SAINT SEIYA 1/3
Capitulo 5:
Ikki rápidamente se encontró rodeado por sus amigos, a excepción de Shiryu que seguía volando huyendo de su adversario. Shun erizo el pelo amenazador cuando Circe se intento acercar hacia ellos. Los demás se pusieron en guardia.
- Ya has visto que tu guerreros no son nada para nosotros- dijo Ikki, que era el único que podía hablar.- Solo nos queda derrotar a el dragón rosa y nuestro compañero Shiryu lo hará enseguida.
- ¿Dragón rosa?- dijo la hechicera extrañada- Yo no tengo ningún dragón rosa a mi servicio.
- Si no te sirve a ti ¿Qué demonios hace persiguiendo a Shiryu?
Los caballeros y Circe se giraron como un solo para ver como Shiryu demostraba la velocidad de sus alas. El enmascarado siguió impasible. Ikki decidió averiguar si el dragón rosa era algún otro desdichado que había caído en las fuentes de Juysenko. Miro a Hyoga y el pingüino asintió.
- Cuaj cuaj cauj (Eso significa en el idioma de los pingüinos Polvo de diamante)
La ráfaga helada se dirigía hacia el dragón rosa. Cuando estaba a punto de llegar Ikki atacó también.
-¡Fenix llameante!
La ráfaga de fuego choco contra la nieve convirtiéndola en agua hirviendo. Choco contra el dragón rosa y unas gotas salpicaron a Shiryu quien de inmediato recupero su forma humana y empezó a caer a gran velocidad. Sin embargo, el dragón rosa siguió teniendo esa misma forma. Se lanzo hacia Shiryu y lo recogió con una de sus garras. Descendió suavemente hacia el suelo y con gran cuidado deposito a Shiryu junto a sus amigos.
- Es un dragón de verdad- dijo Circe boquiabierta.
- Eso parece- Ikki volvió a adoptar su pose impasible de costumbre.
Unos minutos mas tarde y después de unos cubos de agua caliente Circe, el enmascarado, el dragón rosa y los caballeros se encontraban reunidos en un prado cercano, rodeados por campesinos que hacían reverencia y traían comida para el dragón.
- Así que sin saber como te viste en medio de un monte con todos los recuerdos de un anterior encarnación- dijo Shiryu resumiendo lo que Circe les había contado.
- Si, así es.
- ¿Y porque decidiste vengarte de Atenea? La Circe de la mitología no lo considero necesario.- pregunto Shun.
- La verdad es que no lo se. Sentía que tenia que hacerlo pero cuando vi al dragón rosa se me pasaron las ganas...
Todos se volvieron al dragón rosa que miraba a Shiryu extrañado. Al notar todas las miradas sobre el inclino la cabeza extrañado.
- ¿QUÉ ES LO QUE OCURRE?- pregunto con una voz que retumbo por todo el valle y casi los hace volar.
Los caballeros miraron a Shiryu que suspiro y le hizo al dragón un rápido resumen.
- LA VERDAD ES QUE NO COMPRENDO LO QUE LE PASA A LA HUMANA. YO SOLO SALI CUANDO VI A UN DRAGON. LLEVO BUSCANDO PAREJA MUCHOS AÑOS Y CREIA QUE POR FIN LO HABIA ENCONTRADO PERO ESTE ES MUY PEQUEÑO CUANDO SE MOJA CON EL AGUA CALIENTE...
Shiryu trago saliva. ¿Pareja? Menos mal que lo habían mojado a tiempo porque sino se encontraría emparejado con una dragona enorme por el resto de su vida.
- Eso no nos ha resuelto nada- dijo Seiya malhumorado.- El caso es que Circe ya no quiere agredir a Atena así que mojémonos en la fuente adecuada y vayamos a Nerima para ajustarle las cuentas a Saotome.
- No es tan fácil- dijo Shun- debemos saber quien hizo eso o podría repetirse.
- Yo puedo resolver vuestra pregunta.
Todos se giraron hacia la figura enmascarada. Lentamente se bajo la capucha y vieron el rostro de un hombre de raza china con una larga perilla y bigotes. La dragona se acerco hacia el y lo miro suspicaz.
- Hechice a Circe porque necesitaba un dragón en las fuentes de Juysenko y sabia que un caballero de Atenea había caído en una de las fuentes.
- ¿Y porque necesitabas un dragón?- pregunto Hyoga
- Porque quería que la señora dragón aquí presente saliese a la luz.
- Cada vez entiendo menos...- dijo Seiya muy bajito.
- Veréis, todo empezó hace 3000 años...
"En aquel entonces los dragones eramos respetados en China y venerados como dioses. Eso llevo a que surgiesen rivalidades entre los dragones para apropiarse de grandes terrenos con muchas agua, puesto que es el elemento que dominaban. En esta región hubo una pelea sangrienta. Dos dragones machos pelearon por una hembra. Un de ellos cayo malherido a una de las fuentes...
- ¡La fuente del dragón ahogado!- grito Seiya interrumpiendo el relato y ganándose una mirada asesina de todos los reunidos
- Exactamente- prosiguió el hombre- en un de sus últimos estertores envió a su rival a una fuente en la que un mandarín se había ahogado y se transformo en hombre. Esto no hubiese sido mayor problema porque lo dragones poseen magia que evitaría el maleficio pero el otro dragón era un mago poderoso. Lanzo un hechizo sobre la hembra haciéndola dormir años y condeno al vencedor a permanecer con la forma humana hasta que un hombre con forma de dragón sobrevolase las fuentes de Jyusenko en su presencia. Ese dragón era yo.
Todos miraron asombrados como el chino iba deformándose hasta adquirir la forma de un dragón.
- Eso no resuelve nuestro problema- dijo Ikki siendo practico. – Necesitamos la fuente del hombre ahogado.
Los dos dragones se miraron entre si.
- Creo que os debo algo por las molestias que os he causado.- dijo el dragón
Un resplandor rodeo a los caballeros que habían sufrido un chapuzon en las fuentes.
- Ahora ya no os transformareis.
Tras estas palabras la pareja salio volando dejando a los caballeros y a Circe.
- Ya esta todo arreglado así que nos vamos- dijo Ikki poniendose en marcha.
- ¡Vamos a ajustarle las cuentas a Saotome!- dijo Seiya.
- No, eso ya lo hara Saori. – ordeno Ikki. – Olvidémonos que las fuentes existen y esperemos que nadie conozca nunca este incidente.
Seiya iba a protestar pero una mirada asesina de Ikki le silencio. El caballero del fenix siguió su camino cuando tropezó con un pato que buscaba algo... cayendo en una de las pozas encantadas.
- ¡Oh, no! ¡Ha caído en la fuente de la chica ahogada! ¡Es una historia muy, muy triste de una chica que murió ahogada hace 1500 años!
Todos palidecieron. De la fuente salio una chica de larga melena azul y con la armadura del fenix. Sus ojos despedían fuego y cogió al pato del cuello y después de darle varias vueltas lo lanzo con fuerza.
- Siempre quise tener una hermana- susurro Shun muy bajito
- Creo que tendremos que quedarnos un poco mas de tiempo- suspiro Shiryu