Capitulo 5.

Final.

Bella se quedo en shock al escuchar aquellas palabras salir de la boca de Edward… levanto la mirada y lo miro, lo miro como siempre ha querido hacerlo.

-¿Qué?- dijo sin podérselo creer, ella acaba de decirle que Renesmee era su hija, su hija de sangre y él le decía que la amaba.

¿Amor? ¿Es que acaso el podía sentir amor por ella?

Comenzó a temblar y Edward dejo de acariciarle la cara.

-Estoy enamorado de ti- dijo en seco, agacho la mirada y suspiro- Siento si te he incomodado.

-¡Mami!- grito Renesmee desde la sala- Tengo hambre.

Bella dejo de mirar a Edward y trato de levantarse de la cama, debía ir con su pequeña.

-Bella- susurro Edward- Me iré si quieres que lo haga.

Se detuvo en la puerta y giro a verlo. –Es tu hija.

-Te amo- murmuro una vez más.- El destino nos quería juntos, por eso te hiciste la inseminación artificial, porque quería que nos uniéramos que yo fuera un empleado tuyo debía de serlo para conocerte.

-Tengo miedo.- Dijo de repente. –No creo en el destino, deje de creerlo hace ocho años, Edward debía de pasar no porque el destino lo planeo, solo porque así es la vida. Renesmee es tu hija de sangre y lo único que te importa es que me amas ¿Qué pasaría si no nos volvemos a ver? ¿Seguirás amándome?-

Ambos se miraron por un breve momento lo que pareció años – Si- dijo él seguro- Te seguiría amando aun así-

Bella se quedo sin aire y supo que le gustaba aun más. Pero gustar y querer eran cosas distintas, jamás le habían dicho que la amaban y era algo hermoso lo que estaba sintiendo en estos momentos. Había dejado de luchar por aquel hombre que nunca llego, entonces tiempo después llego, llego y le decía que la amaba.

La amaba y eso a ella le encanto escucharlo salir de sus labios cuatro veces.

-Necesito tiempo- dijo al mirar a su hija acercarse por el pasillo.

-¿Cuánto tiempo?

-No lo sé- dijo saliendo del cuarto.

.

Navidad paso y con ello se llevo a Edward. Bella tomo su taza de café con ambas manos y miro el televisión apagado, su estado de ánimo había bajado, la casa, su hija y hasta Jacob sentían la ausencia de Edward, hay que confesar que ella también, pero ser fuerte y aparentar que nada haya sucedido era su único objetivo. No quería salir lastimada, tenía mucho miedo.

Miedo a perder el amor y a su hija.

Cerró los ojos y suspiro.

A estas horas Edward ha de llegar con su familia, solo por unos días y sin el dinero que ella le había dado por aparentar ser el padre de su hija, aun cuando lo era.

¿Qué pasaría si él le decía a su familia que tenía una hija? ¿Se la quitarían?

Un temblor recorrió todo su cuerpo, el teléfono sonó varias veces, Bella se levanto de la cama del sillón y fue a contestar.

-¿Hola?- dijo en tono bajo.

-¿Sigues sin querer salir hija?- le dijo su padre del otro lado del teléfono- Estoy preocupado por ti.

-Me encuentro bien.

-E so no aparentaste el día de navidad en la cena, ni siquiera después de una semana que Edward se marcho de tu casa. ¿Han acordado algo de la niña?

-No aun nada, pero él me prometió que no haría nada para perjudicar a mi hija.

-¿Sera porque él te ama? lo note desde el principio.

Bella se sonrojo. Era cierto él la amaba, no le quitaría a su hija.

Termino la llamada de su padre y miro el reloj. Se puso sus pantuflas, fue al cuarto de Renesmee y la observo acariciarle el pelaje a Jacob, ambos se encontraban deprimidos.

Renesmee levanto la mirada y observo a su madre, le sonrió- ¿Sabes cómo llego papi?

-Creo que bien.

-Me prometió que llamaría- murmuro.

Bella le sonrió-Si lo prometió lo hará.

-¿Mami? ¿Por qué dejaste que se fuera papi?

-Eres mu chica para entenderlo-

-No lo soy, tengo ocho años- dijo con una sonrisa.

Bella le dio un beso en la frente y sonrió- ¡Vaya eres muy grande!

Ambas sonrieron.

El lunes por la mañana Bella miro por todas partes si su secretario se encontraba. Debía de admitir que su corazón le latía fuertemente por volver a verlo, pero cuando observo su escritorio vacio se desanimo.

Entro a su despacho y se fue a sentar en su silla, miro los papeles que estaban a lado sin ganas, cuando se escucho que tocaron a la puerta.

-Adelante- murmuro sin despegar su vista de los papeles.

-Siento llegar tarde, le he traído su café como siempre- murmuro una voz aterciopelada.

El corazón de ella comenzó a latir fuertemente. Levanto la mirada toda sonrojada y delatándose a sí misma. Miro a Edward parado frente al escritorio con su café y unos documentos en la otra mano. Se veia guapo con aquel traje que llevaba de segunda mano y sus cabellos despeinados.

-No te preocupes- murmuro mirándolo a los ojos-¿Qué tal tus vacaciones?

-No fui, me quede en mi casa todo este tiempo.

-¿Se encuentra enfermo?- dijo preocupada.

Edward le sonrió y negó la cabeza, tenia ojeras debajo de los ojos y parecía haber bajado de peso.

-Edward.

-Bella.

Hablaron al mismo tiempo.

-Tu primero.

-He estado pensando en muchas cosas- murmuro Bella-Renesmee, Jacob y yo tamb… te extrañan mucho- murmuro.

Edward sonrió- Ciento no haber llamado. He decepcionado a mi hija, a Jacob y a ti creo.

Bella observo que el seguía intacto en su lugar, quería que se acercara a ella y le dijera otra vez que esta enamorado de ella. Quería escucharlo varias veces salir de su boca aquellas palabras. Agacho la mirada apenada de sus pensamientos.

Debía de admitirle que también ella estaba enamorado de él ¿Pero porque no podía hacerlo?

-Bueno me tengo que ir a trabajar, no me pagas por no hace nada… así que…

-Edward- dijo Bella, levanto la mirada y lo miro- Quiero que lo digas una vez más que estas enamorado de mí.

Edward la miro-¿Qué?

-Dilo.

Suspiro y la miro a los ojos- Estoy enamorado de usted- dijo en susurro.

Bella sonrió, mientras se levantaba de la silla.

-Quiero que me lo digas diario, si es necesario las 24 hrs al día.- Edward la miro confundido.- Así estaré segura de tu amor por mi…-

-Pero…-

-Me he enamorado de ti desde el primer momento que entraste a esta oficina hace dos años- dijo toda roja.

La cara de Edward se ilumino al escucharla-¿Es cierto?

-Lo es… pero por eso quiero que lo digas las 24 hrs para no pensar que solo es un sueño.

-Estoy enamorado de ti- dijo acercándose a ella, la tomo por la cintura y la estrecho hacia su cuerpo- Estoy profundamente enamorado de usted.

Bella le sonrió –Y yo también.

Edward estrecho sus labios contra los suyos y la beso. La beso y el mundo se detuvo para ellos.

Se separaron por falta de aire y la miro- Tenemos que decirle a Renesmee de lo nuestro.

-¿Lo nuestro?- dijo con una sonrisa Bella.

-Sí, puesto que quiero que seas mi esposa- le acaricio la mejilla- Eres todo lo que siempre he anhelado, además de que tengamos una hija.

-No te olvides de Jacob.- murmuro Bella.

-Claro no me he olvidado de él, tendré que acostumbrarme a estornudar a cada rato- sonrió y Bella rio.

-El deseo de nuestra hija se hizo realidad, un papa para navidad y para siempre.

Fin.

Nota de la escritora: estoy escondida debajo de mi cama por pena xD… sé que he tardado años en actualizar pero cof, cof… estoy traumada por los doramas (series asialias) y no dejo de verlos, creo que me tomare un tiempo de ver los doramas para seguir escribiendo.

Gracias por sus comentarios.

Ato. Ere.