NARUTO Y SUS PERSONAJES © MASASHI KISHIMOTO
"Fuego en la Nieve" © SAKURA_TRC
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FUEGO EN LA NIEVE
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Capitulo 1. "Tormenta"
- No puedes ir a lo alto de la montaña –advirtió seriamente la joven mujer.
- Pero mamá…
- Nada de peros, se acerca una tormenta y no quiero que te atrape estando solo.
- Está bien –el pequeño suspiro derrotado– me quedare en el hotel a ayudar al abuelo.
- Te veré por la noche –deposito un cariñoso beso en la cabeza del chico y tomo sus cosas dispuesta a irse– Esperemos que los turistas no hagan muchas tonterías.
- Que tengas un buen día mamá.
Una sonrisa malévola adorno el rostro del pequeño. Corrió a su habitación y preparo lo necesario para su escapada.
…
- Este lugar es muy hermoso –expreso una joven rubia admirando el lugar con sus hermosos ojos azules.
Una hermosa montaña se levantaba frente a sus ojos, aunque estaba a una gran distancia, podía ver como la nieve cubría la cima por completo y como el blanco manto se extendía hasta las faldas de la montaña.
- Hn.
- ¿Por qué no habíamos venido antes?
- De hecho, solo he venido una vez y fue hace mucho tiempo –el joven que la acompañaba era bien parecido, cabello negro con destellos azulados y unos ojos tan negros como la noche sin luna y sin estrellas.
- Mmm, ¿aquí te rompieron el corazón?
- No seas tonta –el bufido de mal humor del chico advirtió a la joven no continuar el interrogatorio.
…
- ¡Ya llegué! –grito la mujer entrando a la cabaña señalada con la cruz roja.
Un hombre rubio ligeramente mayor que la mujer asomo su cabeza desde una habitación contigua– Bienvenida Sakura-chan, ¿cómo está tu pequeño demonio, no vino hoy? –pregunto buscando de manera juguetona.
- No Deidara, mi pequeño demonio se quedó con su abuelo en el hotel –contestó Sakura, una joven mujer, de cabello de un peculiar color rosa, corto y ojos verde esmeralda.
- ¡Que lastima! –el hombre suspiro tristemente– Y yo que pensaba llevarlo a poner las cargas.
Un aura maligna salió de la mujer, un puño en alto y el lento caminar eran totalmente atemorizantes– De-i-da-ra –deletreo espeluznante– Así que eso es lo que haces con mi hijo.
- No espera Sakura-chan, solo era una broma, ¿Cómo crees que yo expondría a tu hijo a tanto peligro?
- Por favor no lo mates… aun –intervino un hombre de cabellera anaranjada, ojos del mismo color y una sonrisa de lado adornando su rostro.
- Buenos días jefe –saludo Deidara con gran dificultad al estar siendo ahorcado por la chica.
- Buenos días Yahiko –saludo la pelirrosa dejando caer, a petición de la mirada de su jefe, a su compañero.
- ¿Qué tenemos para hoy?
Sakura inmediatamente tomo unos papeles del escritorio y encendió la computadora– Tenemos reportes de una posible tormenta, aunque el meteorólogo dice que llegará por la noche nos advierte que estemos preparados.
- Avísale al resto del equipo y también a tu hermano, dile que esté listo por si las cosas se complican –Yahiko suspiro para que sus palabras no se hicieran realidad.
…
- ¿Este es el hotel? –pregunto asombrada la rubia.
- Si, ¿que esperabas un hotel cinco estrellas y de todo lujo?, aquí solo hay este hotel.
La ilusión desapareció de los ojos azules en cuanto vio el pequeño hotel rústico y de modesta arquitectura. Pero que a los ojos negros le parecía maravilloso, nada ostentoso y con una calidez que envidiaba para su hogar.
- Bienvenidos –saludo un hombre de cabello gris y ojos ligeramente más oscuros, llevaba la boca cubierta, seguramente por el frio del lugar– ¿En qué puedo ayudarlos?
- Buenos días esperábamos encontrar habitaciones disponibles.
- Oh, claro joven, ¿dos o… una? –pregunta pícaramente el hombre con una enorme sonrisa en sus labios.
- Dos por favor –contestó el joven con una sonrisa divertida.
- ¿Cuál son sus nombres?
- Uchiha Sasuke y Yamanaka Ino, por favor.
- Muy bien, aquí están sus llaves señor –le tendió un llavero al ojinegro y otro más a la chica– y las suyas señorita –salió de atrás del mostrador y tomo las maletas de la joven, Sasuke, sin embargo tomó las suyas en un gesto de cortesía hacia su hospedador, quien los condujo a sus habitaciones– Espero que su estancia sea placentera, cualquier cosa que se les ofrezca no dude en pedirla, mi nombre es Kakashi y estaré a sus órdenes.
- Gracias –dijeron ambos.
Con una ligera reverencia, el hombre se retiró del lugar.
Unos ligeros golpes en la puerta, hicieron que Sasuke interrumpiera la labor de desempacar. Abrió y se topó con unos ojos azules furiosos– ¿Por qué pediste DOS habitaciones?
- Pensé que sería más cómodo para ti –se encogió de hombros restándole importancia al hecho, acción que recibió una reacción.
La rubia lo hizo a un lado de un empujón y se adentro en la habitación– Se suponía que este viaje era para rescatar nuestra relación.
- Ino, el que queramos hacer eso, no implica que tengamos que dormir en la misma habitación –le dio la espalda y continuo desempacando– Además, creí que ese era uno de los problemas, vivimos juntos y prácticamente nos queremos matar –abrió la puerta del baño y acomodó sus accesorios de aseo personal– Un poco de espacio no nos viene mal.
- Argh, eres imposible Sasuke –Ino hizo una rabieta y se fue a su cuarto.
…
Unos golpecitos con ritmo inconfundible alertaron al hombre.
- Adelante Sakura.
- Todo está listo Yahiko –con reporte en mano informo a su jefe la pelirrosa– Sasori tiene todo preparado en el hospital, el resto del equipo de rescate está en sus puestos y Deidara está colocando las cargas para evitar los acumulamientos excesivos de nieve.
- Gracias, ahora solo falta revisar que los maletines de primeros auxilios estén…
- Listos –interrumpió Sakura– incluso puse algunos extras por si los necesitamos.
Yahiko sonrió divertido– ¿Hay algo que no hayas hecho?
- Si, me falto ir por mi café.
- Lo siento, pero el deber es el deber –Yahiko se levantó y rodeó el escritorio para colocarse frente a Sakura.
La pelirrosa simplemente sonrió ligeramente– Estamos en la oficina –advirtió mirando a los alrededores.
- Pero es que si no es aquí siempre estas ocupada o ¿es que no quieres salir conmigo?
- No es eso, es que…
- Es tu hijo.
- Si y no –se alejó un poco de Yahiko y le dio la espalda– Él te admira y te quiere mucho, pero yo… no siento que esto vaya a funcionar.
- Ya no confías en mi, ¿verdad?
Sakura se abrazó a si misa y acaricio sus brazos buscando un poco de consuelo– No Yahiko, tu engaño me hirió mucho y para serte honesta no creo que pueda olvidarlo.
- Tienes razón, lo entiendo, pero debes pensar que no solo es mi culpa.
- ¿De qué demonios estás hablando? –los jades miraban acusadoramente a Yahiko, Sakura se veía realmente ofendida.
- Nunca lo has olvidado –Sakura no entendía de lo que su jefe y ex novio hablaba. Yahiko al ver la confusión en el rostro de la joven siguió hablando– Al chico que te embarazó.
- Estas mal Yahiko, yo jamás he vuelto a pensar en él, además eso fue hace muchos años y no duró más de dos semanas.
…
- Hoy es un día perfecto para salir a esquiar, ¿no crees Sasuke? –sugirió la rubia.
- Si, tienes razón.
- ¿Vas a enseñarme? –preguntó coqueta Ino.
- No soy muy bueno, pero creo que podré enseñarte lo básico.
Salieron del hotel tras preguntar donde había una tienda para alquilar equipo de esquí.
- Hola –saludó Ino muy alegre al encargado de la tienda, un pelirrojo con cara de pocos amigos y un tatuaje sobre el ojo.
- Hola –contestó secamente.
- Podrías rentarnos dos equipos para esquiar, por favor.
- Necesito una tarjeta de crédito y una identificación con fotografía –explicó el joven mirando fijamente a Sasuke.
De inmediato Ino apresuró a su novio para que sacara las cosas de su bolsillo y ella las entregó con una gran sonrisa– Aquí están.
- Bien –el chico guardó las cosas en la caja registradora y salió de atrás del mostrador– Pruébense el equipo y con el que se sientan más cómodos se lo pueden llevar.
- ¿Alguna sugerencia de donde es mejor esquiar? –preguntó Sasuke con su acostumbrado tono indiferente.
- Si son principiantes les sugiero contraten a un instructor, allá afuera hay muchos sabrán distinguirlos porque usan ropas de color negra con nubes rojas –su mirada se desvió un segundo y suspiró derrotado– Permítanme un momento –pidió y salió de la tienda.
Por la ventana del lugar vieron que detenía a un niño. Sasuke e Ino interesados y ya con el equipo puesto salieron a presenciar lo que sucedía.
- ¡Mi mamá me dio permiso de salir!
- Ella no me dijo nada.
- Eso es porque estabas profundamente dormido cuando se fue a trabajar –el pelirrojo inmovilizaba a un pequeño con un traje de esquiador color rojo, gafas obscuras para esquiar, un extraño gorro rojo cubriendo su cabeza y bajo su brazo una tabla de snowboard.
- Creo que voy a hablarle por teléfono para preguntarle.
- ¿Tío Gaara, vas a quitarle a mi mamá su preciado tiempo para preguntarle algo tan trivial?
Gaara rodó los ojos harto– Está bien, pero no subas a lo alto de la montaña, quédate aquí cerca.
- Gracias tío, por eso eres el mejor –el pequeño cayó en pie en cuanto lo soltó el pelirrojo y salió corriendo rumbo a la zona de esquí.
- Si quieren un buen maestro pueden contratar a ese chiquillo –dijo Gaara señalando al pequeño.
- Pero solo es un niño –advirtió Ino.
- Y es el mejor esquiador que he visto y que verán, el nació para dominar la nieve.
Algo en el niño llamó la atención de Sasuke– Lo veremos por un rato y si es tan bueno como dices tendrá el trabajo.
…
Sasuke ayudaba a Ino a mantener el equilibrio con el pesado equipo de esquí, aunque en realidad no era tan pesado pero a la rubia le gustaba robarse la atención de Sasuke. De pronto el mismo chico que vieron fuera de la tienda de esquiadores pasó a su lado a gran velocidad y con gran maestría esquivo a todos los que estorbaban su carrera.
- ¡Wow! Ese pequeño es muy bueno, ahora entiendo porque nos lo recomendó el joven de la tienda.
- Si, parece que es el amo de la nieve.
- Contratémoslo –rogó Ino con una linda y tierna carita de suplica– ¿Si?
Sasuke suspiró derrotado– Ok –se deslizó lentamente ayudando a Ino para llegar hasta el niño – Oye, ¿te gustaría ganar un poco de dinero?
- ¿Hn? –el pequeño miró a su alrededor para verificar que le estaban hablando a él– ¿Me lo dices a mí?
- Si tu pequeño del gorro raro –el pequeño hizo un puchero de disgusto por el adjetivo hacía su preciada prenda– Necesitamos un instructor y veo que eres muy bueno –alagó Sasuke, acción que sorprendió a Ino, él no era del tipo que reconociera los talentos de los demás.
- No lo sé, nunca antes he enseñado y no me gusta tu actitud altanera –Ino contuvo la risa, nadie le había hablado así a Sasuke– Además que tal si eres uno de esos pervertidos que busca niños para hacer cosas malas.
Ino no soportó más y soltó una carcajada– ¡Pervertido! ¡Un niño te dijo pervertido!
- Cállate Ino, sino quieres que nos metamos en problemas –dictó Sasuke furioso– Fue tu tío el que te recomendó y si quieres verificar, puedes ir a su tienda y ver mi identificación, además nos estamos hospedando en el hotel Konoha.
- ¿Cómo se llama el gerente del hotel? –interrogó el menor con una mirada inquisitiva.
- Kakashi –contestó Ino con una sonrisa.
- Está bien, pero espero que la paga sea buena –aceptó el pequeño.
- ¿Cómo te llamas? –la rubia se agachó hasta estar a la altura del niño.
- Sou, mucho gusto.
- Mi nombre es Ino y el pervertido –dijo riendo y arrancando una sonrisa al pequeño– se llama Sasuke.
- Ya, ya, vamos a empezar la clase –animó Sasuke para que olvidaran el tema.
- Sugiero que subamos a la montaña, ahí no hay tanta gente y podremos practicar libremente, sin estorbos –expuso señalando el pico de la montaña.
- Se ve muy difícil.
- No te preocupes Ino-san, la mayor parte es plano y tiene pocas pendientes.
…
- Debemos alertar a todos, la tormenta esta casi encima de nosotros –advirtió Sakura saliendo del cuarto de comunicaciones.
- Sakura, suena la sirena –Yahiko se levantó de su lugar y descolgó su chaqueta preparándose para salir– Ordena que todos regresen al hotel, Deidara asegúrate que no haya nadie en la montaña.
- Si –contestaron ambos y salieron a realizar su tarea.
…
Sasuke e Ino practicaban los primeros pasos para volverse esquiadores, según Sou, profesionales.
- Los bastones son una extensión de tu cuerpo, con ellos puedes ganar más velocidad –explicaba el pequeño mostrando posiciones para ejemplificar su explicación.
- Ya entendí –dijo Ino alegre.
Pero la alegría se interrumpió; la primera ventisca sopló haciendo que la rubia cayera a la nieve. Sou levantó la mirada al cielo y se quitó las gafas para ver mejor– Demonios, llegó antes de lo que esperaba.
- ¿Qué sucede? –gritó Sasuke ayudando a Ino a levantarse, el aire era tan fuerte que apenas si podían sostenerse en pie.
- Es la primera advertencia.
- ¿De que hablas?
- Una fuerte tormenta se aproxima, debemos encontrar refugio –contestó a gritos Sou quitándose los esquís– Síganme.
Sasuke abrazando a Ino protectoramente avanzó lo más rápido que el fuerte viento le permitía – Sujétate bien Ino.
- Si –contestó aterrada la chica.
Tras caminar unos metros, que les parecieron kilómetros por el trabajo que les costó Sou señaló una cueva– Debemos entrar, ahí estaremos a salvo.
- ¿Qué tal si nos buscan? No van a encontrarnos –refutó Ino preocupada.
- No se preocupen, este lugar lo usan los rescatistas para resguardar provisiones en caso de emergencia.
- ¿Crees que se imaginen que estamos aquí?
Sou negó con la cabeza– No, no lo creo –pero una enorme sonrisa iluminó su rostro, una sonrisa que hizo latir rápidamente el corazón de Sasuke– Lo sé, sé que mamá sabrá donde encontrarme.
…
- ¿Están todos papá? –preguntó Sakura a Kakashi tras verlo terminar de revisar la lista de huéspedes.
- No, me falta una pareja que llegó esta mañana.
- No lo encuentro –gritó Gaara llegando al lado de Sakura y Kakashi.
- Papá me dice que hay dos turistas faltantes –respondió Sakura al ver la cara de preocupación del pelirrojo.
- No me refiero a los turistas, me refiero a Sou –Sakura abrió la boca pero las palabras no salieron de ella – La ultima vez que lo vi estaba con dos turistas que querían aprender a esquiar.
- ¡¿Dejaste ir a mi hijo con dos extraños en un día de tormenta? –vocifero la pelirrosa llamando la atención de todos en el lobby del hotel ¡Gaara eres un estúpido!
- Tranquilízate Sakura, tu hermano no pensó que las cosas se pusieran tan mal.
- No papá, Gaara nunca piensa más que en esquiar.
- Por lo menos tu hijo y yo compartimos algo juntos y no me la paso cuidando de otros y me olvido de él.
- Trabajo para él, para que tenga una buena vida.
Gaara y Sakura seguían gritándose, reclamándose cosas sin sentido sobre el cuidado y bienestar del menor– ¡Ya cállense los dos! –gritó más fuerte Kakashi– Lo que importa ahora es Sou y los turistas extraviados y como familia debemos apoyarnos y trabajar juntos –dijo poniendo una mano en los hombros de Sakura y Gaara.
- Lo siento –se disculpo Sakura triste.
- No hermana, yo lo siento, no debí dejarlo salir sabiendo de la tormenta.
El tierno momento familiar se entorpeció por la ruptura de uno de los ventanales del hotel– Vamos chicos, necesito su ayuda –pidió Kakashi con una sonrisa.
- Si papá –contestaron Sakura y Gaara al mismo tiempo.
La tormenta era peor de lo que habían pronosticado y el corazón de Sakura se rompía a cada minuto que pasaba; su hijo estaba en la montaña y la tormenta no parecía calmarse.
- Sou-chan, por favor cuídate –suplicó al aire la pelirrosa tapando con una tabla de madera la ultima ventana rota del hotel.