Disclaimer: Los personajes de Hetalia no me pertenecen, sino a su autor Hidekaz Himaruya-sama, este fic lo hice sólo y únicamente como diversión.
Parejas: RusiaxMexico, USAXUk, mención de USAxMex y otras.
Aclaraciones y Advertencia: Este fic contiene YAOI, AU, Lemon, fantasía, gore, tortura y lo que se me vaya ocurriendo, kesesesese.
OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO
Cadena de sangre
Capítulo 01.- La historia secreta
Es fácil negarse a la realidad, a cerrar la mente y fingir que aquellos extraños ruidos nocturnos son tan sólo producto de nuestra imaginación ó quizás la cena que nos sentó mal; alguna tubería quejándose por la falta de mantenimiento o la misma casa quejándose.
Las personas han dejado de imaginar, de creer y desdeñan a los privilegiados que aún se atreven a ver el mundo con los ojos del alma y no los que la sociedad nos ha impuesto.
¿Qué de malo hay en ver o imaginarse aquellos seres que se creen inexistentes?
Mi maestro solía decir que todos nacemos con el don de ver más allá de lo que la ciencia piensa: no existen los fantasmas ya que simplemente no existe el alma. Recuerdo perfectamente cuando una persona me lo dijo tiempo atrás. El alma no existe… yo, me reí en su cara; el alma existe –así como el espíritu –, es sólo que hay seres que por desgracia o fortuna carecen de una. Hay seres que por desgracia no poseen una, para esos seres es un privilegio que por desgracia se le da a muchos que no la merecen.
El alma permite sentir realmente toda clase de sentimientos y por eso, muchos roban una, para poder experimentar lo que es ser un humano, al menos superficialmente.
La historia que les voy a contar, inició hace diez años; aunque sus orígenes son tan antiguos que se han perdido en el tiempo mismo.
Cuando era aún muy niño (un cachorro, como solemos referirnos a los infantes). Mi abuela que era miembro del consejo nahual me llevó a participar en mi primer temascal en el solsticio de verano, la verdad a mí no me agradaba la idea pero me gustaba pasar tiempo con ella, así que no dijiste nada. Lo que nunca me imaginé es que aquello me cambiaría la vida para siempre.
Los nahuales somos los guerreros al servicio del Arcángel Gabriel. En la batalla siempre peleamos en primera línea; luchamos como una jauría, siempre unidos.
No comprendía aquellas palabras pero al mismo tiempo las sentía tan familiares como la voz de mi abuela.
El calor y la humedad del temascal ya comenzaba a hacerme sentir incomodo, pero mi abuela parecía producirle todo lo contrario; dejó caer un poco más de agua sobre las piedras calientes que inmediatamente soltaron vapor con un agradable olor a hierbas. Ella cerró los ojos, aspiró el aroma y comenzó a hablar nuevamente.
Muchos años antes del descubrimiento de nuevo mundo; existía un poderoso demonio que asolaba la tierra; su nombre desapareció con los siglos pero se sabe que fue derrotado por Gabriel y varios clanes de nahuales, muchos de ellos perdieron la vida pero a cambio miles más se salvaron.
Para evitar que el demonio regresará a causar más muertes; fue dividido en siete partes y estas fueron selladas en los más fuertes nahuales dándole fin a aquella terrible época de muerte y destrucción.
El tiempo transcurrió; aquellos siete valientes que una vez mantuvieron encerrado al demonio murieron, pero su labor no concluyó, pues sus existencias estaban para siempre ligadas al ser demoniaco. Algunas de sus reencarnaciones dejaron de nacer dentro de los clanes, aún así, los siete siempre nacían con edades similares y en el mismo poblado o región.
Siempre unidos por una cadena sangrienta.
En su sexta reencarnación; ocurrió algo que cambio la vida de todos ellos para siempre. Recuerdo muy bien que de un momento a otro; el vapor del temascal me hizo vislumbrar un pequeño poblado y pude ver a un joven de mirada aterrada; no era un nahual, lo sabía con sólo mirarlo, pero tampoco era un humano común, había algo en él que me lo decía.
A lo lejos podía escuchar los gritos encolerizados; el pobre chico se asustó aún más y corrió tratando de huir de sus perseguidores. Tal vez quienes lo perseguían eran inquisidores que lo buscaban por considerarlo brujo o algo por el estilo; no fue hasta que el joven fue atrapado que supe que no eran cazadores de brujas como pensé, ni tampoco estaban ya en un poblado, pues las casas y calles fueron reemplazadas por árboles y caminos de tierra, hojas y piedras. Sus perseguidores llevaban túnicas negras que cubrían todo su cuerpo y rostros.
El miedo… terror reinaba en esos ojos de jade mientras era arrastrado por aquellos seres de aspecto siniestro. El pobre fue llevado a una cueva perdida en el monte; lo amarraron a una estaca junto a otros seis, todos con los brazos extendidos y formando un círculo alrededor de un pentagrama dibujado con sangre en el suelo. Extrañamente podía percibir el olor del líquido carmesí, ocasionando que mi lado animal (que hasta el momento no sabía que tenía), comenzara a excitarse y querer salir; y si agregamos ese dulce aroma de miedo que también flotaba en el aire, estaba haciendo que me costara mucho mantenerme en calma.
De pronto, un hombre de túnica negra que usaba una horrenda máscara se colocó en el centro del círculo; traía en sus manos una daga en forma de demonio. Contuve el aliento en el momento que aquel hombre comenzó a recitar unas extrañas palabras que por alguna razón ocasionaron que me doliera el pecho.
El hombre se acercó a uno de los cautivos; una mujer que parecía dos años menor que el joven que vi por primera vez. El enmascarado continuaba recitando aquellas palabras haciendo oídos sordos a las suplicas y llanto de la fémina; levantó la daga sobre su cabeza, sujetándola firmemente con ambas manos y arremetió contra ella; la abrió desde la garganta al estómago, dejando expuesto los órganos, pero sin matarla.
El olor a sangre fresca, los gritos de agonía, dolor y desesperación se mezclaron con el miedo inundando la cueva, pero poco a poco fue disminuyendo hasta que solo quedo el joven del principio.
Aquella era una dantesca escena, seis cuerpos humanos abiertos de garganta a estómago como si fueran conejos listos para cocinar; la sangre, los órganos expuestos, el miedo… todo eso que bien podría dar pesadillas a cualquier persona, a mí, un niño de diez años no me provocaba nada más que unas extrañas ansias de cazar.
Justo en el momento en que su verdugo iba a matar al último, se escucharon gritos; el enmascarado se sobresaltó al ver entrar a un hombre alto, ataviado con ropas blancas manchadas de sangre; en una de sus manos traía una espada larga y pesada.
El caballero blanco miró los cuerpos casi sin vida de aquellos infortunados jóvenes; cerró los ojos con una expresión de dolor, había llegado tarde para salvar a la mayoría. Apuntó al de la máscara con su espada… pelearon.
El caballero ganó, pero su enemigo había logrado herirlo mortalmente y con sus últimas fuerzas logró liberar al joven.
"Esas personas pertenecían a una orden que desea liberar al demonio". Fue lo que dijo mi abuela cuando la visión terminó, ¿entonces no había sido una alucinación provocada por el calor? "Los siete jóvenes eran portadores del demonio al que una vez los nahuales ayudaron a detener.
—¿Y el hombre de blanco? —aquella pregunta había dejado mis labios con tanta facilidad que ni siquiera me di cuenta.
"Aquel hombre de blanco resultaba ser el encargado de detener aquel oscuro propósito. Esta historia sólo era conocida por los miembros del consejo nahual y por los propios portadores del demonio, aunque estos últimos si eran encontrados".
—¿Por qué me lo cuentas? —le pregunté confundido, mi abuela con su imborrable sonrisa me dijo con voz dulce: "Porque eres el corazón, mi niño".
Irónico, ¿no? Yo, uno de los perros de Gabriel (como suelen llamarnos), tenía la parte de un demonio como alma, es gracioso si lo piensas detenidamente.
Han pasado años desde eso; mi abuela murió en manos de quien consideraba una aliada. De mi familia soy el único que heredó la capacidad de ver mantas; mi madre, hermanos primos y tíos no tienen idea de nada y creo que es mejor, no quisiera que mi familia supiera que mu abuela y yo somos asesinos de un arcángel, creerían que estoamos locos o algo peor.
Hoy día he entrenado, aprendido y adquirido habilidad y con ello me he vuelto diferente a mis otros hermanos de clan. Bueno, es momento de que me vaya, últimamente ha habido demasiadas sombras y demonios asechando y más personas "despiertan", lo que sólo puede significar una cosa: La guerra está muy próxima.
Continuara…
OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO
Esta historia nació originalmente como una idea para radionovela, espero les guste y no dejen de leer mis otros fic, "Lord Águila", "Error mágico", "Risorgimento" y su secuela "Revelaciones".