Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, pero la historia si. Y que a nadie se le ocurra decir lo contrario. :P
Lo que está escrito "entre comillas" son los pensamientos de el/la protagonista.
Lo que está escrito en cursiva son conversaciones telefónicas o en la lejanía.
Los protagonistas son humanos.
La historia está escrita desde el punto de vista de Renesmee Cullen.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
12. Epílogo.
Para la semana que viene, quiero un trabajo sobre el escritor que vosotros elijais. Vida, obras... Todo.
Cerré mi cuaderno, en el que tomaba mis apuntes, y esperé a que todos salieran de clase. Nos quedamos solo Alice, Rosalie, mi padre (que aun estaba recogiendo sus cosas) y yo.
- Profesor Cullen. ¿Podemos hacer el trabajo en grupo? - preguntó Alice.
- Como querais. Ya sabeis que podeis elegir.
- Gracias! - exclamó, sonriendo. - Rose, Ness, ¿hacemos el trabajo las tres juntas?
- Claro! - exclamamos al mismo tiempo.
Salimos las tres juntas de clase y fuimos hacia la cafetería, donde nos encontramos con nuestros respectivos novios y, en el caso de Alice, marido.
Habían pasado ya dos años desde que Jacob y yo comenzamos a salir. Yo estaba estudiando ya el último curso de la carrera y él, que ya había terminado y estaba trabajando, venía con Jasper a comer con nosotros todos los días a la universidad. Alice y Jasper ya se habían casado y, para sorpresa de todos, Rosalie y Emmett habían comenzado a salir juntos.
Cuando llegué a la mesa, me senté al lado de Jacob y le besé.
- ¿Como ha ido la mañana? - dijo, llevando su mano a mi tripa, como hacía todos los días, levantó un poco la camiseta y la besó. - ¿Os lo habeis pasado bien? - dijo, ahora hablando a mi tripa.
- No ha ido mal. - dije, cogiendo patatas de su plato. - Aunque me ha dado un poco de guerra.
¿Aun no os lo había dicho? Estoy embarazada.
- Suerte que solo quedan dos semanas para terminar las clases. - dijo Rosalie, antes de comenzar a comerle la boca a Emmett.
Aun me resultaba extraño ver a Rosalie y Emmett juntos. Y no era la única a la que le pasaba. Desde el día en que sacaron a la luz su relación, pocos meses después de comenzar a salir, todos comenzaron a mirarnos raro. Y es que, las diosas, como siempre nos habían llamado, habían desaparecido.
- Cariño, cuando salgas hoy de clase, me gustaría hablar contigo. - dijo Jacob hablándome al oído.
- Claro. - dije, aunque me había asustado un poco. "¿De qué querrá hablar Jacob?" - ¿Vendrás a buscarnos? - pregunté.
Desde que me había enterado de que estaba embarazada, había cogido la costumbre de hablar en plural. Y Jacob me seguía el rollo.
- Claro. Iremos a comer tarta de chocolate.
.-.-.-.
Cuando terminaron las clases, Rosalie y Alice se marcharon en el coche de Emmett, mientras que yo me quedé esperando en el aparcamiento a Jacob, que llegó a los pocos minutos.
Como siempre, se detubo a mi lado, se bajó del coche, me ayudó a subirme, volvió a montarse en el coche y puso rumbo a nuestra cafetería favorita.
- ¿Qué es eso que querías contarme? - pregunté en cuanto nos sentamos.
- Ah, si! Eso. - dijo, sonriendo, aunque era una sonrisa nerviosa. - Pues verás. Mi padre se jubila el mes que viene y han decidido, junto a mi madre, que van a irse a vivir a Florida, a la casa que heredó de mis abuelos.
- Que guai. Me alegro por ellos. - dije sinceramente. - ¿Y te vas a quedar solo en la casa?
- Bueno... Esperaba que... He pensado que tal vez...
- ¿Qué? - exclamé sin querer al verle tan indeciso.
- Ya que estamos esperando un hijo, he pensado que tal vez podrías trasladarte a mi casa. Convertirla en nuestra casa.
Me quedé de piedra al oir sus palabras. "¿Pero como no se me ha ocurrido?"
- ¿Nessie? - me cogió de ambas manos y se me quedó mirando. Aun no podía ni moverme. - ¿Te encuentras bien?
- Si. - conseguí decir, aunque aun no sé como.
- ¿Que te parece la idea?
- SI.
- ¿Si, qué?
- Estoy deseando irme a vivir contigo. - dije, haciendo sonreír a Jacob. - Será genial.
- ¿De verdad?
- Por supuesto.
- Cuanto te quiero. - se puso en pie y yo hice lo mismo al tiempo que me abrazaba. - No estaba segura de que aceptaras.
- ¿Y eso?
- No sé. Miedo, tal vez.
- Jacob. Te amo. Y lo único que quiero es pasar toda mi vida a tu lado. - dije, llevandi ambas manos a sus mejillas, haciendo que me mirara a los ojos. - ¿Estás llorando?
Jacob no dijo nada y se secó las lágrimas. No fundimos en un apasionado beso y volvimos a abrazarnos. Me di cuenta de que nos estaban mirando cuando comencé a oír unos aplausos.
Sentí como me sonrojaba por momentos. Jacob me ayudó a sentarme y comenzamos a comer la tarta que nos acababan de traer.
.-.-.-.
POV JACOB.
Cuando Renesmee me dijo que también quería vivir conmgo, me hizo el hombre más feliz del mundo.
Tal y como me habían dicho ms padres, se marcharon pasado un mes y, al día siguiente de haberse marchado, ya estábamos trayendo todas las cosas de Nessie y del bebé a la que iba a ser nuestra casa y, en menos de una semana, ya estábamos del todo instalados.
- Cuanto me gusta esto. - dijo Renesmee.
Era de noche y nos estábamos bañando en la piscina.
- Tu y yo, al fin solos. - dijo, rodeando mi cuello con sus brazos.
- Si. Menos mal que se ha acabado la mudanza. - dije, sintiendo como al fin comenzaba a relajarame.
- Si... Necesitas un descanso.
Renesmee estaba ya de ocho meses y cada día estaba más hermosa. El embarazo le estaba sentando de maravilla. Me encantaba tenerla entre mis brazos, desnuda, besándome como lo estaba haciendo en ese momento.
- Au, au, au...
- ¿Qué? - dije mirándole, asustado. - ¿Que pasa?
Renesmee se puso a reír al momento. Llevaba todo el mes haciéndome lo mismo y yo seguía cayendo como un tonto en sus bromas.
- No bromees con eso. - dije, haciendo que aun riera con más ganas. - El día que de verdad te pongas de parto, no te creeré y tendrás que ir a parir sola.
- Mentiroso. - dijo, abrazándome de nuevo. - Jake.
- Si?
- ¿Me acompañas al baño?
- Claro.
Ayudé a Renesmee a salir de la piscina, le puse el albronoz y entramos en la casa. Renesmee, sin venir a cuento, frenó en seco frente a mí.
- ¿Qué pasa? - pregunté, esperando otra de sus bromas.
- No estoy muy segura. - dijo, mirando al suelo, donde había un gran charco de agua.
- ¿Te has meado antes de llegar al baño? - bromeé.
- O eso o he roto aguas.
Al principio me puse a reír, pero al ver la expresión de pánico en su rostro, salí corriendo hacia el dormitorio, cogí la bolsa y un vestido, se lo puse y me la llevé de inmediato.
- No puede ser. Aun es pronto. No puede ser. - iba diciendo mi Nessie.
- Tranquila. Llegaremos al hospital en un santiamén. - dije, intentando tranquilizarla, aunque yo también estaba nervioso y muerto de miedo. - No pasa nada, vale?
- Vale.
- ¿Estás bien?
- Si.
- Venga. Nos vamos.
Puse el coche en marcha y, mientras iba hacia el hospital, Renesmee, como pudo, fue llamando a todos nuestros amigos y a nuestros padres.
En cuanto entramos en el hospital, una enfermera vino a buscar a mi Nessie y se la llevó en una silla de ruedas. Fui a rellenar el formulario que me dio la recepcionista y, al momento, eché a correr hacia la habitación en la que estaba mi Nessie. Y supe cual era la habitación porque mi chica no dejaba de gritar.
- Jacob, aparece de una maldita vez!
- Ya estoy aquí. - dije, entrando en la habitación. La enfermera me miró aliviada y se marchó corriendo. - Creo que deberías relajarte un poco. - dije, sentándome a su lado, aunque no debí de haberlo hecho.
En cuanto me senté, me cogió de la mano y apretó con fuerza.
- Joder. - dije, sin poder evitarlo. Me estaba destrozando la mano. - Renesmee, por favor.
- Si a ti te duele esto, imagínate como estoy yo. - dijo entre dientes. - Así que no me digas que me relaje.
- Vale. Perdona. - dije, aunque con cierta dificultad.
Renesmee aflojó su agarre y comenzó a respirar con más tranquilidad. Estaba sudando y se notaba como sufría. Me levanté de la sila y me senté a su lado en la cama. Renesmee me cogió de la mano y besó el dorso.
- Perdona Jake. - susurró.
- Tranquila.
- Es que tengo miedo.
- Todo va a ir bien. Te lo prometo. - besé sus labios y vi como Renesmee sonreía al fin.
- Gracias por estar a mi lado en estos momentos.
- Siempre voy a estar a tu lado.
- ¿De verdad?
- Claro.
- Genial, porque el bebé ya está en camino.
- ¿Qué?
- Que vayas a avisar al maldito médico! - gritó.
Todo fue caos desde el momento en que salí al pasillo a buscar al médico hasta el momento en que el llanto de un bebé sustituyó a los gritos de su madre.
- Jacob.
- ¿Eh?
- Jacob.
- ¿Qué? - dije mirando a Renesmee. Tenía al bebé en sus brazos. - ¿Estais bien?
- Estamos genial. - dijo, sonriendo.
Al fin conseguí moverme y me acerqué a ellos. Me senté en la camilla y Renesmee puso al bebé en mis brazos.
- ¿Qué es?
- Pues un bebé, Jake. - dijo Renesmee, poniéndose a reír. - nuestro bebé.
Me puse a reír y acomodé mejor al bebé entre mis brazos.
- Me refería a si es niño o niña.
- Es una preciosa niña. - dijo la enfermera que tenía a mi lado. - ¿Como se va a llamar?
- Aun no lo hemos pensado. - dijo Renesmee. - ¿Alguna idea, Jake?
- No. - dije, aun mirando la carita de mi pequeño ángel.
- Entonces, de momento, será la pequeña Black. - dijo la enfermera antes de coger a la niña de mis brazos. - Voy a lavarla un poco.
- Pero...
- Enseguida se la traigo, señor.
- Vale. - me rendí.
Renesmee me cogió de la mano y me miró. Estaba tan hermosa...
- ¿Que pasa?
- Estás preciosa.
- Exagerado! - exclamó, poniéndose a reír. - Oye, he pensado en un nombre genial para la niña.
- Dime cual es.
- Jaqueline.
Me encanta. - dije, sintiendo un nudo en la garganta. Estaba emocionado. - Gracias.
Abracé a mi chica en el momento en que alguien entraba en la habitación. Era Alice, que venía seguida de Jasper y Rosalie.
Después de su visita, vinieron nuestros amigos, los padres de Renesmee... Y mis padres me llamaron diciendo que esa misma noche cogerían un avión para venir a ver a su nieta.
Estábamos rodeados de la gente que queríamos en el día más feliz de nuestras vidas.
"Os quiero."
.-...-...-...-...-...-.
Hola, hola.
Al fin he escrito el capi. El final es un poco... puff... pero así es como me ha salido.
Espero que os haya gustado y gracias por seguirme.
Kisses.