Hooolaaaa, que tal? No sé si os acordáis de este fic, ya lo publiqué hace bastante tiempo pero lo borré porque quería modificarlo… esta versión nueva me gusta más y creo que está todo mejor estructurado (el otro tenía bastante cabos sueltos y no me gustaba como quedaba XP)
Pues espero que os guste…
Disclaimer: Naruto y Naruto Shippuden (al igual que sus personajes) no me pertenecen, sino a Masashi Kishimoto, al cual no conozco y por eso no le puedo pedir los derechos XD.
Disfrutad!
1. ¿El peor día de mi vida?
Apreté las manos sobre mi pantalón vaquero, arrugándolo algo mientras tragaba saliva. En mi frente empezaron a aparecer pequeñas gotas de sudor y un nudo se hizo presente en mi pecho… estaba nerviosa, no, más que eso… estaba nerviosísima.
—Todo saldrá bien, Sakura —me dijo Ino mientras posaba una mano sobre las mías mientras me sonreía. Yo intenté devolverle la sonrisa, pero lo único que me salió fue una mueca de preocupación.
No podía creer que estuviera en esta situación. Todo parecía ilógico y estúpido, totalmente irracional. ¿Cómo pude ser tan inconsciente para que me pasara esto? Realmente me lo merezco, ahora pago las consecuencias por mi inconsciencia y mi gran estupidez.
Todo empezó haces dos meses, en el instituto…
—¿Cómo dices? —pregunté volteando mi mirada hacia Ino. Mi amiga sonrió de oreja a oreja (de una de esas que son como las de Naruto) y me repitió:
—Naruto me dijo que hoy hay una fiesta en el lago que está al lado de su casa y nos ha invitado a las dos. ¿Vas a venir?
Yo puse cara de pesadez mientras le daba una mordida a la manzana que tenía en mi mano. Realmente no tenía ganas de fiestas, además… estábamos hasta arriba de exámenes, no era conveniente hacer el tonto y pasar de estudiar.
—¿Crees que con los exámenes que tenemos estamos en el tiempo de asistir a fiestas?
—¡Vamos frentona! ¡No te vendría mal distraerte un poco y dejar de lado los malditos libros por una noche! —protestó Ino mirándome con los ojos entrecerrados, cosa que hizo que yo la mirara igual—. ¡Puedo jurar que los libros no te regañarán al día siguiente!
—Eres un caso perdido, cerda… no voy a ir, ve tú —le informé mientras seguía comiendo mi pieza de fruta. Mi amiga rubia infló los mofletes en señal de frustración y me gritó:
—¡No entiendo qué problema tienes en estudiar tanto! ¡Miré antes los resultados y quedaste de segunda, frentona! ¡Y te preocupas por estudiar!
Reaccioné ante sus palabras. ¿Segunda? Después de partirme la cabeza noche y día y estar casi en vela tres días enteros para aprobar ese examen, ¿había quedado de segunda?
—¿Quién fue el primero? —pregunté incrédula, no soy muy fanfarrona, pero estaba segura de que alcanzaría el primer puesto—. ¿Cerda?
Miré como Ino intentaba disimular que no me había escuchado, pero realmente eso se le daba muy mal.
—¡Oh mira! ¡Una mariposa!
Una gota resbaló por mi cabeza y apareció un tic en mi ceja derecha… ¿eh? ¿Era todo lo que se le ocurría decir? ¿Una mariposa?
—Por favor, Ino… —dije mientras suspiraba, definitivamente mi loca amiga era un caso perdido. Ella también suspiró y me miró de reojo para después soltar un nombre:
—Uchiha Sasuke.
Mis tripas empezaron a revolverse en el mismo momento en que Ino lo nombre. ¿Uchiha Sasuke fue el primero de la lista de exámenes?
Mi boca se abrió de la impresión y si la mano dónde sostenía la manzana estuviera sobre mis piernas, esta ya estaría en el suelo… suerte que mi manzana cayó sobre mi falda del uniforme.
Mi pequeño estado de shock desapareció de repente y mi ceño se frunció mientras mi cuerpo estaba siendo rodeado de una tétrica aura oscura, haciendo que Ino me mirara sorprendida.
—¿En serio? —pregunté despectivamente, aunque en vez de hablar, parecía que estaba escupiendo las palabras.
—No es tan malo, Sakura. Aún así quedar de segunda es increíble, en serio —me comentó mi amiga tentando de tranquilizarme, pero no lo daba conseguido. Apreté mis dientes y cogía de nuevo mi pieza de fruta para acabar de una maldita vez de comerla.
Nunca fui muy competitiva, y me habría quedado algo desanimada si alguien hubiera quedado en primer lugar en vez de yo, aún así no me habría importado… ¡pero estamos hablando de Uchiha Sasuke! ¡Ese estúpido descarado con cara de ángel que adora meterse conmigo! ¡No puedo permitir que ese bastardo me humille aunque sea en algo tan simple como los exámenes!
Ahora que lo pensaba, desde el inicio de la secundaria ni él ni yo nos llevamos muy bien. Siempre discutíamos, aunque fuera por algo mínimo.
—¡Buf! —resoplé molesta e Ino solo me sonrió nerviosa. De repente, sentí una mano en mi hombro haciendo que me sobresaltara.
—¡Eh, tranquila! —me dijo una voz eufórica y divertida. Me di la vuelta y vi a mi amigo rubio hiperactivo, sonreí en cuanto le miré… Naruto.
—¡Hola Naruto! —saludó Ino eufórica mientras abrazaba a su ex-novio. Arqueé una ceja en cuanto les miré, a pesar de que habían terminado su relación hace apenas dos semanas, se llevaban de maravilla.
—Sakura-chan, vas a venir a la fiesta de hoy, ¿verdad? —me preguntó Naruto con los ojos convertidos en estrellitas, haciendo que una gota resbalara por mi cabeza. Suspiré y le miré con el ceño fruncido.
—Naruto… ¿no sé sabías que estamos hasta arriba de exámenes? ¡Y tú lo único en lo que piensas es en fiestas! —gruñí mientras le señalaba haciendo que se encogiera en el sitio—. ¡Deberías estudiar más!
—Sí bueno… al menos Naruto no saca unas notas impresionantes, pero lo suficiente para aprobar—dijo una voz que hizo que mi cara de pusiera de un color azul, demostrando el odio que le tenía a esa voz o, mejor dicho, al dueño de esa voz—. Al menos él no se mata a estudiar y, al final, queda segundo en los exámenes…
Me giré rápidamente y vi a ese "chico", ¿en realidad debería llamarle así?
"¡Shaa! ¡Sakura! ¡Deja de hacerte la estrecha y reconoce que el bastardo Uchiha está buenísimo!"
¡Pft! ¡Te odio Inner!
—¿No es así, Haruno? —me preguntó mientras ponía una sonrisa encantadora con la que cualquiera chica se derretiría… pero yo no soy cualquiera chica por lo que opté por mandarle una mirada asesina.
—Tú… —le susurré tenebrosamente haciendo que Naruto e Ino retrocedieran con el miedo, dejándonos a mí y al bastardo ese allí.
—Tranquila Haruno, ya verás que si te esfuerzas podrías ser un cuarto más inteligente —susurró Sasuke con una sonrisa mientras ahogaba un bostezo con su mano derecha. Una vena palpitó en mi frente y grité:
—¡Ve a joderle la vida al otro, Uchiha!
—Hm… —miró con una sonrisa tenebrosa, haciendo que le mirara extrañada—. ¿Qué tal si te jodo a ti… pero de otra manera?
Un gran rubor cubrió mis mejillas… pero de la rabia. No se podía ser más grosero y sinvergüenza que ese malnacido.
—¡Eres un…!
—¡Eh teme! —gritó Naruto acercándose con el ceño fruncido y, de paso, interrumpiéndome—. ¡No seas tan cabrón con Sakura-chan! ¿Quieres?
—Lo que tú digas.
Miré hacia Ino, quién tan solo observaba al Uchiha bastante sorprendida por lo que había dicho. Sin embargo, pronto me miró y se acercó a mí.
—Ne Sakura, ¿te había contado sobre el tío bueno de la clase de al lado?
Una gota resbaló por mi cabeza mientras que Naruto soltaba una risita divertida por lo bajo… esta Ino, ¿cuándo cambiará?
—Te refieres a Sabaku no Gaara, ¿verdad? El que vino nuevo este año —informó Naruto—. Es un tío majísimo, ¡me cae genial! Le he invitado a la fiesta, ¿sabías?
—¿De verdad? —preguntó Ino con los ojos brillantes—. ¡Eres mi dios Naruto, te amo!
—Yo también pequeña —dijo mi amigo poniendo una mano sobre la cabeza rubia de mi amiga haciendo que yo suspirara con un tic en el ojo… parecían dos hermanos donde el mayor le había hecho un favor importante a la hermanita menor.
—Y hablando de nuevo de la fiesta… ¡Sakura-chan, tienes que venir! —me volvió a insistir Naruto, haciendo que el tic de mi ojo se acentuara más.
—¡No! ¡Y punto!
—Déjala Naruto —dijo el niñato Uchiha—, si no quieres ir a la fiesta que no venga… es una amargada antipática y antisocial.
—¿Quieres pelea, Uchiha? —grité al mismo tiempo que una gran vena empezaba a palpitar en mi frente y le señalaba dándole a entender que me dirigía a él. Me miró de reojo y gruñó:
—Señalar es de mala educación.
—¡Mira quién habla de educación!
Naruto suspiró y yo miré hacia él en ese momento. Mi amigo clavó sus ojos azules en mí, fulminándome con la mirada… uy, peligro… tenía la sensación de que al final iría a esa estúpida fiesta.
…
¡Bingo! ¡Como era de esperarse, el idiota de mi amigo rubio me convenció para ir a su fiesta! ¿Puedo ser más idiota en este momento?
"¡Shaa! Ya eres bastante patética por ti sola, así que…"
"¡Vuelve a tu rincón!" le grité a mi Inner, como la odiaba. ¡Maldita sea! ¿Quién me mandaría crearla?
—¡Ya llegué! —dije entando en mi casa. Mi madre me recibió con una sonrisa en los labios.
—¡Bienvenida Sakura! ¿Qué tal te ha dio el día?
—De perlas… —pensé sarcásticamente, pero después sonreí y dije—. Como siempre, sin mucha novedad…
—Ah, ya veo —dijo mientras cogía una maleta… era verdad, mi madre hoy se marchaba de viaje de negocios.
—Mamá… —la miré haciendo un puchero, se tenía que marchar por bastante tiempo y yo no quería quedarme sola. Ella me sonrió en modo de disculpa y susurró:
—Lo siento mucho Sakura… pero desde que tu padre murió tengo que trabajar mucho para poder mantenernos a las dos ¿entiendes? Te prometo que haré lo posible para venir cuanto antes.
Bajé la mirada por lo que dijo de mi padre. ¿Quién iba a decir que el hiperactivo y jovial Haruno Akito moriría en un accidente de tráfico? Ya hacía bastantes años que mi padre había muerto, pero realmente no nos dábamos acostumbrado a su ausencia. Suspiré con pesadez mientras ponía una pequeña sonrisa melancólica, mi padre era el hombre más importante para mí y para mi madre, eso seguro.
Me acuerdo que justo después de morir mi padre entré en una pequeña depresión y dejé de hablar con los demás, incluso con Ino, que ya era mi amiga desde la infancia. En esos tiempos fue cuando le conocí a él: Naruto. Era tan parecido a mi padre, tan alegre e hiperactivo como él. Quizás fue por eso que empecé a verlo como alguien muy especial en mi vida, es como si mi padre me hubiera enviado a Naruto para que no me sintiera mal.
—Bueno Sakura… ¡yo tengo que irme! Volveré en cuanto pueda, ¡te lo prometo! —me dijo con una sonrisa mientras ponía las maletas en el taxi que la esperaba fuera de casa—. ¡Te dejé un sobre con dinero encima de la mesa de la cocina! ¡Y si te sientes sola siempre puedes llamar a Ino o a Naruto para que te hagan compañía! ¡Adiós!
—¡Adiós! ¡Cuídate! —me despedí de ella, viendo el taxi donde iba alejarse cada vez más.
Bajé la mano con la que me despedía en cuanto el automóvil desapareció y volví a dar otro suspiro mientras entraba en mi casa.
—A saber por cuánto tiempo tendré que estar en casa sola… sin nadie… —pensé bajando la mirada mientras entraba en mi habitación, dejando mi cartera encima de la cama y me senté en la silla que había enfrente del escritorio… la verdad es que ni ganas tenía estudiar.
…
La música llenó mis tímpanos y tuve que alejarme de los altavoces que había en ese sitio. Bien, había que decir que las fiestas organizadas por Naruto son las más conocidas por el instituto, obviamente por ser siempre de las mejores.
Tenía que reconocer que mi mejor amigo tenía un talento innato para este tipo de cosas, organizar fiestas era su punto fuerte.
—Organiza muy bien las fiestas… pero cuando se trata de estudiar, se organiza peor que una polilla… —pensé con una gota en la cabeza mientras miraba la bebida que tenía en mi mano.
—¡Eh Sakura! ¡Pareces tensa! —gritó Ino mientras ponía un brazo alrededor de mis hombros—. ¡Relájate! ¡Viniste a divertirte! ¿Recuerdas?
—Cierto… y yo puedo darte la diversión que quieras —dijo una voz en mi oído, haciendo que me estremeciera del susto al notar su aliento sobre mi oreja.
—¡WA! —grité del susto cuando lo oí, me giré para comprobar que fue Uchiha Sasuke el que me hizo eso. ¿Cómo no? Fruncí mi ceño y gruñí—. Uchiha…
—¿Qué ocurre, princesa? ¿No te gustó? —preguntó burlón mientras me miraba con una sonrisa. Puse una expresión más relajada, pero seguía con mi ceño fruncido:
—¡No me llames princesa! Bastardo… es mejor fingir que no existes.
—Como quieras… disfruta de la fiesta, Haruno —me susurró ese niñato repelente perdiéndose entre la enorme multitud (me pregunto aún de dónde Naruto saca tanta gente).
—Mientras no aparezcas todo estará bien —pensé mientras cerraba las ojos y asentía ante lo que pensaba.
Naruto apareció de la nada y gritó:
—¡Sakura-chan! ¡Cuánto me alegro de que hayas venido!
Sonreí en cuanto le vi.
—Después de lo que me insististe… ¿cómo no iba a venir?
Naruto siempre me ponía de buen humor. Tan amable y cariñoso, además con esa actitud de no desanimarse nunca y de no rendirse jamás… realmente lo adoro, le tengo mucho cariño. Ahora que lo pienso, ¿cómo pudo hacerse amigo de un bastardo como Uchiha Sasuke? Me acuerdo que le pregunté una vez, pero no me acuerdo que me había contestado.
—No te preocupes por el teme, yo me encargué de decirle que no se acerque a ti —me sonrió, haciendo que yo asintiera con una sonrisa aún mayor… sí, Naruto era muy especial.
—¡Jo! —protestó Ino acercándose a nosotros con los mofletes hinchados, como una niña pequeña haciendo un puchero. Yo levanté una ceja, ni me había dado cuenta de que antes se había marchado.
—¿Qué ocurre? —preguntó Naruto cuándo llegó junto nosotros. Ella apoyó su cabeza en mi hombro (cosa que hace cuando se deprime) y murmuró:
—Sabaku ha pasado de mí. ¿Es que no ve lo buena que estoy o qué?
Una gota resbaló por mi cabeza y la de Naruto… esta Ino.
Yo sonreí mientras daba un trago a mi bebida, era alcohol pero… ¿qué podía pasarme por beber un día? En ese mismo momento, no me di cuenta del desastre que eso desencadenaría.
…
Estaba claro que había algo que me dolía a horrores en ese momento: la cabeza. ¡Mierda! ¿Quién me mandaría beber tanto? Y lo peor de todo: ¡no me acordaba de nada!
Abrí mis ojos en un intento de saber qué había pasado, pero mi cabeza seguía pesada y me dolía.
—¿Dónde… estoy? —me pregunté mentalmente mientras miraba impresionada el lugar.
Era una habitación acogedora y muy especiosa. Las paredes estaban pintadas de un suave color azul pálido y las cortinas que cubrían los enormes ventanales eran de color azul oscuro, al igual que las sábanas tapaban mi ahora desnudo cuerpo.
Un momento… ¡¿desnudo?
Me incorporé rápidamente intentando disimular el dolor de cabeza que me había dado esa reacción tan brusca, pero realmente me fue imposible ignorarla y me agarré la cabeza… ¡nunca en mi vida volvería a beber! ¡Lo tenía clarísimo!
"¡Shaa! ¡Eso te pasa por ser tan estúpida, querida Sakura!"
"¡Vuelve a tu rincón y no salgas!" le grité con furia a Inner, ¿por qué siempre decía cosas que me hacían sentir peor? ¡Yo no la creé para eso!
—Hm… —gruñó alguien detrás de mí. ¿Alguien? ¡¿Alguien?
Giré mi cabeza lentamente y vi a la última persona que esperaba: Uchiha Sasuke…
Pude jurar que el grito que eché fue el más desesperado de mi vida.
…
La cara de Uchiha Sasuke era todo un poema, no podía ver la mía pero podía jurar que también lo era. Nos quedamos mirando con sorpresa el uno al otro mientras las imágenes de la noche anterior aparecían en nuestra cabeza.
Nos emborrachamos, nos acercamos el uno al otro (¡mierda!) y al final… ¡sexo desenfrenado en casa de Uchiha! ¡¿Soy idiota o qué me pasa?
—¿Qué… demonios haces aquí? —preguntó aún con la sorpresa latente en su cara. Mi ceño se frunció mientras me mordía el labio inferior, tenía ganas de llorar… ¡era como la peor de mis humillaciones el que estuviera en esa situación!
—Jugando al pin-pon.
Me parece que prácticamente escupí las palabras mientras él fruncía el ceño y me miró con los ojos entrecerrados… al parecer se había acordado ya de lo que pasó ayer en la noche.
Me di la vuelta y dije secamente:
—Ponte de espaldas que me voy a vestir. ¡Maldita sea! ¡Es la mayor humillación de mi vida!
…
Tiré mis llaves encima de la mesa del comedor mientras me sentaba en una silla. Coloqué mis codos encima de la mesa y escondí mi cabeza entre mis brazos.
Aún no podía creer lo que había pasado. ¿Le había entregado mi virginidad a ese bastardo engreído? Realmente no puedo creer que eso hubiera pasado, ¡incluso si fuera con Lee me sentiría más tranquila! No es que Lee sea un mal chico, pero era un poquito (bastante) pesado.
No me entraron ganas de llorar. Realmente pudo haberme pasado algo peor, pero aún así me seguía deprimiendo un poco.
—Soy idiota… ¡una completa y maldita idiota! —pensé mientras golpeaba mi cabeza contra la mesa del comedor.
"¡Shaa! ¡Eso lo sabe todo el mundo, querida Sakura!"
"¡Qué vuelvas a tu rincón!" le gruñí, ¡pero cómo me desesperaba!
En ese instante el teléfono sonó, haciendo que un respingo me sobresaltara. Me levanté de la silla y me dirigí a él mientras miraba el reloj de la pared… era sábado y eran las nueve de la mañana, ¿quién llamaría a esta hora?
—¿Diga?
—Hola Sakura, ¿te desperté? —la voz de mi madre sonó al otro lado del teléfono, en cierto modo su voz era muy tranquilizadora. Sonreí y contesté:
—No, estaba medio despierta así que… no pasa nada, de todos modos tengo que estudiar.
—Bueno, me alegro que te esfuerces tanto… pero no olvides que también es necesario que descanses —me advirtió con tono de regaño. Sonreí mientras asentía y mi madre empezó una cháchara ella sola, como siempre.
Suspiré y bajé la cabeza cuando colgué. ¿Y ahora que se supone que hacía? ¿Debería preocuparme por algo como esto? Fruncí el ceño y levanté la cabeza. ¡No! ¡Olvidaría esto! ¡No tiene sentido preocuparse por algo así! ¡Puedo manejarme perfectamente sola! Además… ¡no ha sido más que eso, solo sexo sin sentimientos ni nada por el estilo!
¡Decidido! Olvidaré por completo lo ocurrido…
…
Después de un mes creí que las cosas empezarían a mejorar, ya había pasado tiempo y tendría que estar todo más tranquilo.
Durante ese tiempo conocimos a Hinata Hyuuga, nueva este año (al igual que Sabaku no Gaara, al que por fin le vi la cara y hay que decir que la cerda no tiene mal gusto). Al parecer Naruto ha puesto el ojo en ella y no para de coquetear con ella de una manera muy tierna, y Hinata siempre le responde con una tímida sonrisa. ¡Realmente hacen una linda pareja!
—Naruto nunca coqueteó conmigo así… —sonrió Ino mientras comía un pastelito. Yo le devolví la sonrisa y miré como Hinata se reía ante las tonterías que le contaba Naruto.
—Hacen una linda pareja —comenté, vi como Ino asentía.
—¡Wa! ¡Ramen instantáneo! —dijo Naruto con una sonrisa mientras abría su preciado ramen. Por un momento miré la comida y un pequeño retortijón se hizo presente en mi estómago, haciendo que me extrañara. A mí me gusta el ramen, no tanto como a Naruto, por eso no entiendo el motivo de porqué reaccionar así al ver eso.
El olor del ramen llegó a mis fosas nasales e inspiré… un momento, ¿desde cuándo el ramen tenía un olor tan penetrante? El retortijón que tenía se hizo más grande mientras que sentí unas ganas inmensas de vomitar… ¿por qué?
No pude aguantar más y me levanté y salí corriendo, seguro que los demás se quedaron sorprendidos… pero es que no podía aguantar más, tenía que ir al servicio.
Cuando llegué al baño me alegré de que no hubiera nadie y entré en el primero que encontré y cerré la puerta, pero no con seguro. Cuando me calmé después de vomitar, suspiré y tiré de la cadena. Cerré la tapa del wáter y me senté encima mientras tapaba mi rostro con las manos.
Esto no podía estar pasándome a mí. No puede ser que… ¡me negaba a creer que estuviera embarazada! ¡Era estúpido! Sin que pudiera evitarlo un pequeño sollozo se me escapó.
—¿Sakura? ¿Eres tú? —preguntó Ino al otro lado de la puerta mientras daba unos pequeños golpecitos. Me sequé las pequeñas lágrimas que estaban a punto de caer por mis mejillas y susurré:
—Pasa Ino… la puerta está abierta.
Ella entró y me miró con preocupación. Antes que de que dijera nada, se acercó a mí mientras me abrazaba, yo lo agradecí internamente… necesitaba sentirme reconfortada de alguna manera.
—¿Qué ha pasado? Cuéntamelo…
Después de una pequeña conversación allí en el baño, le acabé contando todo lo que ocurrió el día de la fiesta. Cuando acabé mi relato, Ino me miró sorprendida… ¿cómo no estarlo?
—Ya hace dos semanas que debería haberme venido e período y ahora… ¿náuseas? ¿Acaso no son síntomas de embarazo? —pregunté temerosa, mi voz sonaba mucho más quebrada de lo que quería, pero realmente mi voz no podía tener otro tono.
—No saques conclusiones precipitadas, frentona… si quieres ir al ginecólogo…
—No… ni se te ocurra —le dije cortante. Ella frunció el ceño y me replicó:
—¡Tienes que ir Sakura! ¡Nunca sabrás que te pasa si no lo compruebas!
Resoplé con cansancio y me levanté de la tapa del wáter, pero no me quedé allí quieta sin hacer nada.
—Pero… ¿y si me dicen que estoy embarazada? ¡Y del bastardo Uchiha! ¡No quiero ni pensarlo! —finalmente exploté y las lágrimas empezaron a deslizarse por mis mejillas, no sabía ni como sentirme, era como un torrente de emociones que me atacaba y no supiera cómo reaccionar ante él.
"¡Shaa! ¡Venga Sakura, tú no eres así! ¡No te deprimas!"
Sonreí levemente mientras me secaba las lágrimas… hasta mi Inner me animaba.
—Tranquila Sakura, no pasa nada… yo estaré a tu lado. Y Naruto seguro que también lo estará, recuerda que te quiere mucho —me animó Ino con una sonrisa. Yo le sonreí y susurré:
—Ino… muchas gracias.
…
La verdad es que ya no me quedaban esperanzas. Notaba un pequeño bulto en mi barriga tras pasar otro mes. No era muy grande, de hecho nadie lo notaba a excepción de mí.
Las náuseas seguían, pero ahora había empezado algo más: los antojos. Tenía ganas de comer lo que fuera: helados, dulces, frutas… ¡incluso pizza! ¡Qué nunca me había llamado especialmente la atención! Y, a todo esto y como me temía, la regla seguía sin bajarme.
Finalmente decidí hacerle caso a Ino y fui al ginecólogo acompañada por su madre, Chiyako Yamanaka. Ino decidió venir con nosotras porque me había prometido que estaría a mi lado, apoyándome, pasara lo que pasara… realmente la cerda es muy buena amiga, en serio.
Y es así como regresamos a la actualidad…
Solté un suspiro de impotencia, tenía ganas de que me llamaran de una maldita vez.
—Escucha cariño, tienes que tranquilizarte, no te angusties antes de tiempo —me dijo una hermosa mujer de cabello negro y ojos azules: Chiyako, la madre de Ino.
Intente sonreír de nuevo, pero me fue imposible… ¡estaba tan nerviosa que era imposible!
—Es que es demasiado obvio, es imposible que sea otra cosa… —contesté mientras bajaba la cabeza, ¡realmente me sentía mal!
—Sakura Haruno —llamó la ginecóloga mientras me miraba con una sonrisa, invitando a pasarme. Me levanté del asiento con las piernas temblorosas y me dirigí hacia donde estaba ella. Me miró con compresión al verme temblando—. ¿Es la primera vez que vienes aquí?
Asentí mientras bajaba la mirada… ¡podéis llamarme patética, pero estaba muy nerviosa!
—No te preocupes —me dijo la ginecóloga con una sonrisa amable mientras posaba una mano sobre mi hombro—. No te haré sentir incómoda.
Sonreí mientras entraba. Di un último vistazo hacia atrás antes de cruzar la puerta y vi a Ino alzando el pulgar en señal de apoyo… yo le devolví el gesto. No sabía cómo agradecerle todo lo que me estaba apoyando.
Estuve varios minutos allí dentro, no sabría decir con exactitud cuántos. Me perdía en mi mundo a cada momento haciendo que la mujer que me atendía tuviera que llamarme la atención varias veces… menos mal que era comprensiva y no me regañaba.
Al final salí de la consulta con una mirada sombría… ¡dios mío! ¡Qué mal día estaba teniendo!
—¿Cómo te fue Sakura-chan? —preguntó Chiyako mirándome fijamente a los ojos, aunque Ino parecía más preocupada que su madre ya que me miraba aún más fijamente que Chiyako.
Suspiré sonoramente y contesté:
—Tengo que esperar unos minutos a que vengan las pruebas…
Ino hizo que me sentara en una silla y me dijo:
—Pues tranquilita ¿eh? No quiero paranoias tuyas por el momento.
Sonreí levemente ante lo que decía y Chiyako y ella estuvieron intentando animarme, pero estaba muy nerviosa y, cómo no, asustada. En unos minutos la ginecóloga me llamó y, por petición mía, permitieron que Ino y Chiyako me acompañaran a por los resultados.
—Bueno Sakura… si son buenas o malas noticias lo veré en tu reacción —me comentó la ginecóloga mientras abría una carpeta donde tenía los papeles—. Estás embarazada y de dos meses…
El grito de horror y de espanto que eché se escuchó por todo Konoha, seguro.
Continuará…
¿Y bien? Creo que quedó pasable, ¿si? Esto lo veré si me dejáis reviews, son mi alimento (?) Sí, lo son! XD
Espero de verdad que os haya gustado el capi, a ver si puedo modificarlo pronto y traeré más capis! Así que si no os importa dejarme un review… soy muy glotona y necesito de mi alimento (?)
Ok, olvidad eso! XD Sayo y cuidaos mucho! Que la fortuna os sonría!
¿Reviews?