The mission

Capítulo 18: Regreso a casa

Cierto rubio se movía de un lado a otro en aquella casa impaciente y asomándose a la ventana cada 5 minutos debido a la situación que ya le había preocupado así que quien fue un sargento del ejército japonés decidió alentarlo para que dejara esa impaciencia aun lado.

-Tranquilo muchacho siéntate y relájate.- le decía sentado en su sillón mientras tenía en sus manos un libro.- cada vez que escuchas una motocicleta te asomas a la ventana.

-Es que no puedo estar quieto ya que quiero saber que paso con mi amigo Yami, si logro rescatar a Yugi, no se ha comunicado y quiero saber.- decía mientras caminaba en círculos.

-Eres muy impaciente y dale tiempo ya que lograr un rescate no es sencillo en especial si es de una banda como ghost shadow además deberías de tenerle más fe a Atem ya que estoy seguro que lo logro. Deberías de sentirte más tranquilo considerando que ya ha eliminado a varios de ghost shadow y libero a esas chicas.

Después de que Yami los llamara y les encargara a las chicas del burdel de Brooklyn el sargento Max había contactado a algunos de sus amigos que aún estaban en servicio, ellos se encargaron del dinero y pasaporte ahora esas chicas ya habían regresado a sus hogares, sin que lo supieran sus familias estaban felices de tener a sus hijas de vuelta después de meses incluso años de no verlas, todas ellas le agradecían al sargento y sus colegas pero sobre todo a Yami ya que fue el quien las libero de seguir siendo esclavas, quien lo agradecía mas era Karin ya que ahora estaba con sus padres que la recibieron con lagrimas en los ojos y los brazos abiertos.

El sargento entendía la impaciencia de Joey sobretodo porque la misión que Yami tenía entre manos era muy difícil pero confiaba que el joven cadete lo había logrado, Joey se sentó aunque no dejo de lado su impaciencia eso se podía notar por como movía su pie.

Sin saber que Yami realmente lo había logrado ya que se dirigía a toda velocidad a Harlem, estaba tratando de mantenerse consiente y de soportar el dolor de su brazo roto ya que conducía con una sola mano y aunque era peligroso no estaba dispuesto a recibir ayuda de la policía, todo lo que quería era regresar a donde estaba el sargento y después regresar a Japón. A pesar de todo Yami estaba superando los límites de su fuerza y como no hacerlo si tenía a su hermano menor con él, de pronto escucho la voz de Yugi.

-Yami creo que deberías de descansar un momento ya que te estas forzando demasiado y estas muy mal herido, toma las cosas con calma.

-Créeme que eso es lo único que no puedo hacer, no descansare hasta que hayamos regresado a Japón, no te preocupes por mí que yo estaré bien (pensando: más me vale estar bien)

-A veces eres tan obstinado pero así me gusta que seas, gracias por rescatarme de esa pesadilla ya que creí que no los volvería a ver.

-No dejaría que te convirtieras en esclavo de alguien que lo más seguro te sometería a torturas diarias incluso aunque no te hubiera encontrado aquí iría hasta el fin del mundo solo por encontrarte y eliminaría a quien quisiera ponerse en mi camino.

-Muchas gracias hermano eres muy fuerte.

Después de esa pequeña plática ya no cruzaron palabras, en poco tiempo estaban en Harlem y ya iban llegando a la casa del sargento, al escuchar la motocicleta Joey se levantó y se asomó por la ventana (de nuevo)

-Muchacho ya relájate.- Joey esbozo una gran sonrisa.

-Son ellos, lo logro Yami realmente lo logro.- el sargento se sorprendió y se levantó, Joey corrió hacia la puerta aunque casi se cae debido a que no se fijó por donde iba, afuera Yugi se bajaba de la motocicleta y escucho una puerta abrirse y vio a su amigo Joey corriendo hacia el a toda velocidad.

-Joey.- fue hacia el con lágrimas en los ojos.

-Yugi viejo que bueno que estas aquí.- lo recibió con un abrazo, Yami veía la escena solo lamentaba no haber podido rescatar a los demás.

Se bajó de la motocicleta y en esos momentos ya comenzaba a ver borroso debido a que ya no tenía fuerzas y había ido más allá de su límite, dio un paso pero sintió que todo su cuerpo ya se había entumido por el dolor en especial en su brazo roto, sus fuerzas finalmente lo abandonaron y cayo inconsciente, Yugi y Joey escucharon el sonido que hizo Yami al caer y al verlo en el piso corrieron hacia él.

-¡Hermano! ¿Qué te pasa? Por favor háblanos.

-Viejo vamos no es momento de estar jugando ¡Abre los ojos!- lo movían pero no daba resultado Yami simplemente no respondía, el sargento se acercó.

-Déjenme ver.- comenzó a revisarlo dándose cuenta de todos los golpes y cortadas que tenía en rostro y cuerpo, se dio cuenta de algo mas.- tiene un brazo roto ¿Cómo rayos pudo conducir sin accidentarse? Como sea llevémoslo adentro.

El sargento cargo a Yami y lo llevo adentro colocándolo en el sillón más grande, con la luz de su casa observo más la condición en que estaba Yami.

-Está muy golpeado.- comento Joey.- debió encontrarse con rivales realmente fuertes.

-Con un par llamados Marik y Bakura ellos eran unos tipos que estaban más avanzado en eso de las peleas pero aun así Yami logro vencerlos junto con el hermano mayor de uno de los prisioneros, yo no vi la pelea ya que estaba encerrado y me alegra no haberla visto pero ahora mi hermano está muy mal herido.

-Entiendo, necesita atención médica ya que esas heridas es mejor tratarlas en un hospital ya que aquí no tengo lo necesario para curarlo así que vamos al hospital.

El sargento cargo a Yami y lo metió en su camioneta seguidos de Yugi y Joey y se dirigieron al hospital más cercano que era el The Mount Sinaí, ahí atendieron a Yami y lo llevaron a urgencias, le enyesaron el brazo y le trataron las demás heridas de su cuerpo. Cuando terminaron el doctor que atendió a Yami se dirigió hacia donde estaba el sargento y compañía.

-¿Cómo esta Atem doctor?- pregunto el sargento.

-Tiene golpes muy severos en todo el cuerpo, el brazo izquierdo roto pero está estable y respondiendo al tratamiento, después de todos esos golpes me sorprende que esté vivo, deberá permanecer aquí un par de días para observación.

-Yo no me sorprendo ese muchacho es una persona con mucha fuerza, deseos de pelear por lo que desea y jamás darse por vencido.- comento el sargento con una sonrisa.

-¿Podemos ver a mi hermano? Por favor.

-Claro habitación 202, me retiro.

El doctor los dejo y fueron a la habitación indicada, cuando llegaron vieron a Yami que seguía inconsciente con su brazo izquierdo enyesado, el otro lo tenía vendado debido a que tenía cortes, su rostro tenía varios moretones y cortadas que estaban cubiertas por curitas y una venda en la frente debido al cabezazo que le dio a Marik antes de matarlo, su estado se veía deplorable cosa que entristecía mucho a Yugi.

-Hermano.- Yugi se sentó junto a él tomándolo de la mano la cual se sentía tibia.- peleaste muy bien ahora solo descansa ya que no quiero que te pase nada malo, me quedare contigo.

-Tranquilo Yugi te aseguro que Yami estará bien ya que tal vez se vea así pero sabes que él es muy fuerte ya que logro eliminar a esos malvados, te aseguro que no se dejara vencer.

Dijo Joey acercándose a Yugi queriendo alentarlo y aunque a él también le entristecía ver a Yami en esas condiciones confiaba en la fuerza que Yami tenía en su interior, esa fuerza que lo había mantenido de pie hasta el final sin importar que difícil fuera el obstáculo a vencer.

El sargento solo observaba a Yami y aunque se veía malherido podía ver la enorme fuerza que Yami poseía, reconocía esa fuerza ya que era la misma que Alexander expresaba en cada una de sus batallas.

-Se parece demasiado a Alexander.- ambos chicos voltearon a ver al sargento cuando dijo esas palabras.- Alexander es así: fuerte como nadie con unos enormes deseos de salir victorioso en sus misiones sin importar que tan difícil sea el rival, todo eso lo veo en Atem.

-Claro que si mi amigo es de los más fuertes que conozco y sé que jamás se habría rendido hasta lograr su objetivo.

-Así es.- volteo a ver su reloj.- ya es tarde es mejor que nos retiremos a descansar y mañana vendremos a visitarlo.

-Yo quiero quedarme con mi hermano.

-Yo también quiero quedarme.- dijo Joey.

-Está bien regresare a primera hora en la mañana por ustedes, descansen.- El sargento salió de ahí dejando a los chicos, tomo su teléfono y marco a un numero de celular de un país extranjero ya que su celular tenia cobertura a cualquier país del mundo no había problema, la persona al otro lado de la línea escucho su teléfono pero al ver el número no lo reconoció pero aun así contesto.

-¿Quién es?

-Hola viejo tigre de batalla no puedo creer que no reconozcas a tu viejo sargento Max Matsumoto.

-Sargento es un gusto escucharlo ¿Cómo consiguió mi número?

-Tu joven y obstinado hijo me lo dio y debo decir que tienes un hijo muy fuerte tigre y bastante necio en eso se parece a ti.

-¿Qué ha sabido de él?

-Simplemente te diré esto: misión cumplida, logro rescatar a su hermano y a uno de sus amigos ya que no logro llegar a tiempo con los otros dos ahora está descansando después de una muy difícil pelea y a juzgar por sus heridas tuvo una batalla muy fuerte y difícil de ganar.

-Ese es mi cadete.- dijo Alexander con una sonrisa de satisfacción en su rostro.

-Lo tendrás de regreso en poco tiempo ya que primero debe recuperarse de todo el daño que recibió bueno solo quería informarte así que me retiro ya que aquí es de noche y yo estoy cansado, nos veremos tigre.- con esas últimas palabras colgó y se retiró de ahí

Alexander sostenía su teléfono y Andrew que estaba aún lado no había escuchado mucho así que decidió preguntarle a Alexander.

-¿Qué paso Alexander? ¿Qué te dijo el sargento?- Alexander esbozo otra sonrisa.

-Pronto tendremos de regreso a mis dos hijos, Atem lo logro.- a Andrew le dio gusto saber eso demostrándolo con una gran sonrisa.- primero debe recuperarse de la batalla y después regresara a Japón junto con Yugi.

-Qué bueno Alexander me da mucho gusto (pensando: lo lograste Atem en verdad eres muy fuerte te felicito)

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En el hospital después de un rato Yugi y Joey se quedaron dormidos debido a que el cansancio los venció, descansaban igual que Yami. La noche paso rápido y la ciudad de Nueva York vio un nuevo amanecer, Yami comenzó a abrir los ojos despacio, cuando los abrió completamente vio que estaba en una habitación de color blanco y el único pensamiento que le llego a la mente es saber en dónde estaba; escucho un sonido lo cual lo alerto así que volteo viendo a Yugi y Joey que se habían quedado dormidos en un pequeño sillón, esbozó una sonrisa al verlos y supo que lo más probable es que estaba en un hospital.

Eran las 8 de la mañana cuando Yugi comenzó a despertar abriendo sus ojos lentamente, lo primero que vio fue a Joey a su lado dormido dando ligeros ronquidos y después volteo a ver a Yami que lo observaba, sonrió al verlo despierto.

-Buenos días hermano ¿Cómo te sientes?

-Me siento mejor Yugi ¿Estamos en un hospital verdad?- Yugi asintió.- me lo imagine.

-Tus heridas eran graves por lo que tuvieron que traerte.- Yugi derramo una lágrima.- me alegra tanto verte despierto.

-Tranquilo estoy bien.- dijo con una sonrisa alentando a Yugi quien también le sonrió.

-Me alegra.- antes de poder decir otra cosa el sargento entro a la habitación.

-Buenos días.- volteo a ver a Yami.- Atem al fin despertaste ¿Cómo te sientes muchacho?

-Bien sargento ¿Cuándo podré salir de aquí?

-Tranquilo chico primero deben observarte y ver cómo vas progresando después determinaran cuando puedes salir así que no te apresures.

-Entiendo y espero que esto no tarde mucho ya que no deseo permanecer más en este país.

-Lo entiendo pero ahora descansa y céntrate en recuperarte de todas tus heridas.- el sargento se acercó a Joey y comenzó a moverlo.- vamos muchacho despierta ya es de día.- pero Joey no respondía ya que estaba perdido en sus sueños.- sí que tiene el sueño pesado.- puso sus dedos en la nariz de Joey impidiéndole respirar, a los pocos minutos despertó de golpe.

-¿Qué? ¿Qué paso? ¿Nos atacan?- eso provoco risa en los dos hermanos.

-Nadie nos está atacando.- dijo el sargento algo divertido por la reacción de Joey.

-Ah bueno estaba soñando con un gran banquete.- en eso su estómago comenzó a gruñir.- ya tengo hambre.

-Iremos a comer algo, Atem vendrá el medico a revisarte así que te dejamos solo un rato.- Yami asintió.

-¿Qué? ¿Yami ya está despierto?- volteo a verlo.- que bien que ya despertaste ¿Cómo te sientes viejo?

-Estoy mejor, vayan a comer se ve que lo necesitan sobretodo tu Joey, ve Yugi créeme que estaré bien.- Yugi asintió.

Los 3 salieron de la habitación y Yami se quedó solo meditando algunas cosas, minutos después entro el doctor y una enfermera para cambiarle las vendas, el doctor lo reviso notando que tenía un poco de fuerzas, estaba lucido y con ganas de irse de ahí.

Pasaron 3 días desde que Yami fue ingresado y ahora estaba siendo dado de alta, los doctores se sorprendían debido a que se recuperaba rápido, el sargento le había llevado ropa y dejo que se cambiara, minutos después ya estaba listo y salió de la habitación buscando al sargento, Yugi y Joey encontrándolos en el pasillo.

-Ya estoy listo.- dijo cuándo llego con ellos viendo que el doctor también estaba ahí.

-Atem el doctor te va a dar unas ultimas indicaciones.- Yami asintió.

-Todavía debe reposar para que todas sus heridas puedan sanar correctamente.- le dio unos medicamentos.- tómese esas pastillas son para el dolor y calcio para fortalecer sus huesos, si reposa lo suficiente sanara en poco tiempo.

-Entiendo, hare caso a sus indicaciones.

-Claro que no lo hará ya que Yami vive para la acción y no puede quedarse quieto.- le dijo en susurro a Yugi ya que los días anteriores Yami estuvo inquieto pero aunque lo dijo en voz baja Yami logro escucharlo.

-Si eso es todo doctor entonces nos pasamos a retirar gracias por sus servicios.- agradeció el sargento Max, salieron del hospital pero Yami antes de salir le dio un golpe a Joey en el brazo con su mano sana.

-Auch oye ¿Por qué hiciste eso?- se quejó Joey.

-Escuche lo que le dijiste a Yugi.- salió del hospital sin ningún remordimiento.

-¿No le dirás nada Yugi?- dijo Joey.

-Considerando lo que paso la última vez en esta ocasión no me meteré.- salió detrás de su hermano y Joey se quedó con una nubecita negra.

-Tranquilo muchacho mejor vamos a comer algo ya que necesitaran fuerzas para el largo camino que deben emprender.- Joey asintió.

Salieron del hospital y fueron a comer algo, a Yami le supo a gloria la comida ya que la comida del hospital había sido horrible, después de comer el sargento llevo a los 3 chicos al aeropuerto John F. Kennedy para despedirlos, en la camioneta comenzó a darles instrucciones ya que ya era tiempo de que regresaran a su hogar en Japón.

-Les conseguí los boletos de avión, tardaran en llegar pero llegaran con bien y en el transcurso del viaje descansa Atem, Alexander ya está enterado de todo y ya sabe que ya vas en camino.- Max le había llamado nuevamente a Alexander antes de ir al hospital y lo puso al tanto de todo.

-¿Mi comandante ya sabe? Entiendo.

-Espero nos volvamos a ver, ustedes son fuertes soldados ya que sobrevivieron a estas batallas, cuídense entre ustedes.- los 3 asintieron.

Llegaron al aeropuerto el cual estaba concurrido y solo esperaban a que se anunciara su viaje, antes de irse llegaron dos personas las cuales ambos hermanos conocían bien.

-¿Con que ya se van?- al escuchar esa voz seria todos voltearon, Yugi sonrió al verlos pero Yami no mostro expresión alguna.

-Seto, Mokuba me da gusto verlos.- dijo Yugi con una sonrisa en su rostro.

-Mokuba me convenció ya que quería despedirse.- dijo Seto de una manera seria.

-Ya se me hacía raro que tu quisieras despedirte de mí ¿Cómo van tus heridas?- pregunto Yami al ver varios curitas en la cara de Seto además de los moretones dejados por la batalla.

-Sanaran igual que las tuyas.

-Chicos solo quiero agradecerles lo que hicieron por Seto y por mí, nos liberaron de una tiranía y gracias a ustedes estamos juntos de nuevo.

-No fue nada y supongo que ahora si harás el trabajo para el que realmente te pagan.- a Seto no le gusto ese comentario pero no demostró su molestia ya que al final de cuentas Yami tenía razón.

-Sí y como sabes no me gustaba hacer ese tipo de cosas así que supongo que debo de agradecértelo, creo que algún día nos volveremos a ver.

-Eso creo.- entre los dos se dieron la mano.- peleas bien policía.

-Tú también soldado.- en esos momentos se anunció el viaje a Japón.

-A todos los pasajeros con destino a Japón favor de abordar el avión.

-Ese es nuestro viaje, nos veremos.- dijo Yami y los 3 se dirigieron al avión, el sargento los despidió igual que Seto y Mokuba, minutos después el avión emprendió su vuelo.

En el transcurso Yami descansaría lo que su cuerpo aun necesitaba así que se acomodó en su asiento y cerro sus ojos, los abrió un momento cuando sintió a Yugi recargarse en el así que solo sonrió.

El camino fue largo y Yami se la pasó durmiendo ya que a su cuerpo aun le hacía falta mucho descanso, después de un largo viaje estaban llegando a su destino, la aeromoza hizo el anuncio.

-A todos nuestros pasajeros en 10 minutos estaremos llegando al aeropuerto de Domino favor de abrocharse sus cinturones, esperamos que hayan tenido un buen viaje.

Yugi y Joey estaban emocionados por ello y Yami solo dio una ligera sonrisa al fin habían regresado a casa. Pasaron los 10 minutos el avión aterrizó en el aeropuerto, los pasajeros salieron del avión, cuando los 3 chicos salieron vieron a Alexander, Andrew y Zora que también se había recuperado, al verlos Yugi se emocionó muchísimo.

-¡Mamá! ¡Papá!- corrió hacia ellos.

-¡Yugi!- Zora igual corrió hacia Yugi abrazándolo con fuerzas.- mi pequeño creí que te no te volvería a ver.- dijo derramando lágrimas de alegría.

-Yo también pensé lo mismo.

-Me alegra verte campeón.- dijo Alexander dándole un abrazo a Yugi, después vio que Yami venia caminando junto con Joey y se acercó a el.- Atem felicidades lo lograste.- Yami correspondió eso con un saludo estilo militar.

-Gracias pero no pude salvarlos a todos, no pude llegar a tiempo a mis otros dos amigos.

-No siempre se podrán ganar todas las batallas Atem.- dijo Andrew acercándose a el.- lo hiciste muy bien aunque si resultaste muy lastimado.- dijo viendo el yeso en su brazo izquierdo, los curitas y moretones que tenía en la cara.

-Misión cumplida comandante.- dijo Yami

-Lo hiciste muy bien hijo mío.- dijo Alexander, esa última palabra le sorprendió a Yami ya que no recordaba la última vez que Alexander le dijo hijo, Alexander le dio un abrazo a Yami cosa que termino sorprendiéndolo más.- estoy muy orgulloso de ti eres muy fuerte.- se separó del abrazo.

-Tú también saliste bien librado de esta locura verdad Joey.- pregunto Andrew a Joey que veía las escenas.

-Sí y si no hubiera sido por Yami no estaría vivo.- Zora se acercó a Yami.

-Gracias bebe, oh mira estas muy lastimado ¿Qué te hicieron esos rufianes?

-Nada comparado con lo que yo les hice.

-Me alegra que estés a salvo mi niño.- Zora lo abrazo con fuerza provocando que su brazo izquierdo se lastimara más.

-Ya entendí ahora deja de abrazarme que me lastimas.- Zora lo dejo de abrazar disculpándose por ese abrazo tan cariñoso.

-Vamos hijo aun tienes que reposar de esas heridas.- Alexander lo cargo mientras Yami no salía de su asombro por ello.

-Muy bien ¿Quién es usted? Y ¿Qué le hizo a mi comandante?- todos se rieron.

-Es el mismo que conoces solo que en estos días salió el lado humano que siempre ha tenido oculto aunque tienes razón si sorprende ya que siempre ha sido frio y sin sentimientos ni consideración a nadie.- comento Andrew.

-Cállate Andrew o te daré un golpe en la cara.- Andrew solo se rio.

-Ese si es el Alexander que conozco.

Salieron de aeropuerto dirigiéndose a la casa de Zora, cuando llegaron Yami les conto todo lo que había pasado mientras estuvo en Nueva York, como había eliminado a los miembros de ghost shadow y al líder, lo difícil que se las vio en la batalla contra Marik y Bakura pero sobretodo expresaba tristeza cuando recordó las condiciones en que encontró a Tea y Tristán ya que se sentía mal de no haber llegado con ellos a tiempo, Yugi también les conto lo que vivió mientras estuvo encerrado en aquella habitación, en el momento de la venta y cuando estuvo a punto de ser sacado del país para ser llevado a otro lado como esclavo de alguien sin corazón.

-Lamento la pérdida de sus amigos ya que ellos no debieron morir pero espero que hayan aprendido una lección de todo esto: jamás se confíen de la gente ya que muchas veces no tienen buenas intenciones.- dijo Alexander.

-Así lo haremos papá créeme que no quiero pasar por algo así de nuevo.

-Lo importante es que ustedes sobrevivieron y están a salvo y eso es lo que importa ahora, buen trabajo Atem lograste salir adelante.- dijo Andrew.

-Gracias entrenador fueron batallas muy difíciles pero logre ganar esa pequeña guerra, solo lamento que mis amigos tuvieran que morir.

-A veces hijo eso es inevitable así es esto, un grupo de traficantes menos pero aún quedan muchos otros que están haciendo sufrir a mucha gente en estos momentos.

-Lo se comandante es por eso que ahora tengo más determinación en cumplir mi sueño, sé que lograre hacer una diferencia aunque esta sea pequeña.

-Así será hijo mientras ten esto.- de su chaqueta Alexander saco una cajita de color negro y se la dio a Yami.- Andrew.

-Lo se: por tu valentía e intrepidez con riesgo de perder tu propia vida, más allá de la llamada del deber, estando en combate contra un enemigo de Estados Unidos se te hace entrega de este merito que solo los más valientes pueden recibir.

Yami abrió la caja viendo su contenido el cual era una medalla conformada por una cinta tricolor azul, blanca y roja, de la que pendía un cóndor dorado de alas extendidas y una estrella dorada de cinco puntas esmaltadas en rojo, en el centro se podía leer "Al Valor"

-¿Esto es una medalla al valor? Esta se entrega a los soldados que ponen en riesgo su vida por el país ¿Por qué me la da comandante? Yo aún no soy merecedor de tal honor.

-No estamos en la academia así que dime papá.- eso termino sorprendiendo a Yami pero después sonrió ya que jamás se imaginó que volvería a llamar a Alexander de esa manera.- y te la doy por el gran valor y espíritu de pelea que demostraste allá afuera no importa si solo eres un cadete es un reconocimiento que mereces porque lo que hiciste requiere de mucho valor y mucho coraje, estoy orgulloso de ti hijo.

-Está bien y gracias… papá.- todos sonrieron ante eso.

Después de la aventura que tuvo en Nueva York Yami paso una semana más en la casa de su madre conviviendo con su hermano menor y su amigo Joey disfrutando de las diversiones de Domino, en ese tiempo también le enseñaba defensa personal a Yugi y Joey y aunque tenía un solo brazo podía enseñarles bien, Yugi ya no se quejaba de que era algo violento ya que después de esa experiencia donde casi termina siendo el esclavo de alguien ahora pensaba que era bueno que se supiera defender tal y como su hermano mayor. En esos días Alexander le había dado una noticia a Yami que lo había dejado pensativo, estaba en el parque sentado bajo un árbol pensando cuando Yugi se le acerco.

-Has estado serio desde ayer ¿Qué te ocurre?- se sentó a su lado.

-Nuestro padre me dijo que ya era tiempo de regresar a Fukushima pero me dio la opción de quedarme aquí si eso es lo que quería y no sé qué hacer.

-No quisiera que te fueras pero sería muy egoísta de mi parte si te lo pidiera además sé que has de extrañar el campo militarizado ya que ahí has hecho la mayor parte de tu vida, lo que decidas estará bien.

-¿Estás seguro?- Yugi asintió.- quiero seguir mi sueño y con la aventura que tuvimos en Estados Unidos sé que soy capaz de hacer lo que me proponga.

-Yo sé que si ya que eres muy fuerte, sabes hermano creo que te es difícil decidir porque sabes que te extrañare y tú me extrañaras pero sé que es necesario que sigas tu propio camino para que cumplas tu sueño.

-Lo sé y no me quisiera apartar de ti de nuevo pero con lo que me dijiste ahora sé que debo seguir mi camino, nos volveremos a separar pero esta vez no será por 10 años.

-Yo lo se.- derramo una lagrima ya que le daba tristeza que su hermano se fuera.- ¿Recuerdas cuando nos reencontramos?

-Sí, yo estaba muy serio y muy centrado en el entrenamiento, no me importaba nada más y tú criticabas a cada minuto mi estilo de vida militar porque decías que era muy violento simplemente no nos poníamos de acuerdo, después nos peleamos pero supimos cómo resolverlo y forme valiosos vínculos contigo y los demás. En Domino pase buenos momentos a tu lado y aprendí lo que es la bondad.

-Y yo aprendí de ti lo que es la valentía y la fortaleza que lo que sabes de las peleas a veces es necesario, aprendimos muchas cosas uno del otro en el tiempo en que estuvimos juntos, me sentiré indefenso sin ti.

-No digas eso ya te he enseñado un poco de lo que yo sé y no estas indefenso, eres una persona muy fuerte hermanito.

-No más que tu.- Yugi abrazo a Yami.- te extrañare.

-Yo también.- Yami correspondió ese abrazo y ambos se quedaron así por un rato sintiendo la brisa que ofrecía ese día.

Después de eso ambos se levantaron y fueron a casa donde Yami se comunicó con Alexander dándole su decisión, Alexander dijo que iría por el a primera hora en la mañana. La noche cayo pronto y los hermanos tenian sus últimos momentos de convivencia.

Pasando la noche llego un nuevo día en el cual los dos hermanos tendrían que separarse, Yami hacia sus maletas cuando Yugi entro a su habitación.

-Papá ya está afuera esperándote.

-Lo se.- volteo a ver a Yugi.- quiero darte esto.- le entrego la cajita con la medalla adentro.

-Es la medalla al valor que papá te dio ¿Por qué me la das?

-Por dos razones: por la valentía que mostraste en aquella locura y porque con ella quiero que sepas que regresare a Domino, con esta medalla estoy sellando mi promesa de regresar.- Yugi se sintió conmovido.

-La guardare y la cuidare como a mi más valioso tesoro, te quiero hermano adiós.

-Yo también te quiero hermanito y esto no es un adiós sino un hasta pronto.- Yami le dio un beso en la frente.- es hora de irme.- tomo su maleta y salió de la habitación junto con Yugi, bajaron por las escaleras viendo a Zora, Alexander, Andrew y Joey, Zora lo abrazo con cariño.

-Cuídate mucho mi niño espero volver a verte pronto.

-Yo también lo espero mamá.- Joey también aprovecho para despedirse.

-Cuídate mucho amigo y cuida ese brazo que aún no ha sanado.

-Y tu cuida de mi hermano.- Joey asintió, ambos chocaron sus manos.- papá ya estoy listo.- Alexander tomo la maleta de Yami.- ah una cosa más Yugi: si ese bravucón te molesta de nuevo enséñale quien eres y si sigue sin entender dile que personalmente vendré patearle el trasero.

-Así será hermano.- dijo Yugi sosteniendo fuertemente la cajita con la medalla.

-Es hora de irnos.- Alexander y Andrew salieron junto con Atem y se introdujeron en el vehículo de Alexander quien arranco alejándose, cuando se alejaban Yami escucho la voz de Yugi y Joey, volteo a verlos observando que le decían hasta pronto con la mano.

-¡HERMANO REGRESA PRONTO! ¡TE ESTARÉ ESPERANDO!

-¡YO TAMBIEN TE ESTARE ESPERANDO AMIGO! ¡VUELVE PRONTO!

Yugi y Joey hicieron el saludo de los militares, Yami asomo la cabeza por la ventana haciendo el mismo saludo. Yugi se quedó en la misma posición hasta que el vehículo se perdió de vista.-

-Es un gran amigo créeme que lo voy a extrañar.- dijo Joey.

-Yo también, te extrañare mucho hermano.- derramo una lagrima pero sabía que volvería a ver a Yami.

Cuando perdió de vista a ambos chicos Yami se acomodó en su asiento con los ojos cerrados, Andrew noto esas lagrimitas que se asomaron en sus ojos.

-Atem estas llorando.

-No es verdad.- dijo secándose esas lagrimas.- solo tengo algo en los ojos.

-Está bien si lloras ya que estas demostrando que eres un ser humano hijo, no te preocupes que yo no opinare mal si lloras, los hombres también lloran.- dijo Alexander mostrándole una sonrisa.

-Me duele separarme de mi hermano pero sé que lo volveré a ver ya que le prometí regresar a Domino y es una promesa que cumpliré.

Se iba alejando de Domino dejando a su hermano menor, su madre y mejor amigo, le dolía pero sabía que era necesario para cumplir su sueño, una vez que se recuperara de su brazo roto volvería a los entrenamientos pero siempre recordando la bondad que su hermano le enseño, regresaría a Domino pero esta vez no tardaría tanto como antes, de Domino se llevaba grandes experiencias y algo muy valioso: el vínculo irrompible con su querido hermano menor.

Fin.-

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Hola a todos disculpen el atraso pero ya está aquí el final de esta historia, Yami volvió a Fukushima pero regresara a Domino, espero que les haya gustado. Mando un agradecimiento a todos los que siguieron esta historia ya que con sus reviews me inspiraron e hicieron que tuviera aun mas deseos de continuar, un agradecimiento en especial a Divine Hathor, Sayori Sakura, Ayumi Yami Motou, Chiyo Asakura, Laura Andara, Alice2Nekoi, 3lliza luniita, Neptune Black, Bastet Yugi Motou (gracias por tus reviews en mis otras historias y a cuales crees que les hace falta capítulos) Sekhmet Yami, Kayra Isis, Nyu-Nono y Dragonazabache (la explicación que me pedias sobre por el camino de fuego la puse en ese fanfic ya que en este no corresponde esa explicación así que edite mis comentarios finales y puse la explicación)

Gracias a todos ustedes a lo largo de esta historia, por su apoyo, será algo que siempre agradeceré, no me verán en lo que es una semana o semana y media ya que ese tiempo será de meditación con respecto a las otras 3 historias que vienen, como hare su trama y esas cosas pero eso si me tendrán leyendo sus historias.

El último punto es la recomendación de una de mis autoras favoritas: Sayori Sakura, recomiendo sus historias navidad sangrienta y mi maligna otra mitad, son historias con un gran suspenso y mucho misterio ya que recientemente ella me dijo que ya las continuaría y que si no había podido es que la privaron del internet por mucho tiempo además de todas sus labores, pasen y lean créanme que les gustaran, sin más que decir me despido nos veremos en mi siguiente historia. Sayonara.

DarkYami Motou.