Hola,bueno primero que nada les quisiese aclarar que esta HISTORIA NO ES MÍA! . Como ya sabran esta historia originalmente es de Monik y es de la zaga de Harry Pother.

Hace un tiempo alguien la modifico a un Sasusaku, pero por problemas de la página la historia se borro.

Espero tener su apoyo C: !y sin mas dejo que lean n_n y para los que no saben es una historia realmente hermosa ! que me gustaria mucho que la leyesen !

Antemano muchísimas gracias por leer.


Ella no sabía por qué sentía frío en una noche tan calurosa; sus manos temblaban, sus labios se secaban. Se sacó los zapatos y los mantuvo en sus manos mientras bajaba las escaleras de la sala común silenciosamente. Saltó el tercer escalón, pues rechinaba siempre. En aquellos momentos, cualquier movimiento en falso hubiera resultado fatal.
Observó la soledad de lugar que normalmente estaba habitado por las diferentes casas que reían y charlaban mientras ella, como siempre, se encerraba en un libro para huir de la triste realidad de su vacío existencial. Mientras salía de la sala común recordó infantilmente cuando su madre solía contarle cuentos en la oscuridad, cuando la luz fallaba; cuando aún no conocía la profundidad de los pensamientos humanos y lo destructivos que podían llegar a ser. Hubiera querido escuchar uno en aquellos momentos, sí, en su cama, junto a su madre; y no tener que ir a la biblioteca, a encontrarse con su peor enemigo.

William humedeció la punta de la pluma sobre la tinta y comenzó a escribir lo que sería su primer libro:

" ¿Qué es el tiempo? Muchos dicen que se trata de la duración de las cosas sujetas a cambio, otros dicen que es la gran y única condena del hombre. Yo, personalmente, creo que el tiempo es la soberana medicina de nuestras pasiones, pues proporciona nuevos y diversos objetos a la imaginación, que borran las antiguas impresiones por profundas que sean. Es un río que arrastra todo lo que nace; es el destructor de la vida y de los más firmes sentimientos. Si el tiempo es tanto dentro de la vida del hombre, ¿Por qué tenemos que conformarnos con verlo pasar? Dicen que él es irreparable, que lo que sucede no se repetirá jamás. ¿Por qué he de conformarme con tal terrible afirmación? Si sé que en mis manos hay magia, si sé que puedo cambiarlo, lo haré. Cambiaré el pasado, y el tiempo renacerá de las cenizas. "

Sonrió sintiéndose conforme con su introducción.

"Si van a leer la historia que viene a continuación, he de advertirles que debe ser para mentes abiertas a la imaginación. Pues sin ella no podrán servirse del más exquisito postre que ha creado la humanidad: la fantasía. Este es mí relato, lo que sucedió y seguramente no podré probar. Sin embargo, dicen que lo que se escribe y llega a ojos de otros, queda impregnado de por vida y eso es lo que pretendo. Espero mi osadía no sea demasiado grande. Esta es la historia de Xavier Pirandello y de Isabella Shawn, pero sobre todo, es la historia de Sasuke Uchiha y Sakura Haruno, quienes cambiaron el pasado. El tiempo, se los proporcioné yo…
Ellos hicieron el resto."

Volvió a humedecer la pluma mientras al final de la primera hoja escribía:

"William de Castilla."

Y la magia comienza una fría noche de junio mientras una chica entraba a la biblioteca..

Sakura ingresó a la biblioteca y cerró la puerta tras sí sin producir el más mínimo sonido. Respiró sintiendo cómo su corazón latía a velocidades inigualables; tenía terror a ser encontrada a tales horas de la noche por madara, o peor aún, por Tsunade. Siendo Prefecta aquello sería imperdonable, y peor aún, estando a solo meses de graduarse. Una voz fría la sacó de sus temores imaginarios.

—Hasta que por fin decidiste aparecer — se escucho una voz entre las sombras de una biblioteca vacía y sin iluminación alguna más que la que penetraba por las ventanas.

— No me gusta esperar —volvió a decir fríamente.

La Haruno solo necesitaba escuchar aquel tono frío para sentir rabia e ira correr por sus venas. Pronto una silueta se dejó ver de entre las sombras, un chico alto, de cabellos azabaches y ojos profundamente negros como la noche apareció ante sus ojos. Su despectiva mirada se había fijado en ella.

—No me interesa lo que te guste o no Uchiha. — respondió la chica de pelo Rosa mientras caminaba hacia la mesa del fondo de la biblioteca, pasando estanterías completamente llenas de libros. Pudo sentir la mirada del pelinegro seguirla todo el camino. Y tuvo miedo, sí, tuvo miedo de ser humillada como tantas otras veces; pero no lo demostró.

El azabache se sentó sobre la mesa y encendió una vela que sería suficiente como para que pudieran leer. No soportaba tener que estar ahí, con ella. El solo hecho de su existencia le fastidiaba enormemente, Su inferioridad lograba enfermarlo hasta puntos exagerados. Era imposible resistirse a humillarla, no siendo lo que era. Ahí estaba, ordenando los libros por orden alfabético como un insoportable ratón de biblioteca, ocultando su figura ya de por si nada atractiva con una larga falda y una blusa completamente abotonada.

Estaban ya en séptimo curso y no quedaban más que nueve meses para graduarse. El trabajo se les había asignado dos semanas atrás y no se habían reunido por el simple repudio mutuo que ambos se manifestaban. Ni él ni ella se acercaron el uno al otro a decidir cómo harían el trabajo, simplemente lo olvidaron, como se hace usualmente con todo lo que perturba. Pronto llegó la hora de presentarlo, y perder el año no les convenía.

— ¿Qué tal si haces algo más que estar ahí mirándome? —dijo la Haruno dejando el último libro sobre la mesa para disponerse hablar de nuevo —O ¿Es que es muy difícil para un Orochimaru usar el cerebro? — Le preguntó con una mirada de repugnancia.

Él la miro fijó con sus penetrantes ojos negros ¿Cómo se atrevía a hablarle siendo tan por debajo de él?

—Lo que es difícil para un Orochimaru , es tener que soportar la presencia de una asquerosa sangre impura como tu Haruno —

Ante la rudeza de las palabras pronunciadas, y tal vez, ante el estado de ánimo intenso que caracterizaba a la ojijade en aquellos momentos, nada fue más preciso que lanzar un golpe que cayó sobre la cara de su enemigo.
Sasuke saltó de la mesa y se sostuvo el rostro con ambas manos. Al principio, Sakura no había notado el hecho de que estaba sola, completamente sola con un repugnante Orochimaru que hacia siempre hacia su vida mas miserable, que no tendría la menor piedad tratándose de ella. Había llegado demasiado lejos, y lo comprobó cuando sus ojos se chocaron con los negros llenos de odio desbordante del moreno. Ya antes se había atrevido a golpearlo, y por estar acompañada había salido viva para contarlo; aquello estaba a punto de cambiar.
El Uchiha caminó hacia ella, y sin darle la menor oportunidad de correr la tomó por su cabello de un extraño color rosa con pequeñas ondulaciones en las puntas, así acercando su rostro al de él, lo suficiente como para que pudiera observar su destino en la pupila de sus ojos de un extraño color entre esmeraldas y jade. Esta soltó un quejido de dolor, pero lo ahogó con el temor de ser encontrada por Madara. El pelinegro haló más de su cabello apretándolo aún más y ejerciendo fuerza sobre ella. Ella mordió su labio tratando de no producir mucho ruido y con ambas manos trataba de soltarse. Pronto, al sentir un kunai clavándose en su cuello, desistió de la absurda idea.

—Vas a aprender a respetarme, Haruno — dijo sin soltarla ni un segundo y con un tono tranquilo, lo que anticipaba cosas malas. – Para ello, me temo que tendré que castigarte.

El corazón de Sakura latía velozmente mientras su respiración se volvía entre cortada y el Orochimaru pudo ver cómo su pecho elevaba y cedía ante cada inhalación y exhalación.

—Vas a lastimarme? —

—Sí.

—¿Vas a matarme? — preguntó una vez más y con un tono algo desafiante. Él odiaba cuando hacía eso.

— Aún no lo decido. — dijo sonriendo. — es por eso, que una impura no debe meterse con un futuro Orochimaru...¿ahora lo comprendes?

De un tirón la arrastró pasando estanterías y mesas mientras que ella forcejeaba y trataba de no gritar de dolor. Se resistía a caminar por donde él la llevaba, pero aquello no servía de nada; ÉL era más fuerte y la arrastraba con facilidad. Pasaron unos cuantos estantes de la biblioteca y pararon frente a la Sección Prohibida.

—Ya lo decidí. Mejor espero a salir de Konoha para matarte, y créeme, no usare ningún arma lo haré con mis propias manos— dijo este de la manera mas fría y cruel que pudo abriendo la puerta de la sección prohibida.

—Por ahora, solo te dejaré aquí. Ya veremos qué explicación darás en la mañana cuando te encuentren…

— Diré que fuiste tú quien me encerró! —

—Es la palabra de una impura contra la mía — dijo el Uchiha mientras abría la puerta.

El lugar estaba oscuro, iluminado por la leve luz de unas antorchas. El pelinegro lanzó a Sakura hacia adentro haciendo que ella tropezara y cayera en el frío suelo.

—Buenas noches, Haruno. — dijo Sasuke formando una sonrisa de burla en la comisura de sus labios; Pero justo cuando pretendía irse, la gran puerta de la sección prohibida se cerró, dejándolos a ambos adentro.

"Era como si el destino lo hubiera planeado desde siempre. Tenían que ser ellos, nadie más que ellos los que me encontraran.."

Los dos miraban la puerta cerrada sin decir nada, incrédulos ante lo que acababa de ocurrir.

Sakura comenzó a reírse a carcajadas.

—Eres tan estúpido que dejaste que la puerta se cerrara tras de ti! —

La chica seguía riéndose sin cansancio, parecía casi no poder respirar. El azabache podía sentir la sangre correr por sus venas, Estaba siendo humillado nada más y nada menos que por una asquerosa impura. Nunca había tenido tantas ganas de tomar entre sus manos aquel delicado cuello y aplastarlo, sin dejar absolutamente nada de él.

Sakura no podía respirar. La risa no se lo permitía. Sabía perfectamente que no estaba en condiciones de burlarse, pero simplemente no podía parar de reír.

—Siempre te creí capaz de hacer cualquier cosa, pero no algo tan estúpido! —Terminó de burlarse de el incorporándose de su gran ataque de risa. Tenía lágrimas en los ojos y le dolía el estómago de tanto reír. Sasuke se había sentado en el suelo y estaba arrimado contra la pared, con la corbata desarreglada y la camisa por fuera.

—Muy bien, ¿ahora qué hacemos? . —dijo la pelirrosada recuperando la serenidad, pero aún con una leve risita en su rostro.

El Uchiha fijó sus ojos negros en ella con una llama de odio en ellos. Esto no la intimidó en lo más mínimo; conocía ya esa mirada de asco que él le dedicaba cada vez que podía, esa que decía sin tener que hablar "Ubícate, soy superior a ti"
El azabache se levantó y caminó hacia ella, pronto la tenía pegada contra la pared y su mano derecha apretaba con fuerza la garganta de la chica.
—Primero, te callas y miras abajo antes de dirigirme la palabra. — dijo mirando cada detalle de su rostro. —Segundo, ahórrate las burlas que de eso me encargo yo. Y tercero. —.apretó con más fuerza su garganta. — Recuérdame hacerte pagar el golpe que me diste.
Con esto la soltó y ella tosió compulsivamente. Se sostuvo la garganta sintiendo que el dolor era demasiado grande ¿Quién se creía que era? Era un maldito mal nacido. De no ser porque hacer ruidos no iba a ayudarlos hubiera sacado su shuriken y le hubiera demostrado que tener el título de "La mejor Ninja en poseer armas" sí significaba algo.

— Esperaremos hasta mañana, a las seis en punto las puertas de la biblioteca se abren automáticamente, saldremos antes de que nos vean—dijo Sasuke paseándose por el lugar.

Todo estaba oscuro y lleno de polvo. Se notaba a leguas que no muchas personas entraban ni siquiera para ocuparse de la limpieza. El pelinegro siguió inspeccionando, sin prestar ni la más mínima atención a la chica que aún tosía con lágrimas en sus ojos jades. Vio un libro que cautivó su atención:
"Historia de las artes oscuras y el surgimiento del Señor Oscuro"
Trató de sacarlo, pero estaba demasiado apretado contra los demás libros que se encontraban a su alrededor. El chico no se rindió y siguió en su lucha, sin embargo parecía caso perdido.

— ¡Maldita sea!- dijo pegandole una patada a la estantería.

Fue entonces cuando un gran libro cayó al suelo produciendo un gran estruendo y levantando grandes cantidades de polvo. Los dos chicos permanecieron observándolo durante algunos segundos. Tenía una cubierta negra y a su alrededor bordes dorados.
Sasuke se inclinó hacia él sintiendo una gran curiosidad, mas éste se abrió bruscamente antes de que él pudiera posar sus manos en él. Un viento que estalló por todo el salón hizo que los dos chicos cayeran al suelo. Sakura se agarró de lo que tuvo cerca y lo mismo hizo el azabache. Todo se movía dentro del lugar, las estanterías parecían estar a punto de desplomarse unas sobre otras y las mesas temblaban sonoramente, muchos pensamientos malignos como ataques y otras cosas extrañas se apoderaron de la mente de Sakura, pero de que había una ráfaga de viento que intentaba tragarlos era mucho más preocupante.
Poco a poco el viento fue cediendo en un pequeño torbellino que provenía del abierto libro. Sasuke pudo ver cómo las páginas comenzaban a cambiarse solas mientras el torbellino se hacía cada vez más pequeño, de repente, una silueta salió del libro mientras éste se detenía en una página específica. La sombra adquirió pronto la difusa forma de un hombre. Sasuke se arrastró por el suelo hasta colocarse al lado de Sakura. Ambos miraban asombrados desde el piso al hombre que se mostraba frente a ellos. No tenía más de 25 años y era alto, blanco, de ojos negros vivaces, y estaba peinado y vestido a la usanza de una época muy antigua. Llevaba un sombrero negro y un smoking, muy a la edad media. El hombre fijó sus ojos en Sasuke y Sakura, los abrió alegremente.

—¿Xavier? ¿Isabella? — dijo mirándolos. — No puedo creerlo!¡ Están vivos!


Bueno hasta ahí lo dejo por hoy. Enserio espero sus comentarios *o* y Bueno... Dependiendo de si ustedes me dejan continuarla, subire el próximo capitulo lo mas rapido posible.

n_n Sin mas se cuidan y suerte .

Kdtha