Regalos

Reneesme POV:

Era el día de mi segundo cumpleaños, aunque físicamente ya parezco una niña de 7 años. La tía Alice se ha vuelto loca con la decoración de la fiesta, cree que yo no soy una aguafiestas como mi mamá, y no la quiero decepcionar.

Bella POV:

Fue una mala idea haber dejado que Alice organice sola toda la fiesta, hubiera preferido que interviniera un poco Esme, pero ya conozco sus chantajes.

- Ya está empezando a apestar aquí. Oye Rosalie ya llegaron tus amigos los perros, eh -dijo Emmett desde la cochera.

- Ya vino Jake -dijo emocionada mi pequeña hija.

- Yupi, que emocionante -susurró Alice sarcásticamente.

Llegó Jacob -que por primera vez, en mucho tiempo, llevaba camisa, pantalones largos y unos tenis. Hasta parecía que se había peinado-, con una caja de regalo enorme, pero comparada con él era pequeña. Detrás de el estaban Seth, tan cómodo como siempre, Embry, Quil y Jared. Sam y Leah no habían asistido, el primero porque tenía algo que hacer con Emily, y Leah, porque sigue en su contradicción contra los vampiros. Aunque claro Embry, Quil y Jared aún siguen un poco desconfiados de nosotros, pero no les haremos nada.

Todo mi familia estaba ahí, mi familia fantástica, la que no debería de existir pero ésa era la real. Bueno a excepción de Carlisle, que tuvo una cirugía de último minuto, al parecer había ocurrido un accidente automovilístico, claro nadie obedece los señalamientos cuando el jefe de policía no está. Por supuesto que no está. Charlie mi única familia humana -sin contar a Renée-, no estaba en la ciudad, él estaba de luna de miel con Sue Clearwater, la madre de Seth y Leah. Qué sorpresa nos habíamos llevado todos, aunque yo, ya sabía que andaban juntos.

- Felicidades Nessie, te ves muy hermosa -dijo Jacob.

- Como si no, yo escogí el vestido -espetó Alice.

- No, sin contar el vestido.

Edward y Alice gruñeron.

- Jake, dame mi regalo -dijo Reneesme saltando.

- ¿Y cómo sabes que es para ti? Es para Bella el regalo -ups, si todavía fuera humana de seguro me hubiera puesto roja como un tomate.

- ¡No! Eres malo. Yo quería mi regalo -gritó Reneesme.

- No. No es cierto pequeña, lo siento -se disculpó, y le dejo la caja a sus pies. Sí que era grande. Reneesme le entrecerró los ojos.

- No me superas con tus bromas apestosas, perro -gruñó Emmett.

- Ja, ahora resulta que las sanguijuelas tienen sentido del humor, estatuas.

Grr. se escuchó de la garganta de Emmett.

- Basta. Dejen de discutir -intervine.

- Es hora de abrir los regalos -dijo Esme para alivio de todos.

Pasaron menos de dos segundos y bajaron Rosalie y Jasper.

- Primero el mío y el de Jasper -dijo Alice.

Jasper la acercó una pequeña cajita de oro a Reneesme, la abrió y una sonrisa maravillosa se dibujó en su cara, se parecía tanto a Edward.

Reneesme POV:

Dentro de esa cajita había una pulsera de rubíes incrustados por todos lados. Era hermosísimo.

- Gracias tía Alice, tío Jasper, me encanta -les dije.

- Sabía que te gustaría -respondió tía Alice y soltó una risita, claro que sabía que me iba a gustar.

Luego fue el turno de tía Rosalie y de mi tío favorito: Emmett. Me regalaron mi propio móvil. Esme y también por parte de Carlisle, un oso de peluche gigante, mi juguete favorito. Y mis padres, era algo así como un diamante en forma de estrella.

Edward POV:

Bella y yo le regalamos a nuestra preciosa hija uno de los diamantes que la pertenecieron a mi madre. A Bella le había regalado una en forma de corazón.

Entonces llegó el turno de Jacob, que me traía loco con sus pensamientos.

Jacob POV:

Estoy tratando de no pensar en el regalo -por si acaso Edward está husmeando en mi cabeza como de costumbre-, sólo en que la va a gustar a Nessie y sobre todo a él -oh si- y se me acuerda la canción Wannabe de las Spice Girls, no sé porqué y la empiezo a bailar en silencio, mientras Edward me miraba con cara de confundido más bien.

- Vamos Nessie, abre tu regalo, te va a encantar -le dije empujando la caja hacia ella. Sobre todo a tu papi ñaca-ñaca jajá.

- Bien.

Nessie abrió la caja por partes, era muy grande así que se tardo un poco, porque no quiso que nadie la ayudara. Pasó algo extraño, algo que ya había visto, me era familiar, pero no pude recordar qué era.

Alice se había quedado petrificada, pero no como lo hacían comúnmente los chupasangre, sino muy tensa y con la mirada ida. Entonces recordé, la duendecilla estaba viendo el futuro, pero no a mí, ni ninguno de mis hermanos lobos. No aparecíamos en sus visiones. Eso me gustaba. A ella le enfurecía. Y eso me agradaba más.

De seguro que su novio ese Jasper se había dado cuenta y como todos los demás también, me puse muy tenso. ¿Será que tenga que ver con el regalo? Espero que Edward no esté pendiente de mí, sabría mi regocijo. Oh no. Sentía como toda esa bruma se aplacaba y me sentía más tranquilo aunque fuera inconsciente, sentía la bruma, la quería sacar, lo podía hacer, pero ésa tranquilidad fresca era irresistible. Maldita sea, ése pronosticador del tiempo interfería en mis emociones. Y Edward ya sabría que era lo que sucedería a continuación. No me había percatado de que sí podría enterarse de eso. Qué mal podrían resultar sus dones en un momento como éste.

Edward se adelantó hacia la caja y despedazó quedando descubierto el regalo, se veía muy molesto, verdaderamente, más de lo que yo le había visto antes, Edward me gruñía.

A Nessie pareció gustarle mucho porque enseguida estaba a mi lado abrazándome una de mis piernas y dándome las gracias.

- Gracias Jake, es estupendo, el mejor regalo - me dijo.