Hola a todas, lo prometido es deuda así que aquí les dejo el epílogo, espero que les guste…

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Capítulo XXIII: Epílogo

Al despertar de la purificación, los mismos ciudadanos comenzaron poco a poco a reconstruir la ciudad y seguir así con sus vidas, en compañía de su nueva reina, la Neo Reina Serena quien ellos sabían había sido su salvadora, y aquella que los protegería y les brindaría la paz que necesitaban de ahora en adelante.

A pesar de los intentos de ambos reyes por permanecer en su hogar, sus ahora súbditos insistieron en que habitaran el castillo emplazado en el centro de la ciudad, el que al ser purificado ahora se tornaba de un hermoso tono traslucido resplandeciente, el palacio de cristal.

Los meses avanzaron rápidamente mientras el embarazo de Serena transcurría en absoluta tranquilidad dejando ver a la futura madre más hermosa y deslumbrante que nunca a la espera de su pequeña hija.

No existía un hombre más feliz en el planeta que Darien, pero también más nervioso e histérico, las guardianas del Reino no paraban de reír el día en que la pequeña Dama llegaba al mundo, el pelinegro corría de un lado para el otro al interior del castillo, con un nerviosismo muy poco común para el serio, sereno y MEDICO Rey Endimión, mientras que la reina se encontraba contrario a lo que todos pensaron algún día bastante calmada intentando por todos los medios tranquilizar a su esposo.

Serena insistió en realizar el parto en el castillo, junto a sus guardianas y amigas y el hombre que más amaba. Siempre odio los hospitales y en el palacio tenían todo preparado para un pato exitoso.

Pronto los llantos de la pequeña bebé inundaron el castillo por completo anunciando su llegada y la gente se congregó llena de alegría a las afueras del palacio para conocer a la pequeña heredera del reino.

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Seis años ya habían pasado desde que el Caos había sido derrotado y el planeta jamás había vivido una época de mayor felicidad, la paz reinaba todo el mundo y fuera de él, de la mano de los dos jóvenes reyes.

Luego de mucha insistencia y extensas discusiones, la Neo Reina Serena consiguió convencer a sus guardianas de que siguieran con su vida lo más normal posible y dejaran el palacio. Convenciéndolas de que ningún peligro las acechaba y no era necesario que estuvieran protegiéndolos todo el tiempo.

Haruka como era de esperarse se convirtió en una gran corredora de carreras, ganando la gran mayoría de ellas, por no decir todas. Por supuesto siempre acompañada de Michiru que continuaba con su carrera de violinista y acompañaba a su querida amiga en la mayoría de sus carreras, claro, cuando sus funciones coincidían.

Setsuna solo viajaba de vez en cuando a la puerta del tiempo, para verificar que todo siguiera en orden, mientras que en la Tierra se dedicaba a enseñar física y ciencias en una importante universidad de Tokio.

Hotaru comenzó a estudiar en la universidad diseño de modas y se divertía practicando sus nuevos diseños en la pequeña dama, además llevaba un tiempo saliendo con un apuesto joven llamado Robert que estudiaba en la misma facultad.

Sus más cercanas guardianas y amigas permanecían más cerca, ya que pese a las insistencias de su reina, habían decidido realizar sus sueños, pero siempre cerca de su querida amiga, por si acaso como solía decir Lita.

Ella se dedicaba a la banquetearía en grandes celebraciones, siendo muy popular en el reino, y cuando no tenía eventos se dedicaba a la cocina en el palacio. Su hobby; preocuparse de la realización y mantenimientos de los hermosos jardines del castillo.

Amy como siempre deseo se convirtió en doctora, trabajaba en el hospital central de Tokio y era el médico de cabecera del palacio ya que Darien al convertirse en rey se vio en la necesidad de dejar a un lado su profesión para poder realizar las tareas propias de un soberano junto a su esposa.

También llevaba un par de años saliendo con un prestigioso médico del mismo hospital, llamado Richard.

Rei se hizo cargo del templo de su abuelo al morir este y recibía en su hogar a chicas que quisieran convertirse en sacerdotisas, ella llevaba una relación desde hace más de tres años con Nicholas y esperaban su primer hijo.

Mina había conseguido cumplir parte de su sueño, aunque aún no se convertía en una famosa actriz, era el rostro más famoso de todo Japón ya que animaba uno de los programas juveniles de más alta sintonía en el país y aparecía en un sin fin de spot publicitarios.

Las guardianas y sus reyes se reunían dos veces al año (se reunían todas, ya que por separado se veían bastante seguido) para celebrar, charlar sobre sus vidas y en fin, pasar tiempo juntos como los buenos amigos que eran.

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El día de la reunión llegaba y Serenity se encontraba junto a Rini y Lita preparando todos los deliciosos bocadillos para la llegaba de sus queridas amigas.

Pequeña dama, no le pongas tanta crema a esos pasteles – Señaló la reina a su pequeña hija, otorgándole un cálida sonrisa.

Si mamá, lo siento – Respondió la pequeña, mientras seguía con su tarea.

Lita, esa decoración es hermosa – Exclamó de pronto la reina, al maravillarse con los hermosos arreglos florales que preparaba su amiga.

Gracias, es una nuevo modelo que inventé para hoy, ya que es una noche especial – Respondió la castaña levantando orgullosa la barbilla.

¿Qué están haciendo mis dos amores en la cocina? – Se escuchó de pronto.

Amor, estamos preparando todo para esta noche – Respondió la reina, propinando un dulce beso en los labios de su esposo.

Ya veo, todo se ve delicioso, aunque no me extraña, porque Lita es una experta – Agregó el pelinegro sonriente, cuando de pronto un fuerte estruendo se dejó escuchar proveniente al parecer de la sala.

Ambos reyes junto a Rini y Lita corrieron para ver a que se debía tanto escándalo.

Se encontraron con una bella escultura de cristal hecha añicos en el suelo, un mesa un par de metros más alejada de donde se situaba regularmente, y un pequeño niño de unos dos años de bellos ojos azules y cabellos rubio como el sol en el piso junto a la mesa con expresión de inocencia.

Taro… ¿Qué es este desastre? – Exclamó el rey con tono firme, pero igualmente dulce.

El pequeño bajó la vista apenado.

Ya Darien no seas malo con Taro, seguro fue un accidente – Agregó la reina poniéndose a la altura del pequeño acariciando su cabello.

¡Papá malo! ¡Mamá linda! – Exclamó el pequeño lanzándose a los brazos de su madre - ¡Mamá mía! – Agregó sacando levemente la lengua a su padre.

No mi amor, eso no se hace a papá. Y mamá no es solo tuya – Agregó dándole una sonrisa de complicidad a su esposo – Mamá los quiere a los dos.

Creo que este pequeño te sacará canas verdes Darien – Señaló Lita poniendo una mano en el hombro de Darien en señal de apoyo mientras estallaba en carcajadas junto a Rini.

El pelinegro se alzó de hombros sonriendo mientras se acercaba a su pequeño y a su esposa.

Vamos campeón, es hora de ir a la cama – Agregó mientras lo tomaba en sus brazos y subía con el a su habitación.

El resto se dirigió nuevamente a la cocina a seguir con la tarea para la velada que las esperaba.

La noche por fin llegaba, Rini se había quedado unos momentos para poder compartir con las chicas y luego se fue a su habitación a dormir.

Las chicas y Darien se dirigieron a uno de los salones del palacio a seguir con la conversación después de la exquisita cena.

Vaya Serena, Rini cada día está más linda y Taro no se queda atrás cada día está más grande – Señaló Michiru.

Me alegra que Taro haya tenido una nueva oportunidad de renacer y esta vez convertirse en una persona de bien – Agregó Setsuna con su seriedad de siempre.

Es un milagro que sea tan lindo, siendo que se parece tanto a Serena – Agregó Rei en tono burlón.

Más respeto con tu reina – Contestó Serena fingiéndose ofendida, ante la risa de todos – Además que no quiero ni imaginar como saldrá el tuyo con los feos padres que tendrá el pobre – Agregó en tono burlón.

¿Y cuando nace el pequeño Nicholas? – preguntó el rey.

Faltan un par de semanas, pero todo va bien, Richard nos asistirá en el parto – Agregó la pelinegra.

Chicas, este… - Agregó Amy sonrojada y con su timidez habitual – Bueno… Ahora que lo nombran. Quiero que sean las primeras que lo sepan ¡Richard y yo… Nos casamos!

Todos se levantaron para felicitar a la futura esposa.

¡Hay que envidia! – Exclamó de pronto Mina – Yo también quiero una familia y muchos hijos.

Pero Mina, si ese actor con el que sales hace tanto tiempo seguro que un día de estos te lo propone – Agregó Lita.

Si lo sé, pero hasta el momento nada de hijos, pura práctica y práctica para que nos salga perfecto – Agregó en su tono despreocupado.

¡Mina! – Exclamaron todos al unísono.

Lita y tu y Andrew – Preguntó con curiosidad la rubia.

Vamos bien, solo eso diré – Contestó la castaña con una sonrisa.

Ay Lita, tu siempre tan reservada, no le aprendes a estos dos que están apunto de desnudarse con la mirada – Señaló apuntando a ambos reyes que estaban bastante cariñosos, mientras el resto conversaba.

¡Mina! – Exclamaron nuevamente.

¡Ay chicas lo siento! – Agregó la reina bastante sonrojada – Deben ser las hormonas, bueno eso creo.

¿Las hormonas? - Exclamó Haruka – Serena no me digas que estas… ¡¿Otra vez?

Serena se encogió de hombros ante un sonrojado Darien.

Que les puedo decir, no puedo sacármelo de encima – Agregó dando un casto beso en la mejilla del pelinegro que se atragantó con la bebida que estaba tomando ante el comentario de su esposa.

Entre risas y algo de burlas todas las guardianas se acercaron a felicitar a la feliz pareja que nuevamente serían padres.

¡Vaya Serena, parece que la historia del conejo de la Luna es cierto! ¡Pareces coneja de tanto que te embarazas! – Exclamó Mina asiendo que esta vez fuera la reina quien se atragantara con su refresco.

¡Mina! – Exclamaron Haruka y Michiru.

El resto no podía hablar de la risa.

Y Rini ¿Ya lo sabe? – Preguntó Hotaru.

Si claro, y es la más contenta, cruza los dedos para que sea hermanita esta vez dice ella.

La velada siguió entre pláticas y risas hasta que cada uno se marchó a sus respectivos hogares.

Ya solos ambos reyes se dirigieron a la habitación de sus hijos a supervisar que todo estuviera en orden y dar el beso de buenas noches a sus pequeños.

Se encontraban de pie, en el umbral de la puerta.

Gracias amor, gracias por la felicidad que me has dado – Señaló el pelinegro dando un dulce beso en los labios de su esposa, posando una de sus manos suavemente en su vientre.

Soy yo la que debe agradecerte por hacerme la mujer más feliz del universo – Agregó aún entre los labios dl pelinegro.

Darien… Estamos en la habitación de los pequeños – Susurró en el oído del pelinegro mientras este comenzaba a recorrer extasiado todo el cuerpo de ella.

No te preocupes amor, puedo resistir hasta la habitación – Agregó mientras la tomaba entre sus brazos y la dirigía entre besos a la alcoba.

No creas que te librarás de mi esta noche, te voy a hacer pagar por el comentario que le hiciste a las chicas – Agregó en tono sensual - ¡Con que no me puedes sacar de encima eh! Pues tendré que cumplir con lo que dices.

No deseo nada más amor – Agregó la reina mientras se dejaba envolver por las caricias del su amado esposo.

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Bueno chicas, espero que les haya gustado la historia y haber cumplido con sus expectativas, más que nada quería dejar escrito que todas las sailor pudieron cumplir sus sueños y seguir con una vida normal ya que en la mayoría de las historias se les muestra solo como guardianas que tuvieron que posponer sus sueños por el reino, además también para que pudieran saber que había pasado con Taro, ya que merecía una nueva oportunidad.

Espero que les haya gustado en serio y ya saben cualquier comentario espero sus rw.

Gracias a todas las que dedicaron su tiempo a leer esta historia, sus comentarios, alertas, etc.

Mil gracias nuevamente y… ¡Nos leemos!