Hola...! Bueno aqui un nuevo capitulo y antes una aclaracion.

1-Esta historia esta autorizada por la autora Original que es Monik.

2- No es mucho lo que puedo modificar de la historia pero si les puedo decir que la actitud de Sakura sera distinta

y habra alguien el cual el Uchiha se morira de los celos C: !

Eso seria y gracias por todas las sugerencias, se agradecen mucho !

Ahora a leer !


Eran las doce cuando Sasuke llegó a la biblioteca. Aún seguía algo alterado por la visita de su padre, tal vez por eso solo se sentó en una de las mesas sin preocuparse si Sakura había llegado ya o no. Estaba harto, cansado de Fugaku Uchiha y sus órdenes ¿Quién creía que era? ¿El amo y señor del mundo? No era así, por lo menos iba a prender la clase de cuervo que había criado. Sasuke le iba a enseñar que si llevaba el apellido Uchiha era por algo. Su padre podría tener poder sobre muchas cosas, pero no sobre él.

"Te enseñaré quién de los dos es el mejor Fugaku Uchiha" pensó y sin darse cuenta había apretado ambas manos hasta formar puños.

Tal vez se trataba de una necesidad para el moreno el demostrar que era superior a todos, inclusive a los miembros de su propia familia. Su rivalidad con el akatsuki más importante había comenzado años atrás, precisamente porque Sasuke lo veía como una gran piedra que estorbaba su camino hacia la excelencia. Él tenía más metas en mente de lo que su padre podría jamás imaginar. Si Fugaku había conseguido muchas cosas y había logrado ganarse un respeto dentro del mundo oscuro, Sasuke pensaba gobernarlo ¿Por qué seguir a Itachi cuando él podría ser el líder? Capacidad, la tenía. Unirse a los akatsukis solo era el primer paso, después destronar a su padre como el mejor akatsuki y mano derecha de Itachi y colocarse a él mismo como tal. Juntar fuerzas al lado del señor oscuro hasta encontrar sus debilidades, y luego, traicionarlo. Sasuke era mucho más ambicioso de lo que todos creían. Eso, unido a su gran mentalidad e ingenio, lo diferenciaba de los demás Orochimarus, y lo convertía en superior.
Las palabras de su padre volvieron a su cabeza como relámpagos que golpearon sobre él de repente: "¿Cómo vas con Tenten?"
Le hubiera encantado responderle que excelentemente bien, exactamente igual como le iba a él con sus amantes, pero se había contenido. Tenten era de una familia sobresaliente, y el que hubiera tenido el matrimonio una hija había resultado perfecto para los Uchiha. Sasuke no tuvo ningún inconveniente con eso; Tenten estaba más que buena. No habría pedido más de una novia: tenía excelente condición social, un apellido importante, estaba en la casa de Orochimaru, y era la chica más guapa de Konoha. Todo había estado bien para él, hasta que le empezó a fastidiar el hecho de que había sido precisamente su padre quien la había seleccionado para él. Sasuke sabía que aunque Fugaku no se la hubiera impuesto, él la habría escogido, pero el simple hecho de que no era así, de que no había sido decisión de él desde un principio le enfermaba. Había ocasiones en las que le daban deseos que hacer algo al respecto, pero no podía. ¿Dejar a Tenten? Ni loco, él la quería como novia, y la quería como futura esposa. Nadie mejor que ella para esos títulos. ¿Entonces qué? Qué hacer para desquitarse de su padre una vez más y burlarse de él al mismo tiempo.

El rostro de Sakura apareció ante sus ojos en aquel instante.

Claro, era perfecto. Acostarse con Haruno, una inmunda sería el perfecto golpe hacia el ego de su padre. A Fugaku no le molestaba el que su hijo tuviera amantes, pero seguro le fastidiaría, le enfermaría, que su amante fuera precisamente una impura amiga de Naruto Uzumaki.

"Resultaste aún más útil de lo que esperaba, Haruno" pensó.

Igual pensaba usarla un tiempo más, tenía que admitir que después de todo era algo nuevo y fuera de la rutina tirarse a una Kyubi sabelotodo y virgen. Fue en ese instante, cuando los pensamientos parecieron tomar forma dentro de su cabeza cuando se levantó y notó que era la una de la madrugada.

Sakura aún no había llegado.

Sakura bostezó mientras se sacaba el uniforme y comenzaba a colocarse el pijama. Sin quererlo se había quedado dormida sin haberse cambiado. Había decidido desde la tarde que aquella noche dejaría plantado a Uchiha, dándole una cucharada de su propia medicina. Se sintió un poco mal por William, pues era él el que tenía que tragarse los problemas que tenían ellos dos, sin embargo no cedería esta vez. Además, estaba muy cansada. Tenía derecho a un poco de descanso ¿no?
Se colocó encima un suéter enorme blanco que había pertenecido antes a una tía obesa que vivía en Australia y que en una de sus visitas lo había olvidado en su casa. El abrigo era tan grande, que le llegaba casi a las rodillas y dejaba sus hombros completamente al descubierto. Era su pijama favorito y la más cómoda para dormir.
Apagó las luces y caminó hacia la ventana. Un frío viento entraba por ésta. La cerró antes de que terminara congelándose y se aseguró que no se volvieran a abrir durante la noche. Pudo ver las luces apagadas en la cabaña de Hiraiya y los campos de Konoha brillando bajo la luz plateada de la luna. Hubiera permanecido más tiempo observando el paisaje de no ser que la puerta de su habitación se abrió y cerró de repente, dejando entrar a alguien en donde no debía.

El corazón de Sakura se heló, todo el cuarto estaba oscuro y no podía ver más que la sombra de alguien parado a unos metros de ella. Pensó rápidamente y recordó que su kunai yacía sobre su velador.
— ¿Quién es? —preguntó para poder despistar un poco la atención del intruso.

No hubo respuesta.

La pelirosada se movió velozmente hacia el velador, pero antes de llegar unas manos la agarraron por la cintura y la atrajeron hacia un cuerpo caliente. Sakura gritó mientras golpeaba al intruso sin poder reconocer quién era. No podía soltarse, solo sabía que era presa del pánico total. El desconocido pareció soltarla de repente y ella corrió hacia el interruptor para acabar con la agonía de no saber de quién se trataba. La luz iluminó el lugar haciendo brillar la figura de un hombre alto, moreno y ojinegro.

— ¿Uchiha?

Sasuke desvió su mirada del rostro confundido de la chica hacia sus piernas descubiertas, para luego pasar a deleitarse ante sus hombros totalmente descubiertos mostrando esas pecas que en aquellos momentos eran capaces de hacerle perder el control.
Pero no, aún no. Primero iba a jugar un poco.

—¿Cómo lograste entrar?

— Yo tengo mis métodos Haruno, y ya deberías saber que sé cómo ingresar a tu sala común—.dijo echándole una mirada a la habitación. — ¿Cómo crees que logré traerte sana y salva aquí después del exhausto encuentro que tuvimos?

Sakura sintió su corazón latir más rápido y la sangre subir a sus mejillas ante las palabras del moreno ¿Por qué él lo decía con tanta tranquilidad y normalidad cuando ella de solo pensarlo sentía que el mundo se le venía encima?

— Vete de aquí ¿quieres?. —dijo la pelirosa con tono severo.

— No, no quiero. —dijo el moreno sonriendo mientras jugaba con la paciencia de la chica. Sabía que la estaba incomodando, pero aún quedaba mucho por hacer…y cosas mucho más incómodas.

— Por qué me haces esto ¿eh? — dijo Sakura en tono algo suplicante. Parecía estar a punto se llorar. — ¿Qué no te basta con todas las humillaciones que me haces diariamente? ¿No puedo siquiera deshacerme de ti unas pocas horas del día?

Sasuke dejó de examinar el lugar y fijó sus ojos en los verdes de la chica. Emanaban un brillo especial aquella noche, y sus labios, estaban rojos. Sonrió un poco nuevamente mientras se sacaba la chaqueta y la dejaba sobre una silla.

— ¿Por qué no fuiste a la biblioteca Haruno? — dijo él. — Te esperé, y no llegaste.

— ¿Qué curioso no? Fue exactamente lo que hice yo ayer, solo que no me metí en tu habitación en medio de la madrugada.
— Es diferente, una cosa es que tú me esperes…otra que yo tenga que esperarte. Me fastidió mucho ¿lo sabías?- —dijo acercándose a ella peligrosamente.

— Si te acercas grito—. dijo Sakura advirtiéndole. Sabía que si se aproximaba demasiado ella podría flaquear.

— Muy tarde, antes de entrar puse un aislador. —dijo Sasuke. — deberías aprender que yo pienso en todo…

Sakura miró su shuriken, que yacía sobre el velador.

— No Haruno, ni se te ocurra. — dijo Sasuke notando la idea que cruzaba la mente de la ojiverde. — Antes de que llegues a ella yo habré sacado la mía.

Sakura sabía que tenía razón, era imposible salir de aquel lío.

— ¿Qué quieres Uchiha? — dijo ella retrocediendo.

— A ti. — dijo él mientras se aflojaba la corbata y acortaba cada vez más la distancia entre los dos.

— ¿Por qué no vas y te revuelcas con Tenten?, para eso es tu novia ¿no?

— Podría hacerlo, pero no. —dijo Sasuke. — Verás, es bueno variar un poco ¿no?

Justo cuando estaba a unos pocos centímetros de ella, la pelirosa lanzó una patada en las partes más delicadas el cuerpo del chico. El pelinegro se inclinó ante el dolor mientras ella corría hacia el velador. Estuvo a cortos pasos de tomar su kunai y acabar con el tormento al que estaba siendo sometida. Pero una mano la alcanzó firmemente y la arrojó sobre la cama.
Antes de que pudiera levantarse Sasuke Uchiha ya estaba sobre ella. Se apoyaba con los codos sobre la cama para no aplastarla mientras sus ojos negros se hundían en los jades de la chica.
Sakura no podía luchar más. Su respiración era agitada y el moreno lo notó.

— No me gustó lo que hiciste. —dijo mientras se acercaba más a ella hasta susurrarle en el oído. — Si lo vuelves a hacer, tendré que castigarte…

— Ya lo estás haciendo ¿no?

Sasuke mordió su cuello sacando un gemido involuntario por parte de la pelirosa.

—No creo que esto sea para ti un castigo.

"Eso es lo que crees..." pensó Sakura.

Sasuke sonrió mientras bajó abriendo las piernas de la pelirrosada. Esta mordió su labio inferior tratando de no sentirse tan culpable por lo que estaba a punto de hacer ¿Por qué era tan débil cuando estaba con él? ¿Por qué?

El Uchiha retiró las bragas de la chica y la dejó caer al suelo abriéndole más las piernas.

—Ahora, te voy a enseñar un poco de anatomía—.dijo sasuke mientras sus dedos corrían por los muslos de la chica subiendo cada vez más.

Sakura rió.

—Sé mucho más que tú sobre anatomía Uchiha. — dijo la chica audazmente. – No por algo soy una "sabelotodo" como dices.

El moreno esbozó una sonrisa.

—No todo se aprende en los libros Haruno; la experiencia es mucho mejor.

Sasuke sonrió, por lo menos ya no se reprimía como la primera vez. Aquello iba a resultar mejor de lo que pensaba. Ya no era virgen, podía enseñarle un par de cosas.

Pasó su lengua por los muslos de la chica, de vez en cuando succionando algunas partes. No había nada más qué decir, adoraba las piernas doradas de Sakura. Podría besarlas para siempre. Se detuvo de repente sintiendo la necesidad de tenerla sobre aquella cama completamente desnuda. Tomó el abrigo, que ahora estaba levantado hasta la cintura, y se lo sacó dejándolo caer al piso. Los senos desnudos de Sakura aparecieron ante sus ojos y le parecieron la cosa más tierna sobre la tierra. Aún podía sentirlos en sus manos desde la última vez que los tuvo. Y eran solo suyos, como toda ella. Solo el pensar en aquello, y verla ahí, con su cabello ondulado esparcido sobre las mantas blancas y su cuerpo dispuesto solo para él, hizo que un sentimiento en su pecho comenzara a incendiar todo lo que consideraba inquebrantable, intocable. Subió hacia sus labios y se hundió en la humedad de ellos. Su lengua penetró su boca encontrándose con la de ella, que respondió con igual intensidad el beso que le había sido entregado. Las manos de la pelirrosada se envolvieron en el cabello Azabache del chico, acercándolo más hacia ella.

El chico soltó sus labios solo para bajar trazando un camino de besos y mordidas desde su cuello hasta su abdomen.

—Dijiste que me enseñarías anatomía…— dijo Sakura de repente entre gemidos. Cada caricia quemaba su piel…todo de él la quemaba.

— ¿Qué no estás aprendiendo ya? — Preguntó el moreno mientras desabrochaba su camisa. —Puedo enseñarte más. No has visto nada aún. Solo trato de no pervertirte tanto.

Sakura desabrochó el pantalón de Sasuke mientras él terminaba de sacarse la camisa. Pronto se encontró completamente desnudo, al igual que ella. Solo rozó sus labios e inmediatamente bajó nuevamente besándola entre las piernas. Sakura gimió sonoramente y tensó las piernas. Sasuke paro pensando que aquello era demasiado para ella y subió, jugando ahora con sus senos mientras mantenía su mano moviéndose entre las piernas de la chica. Su piel era suave, como porcelana. El tacto era perfecto. Toda ella resultaba tan tierna, que tenía miedo ser demasiado brusco. No podía evitar que sus manos se movieran tocando cada parte de su cuerpo, simplemente había comenzado a perder el control de las cosas. La deseaba y no lo podía negar.

Sakura soltó un sonoro gemido al sentir como el chico acariciaba con sus manos unos de sus senos nunca antes tocados por nadie.

El calor había invadido sus cuerpos. La pelirrosa paseó sus manos por la espalda del chico mientras rodeaba la cintura del moreno con sus piernas. Ya no importaba nada, el hecho que eran de clanes distintos y que se odiaban quedaba atrás, ahora solo la pasión y el sentimiento que crecía cada vez mas dentro de ellos estaba siendo demostrado.

Ella Antes de que se diera cuenta de lo que estaba haciendo, su mano derecha ya estaba tocando la erección del chico. Sasuke se sorprendió de aquello tanto como ella y fijó sus ojos en los jade de Sakura. El chico notó el nerviosismo de ella.

— ¿Qué haces? — Preguntó Sasuke.

—Aprendo anatomía. — respondió suspicazmente sin quitar su mano de la parte intima del chico.

ÉL soltó un gemido vergonzoso ante lo que ella hacía allá abajo con su mano. No sabía exactamente qué era lo que estaba haciendo, pero parecía ser suficiente como para trastornarlo. Nunca había dejado a nadie que lo hiciera…Tomó la mano de la pelirrosa y la retiró de aquel lugar fijando sus ojos en ella. aún intentando recuperar el control, pero con Sakura tocándolo así era demasiado difícil. Esta no dejo de mirarlo mientas pasaba sus manos por el pecho del moreno.

Sasuke Hundió su cabeza en sus cabellos, respirando el aroma salvaje que provenía de ellos. Era el olor exacto de las flores silvestres que se encontraban en el jardín de la profesora de Botánica; puro, natural. La chica dejaba salir gemidos mientras se aferraba a la espalda del moreno al sentir que llegaría al momento del climax.

—Eres mía Haruno…recuérdalo... —dijo mientras caía exhausto sobre ella.

Sakura abrió los ojos lentamente. Con una de sus manos se restregó ambos ojos como acostumbraba a hacer cada mañana al despertarse. Sabía que aún era temprano sin necesidad de ver el reloj, pues el sol a penas comenzaba a salir. Fue entonces cuando notó que estaba completamente desnuda bajo las sábanas blancas.
Por un momento creyó que iba a enloquecer, pero pronto recordó el por qué de su situación al ver la ropa del Orochimaru y la suya mezclada en el suelo.

"Un momento...su ropa está ahí…entonces…él…" pensó y entonces sintió la respiración pacífica del moreno en su cuello haciéndole cosquillas. Sasuke tenía su brazo alrededor de ella, abrazándola mientras su cabeza descansaba sobre su pecho .La pelirosa lo observó unos instantes, el cabello negro lo tenía esparcido por la frente y la blancura de su piel se veía simplemente perfecta en aquel instante.

— Perfecto, ahora cómo se supone voy a salir— dijo la chica sin moverse, le daba algo de pena despertarlo ahora que se veía tan inofensivo. Nadie sospecharía que al despertar aquel aspecto de niño indefenso cambiaría al de un déspota.

"Sakura Haruno ¿Qué se supone que estás haciendo? ¿Por qué lo permites? ¿Por qué permites que estas cosas sucedan?" se reprochó así misma. "Y ¿por qué te da pena levantar al desgraciado éste?"
Con éste último pensamiento se levantó bruscamente. Sasuke cayó sobre la cama e inmediatamente comenzó a moverse en busca del cuerpo caliente que había desaparecido de entre sus manos. Abrió los ojos, mostrando la grandeza del color negro que los envolvía y miró algo fastidiado a la ojiverde.

— Es temprano aún Haruno, ¿qué haces levantada?

— Madrugo. — dijo Sakura. — Además me estaba empezando a dar claustrofobia al tenerte todo encima mío.

Sasuke rió.

— No te molestó anoche. — dijo y luego bostezó. — Así que eres de esas perras frías que a la mañana siguiente no quieren ni ver a la persona con quien durmieron. Pensé que ese sería yo.

— ¿Te das cuenta de lo que está sucediendo Uchiha? —Le preguntó Sakura alterada. — Mírame, soy Sakura Haruno. Una Kyubi "inmunda" y amiga de Naruto Uzumaki…¿acaso se te olvidó que me odias? Sasuke la miró a los ojos, encendiendo un fuego dentro de ella que gracias a Kami él no pudo notar, ya que para Sakura hubiera resultado bastante vergonzoso.

— Y yo un Orochimaru, racista, elitista, ambicioso y que siempre te ha humillado. Aún así me permitiste entrar en tu cama.

Sakura quiso responder a aquello, pero las palabras no salieron de su boca. Además no tenía nada qué decir, no había explicación para eso.

— ¿Nunca vas a cambiar no Haruno? Siempre complicando las cosas, haciendo una tormenta dentro de un vaso con agua. No te importan mis razones, y a mí obviamente no me interesan las tuyas. — dijo Sasuke poniéndose cómodo. — Ahora, ya que te llevaste la sábana podrías aunque sea pasarme la ropa.

Sakura no había notado hasta ese preciso instante que de verdad al levantarse se había llevado todo consigo, y lo que estaba en su cama era un joven moreno completamente desnudo. Sus mejillas se sonrojaron mientras sentía el calor invadirla de repente. Se volteó mirando hacia otra parte totalmente avergonzada. Sasuke se levantó de la cama como si nada y comenzó a vestirse. Ni siquiera lo hacía con prisa para acabar con la agonía de la pelirosa, mas bien lo hacía lo más lento posible, tomándose su tiempo.

— Pensándolo bien, mejor que me despertaste Haruno, así podré salir antes de que los Kyubis se levanten y me vean rondando por su sala común. — dijo mientras se terminaba de abrochar la camisa. — Nos vemos en la noche.
Y con esto salió de la habitación triunfante, mientras Sakura no quería nada más que morirse.