Bienvenidas a mi nuevo fic. La trama es mía y todo lo de crepúsculo pertenece a S.M.
Gracias a la beta que me ayudará en esta historia: Euge Ozan. Gracias por todo :)
Summary: Al instituto de Forks llegan tres estudiantes nuevos. Enigmáticos, interesantes e impulsivos, los Hijos del Fuego no esperaban encontrarse con su peor enemigo en el instituto, los Hijos del agua. Lo opuesto atrae y lo peligroso se desea aun mas. Edward / Bella Rated: M
FUEGO Y HIELO
Unos dicen que el mundo terminará en fuego,
otros dicen que en hielo.
Por lo que he gustado del deseo,
estoy con los partidarios del fuego.
Pero si tuviera que sucumbir dos veces,
creo saber bastante acerca del odio
como para decir que en la destrucción el hielo
también es poderoso
Y bastaría.
Robert Frost.
Prólogo:
...
– ¿Sabes? Ya no aguanto más esto –me dijo con voz contenida –.Te amo y he intentado todo lo posible para que estemos juntos, pero no ha resultado –ahora yo estaba con lágrimas en los ojos y con furia en mi corazón.
– ¿Eso es todo? ¿No vas a luchar o algo? ¿Eso es lo que quieres? –apartó la mirada y cuando volvió a situarla en mi, supe que a él le dolía esto igual que a mí.
–Bella, dime que es lo que tengo que hacer, dime como se puede mejorar esto y te juro que lo hago para que estemos juntos –no sabía que decir –. ¿Lo ves? No hay nada que hacer, somos enemigos naturales, tú eres fuego y yo soy agua, somos totalmente opuestos… ¿Intentar escapar? Nos encontrarían tarde o temprano…
–Pero…
–Mi amor –susurró tomando mi rostro con sus manos y sentándome en su regazo –. Todo esto lo hago por ti. Si nos encuentran después de escapar, ¿a quién crees que le iría peor? Yo me ganaría un fuerte reto y quizás hasta un destierro, pero a ti te podrían matar. Ya sabes cómo son los de tu estirpe, nunca lo perdonarían.
Edward tenía mucha razón: si me encontraban serian capaz de matarme ahí mismo. La otra opción es que me someterían a un juicio, pero estaba segura que si iba a la cárcel los mismos guardias me matarían, nadie me perdonaría una traición de esa magnitud. Para mí solo era amor. Un amor correspondido, pero que no era permitido.
– ¿Encontrarás a alguien más? –hipé mientras escondía mi rostro en su cuello.
–Nosotros nos enamoramos solo una vez y es para siempre –susurró –. ¿Qué hay de ti? Estoy seguro que Jacob no desaprovecharía la oportunidad –cuando mencionó el nombre del perro instantáneamente apretó mas mi brazo.
–Para mí no hay nadie más que tu. Quizás intenten casarme con Jacob, pero lo mataría a la primera oportunidad. Después de lo que hizo no tendré más paciencia con él ni con nadie que se interponga en mi camino –la verdad de mis palabras me dio una bofetada. ¿Por qué cuando se trataba de estupideces decidía acabar con todo aquel que se me interponga? ¿Por qué no podía luchar de la misma manera por mi amor con Edward? –. Dame dos días –dije decidida.
– ¿Para qué?
– ¡Para luchar Edward! ¿Crees que me quedaré así como así? Lucharé y pelearé por esto –nos señalé a ambos –. No importa quién se oponga. Nada ni nadie nos separará –lo abracé –. Pero… ¿Tú quieres que luche por nosotros? –mis palabras sonaron temerosas.
– Estaba esperando que me dijeras eso –su voz sonaba contenta –. Iba a luchar de todas formas y en secreto por nosotros, pero esperaba que te dieras cuenta de que tú también tenías que hacerlo –susurró.
–Dos días –le dije.
–Dos días –concordó antes de besarme.
…
Cinco días después...
Mis llantos quizás se llegaban a escuchar en las otras colinas, y no me importaba; porque justamente eso quería: que mis gritos llegaran hasta las profundidades del mar, hasta donde él estuviera.
– ¡Edward! –grité mientras me ahogaba con mis propias lágrimas –. ¿Dónde estás, maldita sea? ¡Lo prometimos! –la marea, que se encontraba calma a la hora del atardecer, comenzó a alterarse –. ¡Seré como tú! Me da lo mismo todo lo demás ¡Pueden irse a la mierda todos! Solo tú y yo, Edward. Solo tú y yo…
No supe en qué momento me había desplomado, pero ahora me encontraba llorando bocabajo sobre la arena.
–Seré como tu –susurré –. Si quieres me raparé y quemaré mi piel para borrar todas las marcas, pero llévame contigo… eres todo lo que tengo. –mis manos hicieron puños con la arena mientras nuevas lágrimas seguían saliendo de mis ojos ¿Es que nunca pararía de llorar?
– ¡Cielos! ¿Dónde has estado? –mis sollozos fueron interrumpidos por aquella voz que no esperaba escuchar, por lo menos no a mis espaldas.
Espero que les haya gustado, gracias por todo y espero que me digan si hay algo que no les guste :)
Isa :)