Hola. Gracias por comentar. Este es el último capítulo. Les agradezco muchos sus comentarios que me animaron a terminar este fic. Este capítulo va dedicado a Rin Kagamine2, Claudia-Dobe, SakuRa KiinOo, Dokuro Kirkland, gumii, KawaiiSushiWithSweetSauce, rin kag02, Kuro-Neko-Angel y javiereslaleche. Gracias por sus comentarios y su ánimo. Los invito a leer mis nuevos fics de Un deseo débil… cumplido; y Cambio. Espero les guste el capítulo final. Si me llegan varios comentarios tal vez haga un one-shot que sería como un extra. Si ustedes piden capítulo extra yo lo pongo, igual si tienen dudas, me lo dicen en un comentario y yo les respondo con un capítulo más que se anexe a este fic. Gracias por leer.

Capítulo XIII: Nuevos Reyes

Rin y Len salieron al jardín, el chico rubio sólo miraba al piso preocupado, la princesa volteó.

-¿Te sientes mal, Len?

-¿Qué? No…

-¿Entonces? Te ves pálido.

Antes que decir algo, Len sacó de su bolsillo un collar de oro con el símbolo de una rosa.

-Cuando le quitaron todas sus joyas a este sujeto, también le quitaron esto y lo pude recuperar, toma Rin, te pertenece.

La niña tomó el collar entre sus manos.

-Gracias, Len. Ya lo daba por perdido.

Ahora Len estaba tornándose rojo de la cara.

-¿Tienes fiebre? ¿Quieres que busquemos a un doctor?

-No. No estoy enfermo.

-¿Entonces?

Len estaba casi morado, pero era ahora o nunca, se arrodilló frente a Rin y sacó una caja de su saco.

-Rin Kamui… ¿Quieres… casarte… conmigo?

Len empezó a sudar, y su piel casi estaba azul. Rin se puso las manos en su boca del asombro, sabía que Len la quería, pero aún así se sorprendió.

El chico empezó a bajar la cabeza cuando escuchó algo.

-Sí… acepto.

Len levantó la cabeza de asombro.

-¿Sí?

Preguntó para confirmar

-Sí.

Dijo Rin mientras ayudaba a Len a ponerse de pie. Él tomó el anillo de oro con un diamante al frente y se lo puso a Rin. Ella en respuesta lo abrazó y lo besó.

-Eres más joven que yo y ya te vas a casar.

Se oyó una voz masculina. Ambos voltearon y vieron a Kaito salir de los arbustos, los chicos se sonrojaron y se separaron.

-Jajajaja. Ya tranquilos. Tengo veinte años casi veintiuno y ustedes apenas cumplirán los diecisiete.

-¿Ya no le pedirás matrimonio a Miku?

-No lo sé. Depende de cómo vaya evolucionando. Es obvio que sigue pensando en Allen.

Ninguno dijo nada, era mejor dejar las cosas así y esperar.

Llegó el día de la boda. Pasó un año y medio para que ellos se casaran. Ahora tenían 18 años.

Esto significaba que Rin se convertiría en la reina del Reino Amarillo, y Len como su esposo sería el rey.

Invitaron a todos las familias reales a la ceremonia. Miku sentía que había superado un poco a Allen y Kaito y ella fueron pareja.

Y los padres de Len le dieron a él una noticia durante la fiesta.

-Hijo.

-¿Qué sucede, mamá?

-Tu padre y yo queremos darte una noticia.

-¿Qué es?

-Bueno, como sabes, tú ahora tendrás que mudarte aquí para gobernar este Reino.

-Sí.

-Tú eras el único heredero al trono.

-Sí…

-Y ahora habrá otro heredero.

-¿Qué?

-Len, tu madre está embarazada.

Len se quedó con la boca abierta.

-¿Hijo?

-¿Tendrán otro bebé?

-Sí. ¿Qué opinas?

-Es bueno, me alegra tener un hermano.

-Qué bueno que estés feliz, hijo.

Le dijeron sus padres y luego lo abrazaron.

-Pero nosotros te seguiremos amando toda la eternidad.

-Y yo a ustedes.

La fiesta continúo.

Pasó un año y medio cuando todos se enteraron de que Rin estaba embarazada. Shin y Akane fueron a visitar a los nuevos reyes y Rin apenas tenía sólo un mes de embarazo.

Los reyes del Reino Café fueron con su niño que sólo tenía 10 meses de nacido. Le pusieron por nombre Kotaro.

Kotaro era similar a Len, tenía cabello rubio pero ojos verdes.

Sus padres se quedaron a dormir esa noche. Se quedaron en un cuarto de huéspedes, mientras Rin y Len estaban en su habitación.

Rin estaba volteada hacia un lado de la cama, mientras Len la abrazaba de la espalda.

-¿Qué crees que sea?

-¿Qué quieres que sea?

Le devolvió la pregunta Rin a Len.

-No sé. Un niño o una niña… me da igual, me hace feliz saber que ese hijo es mío y tuyo.

Rin sólo sonrió, entonces Len la volteó cuidadosamente para poder dormir junto a ella frente a frente.

Fin.