Hola! \o/ ¡Nuevo capítulo al fin! Actualización más rápida u.u ¡Muchas gracias por sus reviews, favorites y demás! :'D Creo que en ningún otro capítulo había recibido tantos como con el anterior \o/

Debo admitir que últimamente no estaba muy inspirada con esta historia debido a que me he concentrado en otras que aún no publico, además de mi obsesión por el yaoi *-* (si no les gusta lo comprendo, no hay problema con eso u.u). También debo admitir que el capítulo que viene, el seis, lo dejé por la mitad hace como unos dos meses y aún no lo adelanto :S pero leyendo tantos fics SasoDei me he inspirado y se me han ocurrido muy buenas ideas para este fic con respecto a Sasori :D Así que no se asusten porque la inspiración me volvió \o/ y planeo terminar de escribir y publicar el que viene antes del mes que viene porque me comienzan las clases el 30 T.T Aunque en parte estoy ansiosa por eso :)

Para este capítulo creo que tuve buenas ideas \o/ No lo sé, juzguen ustedes ya que me encanta que todo tenga la mayor coherencia posible u.u Está era una de mis primeras ideas cuando se me ocurrió este fic además de otra que ya la verán al final del cap.

Por cierto, también estoy muy feliz porque creo que ya encontré una manera coherente de hacer un lemmon en este fic *-* Les confieso que nunca en mi vida he escrito uno, pero cuando llegue el momento espero hacerlo lo mejor posible y que complazca sus expectativas :D Esta es otra razón para que me volviera la inspiración \o/ xD

También les confieso que este fic es para largo. Hice una especie de cronología con lo que pasará en cada uno de los capítulos hasta el trece y es largo porque no la terminé u.u Espero que eso les agrade, a mi sí xD Contesto reviews abajo como en el cap anterior :)

Disclaimer: Naruto no me pertenece bla bla bla… Masashi Kishimoto bla bla bla… Quiero que Deidara sea mío pero es imposible bla bla bla xD

¡Al fic! \o/

...


Behind His Artificial Aspect

Detrás de su Aspecto Artificial

Chapter 5: The Training Beginning

Capítulo 5: El Entrenamiento Inicia

Abrió sus ojos con mucha modorra debido a la molesta luz de la mañana que se filtraba a través de la ventana. Se estiró un poco mientras bostezaba y luchaba para que sus ojos se mantuvieran abiertos.

Se percató que estaba en la que era... ¿la habitación de Sasori? ¿Pero que hacía ahí? Recordaba haberse dormido en el sofá por la tarde, pero ¿por qué él la había traído hasta su cuarto en lugar del de ella?

Se levantó con pesadez y pudo apreciar de nuevo la habitación del chico que seguía idéntica a cuando la había visto, pero cuando se refería a idéntica era exactamente eso. La veía sumida completamente en las sombras, como cuando la vio la primera vez. La luz cegadora que la había despertado y le había quitado su adormilamiento, había desaparecido. La cortina de la ventana de la habitación estaba corrida y no traspasaba luz de ningún tipo. Realmente se extrañó, pero se dijo a si misma que aún estaba un tanto dormida. Después le pediría a Sasori alguna explicación por la cual la había llevado a su habitación.

Se puso de pie después de divisar su muleta que estaba recostada contra la pared al lado de la cama. Empezó a encaminarse para afuera, pero antes de terminar de llegar a la puerta, frenó en seco. Había algo más que andaba mal. Su ropa no era la misma. ¡¿Cómo esa maldita marioneta se había atrevido a desvestirla sin su consentimiento?

Un estremecimiento le recorrió todo el cuerpo mientras el miedo se apoderaba de ella. Insultó a Sasori mentalmente todo lo que pudo mientras seguía caminando y se sentía completamente cohibida y a punto de llorar por temor a aceptar lo que en su mente se estaba empezando a formular. Ahora estaba vestida con una bata blanca idéntica a la que tenía el mismo día en el cual había despertado de su letargo.

Salió de la habitación y se dirigió al baño para analizarse a si misma, con ánimos de comprobar que quizás estaba siendo demasiado paranoica y que su mente le estaba jugando una mala pasada al olvidar lo que había sucedido anteriormente.

Entró y encendió la luz. Iba a sentarse en un pequeño banco que Sasori había llevado hasta allá cuando ella se lo pidió para no tener que sentarse en el suelo, cuando...

Sakura gritó a todo pulmón. Un grito que hubiera despertado a toda una cuadra de vecinos en Konoha. Estaba totalmente aterrada y perpleja. Quería llorar, gritar, patalear, golpear algo, quería liberar su frustración de algún modo, pero sólo se había quedado paralizada mirándose a si misma en el reflejo del espejo del cuarto de baño. Se repetía una y mil veces que eso no podía ser cierto, era lo más irracional y absurdo de su vida, pero ya su vida había dado un giro muy adverso, así que, a pesar de no poder asimilar aún lo que pasaba, su cabeza le gritaba que quizás sí era completamente probable, además que se suponía que Sasori era un completo desquiciado y atroz criminal con problemas de todo tipo.

Pero ¡No! Ella había llegado a conocerlo y eso era lo que más le dolía. Había confiado en él. Le había demostrado que le importaba y ¿cómo se lo paga? Convirtiéndola en un fenómeno después que ella se había empeñado a creer que Sasori era mucho más humano que muchos, a pesar de su fachada. Ahora estaba tan enojada que ya no le importaba denominarlo de ese modo.

Quería llorar, pero las lágrimas nunca salían de sus ojos a pesar de sentirlas sobre su rostro. ¿Qué rayos pasaba? Todo era demasiado anormal. Levantó su mano y empezó a tocar su nuevo rostro.

Sakura se veía a si misma en el reflejo, pero lo que andaba mal era que ahora ella ya no era más completamente humana ¡Era una marioneta viviente! Bajó su vista para apreciar el resto de su cuerpo y sí, todo su cuerpo era hecho de madera. De repente escuchó como alguien tocaba la puerta haciendo que por instinto y sobresalto, se apegara a la pared con temor a que él entrara. Los golpes en la puerta se hacían más incesantes e insistentes y ella sólo podía morderse los labios hasta hacerlos ¿sangrar? Sentía como las lágrimas se precipitaban por sus mejillas pero no las veía después de levantar su mano y tratar de limpiarlas. ¿Qué sucedía? Por que podía jurar que al ser así no sentiría nada o ¿es que acaso era la sensación involuntaria de la costumbre?

—¡Sakura! —escuchó que la llamaban y unas manos la movían en un gesto un tanto desesperado. Abrió sus ojos de golpe y emitió un sonoro grito.

—¡Suéltame! —dijo temblando con la voz partida. Las lágrimas inundaban sus ojos y corrían por sus mejillas como un caudal incesante. —¡Oh, por Kami-sama! —exclamó mientras se tapaba su rostro con su mano.

—¿Estás bien? —escuchó como su voz hablaba de manera cautelosa, embargada por un poco de preocupación y temor. Se quitó la mano de su rostro y lo vio junto a ella con expresión completamente inescrutable e inexpresiva. Siempre su voz, sus ojos y sus actos eran los que dejaban ver lo que realmente sentía.

La respiración de la chica estaba totalmente agitada por las innumerables emociones que había tenido en su pesadilla. Empezó a tocar su cara de manera nerviosa para comprobar que todo anduviera bien, o por lo menos como lo había dejado antes de dormirse. Volteó su rostro y pudo apreciar que estaba en su habitación bajo las sábanas. La luz de la mañana entraba por la ventana. Trató de controlar su respiración mientras bajaba su vista hasta su ropa y se cercioraba que fuera la camisa blanca y el short negro que se había colocado antes de dormir.

—¿Estás bien? —insistió Sasori un tanto cerca de su rostro, lo que hizo que ella se sonrojara un poco al captar la cercanía.

—Sí… Sólo fue una pesadilla… —suspiró tumbándose en la cama con pesadez.

—Sé lo que significa, pero ya no sé lo que es vivirlas —comentó Sasori con indiferencia mientras se ponía de pie y se dirigía hacía la ventana.

—¿Qué hora es?

—Las nueve de la mañana… Dormiste el resto de la tarde y toda la noche.

—Sasori-san, quería preguntarte algo —dijo mientras se sentaba en el borde de la cama y él se volteaba a mirarla expectante. —¿Puedes enseñarme a controlarme? —el chico entrecerró los ojos. —Por eso dijiste que me quedaría aquí mucho más tiempo del que creía, ¿cierto? Tú puedes controlar todo tu cuerpo al ser una marioneta, ¿podrías enseñarme a hacer lo mismo con mis extremidades? —concluyó en tono suplicante.

—Eres muy fuerte, Sakura. Me atrevo a decir que ya recuperaste toda tu fuerza y eso era lo que estaba esperando. El problema es que la mayor parte de ella la empleas para desplazarte y cargar con tus extremidades en estado inmovilizado, por eso siempre te sientes cansada y agotada, pero estoy seguro que tu fuerza está completa de nuevo, ¿no es así, médico ninja? —dijo con una pequeña sonrisa.

—Así es —afirmó ella con otra pequeña sonrisita arrogante.

—Pues, entonces lo comprobaremos —dijo el pelirrojo alzando las cejas. —Sí puedo enseñarte a hacerlo. Lo único que necesitas es un control de chakra envidiable y sé que lo posees no sólo por ser una médico ninja, sino la mejor alumna de Tsunade-hime.

—Así que, ¿tu control de chakra es excepcional?

—Sí. Puedo hacer que el chakra se movilice por todo mi cuerpo y con él llegar a controlarlo. Invierto una pequeña cantidad en ello sólo porque ya tengo demasiado tiempo perfeccionando este tipo de técnicas de control de marioneta viviente. A ti te costará un poco a pesar de tu habilidad, porque debes aprender a no invertir tanto del tuyo en eso.

—¿Chiyo ba-sama nunca te enseño ningún tipo de técnica médica? —preguntó después de meditar todo lo que le había dicho.

—No. Sólo me enseñó a controlar el chakra. Se podría decir que mi habilidad es tan excepcional como la de tu maestra, sólo que la empleamos con fines diferentes —respondió mientras se sentaba de nuevo a su lado en la cama. —Ahora arréglate y come algo. Nuestra primera sesión de movilidad comienza a las doce del medio día. Nos vemos a esa hora, Sakura —concluyó mientras acariciaba tiernamente su cabello y ella se sonrojaba por su sutil gesto.

Sasori salió de la habitación y Sakura sólo suspiró mientras se recostaba otro rato más. ¿Cómo era posible que creyera que Sasori, después de todo lo que ha pasado, fuera capaz de hacerle algo así? La pesadilla había sido tan real, pero ella estaba segura que nunca podría pasar algo como eso porque ahora confiaba plenamente en ese pelirrojo.

Aún no le había dado motivos como para dudar de él y no podía negar que le alegraba de sobremanera cuando veía como sus ojos miel la miraban con preocupación y cautivación, sola y exclusivamente a ella. Siempre estaba pendiente de su bienestar y Sakura empezaba a sentirse muy bien con eso. Estar a su lado, tocando su cuerpo a pesar que no pudiera transmitir calor alguno, la hacía sentir de maravilla. Aunque le frustraba demasiado que él no pudiera sentir ese cálido contacto que ella trataba de transmitirle cada vez que lo tocaba.

Se sentía tan extraña a su lado, pero no quería dejarse llevar por pensamientos absurdos o ajenos a su naturaleza, así que sólo se limitaría a olvidar el asunto y retribuiría todo lo que hacía el chico a la idea de que quizás y sólo quizás, él se estaba encariñando con ella, pero sólo eso y nada más, porque era completamente imposible e irreverente que existieran intenciones ocultas en donde ni él mismo estaba seguro de eso, y ella podía afirmar tal cosa porque lo notaba dubitativo y vacilante de vez en cuando en diversas situaciones que la implicaban a ella, contacto físico y sentimientos profundos y complejos.

Decidió levantarse y dejar el asunto tal cual estaba. Era absurdo y estúpido que pensara ese tipo de banalidades y tonterías. Se puso de pie, tomó su muleta y salió de la habitación. Sasori tenía razón, mucha de su fuerza la invertía en ayudarse a caminar y ya estaba realmente cansada mentalmente de ello. Quería volver a ser la de antes —por lo menos recuperar su antigua movilidad porque en lo que respectaba a apariencia, ya no sería la misma— y pondría todo su esfuerzo en ello.

Sakura preparó su desayuno y notó que ya había poca comida. Luego le diría sobre eso. Se empezó a preguntar en cómo era que compraba comida. Quizás usaba un Henge para cambiar de apariencia mientras iba a algún mercado cercano. Mientras no hubiera ninjas cerca que pudieran detectar su jutsu estaba bien.

Terminó de comer y notó que ya se acercaba la hora del nuevo entrenamiento. Estaba emocionada y aterrada. Sabía que a pesar de ser notablemente talentosa, no iba a ser nada fácil y Sasori se lo había dicho. Esperaba que pudiera dominar pronto esa técnica para no tener que pasar por más inconvenientes y poder moverse con libertad y gracilidad de nuevo.

Como añoraba poder caminar, correr y bailar. Cosas que antes parecían tan irrelevantes y sencillas, ahora eran todo un reto. Se sentía imposibilitada en muchos sentidos, pero aun así tenía la fuerza de voluntad necesaria como para no desfallecer.

Cerró sus ojos por un segundo y se imaginó saltando de árbol en árbol como solía hacer en sus misiones. Parecía tan lejano. Se vio a si misma corriendo al lado de sus amigos, practicando taijutsu con la eficacia con la cual era capaz de moverse, bailando al lado de alguien mientras se movían al compás de un perfecto, rítmico y armonioso vals. Se preguntó si Sasori sabría bailar. Él parecía ser un tipo tan refinado, cordial y elegante, de seguro era un as en ese tipo de cosas, a pesar de ser un ninja y parecer que carecía de todo tipo de elegancia y galantería.

Si no se hubieran conocido en circunstancias tan atroces, quizás y sólo quizás, las cosas hubieran sido mucho más simples. Pero ahora que lo pensaba, no era como si a ella realmente le gustaran las relaciones sociales muy simples. Había estado enamorada de Sasuke Uchiha, uno de los seres más complicados en todo el mundo. Su mejor amiga era Ino, una chica que podía ser más sacadora de quicio que el rubio hiperactivo y con la cual se había peleado una cantidad innumerable de veces. Su mejor amigo era Naruto y ni hablar de lo contradictoria que siempre era su relación, pasando del odio y la paciencia a la comprensión y el cariño... Siempre había estado rodeada de cosas y personas complejas, y extrañamente le gustaba, y Sasori no era la excepción. Le atraía tanto el hecho de querer comprenderlo, reconfortarlo y demostrarle que no estaba solo. Se sentía atraída hacía la personalidad de ese hombre en muchos aspectos que conocía y otros que aún no descubría del todo.

...

Sakura salió de la casa cuando sólo faltaba media hora para comenzar el entrenamiento. Vio a Sasori de espaldas y empezó a aproximarse a él. Se sentía animada y preparada para lo que fuera necesario.

—Buena puntería y buena cantidad de fuerza. Venía a una velocidad considerable, pero obviamente no fue suficiente como para tomarme por sorpresa —le dijo el chico que se había volteado de manera fugaz para atrapar la manzana mordida que le había lanzado la pelirrosa directamente a su cabeza.

—¿Crees que poseo lo que se requiere para afrontar el entrenamiento? —preguntó Sakura de manera orgullosa.

—Eso lo veremos, niña —le comentó mientras se acercaba a ella.

Mientras caminaba veía la manzana detenidamente. Se detuvo justo frente a la chica y llevó la fruta hasta su boca. Los labios del pelirrojo rozaron la superficie blanca de la manzana mientras se llenaban del jugo de la fruta prohibida. La separó de él y se lamió los labios detenidamente.

—Dulce —susurró mientras tomaba la mano de la pelirrosa y posaba en ella la manzana. Sakura lo miraba un tanto embelesada desde que había decidido acercar la fruta hasta sus labios. Sasori levantó su mano y con su dedo pulgar rozó delicadamente la comisura de los labios de la chica, la cual no tardó en sonrojarse ni tres segundos y su corazón enloqueció como si de un caballo desbocado se tratara. —Tenías jugo ahí —le comentó mientras llevaba su dedo hasta su boca para probar de nuevo la fruta. —Dulce tentación… —comentó después de su acto y empezó a caminar hacía un árbol cercano mientras la chica aún lo miraba atontada y con la sangre en los pómulos. —Acércate —le ordenó mientras observaba detenidamente el tronco seco y muerto de un viejo árbol que había sido afectado por el clima cálido desértico.

—Ehhh… sí… —logró decir al recobrar un poco la compostura. No entendía que era exactamente lo que había sentido al verlo hacer eso, pero estaba segura que sus hormonas adolescentes habían enloquecido y no le había gustado en lo absoluto, en especial tomando en cuenta quien era él.

—No puedes mantenerte en pie mientras golpeas algo, o quizás sí podrías, pero invertirías mucha fuerza y no quiero que sea así, entonces… —comenzó a decir al llegar la chica a su lado. Sasori extendió su mano y los hilos de chakra salieron de esta rápidamente y de la parte trasera del tronco del árbol, atrajo un pequeño taburete y lo posó entre ambos. —Quiero que destruyas este árbol. Siéntate y hazlo añicos, literalmente.

—Bien —dijo mientras se sentaba, posaba sus muletas en el suelo y le asentaba un último mordisco a la manzana bajo la atenta mirada del chico. No pudo evitar sonrojarse al recordarlo tocar sus labios. Fue tan sólo un simple roce y ella no pudo controlar sus emociones, y se quedó mirándolo como estúpida ¿Qué le había pasado? Le entregó la manzana al chico y este la puso en el suelo a su lado de manera distraída.

La pelirrosa visualizó el centro de la estructura del tronco y empezó a concentrar su chakra verde en su mano derecha. Lo sentía bajar a través de su brazo y esbozó una pequeña sonrisa al sentirse tan fuerte como antes. Llevó su brazo hacía atrás y cogiendo impulso, su puño impactó de lleno en el tronco del árbol, el cual crujió y se despedazó totalmente. Trozos de madera volaron por todos lados y como le había dicho Sasori, lo había hecho añicos, casi polvo.

Ella lo miró expectante, pero el rostro del chico estaba totalmente impasible. No reflejaba absolutamente nada. ¿No fue suficiente?, pensó la pelirrosa. Pero después, él sólo asintió y esbozó una pequeña sonrisa de satisfacción.

—Perfecto —dijo volteando a verla. —Pudiste sentir como el chakra bajaba a través de tu brazo derecho ¿cierto, Sakura? Eso es algo fácil de detectar para personas que lo controlan de manera excepcional —comentó mientras se sentaba frente a ella en el suelo. —¿Recuerdas que cuando luchamos te comenté que era una marioneta con base humana, de carne y hueso?

—Sí, lo recuerdo —respondió la chica prestando la mayor atención posible a sus palabras.

—Pues, es cierto. Es literal. Tus músculos, tus arterias, venas, huesos, articulaciones, todo está bajo esa coraza dura de madera que recubre tu brazo —comentó seriamente mientras tomaba el brazo izquierdo de la pelirrosa entre sus manos y lo acariciaba detenidamente para después soltarlo.

—Pero… ¿Cómo es que no me duele? —susurró Sakura.

—No te duele porque en las más de dos semanas que tenías aquí inconsciente, tus músculos pudieron cicatrizar a la perfección mientras se amoldaban con la madera y la convertían en la nueva "capa de piel" que recubre tus extremidades.

—Y… ¿Cómo es que mi hombro y la parte alta de mi pierna aún no cicatrizan totalmente? —preguntó después de analizar lo que le decía y darse cuenta de la coherencia que tenían sus palabras.

—Es diferente, Sakura. Esas partes de tu cuerpo deben adaptarse a las extremidades artificiales. Es como si hubiera adherido tu pierna y ahora la piel de tu cuerpo debe hacerla parte de él… Noto que no has usado tus justsus médicos para una rápida cicatrización y recuperación, ¿por qué? —preguntó perspicazmente mientras alzaba una ceja.

—Eso es porque hay que dejar a la naturaleza hacer su trabajo… Este tipo de cosas no hay que apresurarlas. Hay que dejar ver como evoluciona y como el cuerpo empieza a tomar mis extremidades, o mejor dicho, su recubrimiento como parte de él mismo —dijo la pelirrosa detenidamente mientras se perdía en sus conocimientos.

—Muy bien… —le aseguró él tranquilamente.

—Sasori-san… —llamó ella tratando de captar su atención.

—¿Hmp? —emitió sin mirarla mientras se alborotaba un poco el cabello con una de sus manos.

—¿Realmente puedes desarmarte? —preguntó cautelosamente captando la total atención del susodicho que demostró algo de extrañeza ante su pregunta.

—Sí, así es. Al igual que tú, mi base es humana, con la diferencia que yo hice esto para que se amoldara a tu cuerpo —explicó mientras pasaba sus dedos inhumanos por la pierna derecha de la chica. —En cambio, se podría decir que mi cuerpo está fraccionado. Me convertí en esto de esa manera para poder implantarme todo tipo de armas y trampas como a una verdadera marioneta.

—Es un tanto perturbador —comentó la pelirrosa como para si misma mientras se ganaba una mirada fría de soslayo por parte de pelirrojo. —Me refiero al hecho de que puedas desarmarte… No te lo tomes a mal, es sólo que…

—Hmp… Déjalo así, Sakura —dijo tajante mientras quitaba sus ojos miel de ella. —Es obvio que no sabes apreciar el verdadero arte… Para ti siempre seré un fenómeno de feria —completó por lo bajo con ira en su voz.

—¡Por supuesto que no! —espetó Sakura mirándolo seriamente. —No digas eso… —susurró casi sin aliento porque él la había fulminado con la mirada.

—No quiero que comiences con alguno de tus sermones compasivos —dijo entre dientes con molestia.

—Si soy tan insoportable para ti ¡¿Por qué no me abandonas en algún lugar para que muera y me coman los buitres? —gritó completamente molesta mientras apretaba su puño. —¡Eres tan multifacético, tan estresante, tan bipolar, tan incomprensible, tan cambiante! ¡TAN IDIOTA!

—¡No te das cuenta que podría matarte en cualquier momento ¿cierto? —gritó poniéndose de pie y tomando la barbilla de la chica mientras se acerca a su rostro.

—¡Pues, hazlo! ¡No me das miedo, imbécil! —espetó entre dientes tratando de contener sus lágrimas traicioneras de rabia.

—¡Cállate de una vez! ¡Basta, deja el maldito berrinche! ¡Sólo eres una mocosa, estúpida! —gritó soltándola y dándose la vuelta visiblemente enojado.

—¡Hazlo, Sasori! ¡HAZLO! —gritó al borde de las lágrimas. —¡Atrévete a hacerlo! —concluyó entre dientes.

—¡Maldición! ¡No puedo! —espetó el pelirrojo dándose la vuelta para mirarla y tomándole entre sus manos el rostro rojo y húmedo por la ira.

—¡¿Por qué?

—¡Porque no puedo hacerte daño! Porque no quiero hacerte daño. Porque no imaginaria poder causarte más dolor del que ya te causé… Porque no lo soportaría —dijo soltando el rostro de Sakura y bajando el suyo. Sus manos cayeron a los lados de él con pesadez y apretó sus puños con frustración.

Ya había pensado eso, pero nunca se imaginó a si mismo diciéndoselo a alguien ni mucho menos a ella. Le costaba admitírselo y aquí estaba, de nuevo perdiendo los estribos. ¿Acaso lo haría al propósito? ¿Esa era su táctica para sacarle las cosas? Esa niña no podía ser más inquisitiva y molesta. Era tan irritante y perfectamente perspicaz. Increíblemente sensible y dramática. Magníficamente sencilla e inusual. Estúpidamente arriesgada y temeraria, pero muy valiente y perseverante. Tan perfectamente hermosa cuando estaba triste o sonreía amablemente. Tan irracionalmente comprensiva y considerada. Tan explosiva e irritante. Tan increíblemente cautivante. Tan… autentica. Tan… Sakura, y a él le encantaba… pero odiaba que eso le gustara.

La pelirrosa había quedado totalmente asombrada ante sus palabras. No podía creer que Sasori se sintiera tan culpable por haber hecho lo que le hizo. Nunca pensó ni en sus sueños más retorcidos, que pudiera decirle que no sería capaz de dañarla porque no lo soportaría. ¿Era verdad que ese chico le estaba tomando cariño? Una felicidad ilógica se apoderó de ella al sentirse alguien importante para él. No podía explicar todo lo que pasaba, pero estaba segura que el único infortunio que realmente le gustaba, era poder conocer más a fondo al ser frente a ella.

La kunoichi alzó su mano derecha y estiró su brazo hasta tomar uno de los puños del chico. Él levantó su vista y la observó con los ojos entrecerrados tratando de parecer desafiante y molesto para ocultar su confusión y su cariño hacía ella, pero al sonreírle un tanto tímida e insegura, él se dejó llevar y sólo pudo aflojar su puño y entrelazar su mano con la de ella.

—Creo que ambos somos unos insensatos —dijo Sasori sin dureza en su voz y ella sólo asintió mientras sonreía irónicamente. —Deberíamos continuar con tu entrenamiento.

—¡Sí! —exclamó la chica mientras asentía decididamente.

—¿Tienes alguna otra pregunta? —dijo mientras se sentaba frente a ella de nuevo, sin soltar su mano. Realmente no quería hacerlo porque se sentía plenamente bien su tacto, obvio no literalmente; pero no era algo propio de él y por eso le incomodaba hasta cierto punto. Tal pensamiento decidió dejarlo en el fondo de su mente.

—¿De que forma ayudará mi control de chakra? Explícame lo que haré, lo que necesito llegar a conseguir y como serán los primeros ejercicios.

—El control de chakra es algo fundamental debido a que con la manipulación y la circulación de este, será posible la movilidad de tus extremidades, que a pesar de estar o parecer completamente muertas o inutilizables, lograras moverlas con la soltura y la facilidad de antes. Lo que necesitas llegar a obtener es la circulación adecuada y necesaria del chakra a través de ellas para conseguir moverlas y atacar como lo hacías. El hecho de que puedas percibir como circula en tu interior es una gran ayuda para manipularlo al nivel requerido y lograr lo que desees. En tus primeros entrenamientos haremos esos ejercicios básicos. No necesito poner a prueba tu control porque sé que es excepcional, así que comenzaremos de una vez con tratar de circular tu chakra —concluyó seriamente.

—Muy bi… —la afirmación de Sakura se vio interrumpida por un pequeño grito de asombro y sobresalto, debido a que Sasori la había envuelto con sus hilos y moviéndola como a una muñeca, la había alzado y vuelto a descender hasta plantarla en el suelo de tierra a su lado. —¡Supongo que ya debería estar acostumbrada a esto! —dijo enfurruñándose al recuperar el aliento.

—Te necesitaba en el suelo ya que comenzaremos con tu pierna que es más larga y difícil debido a su mayor utilidad y necesidad, para que tu brazo no resulte ser un gran problema… Y… yo supongo que también debería estar acostumbrado a esto —dijo mientras tomaba de nuevo su mano y la entrelazaba, —pero aún no lo hago… aunque no me molesta en lo absoluto —concluyó monótonamente, pero con gran intensidad en su mirada.

—Me alegra que no te moleste —empezó a decir al sentir como su corazón bombeaba mucha más sangre de manera apresurada y al percatarse del calor que se apoderaba de sus mejillas. —Es algo que… hago de manera impulsiva e inconsciente, a veces —finalizó riendo nerviosamente y golpeándose mentalmente contra una pared por lo estúpida que podía llegar a comportarse junto a él.

—Eres muy efusiva y diferente a mí… pero eso te hace ser tan… —dejó la oración en el aire.

—¿Tan…? —preguntó apretando más la mano del chico con impaciencia reprimida.

—Tan cautivante —concluyó mientras con su otra mano se disponía a quitar unos cuantos mechones de cabello rosa de su cara. Sakura se sonrojó más que antes y empezó a gritarse mentalmente por la incomprensión de sus actos corporales involuntarios. —Bien, ahora comienza —ordenó autoritariamente mientras se soltaba de su agarre y se levantaba rápidamente para él también escapar de la ilógica situación en la cual se había metido. —Trata de hacer circular tu chakra a través de tu pierna. Siéntelo al igual que cada vez que tratas de concentrarlo en tu mano. Siéntelo fluir a través de ti. Al principio puede ser un tanto difícil, pero tu pierna está ahí y no la veas como algo artificial o como si simplemente no fuera parte de ti. Puedes usar tus manos para ayudarte si se te hace muy difícil, como en un jutsu médico —empezó a explicar mientas se alejaba y se recostaba contra un árbol próximo.

—Trataré de hacerlo sin ayuda de mis manos —le dijo ella. Si le resultaba fácil de ese modo no tendría que ayudarse. Nada perdía con intentarlo aunque suponía que no lo lograría de ese modo porque Sasori había insistido en que no era tan simple como parecía.

Sakura cerró sus ojos y empezó a sentirlo fluir a través de ella. Lo dirigió hacía sus manos y luego de regreso. Lo llevó a través de su pierna izquierda y lo concentro en su pie para darle una pequeña patada al suelo debajo de ella. El piso se estremeció y se resquebrajó un poco a sus pies. Sasori volteó a mirarla debido a que donde él estaba posado, también había llegado la pequeña sacudida, pero luego volvió a observar a la nada completamente abstraído en sus propios problemas existenciales. La pelirrosa tenía un control perfecto. Ahora procedió a tratar de enviarlo a través de su pierna derecha pero algo estaba mal. Por más que intentaba, era como si existiera una especie de barrera en el lado derecho de su cadera que le imposibilitaba conducir el chakra a través de ella. La chica suspiró, era cierto que no sería tan simple.

Sasori le había dicho que sólo practicarían por cinco horas al día para no saturarla, aunque sabía que de igual modo, ella lo haría cuando estuviera sola. Parte de la tarde se les pasó muy rápidamente y aún Sakura seguía tratando de dirigir su chakra con tan sólo su control interior. El pelirrojo dejó que siguiera intentándolo aunque sabía muy bien que de ese modo no lo lograría realizar tan rápido y si Sakura realmente deseaba irse de ahí lo más velozmente posible, debía ayudarse con sus manos y utilizar los métodos con los cuales se le facilitaran más las cosas.

Una molestia empezó a corroer al chico de pies a cabeza al recordar que la chica deseaba irse de allí porque de seguro extrañaba demasiado su hogar. Trató de no penar demasiado en el momento en el cual ella tuviera que marcharse, pero le fue imposible. ¿Realmente la extrañaría? No se podía permitir caer en la patética y mediocre añoranza. Todo continuaría igual que siempre, como siempre le había gustado… Aunque ya se había acostumbrado a esta nueva monotonía, en la cual Sakura siempre estaba presente para pelear y armar más berrinches que cualquiera de sus bulliciosos o ridículos compañeros en Akatsuki —véase Hidan, Tobi y Deidara—, como también se había acostumbrado a perderse en cada una de las sonrisas que ella le dedicaba sin ninguna razón aparente. Simplemente era extraña por confiar ciegamente de esa manera, pero él también lo era ¿no?

No se atrevería pensar más en el tema. No quería descubrir que quizás una mínima parte de si mismo sí la echaría de menos. Volteó a mirarla y aún trataba de hacerlo sin ayuda de sus manos. Era muy terca al parecer. Levantó su rostro para ver donde se posaba el sol, debían de ser como las cinco de la tarde ya. Debía de estar muerta del agotamiento por no almorzar, pero ella había decidido continuar cuando él se lo había mencionado hace unas tres horas, aproximadamente. Ahora estaba acostado en el suelo, sólo observando a todos lados, divagando en las banalidades humanas ya que aún se lo permitía de vez en cuando y mirándola detenidamente cada vez que ella no lo notaba. Realmente no analizaba su rendimiento debido a que sabía que no lo conseguiría tan rápido, sólo se limitaba a mirarla por largo rato, además de no tener nada mejor que hacer.

Vio como la chica se acostaba pesadamente en el suelo. Podía notar como la bañaban las gotas de sudor. El entrenamiento no había requerido esfuerzo físico, pero si mental y por más que sea, eso era agobiante y agotador hasta cierto punto, y él lo sabía a la perfección.

—Ya son las cinco de la tarde, Sakura —dijo tranquilamente después de posarse justo detrás de la cabeza de ella y mirarla desde arriba.

—Lo sé —suspiró.

—Te dije que no lo lograrías tan rápido si no te ayudabas concentrando chakra en tus manos —dijo en un pequeño tono de reprimenda. —Y aun así, insististe en tratar de hacerlo sin eso por las cinco horas de hoy. Si continuas tratando de hacerlo de ese modo tardaras demasiado. Piensa en Konoha.

—Tienes razón… Sólo estaba pensando en hacerlo como tú lo habías hecho. Sólo quería probar que tan difícil había resultado para ti…

—Fue arduo, Sakura-san. Muy agotador tanto física como mentalmente. Agobiante y angustioso. Meses tratando de lograrlo y años perfeccionándolo. Solo imagínate mis esfuerzos desmedidos por tratar de lograrlo en todo mi cuerpo —empezó a contarle mientras se acostaba a su lado. Posó su cabeza justo al lado de la de ella pero su cuerpo estaba dirigido hacía el lado contrario.

—Pero supongo que lo hiciste por partes. Convertirte totalmente en una marioneta de la noche a la mañana…

—Era imposible para mí —la interrumpió dejándose admitirle eso. —Un trabajo de meses e inclusive años, lo harás en tan sólo unas semanas ¿te parece?

—Me gustaría realizarlo tan rápidamente, pero… ¿Es posible? —preguntó dubitativa.

—No lo sé. Admito que entrenar a alguien de este modo es nuevo para mí. No es como si todos los días salvara a alguien y le implantara partes de madera a su cuerpo —comentó sarcásticamente.

—Siento que me corres, Sasori-san. Es obvio que he perturbado tu impasible serenidad, pero nunca pensé que quisieras que me fuera tan rápidamente —dijo la chica haciendo un pequeño mohín y cruzando su brazo en su pecho.

—Lo decía por ti… —suspiró el chico mientras sonreía por la curiosa forma en la cual dijo las cosas. —Acaso, ¿no deseas irte rápidamente y olvidar todo lo referente a mí y tu estancia aquí?

—Yo… La verdad es que… sí extraño de sobremanera mi vida, pero sinceramente creo que quizás podría llegar a extrañar todas las charlas y peleas que hemos tenido… Además, ahora eres mi sensei, y de cierto modo eso es importante para mí… —dijo Sakura mientras volteaba a mirarlo y le sonreía dulcemente.

—Tu sensei ¿eh? —suspiró él como para si mismo. —Nunca había tenido una alumna tan quisquillosa —dijo por la bajo con la intención de molestarla.

—Y yo nunca había tenido a un maestro tan cambiante y ofensivo —dijo mirándolo con los ojos entrecerrados y dándole un piquete en la nariz mientras él cerraba sus ojos y arrugaba la nariz de manera involuntaria por la costumbres. Esas eran cosas que por más tiempo que pasara, nunca habían cambiado. Sakura rió por lo bajo de manera armoniosa y melodiosa.

—No debes pasarte de lista con tu sensei —dijo divertidamente mientras la miraba.

—Tú no eres un sensei ordinario, Sasori-san —comentó dejando verle una gran sonrisa. —Es un tanto frustrante —suspiró y volteó a mirar al cielo de nuevo.

—¿Qué cosa?

—Que no sientas nada… Es injusto para conmigo cuando me pongas a prueba en batalla —dijo enfurruñándose y él sonrió sobradoramente.

—Siempre que quieras podrías tratar darme un buen puñetazo en el ojo, aunque dudo que lo logres.

—Y no es sólo eso… —continuó ignorando su comentario. —Cada vez que tomo tus manos, trato de convencerme a mi misma que eres capaz de sentirme… pero sé que no es así… —dijo la pelirrosa con un extraño tono de tristeza que asombró al marionetista e hizo desaparecer su sonrisa. Él volteó a mirarla pero ella estaba muy perdida observando las nubes sobre ella. —Quisiera que pudieras sentir mi tacto…

—Para mí es suficiente con saber que tú sí puedes sentirme… —le susurró mientras acariciaba delicadamente su mejilla con la parte trasera de su mano.

—Pero, eso a mi no me basta… —le dijo seriamente volteando a mirarlo con un leve tono carmín en sus pómulos mientras tomaba su mano y la pegaba más a sus mejillas.

—No creo que haya un modo razonable de remediar eso —espetó frunciendo el ceño y mirando al cielo de nuevo.

—Que lamentable… —susurró ella.

Se hundieron en un profundo silencio después de eso. Sakura se sentía un tanto triste y decepcionada por la respuesta de él y por su desempeño en su entrenamiento. No es que esperara avanzar demasiado en un sólo día, pero estaba preocupada por la cantidad de tiempo que debería invertir en él hasta poder usar sus extremidades de nuevo como antes. Realmente en ese momento no le preocupaba demasiado cuanto tiempo debía pasar para volver a su casa, aunque sí quisiera regresar prontamente; sólo quería volver a ser la de antes. También le afligía la idea del contacto con Sasori. Lo que le había dicho era lo que pensaba y lamentablemente él no haría nada para remediarlo, porque el pelirrojo se había diseñado a si mismo con esa como una de sus finalidades o porque simplemente no había modo posible de lograr que él volviera a sentir. Apretó más su mano y notó como obviamente el chico no se percató de la presión que ejercía.

Las palabras de Sakura aún flotaban en su inverosímil cabeza. Al parecer, era realmente importante para ella por el modo en el cual lo planteó y la nota de tristeza que incluyó en sus palabras, y realmente no entendía el por qué de eso.

No era sólo que creyera que no hubiera un modo posible para volver a sentir y tener sensibilidad en su cuerpo, era también que en tantos años nunca pensó que quizás le fuera necesario de nuevo. Siempre vio a su cuerpo como un arma más, a la cual recurría sólo en situaciones extremas y desesperadas; y el hecho de que no pudiera sentir dolor, era una ventaja realmente considerable porque no se sentía limitado en ese aspecto. Siempre le vio lo bueno porque siempre pensó en la sensibilidad como lo malo, sin tomar en cuenta lo deleitante que podía llegar a ser el tacto de los demás y como podía llegar a extrañarlo. Nunca pensó que eso le pasaría porque siempre lo vio como una debilidad y porque nunca necesitó de nadie más y ahora quería complacerla a ella, pero ¿Cómo podía llegar a hacerlo si ni él mismo lo creía posible?

Empezó a recordar el entrenamiento de Sakura y analizarlo. Sería lamentable que ella recuperara su movilidad pero no su sensibilidad. No la había visto ni escuchado quejarse, así que suponía que ese punto no la afligía por el momento, aun así sería perfecto devolverle todo y él podría verlo como un reto a su inteligencia y sus habilidades, como el maestro que ahora era para ella.

No la quería ilusionar. Aún no. Esto no sólo lo haría por él sino por ella, y si realmente era significativo para ella, aún no le comentaría nada debido a que podría fallar, pero Sasori no era alguien que se dejaba vencer fácilmente ni conocía el sentido completo de perder. Se empezaba a dar cuenta de que quizás sí había un modo de volver a sentir. Que quizás había un modo en el cual él pudiera sentirla a ella… pero no seria fácil, aunque realmente, nunca nada fue completamente fácil para él. Se esforzaría por tratar de lograrlo, sólo para complacerla a ella.

...


¡Fin del capítulo cinco! \o/ Espero que les halla gustado y me encantaría que opinen sobre mis ideas para el entrenamiento de Sakura y todo eso ya que pienso que es bueno, pero su opinión es muy importante para mi :)

Si les gustó dejen un review y por cada uno de ellos les llegará a su casa una mini-marioneta de Saso-san(? Ya parezco un comercial xD

Les adelanto algo que me gusta mucho del cap siguiente y es que ¡Dei-kun aparecerá de nuevo! *-* Creo que ya les quedó claro que lo amo xD Bueno, me despido queridos lectores, que estén bien y se me cuidan :)

Atte.: Yulieth Jeevas :3 (Creo que por cada capítulo me cambio el apellido xD)

Ahora las respuestas a los reviews \o/

Akira Riddle: Hola sweetheart! :D Quedé así o.o al ver lo largo del review pero me encanta, gracias *-* xD "Deidara, cierra la boca que se te van a meter las moscas" esa frase es épica(? xD Me alegra que te halla parecido graciosamente enigmática la charla de ellos dos *-* Espero que este capítulo también te halla gustado y me dejes un review. Sabes, ya que lo mencionas, me recordó mucho a mi el hecho de que seas noctambula leyendo fics (la historia de mi vida xD), aunque después parezco una zombi y no proceso nada en las clases xD Dale más cariño a Kyub, no lo abandones tanto y Dei eres demasiado egocéntrico ciertamente u.u Por cierto, sí estoy disfrutando mis vacaciones ya que con sólo no ir a la cárcel, digo universidad, me siento demasiado libre \o/ Ok ya, he escrito mucha paja xD Gracias de nuevo por los reviews y por leerte los cap al tiro. Que bueno que te guste *-* ¡Cuídate mucho y nos leemos luego! :D

angel: Hola :D Muchas gracias por el review y que bueno que te esté gustando *-* Espero ver tu opinión con respecto a este cap y que te haya gustado tanto como los demás. Cuídate mucho y nos leemos en el próximo \o/

Mitsuki: ¡Gracias! :D Espero que te hayas gustado y comentes en este cap también *-* Que bueno que ya me volvió la inspiración para continuar con este fic \o/ Nos leemos en el siguiente capítulo y cuídate mucho :D

SasoxSaku: Hola! Aquí esta la conti y espero que te guste *-* Gracias por el review :) ¡Cuídate!

Kikyoni: Hello sweetheart! :D Ahhh que bueno que te haya fascinado *-* Espero que este también te guste, aquí también hay más acercamiento por parte de ambos :D y te gusta The Rasmus \o/ te confieso que la primera vez que los escuché fue porque leí que alguien escribió que In The Shadows era como el soundtrack de la vida de Itachi y me dije "debo descargarla" xD de ahí me descargué muchas más canciones y ahora me fascinan totalmente, sus letras son sencillamente espectaculares *-* Volviendo al fic, yo también amo poner a Saso medio bipolar debido a lo confundido que está. Oh, y Deidara aparece en el siguiente capítulo para causar enredos y emocionar las cosas xD Pronto me pasaré por tu DA \o/ Bueno, cuídate mucho y espero que te halla gustado, gracias por el review y por supuesto que los respondo, me alegra mucho saber que a alguien le gusta lo que escribo :D *-*

Antotis: Hola :D Gracias por el review *-* Tu punto es muy acertado n.n Sasori no quiere encapricharse como tampoco quiere que ella lo haga porque es obvio que si lo hacen eso no llegará a nada porque es efímero y sólo se complicaran las cosas u.u De igual modo hay que esperar a ver como mi loca mente continua el fic y en que para todo xD Espero que te haya gustado este cap y sigas comentando :D ¡Cuídate!

4Sakura: Hola! Que bueno que te guste *-* y muchísimas gracias por la nominación \o/ :D Me encanta que te parezca grandioso el fic. Espero que sigas comentando y te siga gustando. ¡Cuídate mucho y nos leemos luego!

Sora91: HI! Gracias por el review :) Es genial el HD de mi narración hahaha xD Que bien que te esté gustando el fic y que te haya gustado Saso en el dibujo *-* (me quedó sexy(? xD) Bueno, Cuídate y nos leemos luego :D

Turquoiseheart: Hola! Gracias por el review. Me alegra que te guste y que te hayas leído todos los caps en un día *-* Espero que este te haya gustado tanto como los demás \o/ Sabes, yo tampoco sé a ciencia cierta como es que me llamó la atención esta pareja y más escribir sobre ellos, pero me agrada que no sea la única a la que les gustan xD Espero que sigas comentando, cuídate mucho y nos leemos luego :)