Hola :) esta es una nueva idea que me surgió hoy en la tarde y decidí escribirla... la verdad es un cliché, pero tan sólo denle una oportunidad... todo cliché puede tener algo nuevo que contar. Espero que les guste y apreciaré cualquier comentario y/o crítica siempre que sea constructiva.
Disclaimer: Digimon es propiedad de Bandai y Toei animation, no hago esto con fines lucrativos
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El vuelo había aterrizado a las nueve de la mañana en Tokio. Luego de las revisiones de rutina, tomó su bolso y sus maletas y caminó hacia la salida entre la multitud. Iba vestido de negro y con unas gafas del mismo color, tratando de pasar desapercibido, pues había tenido que cancelar su gira en América en cuanto su pequeño hermano le escribió hace una semana diciéndole que se casaría. Ese era el motivo por el cual Yamato Ishida había regresado.
Vio a un joven rubio agitando los brazos, un poco alejado del resto de personas que esperaban a los pasajeros del avión y supo que era él, Takeru había cumplido los 24 años recientemente y luego de un año sin verlo, por primera vez se dio cuenta de que ya no era tan pequeño, se había convertido en todo un hombre.
- ¡Hey!... ahí estás… ¿qué tal el viaje? – preguntó dándole un fuerte abrazo.
Él sólo palmeteó un par de veces su hombro, nunca había sido dado a entregar muestras de cariño.
- Estuvo bien…
- ¿En serio?... ¿las fans no te molestaron?
- Bueno… diría que no demasiado…todo iba bien hasta que una niña descubrió que era yo y me quitó el gorro que traía…
- ¿Y luego?
- Firmé autógrafos, me saqué algunas fotos y pasé en el baño todo el tiempo que pude…
Takeru se rió ante su último comentario, no le extrañaba, pero si era gracioso que luego de una carrera consolidada que incluía tres discos, innumerables entrevistas y muchos premios, su hermano siguiera sintiéndose incómodo con la fama, pero ¿qué se le iba hacer?, Matt siempre había sido así.
- No te rías… sabes que lo detesto…
- Lo siento, no quería…pero es que eres raro hermano, siempre te lo dije…
- Supongo que siempre lo seré…
- Realmente te extrañé esta vez, ¿sabes?
- Y yo a ti enano… ¿podemos irnos ya?
- Claro… no queremos que tus fans se te lancen encima en cuanto te reconozcan…
- Muy gracioso Takeru…- replicó de mal humor y ambos se dirigieron hacia el aparcamiento.
- Así que… vas a casarte ¿eh? – preguntó una vez que estuvieron rumbo al departamento del menor.
- Todavía no me lo creo, pero así es…
Matt lo observó de reojo y reconoció el brillo en sus ojos, realmente estaba enamorado.
- Tai debe estar de muerte…- bromeó
- De hecho se lo tomó bastante bien para lo que yo me imaginé ¿sabes?...
- Quizás ya maduró…o Kari ha estado amenazándolo… ya sabes como es, no aceptaría que ningún chico, por muy conocido que fuera, le arrebata a su hermanita de su lado…
- Hikari ya no es una niña… algún día iba suceder…
- En eso tienes razón…
- Por cierto, la invité al departamento… pensé que podríamos cenar juntos… ¿qué te parece?
- Suena bien… ¿qué tal si desayunamos en algún lado?...muero de hambre…
- Podemos ir a Starbucks
- Gran idea – asintió.
Llegaron al departamento a eso de la una de la tarde, el lugar era un desorden, su hermano siempre había sido así, por lo que entre los dos se dedicaron a ordenar y arreglar la habitación en la que se quedaría Yamato hasta la celebración del matrimonio.
Pidieron pizza para el almuerzo, pusieron música de fondo y bromearon toda la tarde hasta que finalmente acabaron.
- Son las seis… ¿a qué hora llega Kari? – preguntó Matt tirándose en el sillón.
- A las ocho…- respondió su hermano, sentándose a su lado.
- Muy bien…eso nos da dos horas para ducharnos, cambiarnos de ropa y preparar la cena… a menos que vayas a encargar algo…
- De hecho, esperaba que tú cocinaras…
- No sé porqué me siento utilizando…- murmuró haciéndose el enojado.
- Por favor, hermano… ¡di que sí!
- Eres increíble Takeru… estás apunto de casarte, pero aún dependes de tu hermano mayor…
- Sé cocinar, pero tú lo haces mejor que yo… creí que podías ayudarme con esto…
- Está bien… me convenciste, ve a bañarte mientras veo qué hago…
- ¡Gracias!- exclamó sonriente y se fue a su habitación.
- ¡Hey!... no me has dicho qué cocinar…
- Lo que sea estará bien…- dijo dirigiéndose al baño.
Matt recargó su cabeza contra el sofá unos segundos y cerró sus ojos, había sido un viaje muy largo y estaba agotado, sólo quería descansar un par de horas, pero ya lo haría después. Se dirigió al refrigerador y se dio cuenta que no había mucha comida, así que decidió ir a comprar algo para la cena.
Cuando regresó T.k. lo esperaba en el sofá.
- ¿Dónde fuiste?
- Sólo fui por algo de comida… era imposible hacer algo decente con lo que tenías, así que compré algunas cosas… enseguida lo preparo y voy a ducharme…
Luego de media hora cocinando, dejó a T.k. encargado y se metió a la ducha.
Se relajó tanto bajo el agua tibia que perdió la noción del tiempo y el timbre lo sobresaltó cuando acababa de enrollar la toalla en su cintura.
El timbre volvió a sonar y Takeru le pidió que abriera, así que se apresuró hacia la puerta y al abrir de un tirón quedó sorprendido frente a una joven castaña que lo miraba algo anonadada. Sólo entonces se percató que no estaba vestido y no era apropiado recibirla así.
- Buenas noches Hikari- chan… siento recibirte así, pero acabo de salir de la ducha…mi hermano viene en un minuto, sólo ponte cómoda… - barbotó mientras se dirigía con prisa a su habitación.
La muchacha entró al departamento y cerró la puerta tras de sí, sintiéndose enormemente avergonzada, sus mejillas se habían teñido de rojo por la sorpresa. Sabía que Yamato regresaba ese día y obviamente estaría allí, pero no esperaba verlo de esa manera, no después de tanto sin verlo. Se sintió estúpida, porque ella ya había visto a Takeru así y no era motivo para comportarse como una adolescente, sin embargo, un recuerdo se removió en su memoria, un recuerdo que había enterrado hace mucho tiempo y ahora había brotado de la nada.
- Hola mi ángel…- susurró alguien a su lado.
Se sobresaltó, T.k. la había besado sorpresivamente en la mejilla, no lo había sentido acercarse.
- ¿Todo bien?... estás pálida…
- Sí… sólo me has asustado…
- Lo siento… ¿no me saludas?
Ella sonrió y lo besó suavemente en los labios. En ese momento el ruido de una puerta al abrirse los interrumpió, y Matt se quedó parado en la entrada de su habitación, con la mirada de ambos jóvenes sobre él.
- Lamento interrumpir…creo que la cena está lista…
- Mi hermano cocinó… seguramente estará delicioso…- le comentó T.k. a su novia.
Y ella sólo sonrió a modo de asentimiento.
Esa sería una larga velada.