto, rieron una vez más.
-Suéltame- ordenó, intentando levantarse.
-Te extrañé, Kyoya-rió debajo de él el capo, abrazándolo fuertemente-. Debería venir a visitarte más seguido. Tú también deberías ir a verme, a Italia.
A pesar de que el guardián de la nube agachó la cabeza de inmediato, el tono rojizo de su rostro había sido demasiado obvio. Tsunayoshi, Yamamoto y Gokudera intercambiaron una mirada de complicidad, mientras se levantaban.
-Tsuna, ¿Tú crees que…?-inquirió Takeshi.
-La cara de Dino… Y la de Hibari…-añadió Hayato.
-Sí-respondió el joven capo, mientras comenzaban a andar, dejando a Dino y Hibari forcejeando en el piso.
Se gustan.
El porqué de este fanfic: Estaba en mi clase de Literatura Inglesa II, y mientras ponía atención a la lectura y análisis de un poema que había olvidado imprimir, el profesor dijo algo así: "There's a banner of love in his face. In our faces. You can see someone else's soul trough their faces, through their eyes…" y demás cosas de ese estilo, y no pude evitar pensar en esto. ¿Es necesario aclarar que después ya no tomé apunte? A veces no sé hacia dónde dirijo mi vida.
Lo que sí sé, es que me gustan los reviews.