Nueva historia Pezberry.

Es bastante AU. Está ubicado después de The Power of Madonna en la primera temporada.

No está Jesse St. James, aunque no descarto que aparezca más adelante. Puckelberry, Faberry, Brittberry, hay amistad por todos lados. Pezberry seguro más adelante, voy a tratar de no apurar las cosas.

Espero que les guste!

Lore

Glee no me pertenece. Los errores si.


Hipocresía

"¡Oh, oh, oh, oh! ¡Santana!" gritaba y gemía Finn mientras estaba cada vez más cerca del clímáx.

"¡Oh, Finn! ¡Si!" gritaba Santana haciendole creer al muchacho que ella estaba disfrutando este momento, aunque su mente estaba a kilómetros de esa habitación de hotel.

"¡Santana, estoy cerca! ¡Ya, ahh, ahhhh!" dijo Finn haciendo una cara como de asco y placer.

"Ohhh Finn, siii, yo también...¡Rachel!" gritó Santana sin darse cuenta de la última palabra. Estaba imaginando a la diva, y justo tuvo que gritar su nombre en ese momento.

"¿Qué?" preguntó Finn volviendo a la tierra después de su primer orgasmo.

"¿Qué?" repitió Santana empujándolo suavemente para que saliera de ella y de encima de ella.

"Dijiste Rachel." respondió Finn.

"No dije eso. Estornudé." respondió Santana.

"¿Tus estornudos suenan como la palabra Rachel?"

"Finn, realmente, estornudé. Soy alérgica al polvillo. Y justo en el momento en que estoy llegando al orgasmo, tuve que estornudar. Podría haber sonado hasta como Sue si tu mente quisiera." dijo Santana sabiendo que parte de esa frase iba a mover al gigante a otro pensamiento.

"¿Fue tan bueno?" preguntó Finn con una mirada soñadora. "Digo, tiene que haberlo sido para que en mi primera vez pueda hacer llegar al orgasmo a Santana López."

"Fue genial Finn." dijo Santana, buscando su ropa.

"¿Quieres hacerlo de nuevo?" preguntó el muchacho poniéndose en una pose que el creía sexy pero que a la latina le dió ganas de vomitar.

"No puedo Finn, tengo que irme. Tengo práctica de Cheerios muy temprano mañana y Sylvester me va a asesinar." dijo terminando de vestirse y agarrando firmemente las llaves de su auto.

"Oh. Esta bien. Supongo que nos veremos."

"Nos vemos Finn." y salió por la puerta. Arrepentida de haberse acostado con Finn, arrepentida de haber caído bajo las órdenes de Sue para ser la capitana de las porristas y sobre todo, arrepentida porque sentía que había traicionado a Rachel, aunque ésta ni siquiera le prestaba atención a menos de que la estuviera torturando.

Manejó hacia la casa de la diva y se quedó observando un rato largo, llorando por todos sus arrepentimientos y jurando que al día siguiente iba a cambiar. Iba a hacer que Rachel la mirara todo el tiempo, no solo cuando le tiraba algún granizado o algún insulto.

Pero todas las noches, era el mismo lugar, el mismo juramento. El miedo, se iba a apoderar de ella al día siguiente y volvería a ser Santana López, perra de McKinley High.


A la mañana siguiente, en la reunión de Glee antes del primer período de clases, todos, incluso el Sr. Schuester (que había llegado temprano, milagrosamente) estaban esperando a su capitán.

"Disculpe la demora, Sr. Schuester." dijo Rachel entrando apurada al salón del coro.

"Oh hobbit, ¿tan temprano y ya tuviste que cambiar la ropa?" preguntó Santana riendo al notar que la diva tenía el cabello mojado y estaba con una remera y unos jeans, que Santana no iba a admitir pero le quedaban extremadamente bien.

"No, Santana. Lo siento." respondió Rachel tomando su lugar.

"Bueno, empecemos con la lección." dijo Schuester aplaudiendo, para luego mirar a Rachel que estaba levantando la mano. "¿Si, Rachel?"

"Sr. Schuester, si me permite, quería pedirle algo." dijo la diva.

"¿Ya vas a pedir otro solo, Rachel?" preguntó Kurt.

"¿No sería mejor que dejaras hablar al Sr. Schuester y nos ahorres de una hora de tortura escuchándote cantar?" preguntó Santana.

Rachel, miró a Puckerman antes de continuar.

"Antes de que sigan sacando conclusiones absurdas. Quería comunicarle al Sr. Schuester que en las competencias regionales, va a ser mejor que otra u otras cantantes tomen mi puesto." dijo dejando a todos completamente sorprendidos.

"¿A qué se debe eso Rachel?" preguntó Schuester.

"Tengo otras cosas en las cuales concentrarme y no voy a poder dedicarme 100% a ensayar o a estar bien físicamente para la fecha de las regionales. Además, ud. me ha reiterado varias veces que yo no sé trabajar en equipo. Este es mi esfuerzo para trabajar en equipo. Sé muy bien que hay otras y muy buenas cantantes en este club y no es bueno que yo sea la única que cante todos los solos y los duetos y cada oración que haga falta cantar." dijo Rachel volviéndose a sentar.

"¿Alguien me puede pellizcar para ver si estoy soñando?" dijo Santana cerrando por fin la boca.

"Rachel, lo lamento pero no puedo dejarte hacer eso. Eres lo mejor que tenemos y no quiero perder en las regionales." dijo Schuester.

"Sr. Schuester. Disculpe ud. si en algún momento cruzó algún límite." comenzó a decir Rachel. "Pero me parece que está siendo injusto. Esta siendo injusto conmigo y con todos los miembros de este club. Y está siendo hipócrita también. Siempre me pide que aprenda a trabajar en grupo, me reta porque no sé hacerlo y ahora, que estoy haciendo exactamente lo que me pide, me lo niega. ¿Acaso ud. no ve la forma en que me tratan mis propios compañeros en Glee? Bueno, yo sí la veo y la vivo todos los días. Y estoy cansada y además, por ejemplo, Santana canta muy bien, Quinn tiene una voz muy linda, a Brittany nunca le dio la oportunidad de cantar, Tina no mejora porque siempre la pone como parte del coro. Me parece Schuester que tendría que ver un poco más allá de sus narices y comenzar ud. a trabajar en grupo."

Schuester, miraba a su alumna con una mezcla de sorpresa y enojo y el resto del club la miraba con sorpresa y un poco de ¿orgullo?.

"Rachel, espero que después de esto vayas a hablar con Figgins y le cuentes con detalle todo lo que me dijiste. Pero no puedo poner a las otras chicas a cantar en las seccionales, cuando te tengo a vos como líder. Sos la única que nos puede llegar a dar un lugar entre los primeros tres coros y no voy a arriesgarme a perder esa oportunidad." dijo Schuester.

"¿Se da cuenta, Sr. Schuester, que ud. está dejando de lado a los demás miembro de este coro?¿Qué es ud. el que los pone a un costado para que se muevan al compás de las canciones que yo canto? ¿Se da cuenta de que no les da oportunidades de brillar? Yo no tengo porque ser la única poniendo la cara por todos ellos. ¿Que sucedería si algún día me pasa algo?¿Quién va a tomar mi lugar? Ahí ud. va a entrar en una crisis mucho mayor, perdiendo esos rulos perfectos por los nervios de que no sabe con que es lo que cuenta. Si, como coro, no sabemos como son las voces de todos sus miembros. ¿Cómo se supone que vamos a ganar? ¿Acaso voy a tener que estar yo para salir con una canción que sea perfecta para agradar al jurado como pasó en las seccionales?¿Qué va a pasar cuando me gradué?¿Me va a hacer repetir el último año para que ud. no pierda una estúpida apuesta con Sue Sylvester? Me parece Sr. Schuester, que se está concentrando demasiado en mi talento y no en el del resto. Es la suma de talento lo que va a hacer que este coro se posicioné como uno de los primeros tres en las regionales. No es MI talento y 11 personas acompañándome en el escenario. Y ud. como profesor y ejemplo para todos nosotros, tendría que darse cuenta que no es bueno vivir bajo el lema: haz lo que yo digo y no lo que yo hago. Eso demuestra el nivel de hipocresía en el que está." dijo Rachel juntando sus cosas y levantándose. "Y no se preocupe, conozco el camino a la oficina de Figgins." agregó al pasar al lado de un Schuester estupefacto.

"¡Lo que ella dijo!" gritó Puckerman siguiendo a la diva.

Fue el único que reaccionó rápidamente. Todos los demás se habían quedado mirando el espacio en donde la diva había formulado su discurso. No sabían si estaban soñando o muertos, pero la diva se había defendido en contra de un profesor que le decía una cosa y predicaba otra.

Todos se levantaron sin decir nada, mientras Schuester seguía parado en el medio de la habitación. Quedándose finalmente solo.


"¿Qué te dijo?" preguntó Puckerman cuando la diva salió de la oficina de Figgins.

"Buenos días, Noah." respondió ella.

"Buenos días, Rachel." imitó él.

"¿Por qué me estabas esperando?" preguntó la diva. En realidad no había escuchado la primer pregunta de Puckerman.

"Verás, mi pequeña amiga judía, esta mañana me levanté pensando que hoy iba a ser un día como todos los demás. Asistir a Glee, encontrar una excusa para escaparme de clases, encerrar a Jewfro en uno de esos baños portátiles, tirar unos cuantos granizados en la cara de alguien. Por supuesto no en la tuya. Y de pronto, en glee paso lo más extraño. Entro una chica, a quien vi muy parecida a una gran amiga mía, y comenzó a decirle cosas en la cara al profesor. Bueno, no tanto. Sino que lo llamó hipócrita más de una vez. Y cuando vi su cara de enojo, además de notar que esa chica era extremadamente sexy, me di cuenta que alguien había vuelto. Y la seguí hasta la oficina del director, donde tenía una junta." dijo él, imitando la voz de Rachel cada vez que daba algún sermón.

"Debe ser una persona muy interesante, Noah." dijo la diva.

"¡Oh, lo es! ¿Sabés? Una vez con esa chica, entramos en la casa de nuestro maestro del último año de la escuela media y le pintamos mensajes con popó de perro, después, mojamos los almohadones de su sillón con la mezcla que nos había sobrado y escapamos. Supe que el maestro tardó meses en darse cuenta que el olor que seguía sintiendo estaba en los sillones. Fue un milagro de que todo se secara tan rápido."

"No se secó tan rápido!. En realidad, se secó lento, pero como dejamos el lado mojado del almohadón del lado de abajo nadie se dio cuenta." dijo la diva sonriendo.

"¡Yo sabía que ibas a reaparecer algún día!" gritó Noah abrazando a la diva en el medio del pasillo, bajo la mirada de todos los alumnos de McKinley.

Los miembros de Glee miraban desde una punta sorprendidos por la efusividad con que Puckerman, después de abrazar a la diva, la levantó con sus brazos y la hacía dar vueltas en el aire mientras él se mantenía en su lugar. Y todos escuchaban a Rachel reír sinceramente.

Todos se sorprendieron al oír la risa de la diva. Era reconfortante y libre, no era fingida y demostraba que realmente se estaba divirtiendo en los brazos de Puckerman.

Santana había comenzado a sentirse celosa y decidiendo hacer lo que mejor así, se acercó a la pareja de judíos que seguía riendo en el medio del pasillo.

"¡Ey, Puckerman!" gritó antes de detenerse junto a ellos, que dejaron de reír al escuchar la voz de Santana. "Tendrías que dejar de levantar al hobbit del nivel del piso. Se puede llegar a marear, para ella es como si estuviera volando." dijo mirando a la diva, quien le mantuvo la mirada.

"Satán. Aunque agradezco tu consejo, voy a pedirte respetuosamente que te alejes en este momento de nuestra presencia." respondió Puckerman al estilo Rachel Berry. La diva, se tapó la boca para que Santana no viera que se estaba riendo. "Yo no soy de esos hombres que le andan pegando a las mujeres. Pero, si vuelves a meterte con mi amiga, voy a romper todo en lo que creo y voy a pegarte, muy fuerte. No seas por favor, una metiche molesta que roza la obsesión de Jacob Ben Israel." Rachel ya no podía evitar reírse a carcajadas. Noah, había puesto sus manos en la cintura y había tomado la posición que ella generalmente tomaba en Glee cuando quería hacer conocido algún punto. Incluso, la miraba como ella solía hacerlo. Era demasiado gracioso para Rachel, además, la cara de Santana era de un terrible shock.

Puckerman, agarró la mano de Rachel, quién seguía riéndose a carcajadas y la hizo caminar hasta su casillero.

"¿Qué vamos a hacer hoy, Rach?" preguntó él después de cambiar los libros, cuando ella ya había dejado de reírse.

"No sé, Noah. ¿Qué tienes ganas de hacer?" respondió ella.

"No, nada de eso. Nada de empezar con las indecisiones. Hoy vamos a hacer lo que vos quieras."

"¿Podemos jugar al playstation y tomar cerveza?" preguntó ilusionada Rachel.

"¿Qué hiciste con Rachel Berry y de que planeta vienes?" dijo Noah acercando su rostro al de ella, estudiándola.

"Sé que te gusta jugar a eso y que te gusta tomar cerveza. Solo quiero que volvamos a ser como antes. Estuve muy sola durante este tiempo, Noah." dijo Rachel bajando la mirada.

"Y tengo que arreglar esa situación. Porque en parte es mi culpa, Rach. Yo fui el que se alejó y rompió lo que teníamos. Tardé mucho en darme cuenta que había alejado a mi mejor amiga por ser popular y por miedo a que ella revelara mis más profundos secretos. Además, esa semana que estuvimos saliendo, me hizo notar que en el fondo todavía estabas ahí. Y...mis bromas no son tan buenas desde que nos separamos." dijo levantando el rostro de la diva desde su mandíbula para que ella lo mirara a los ojos y pudiera notar que estaba siendo sincero.

"Tus bromas no son tan buenas porque no las planificás." dijo ella sonriendo enormemente. Una de esas sonrisas capaz de iluminar toda una habitación.

Los dos volvieron a abrazarse. Ya no les importaba el resto del mundo o si los estaban mirando. Pero en realidad, no se habían dado cuenta de que durante su reencuentro había sonado el timbre anunciando el inicio del primer período y todos se habían marchado hacia sus clases.

Ellos tardaron en darse cuenta y cuando lo hicieron, salieron por las puertas de McKinley rumbo a las calles de Lima.


En la práctica de la tarde de Glee, todos hablaban de Puckerman y Rachel, mientras el Sr. Schuester se pasaba por la habitación, esperando a los dos miembros que se hicieron famosos ese día.

Figgins, en realidad, no le había dado ni siquiera una advertencia a Rachel Berry, sino que Sue Sylvester había entrado a defenderla y a decirle al director que todo lo que ella le había planteado a Schuester era verdad. Entonces, Figgins llamó al Schuester a su oficina y le advirtió a él, ¡A él! Que tenía que empezar a darle más oportunidades a los demás miembros de New Directions y no solo a Rachel Berry. ¿Cómo se había enterado Sue tán rápido?

"Disculpe nuestra demora,Sr. Schuester." dijo Rachel entrando junto a Puckerman en la habitación y sentándose al fondo.

"Rachel, debido a lo que dijiste esta mañana y como estoy enojado con vos por tu falta de respeto, te aviso que no vas a estar cantando ningún solo en las competencias regionales, sino que vas a ser parte del coro, moviendote detrás de los demás." dijo Schuester mirando a la diva con furia en los ojos.

Rachel, se levantó y comenzó a aplaudir a su profesor, haciendo que él se enoje aún más.

"¡Berry! ¡A la oficina de Figgins, ahora!" gritó señalando la puerta.

"De acuerdo. Nos vemos en la próxima práctica." dijo ella saliendo felizmente en dirección a la oficina de Figgins, otra vez.

"No debería tratarla así, Sr. Schuester. Ella solo dijo la verdad." dijo Puckerman, siguiendo otra vez a la diva.


"¿Dos veces en un día, srta. Berry?" preguntó Figgins que la estaba esperando junto a Sue Sylvester en su oficina.

"Sr. Figgins. Sue." dijo Rachel sentándose al lado de la entrenadora de las Cheerios y al frente del director.

"Figgins, yo creo que Schuester está exagerando." dijo Sylvester.

"No entiendo porque estás defendiendo a Rachel Berry, Sue."

"Dicen que los duendes tienen poderes mágicos." dijo Sue levantando los hombros.

"¿Ahora que hizo srta. Berry?" preguntó Figgins, comenzando a temer que la diva le haga algún hechizo.

"El sr. Schuester tomó en cuenta mi consejo de esta mañana pero se enojó cuando expresé mi aceptación. O sea, dijo que yo no iba a tener los solos en las seccionales y me levanté y aplaudí su inteligente decisión." dijo Rachel desinteresadamente.

"Que obviamente no fue tan inteligente de su parte, ya que fue lo que Berry le hizo notar esta mañana." añadió Sue.

"¿Sue, como te enterás de todo lo que pasa en el aula del coro?" preguntó Figgins.

"Tengo micrófonos en cada lugar de esta escuela. Tengo que saber con quien me estoy enfrentando y el Glee Club es uno de mis enemigos." respondió Sue.

"Srta. Berry. La dejo marchar, sin advertirle nada. Porque le tengo miedo a Sue." dijo Figgins.

"Gracias, Sr. Figgins. Hasta luego." dijo al levantarse. Con un asentimiento de cabeza, dijo "Sue".

"¡Quiero mis tres deseos Berry!" gritó Sylvester antes de que ella desapareciera.


"¡No puedo creer que Figgins te haya dejado ir sin siquiera una advertencia, otra vez!" dijo Noah mientras se subían en la camioneta.

"Sue me estaba defendiendo." respondió ella.

"¿Sylvester defendiéndote?"

"Si, todavía no lo creo."

"Es de no creer Rach."

"Eso es cierto. ¿A dónde vamos?"

"Al 7-eleven a comprar las cervezas."

"¿Quieres que después vayamos directamente a mi casa?" preguntó la diva timidamente.

"Ellos no están, ¿verdad? ¿Hace cuánto?"

"No los veo hace dos meses. Pero, en el lado bueno, sus últimos regalos fueron un televisor de 90", aunque no creas el tamaño, una play station 3 con un montón de juegos, un xbox y una wii."

"¿En serio?"

"Si, pero nunca tengo a nadie con quien disfrutarlos."

"No puedo creer que sigan haciendo eso. Pensé que todo se había arreglado."

"Prefiero que estén viajando a que en casa peleando. Es lo único que hacen cuando están juntos."

"Berry, soy la peor persona del mundo por haberte dejado sola."

"No, Noah. Sos la mejor persona del mundo por haber vuelto."

"Nunca me tendría que haber ido."

"¿Podemos olvidar eso y hacer como que nunca pasó?"

"¡Por supuesto!"


Santana no entendía que había sucedido ese día. Para empezar, Rachel Berry apareció siendo una persona completamente distinta y más sexy, decía esa voz en su cabeza. Para continuar, Puckerman había imitado a la diva a la perfección y había dejado a Santana sin una respuesta en medio del pasillo frente a todos los alumnos de McKinley. Y para terminar, eran casi las 11 de la noche y la camioneta de Puckerman seguía estacionada en la entrada de autos de Rachel. No es que a ella le molestara o algo, sino que justo pasó por ahí como todas las noches y se detuvo, como todas las noches.

Pero a diferencia de las otras noches, en esta lloraba por ver que Puckerman estaba dentro de la casa de la diva, con ella a solas. Y conociendo a Puckerman, estaba segura de que Berry iba a dejar de ser virgen si ya no lo había hecho.

Lloraba porque siempre había querido ser ella y ella no merecía que fuera él el que estaba en esa cama con la diva.


"Ahí está otra vez." dijo Rachel volviendo entrar al living con las cervezas en la mano (ya era la cuarta de cada uno) y mirando por la ventana.

"¿Quién?" preguntó Noah.

"Ese auto. Hace un par de meses o más, no sé, está ahí estacionado. La persona que lo maneja se queda ahí toda la noche y después se va. Parece que está mirando para acá, pero nunca estoy segura. Y tampoco sé si es un hombre o una mujer." dijo Rachel sentándose al lado de él, para agarrar sus controles y seguir el juego después de darle la cerveza.

"A ver." dijo él levantándose a observar el auto. "Conozco muchos de los autos de Lima, así que por ahí pueda saber quien es." Él miró por la ventana y se volvió hacia Rachel con los ojos bien abiertos.

"¿Sabés quién es?" preguntó ella al ver la cara de su amigo.

"Si."

"¿Y quién es?"

"Santana."

"¿Santana?"

"Santana López."

"Creo que es la única Santana que conozco."

"¿Qué hace Santana López estacionada en tu casa?"

"No tengo idea. Te dije que no sabía."

"Me da escalofríos."

"A mi también."

Volvieron a sentarse para continuar jugando, hasta que se cansaron dos horas después. El auto de Santana seguía estando en la calle.

"Es la una de la mañana y sigue estando ahí." dijo Noah.

"A veces lamento el hecho de ser Rachel Berry" dijo saliendo de la casa.


Santana se había quedado dormida, después de llorar más o menos hasta las 12 de la noche. No le gustaba llorar porque la cansaba. Y estaba justo en el medio de un sueño con Rachel cuando un ruido en la ventana del auto la despertó. Abrió los ojos sobresaltada y pudo ver los ojos de Rachel mirándola.

Santana la observó, notando que tenía los ojos brillosos y estaba un poco colorada. Pero estaba vestida igual que a la mañana. Pudo ver que ella le hacía señas de que bajara la ventanilla. Apretando el botón, vio como el vidrio descendía frente al rostro de la diva.

"¿Santana? ¿Te gustaría entrar a dormir en una de las camas de mi casa?" preguntó Rachel. Santana, sintió el olor a cerveza inundar su auto apenas comenzó a bajar la ventanilla.

"No, hobbit. No quiero contagiarme de ninguna enfermedad." respondió levantando el vidrio de nuevo y arrancando el auto. Controlando antes de acelerar que Rachel se hubiera alejado un poco.


"¿Y qué pasó?" preguntó Noah desde la puerta cuando vio a Rachel volver a la casa y sin Santana a la vista.

"Me insultó y aceleró." respondió Rachel.

"Tipico." dijo él.

Se sentaron en el sillón, tomaron otra cerveza.

"Entonces..." dijo dejando que la palabra llenara el ambiente.

"¿Entonces...?" preguntó ella.

"¿Qué hay de nuevo?" preguntó

"¡Ah! Noah, hay algo de lo que quiero hablarte." dijo ella recordando de pronto.

"¿Si? ¿De qué?"

"Primero, ¿cómo le está yendo a Quinn en tu casa, con tu mamá? Por lo que recuerdo, Sarah es bastante volátil."

"Pensé que no íbamos a tocar ese tema."

"Noah, ella estuvo enviándote mensajes toda la noche."

"A veces no sé que hacer. La quiero, pero no sé que hacer. Ella no me quiere y no tengo forma de ganar dinero para ella y el bebé. No es verano."

"Puedo llegar a tener una solución, pero no me respondiste como le está yendo con tu madre. ¿Dónde está durmiendo?"

"Con mamá le esta yendo terriblemente mal. Ni se hablan. Y está durmiendo en el sótano, no quería dormir conmigo." dijo mirando otra vez su celular, que estaba sonando.

"¿Es ella?"

"Si."

"Decile que junte sus cosas, y que la vas a buscar para llevarla a la casa de alguien, donde va a estar más cómoda."

"¿A dónde la voy a llevar?"

"La vas a traer a mi casa."

"No, Rach. Quinn te odia."

"Prefiero que me odie viviendo acá, a que odie al resto del mundo, vos incluido, por vivir en el sótano. Está embarazada, Noah. Tenés que darle lo mejor. Y hoy por hoy, lo mejor es mi casa, en donde ella puede estar cómoda, aunque no quiera hablar conmigo."

"¿Qué hay de los gastos que pueda tener?"

"Eso es de lo que quería hablar en realidad. ¿Le avisaste?"

"Si, me pregunta si la voy a llevar a un lugar en donde por lo menos la traten bien. Le dije que si."

"En Columbus, hay un pequeño bar, donde estoy cantando hace varios fines de semana. Va mucha gente, y me dejan bastante propina. Me preguntaba si querías comenzar a ir conmigo y compartimos las ganancias. Y vas a poder juntar más dinero para Quinn y el bebé."

"¿Estás segura?"

"Si."

"Voy a buscar a Quinn, y hablar con ella en el camino de vuelta." dijo él.

"Espero que no te agarre la policía y te haga un test de alcoholemia."

"Yo también."


"¿A dónde vamos?" preguntó Quinn. Estaba cansada, el bebé se movía, el día había sido extremadamente raro y se estaba yendo de una casa a las 2 de la mañana.

"Vamos a la casa de una amiga, que te ofrece una habitación que no está en el sótano, con una cama de verdad y varias comodidades, para que estes tranquila hasta el final del embarazo." respondió Puckerman.

"¿Y conozco a ésta amiga tuya?"

"Si. Y no te llevas muy bien con ella. Pero ella está dispuesta a salir de tu camino, mientras tengas un lugar más apropiado para quedarte y no enfrentes la ira de mi mamá todos los días."

"¿Me estás llevando a lo de Berry?"

"Si."

"¿Y sus padres que dicen?"

"Eso es algo que si quieres hablas con ella y si no, ni tocas el tema. Y mi consejo es que esperes que ella te diga algo antes de preguntar sobre sus padres."

"¿Y me va a asesinar mientras duermo?"

"¿Rachel? Jajajaja, no. Aunque te sorprenda saberlo, Rachel tiene un corazón enorme. No sólo propuso que vos te mudaras con ella sino que me ofreció un trabajo, para juntar dinero así pagamos los gastos que tenemos y que vamos a tener."

"¿Te estás acostando con Berry?"

"No."

"Entonces está bien." dijo cuando él estaba estacionando frente a la casa de la diva.

"¿Así nomás? ¿No me vas a gritar por sacarte de mi casa a las 2 de la mañana para que te mudes a la casa de Berry? ¿Rachel Berry, la persona que más odias en este mundo?" preguntó Puck.

"La persona que más odio en este mundo, eres tú, Puckerman. Y no creo que vivir con Berry sea tan malo, después de lo que presencié hoy en la escuela. Sabía que esa diva no era todo lo que podíamos llegar a ver de ella. Y creo que son las hormonas que no me permiten enojarme ante la idea de una cama que no está ubicada en un sótano." dijo bajando de la camioneta y agarrando uno de sus bolsos, de los dos que tenía.

Cuando entraron en la casa, con una llave que estaba escondida en un piedra falsa en una de las maletas, encontraron a Rachel limpiando la cocina.

"Hola, Berry." dijo Quinn mirando a la diva.

"Hola, Quinn." respondió ella.

Como ninguna de las dos agregó nada más, Rachel empezó a caminar hacia la escalera, al ver que ellos no la seguían, se dio vuelta.

"Quinn, no creo que éstas sean horas para una conversación profunda entre nosotras, así que mientras Noah te fue a buscar, yo te preparé el cuarto. Le puse sábanas limpias a la cama y te dejé toallas limpias en el baño. Hoy vinieron a limpiarla, así que está limpia." dijo Rachel subiendo las escaleras después de hablar.

Puck, la frenó en la mitad y le pidió permiso para dormir en el sofá.

"Puedes dormir en el cuarto de mis padres, Noah. También tiene sábanas limpias y eso." dijo Rachel.

"Gracias, Rach."

"De nada." Y siguió subiendo las escaleras guiando a Quinn.

"Este es, desde ahora, tu cuarto. Si consideras que te hace falta algo, solo hazmelo saber y trataré de conseguirlo. El baño está detrás de esa puerta." dijo Rachel señalando una puerta del otro lado de la habitación. Mi cuarto está cruzando el pasillo y el de mis padres en el sótano. Espero que duermas bien Quinn." dijo antes de volver hacia las escaleras a cerrar la casa y activar la alarma.

Quinn no había dicho nada. Sólo se acercó a la cama y tocó el colchón. Era duro pero suave al mismo tiempo. Se tiró de espaldas y agradeció al cielo de que al día siguiente era sábado.


Quinn se despertó casi al mediodía siguiente. Después de estar durmiendo en un colchón en el sótano de Puckerman, esa cama había hecho maravillas en su espalda y por fin había descansado. Se dio una ducha rápida y bajó hacia la cocina, mirando con detalle la casa en la que se estaba quedando. Además, buscaba a la dueña de casa, ya que había mirado en su cuarto y la cama estaba hecha y no había señales de la diva.

En la cocina, tampoco la encontró. Lo que si encontró fue una nota con un juego de llaves.

"Quinn o Noah, quien se levante primero y vea esto: acá dejo las llaves de la casa para Quinn y el código de la alarma está escrito en una de ellas. Tengo que hacer algunas cosas y si todo va bien, creo que volveré al mediodía. Si no, llamen a mi abogado, el número está al lado del teléfono. Hay tocino en la heladera para Quinn. Y que no se asuste si no ve nada vegetariano. No lo soy. :P Rachel."

Quinn se sorprendió por la carta (y porque Rachel no era realmente vegetariana) y después de leerla una segunda vez, se puso a preparar el desayuno.

Puckerman apareció unos minutos después, buscando algo para el dolor de cabeza.

Mientras estaban desayunando, la puerta principal se abrió de golpe y vieron pasar a Rachel a toda velocidad cargando unas bolsas, escaleras arriba. Los dos se miraron y siguieron a la diva, quien se metió en el cuarto de Quinn.

"¿Qué estás haciendo Berry?" preguntó la rubia mirando que Rachel dejaba las bolsas en el suelo y abría el ropero.

"Te traje algo." respondió antes de empezar a sacar ropa de las bolsas. Quinn miró sorprendida, reconocía todas esas prendas. Incluso vio su uniforme de las Cheerios.

"¿Rachel? ¿Que hiciste?" preguntó suavemente.

"Mi idea principal era entrar en tu casa sin ser descubierta y sacar todo lo que encontrara en tu habitación. No contaba con que alguno de tus padres estuviera ahí. Resulta, que tu mamá si estaba y cuando vió que estaba guardando tus cosas, comenzó a preguntarme por vos y a ayudarme a guardarlas. Fue muy extraño. Primero se sorprendió y pensé que iba a gritar y a llamar a la policía, después, comenzó a preguntar mientras guardaba tu ropa en las bolsas. Cuando terminé con tu ropa, ella salió del cuarto y volvió con un bolso enorme y me hizo poner todas las cosas que había en tu escritorio y en tu baño. Eso lo dejé en el auto. Y después, me trajo un maletín en donde está tu computadora, y otras cosas, me dijo. También quedaron en el auto. Y cuando estaba cargando todo, con ella que me decía, rápido, rápido, Rusell está por llegar, entró corriendo y me dio éste sobre." dijo corriendo hasta Quinn y entregándole el sobre para volver, corriendo al placar y acomodar la ropa que sacaba de las bolsas.

Puckerman, decidió ayudar a su amiga y dejó a Quinn mirando el sobre.

Después de media hora, Rachel fue hasta el auto y volvió con las cosas que faltaban. Dejándoselas a Quinn para que las acomode. Dijo que ya se había sentido demasiado incómoda guardándolas, como para pasar por lo mismo al sacarla. Y le pidió disculpas por haber irrumpido en su intimidad.

Quinn seguía mirando el sobre.

Rachel bajó a preparar algo para almorzar y Puckerman la acompañó, presintiendo que era mejor que Quinn estuviera sola cuando descubriera el contenido del sobre.


Quinn: esta carta la estoy escribiendo la noche en que Russell te echó de esta casa. Espero que algún día llegue a tus manos.

Estoy profundamente arrepentida por haber permitido que él te dijera todo eso y te echara, pero lamentablemente todavía no junto las fuerzas necesarias para defenderme o defenderte.

No sé donde estás, supongo que con ese chico Hudson, pero quiero que sepas que estoy muy orgullosa de vos. Lo que está creciendo dentro tuyo es un milagro y no tienes que sentirte culpable ni avergonzada por la forma en que fue concebido.

Cuando tenga la oportunidad haré llegar esta carta a tus manos. El día que me di cuenta que algo estaba pasando con tu cuerpo, decidí abrir una caja de ahorro en el banco a tu nombre. Solo yo sé de su existencia. Estoy depositando dinero hace unas semanas ahí y lo voy a seguir haciendo. Voy a ayudarte aunque sea monetariamente, Quinnie. En la otra hoja está la información necesaria para que puedas disponer de ese dinero.

Quinn, te quiero.

Mamá.


Quinn apareció en la cocina una hora después. Había llorado ante las palabras de su madre y ahroa estaba un poco mejor. En la cocina, solo estaba Puckerman, que tenía puesto un delantal rosa.

"¿Dónde está Berry?" preguntó Quinn mirando hacia el living.

"Está en el patio trasero, recibió una llamada y salió a hablar." respondió él sacando las ollas del fuego.

"¿Está todo bien, Quinn?" preguntó Rachel entrando justo en ese momento.

"Berry, quería agradecerte. Primero, por abrirme las puertas de tu casa y segundo, por lo que hiciste hoy. Y además, pedirte disculpas por todo lo que te hice." dijo Quinn mirando hacia el piso. Realmente era muy difícil para ella decir gracias y perdón.

"No hay problema Quinn. Lo hubiera hecho aunque siguieras tratandome mal. Pero dejemos el pasado donde está. En el pasado." dijo Rachel sentándose.

"¿Ninguna de las dos va a mover su trasero para poner la mesa?" preguntó Puckerman arruinando el momento.

"Ah, perdón." dijo Rachel levantándose nuevamente y haciendo lo que él había pedido.

Cuando ya estaban sentados, comiendo en silencio, Rachel decidió hablar.

"Quinn, le propuse a Noah una forma de ganar dinero. Es esta noche y es en Columbus. Quería saber si estaba bien para vos que nos vayamos en un rato y que recién regresemos mañana al mediodía. O, si quieres puedes venir con nosotros."

"¿Y en que consiste ese trabajo?" preguntó la rubia.

"Es tocar en un bar. En realidad es un bar pequeño, pero yo estoy tocando ahí hace un tiempo y además de que el dueño me paga, las propinas son muy buenas." respondió la diva.

"¿Puck?" preguntó Quinn esperando que él inventara alguna mentira. Aunque creía creerle a Rachel, con Puck nunca se podía estar segura, menos si él estaba involucrado.

"Rachel dice la verdad." respondió él.

"¿Rachel?" preguntó ella volviendo la mirada a la diva.

"Si, es cierto. Incluso te dejaría el nombre del bar y el número de teléfono por si quieres llamar."

"Aunque confío en tu palabra, Berry, no confío en él." dijo señalando al muchacho. "¿Sería muy mala educación de mi parte si llegase a aparecer por ese bar, de sorpresa, con Santana y Brittany?"

A Rachel no le gustó mucho la idea de la latina yendo a ver una de sus actuaciones, pero tenía que sacar a Quinn de sus dudas.

"No, Quinn. No sería ninguna molesta. Te voy a dejar también las coordenadas para que ingreses en el gps. ¿En qué auto irían? Porque nosotros podemos ir en la camioneta de Noah y puedo dejarte mi auto para que vayas." dijo Rachel intentando ser lo más amable posible con la rubia.

"No va a hacer falta. A Santana le gusta manejar. Gracias igual, Berry." respondió ella.

"Bueno, " dijo Rachel levántadose y lavando su plato. "Me voy a ir a bañar, Noah. Es mejor que estés listo para partir después."

"Ok, Rach." dijo el muchacho, que también lavó lo que había usado.

"¿Quinn te molestaría lavar lo que quedó sucio? Te prometo que va a ser solo por hoy. Después arreglamos bien la división de tareas." dijo Rachel antes de partir.

"No hay problema, Berry."


"¿Estás viviendo con el hobbit?" preguntó Santana por enésima vez mientras viajaban hacia Columbus.

"¡Oh, por Dios, Santana! ¡No es tan grave! Y ya preguntaste como 10 veces" respondió Quinn ya irritada.

"Perdón, pero es como un shock. No me quiero ni imaginar lo que hay dentro de esa casa." respondió la latina, sufriendo por dentro porque no era ella la que estaba viviendo ahí.

"Es bastante normal. Parece que viviera ella sola, además. Puck me dijo que si ella no nombra a los padres, es mejor que no pregunte." dijo Quinn.

"Además, San, ahora podemos entrar y ver que es lo que hay. Quinn vive con ella." dijo Brittany desde el asiento trasero.

"Tienes razón, Britt. Ahora podemos entrar a ver que es lo que Berry esconde detrás de esas paredes." dijo Santana.


"No entiendo porqué últimamente estás tan obsesionada con ella" dijo Britt, causando que Quinn observara a la latina.

"Mejor aceleramos para llegar más rápido."


Uno de los guardias del bar no quiso dejar entrar a la rubia y sus amigas apenas las dos exigieron hacerlo, hasta que se fijo en la lista y pudo ver que Rachel las había incluido.

El lugar, en sí, no era gran cosa, pero tampoco era tan pequeño como Rachel había dicho, y toda la gente estaba en sus mesas, hablando y riendo, hasta el momento en que las luces se bajaron y un locutor anunció la presencia de la diva, hoy alegremente acompañada por Noah Puckerman. Todos aceptaron.

Quinn observó que cerca del escenario había un gran frasco en donde con el transcurso de las canciones (que no solo eran del reperterio, siempre extenso, de la diva y Puckerman, sino que también muchos pedían sus canciones) la gente se levantaba y depositaba dinero en un gran frasco, que a mitad de la segunda canción fue cambiado por otro del mismo tamaño pero vacío.

Brittany, bailaba sola delante de sus dos amigas, aplaudiendo cada vez que una canción terminaba.

Y Santana no podía sacar la vista de Rachel. La diva, tenía un puesto un jean bastante ajustado que era peor que estar desnuda, se dijo Santana y una remera blanca que si la llegaban a mojar, la latina estaba segura de que todos iban a ver los pechos de la diva. Pero estaba esa vestimenta estaba haciendo demasiadas cosas al cuerpo de Santana, quien después de la quinta canción, se movió hacia el costado del escenario para quedarse ahí hasta que la diva termine de cantar.

"¿Qué le pasa a S?" preguntó Quinn notando que su amiga ahora estaba con la vista concentrada en el escenario, pero al costado del mismo y no había pronunciado una sola palabra desde que sus compañeros habían comenzado a cantar.

"Está enamorada profundamente de Rachel." respondió Brittany, quien seguía meciéndose de un lado para el otro.

"¿En serio?"

"Oh...si..."


Cuando Noah y Rachel terminaron de cantar casi dos horas después. Bajaron del escenario para detenerse al frente de una furiosa latina.

"Berry, vas a caminar el resto de la noche delante mío. A partir de este instante." dijo Santana señalando el lugar justo adelante de ella. No pensaba dejar que el resto de la ciudad de Columbus vea a Rachel con ese jean que no dejaba nada a la imaginación.

La diva, observó a Santana detenidamente y se metió por una puerta al costado del escenario, dejando a Noah completamente asustado al frente de la latina. Si, se la podía llegar a ver furiosa por los pasillos de McKinley, pero no tanto.

Santana, comenzó a mirar para donde se había ido Rachel, al darse cuenta de que como su vista se había concentrado en un punto debajo de la cintura de ella, no prestó atención cuando se marchó.

"¿Dónde está el hobbit?" preguntó casi gritando agarrando a Puckerman del cuello de su remera.

"Estoy acá, Santana." intervino Rachel al volver a aparecer por la puerta que había desaparecido. Ya no tenía más esos jean bien ajustados. Sino que se los había cambiado por unos que le quedaban un poco más sueltos. Santana igualmente se le quedó mirando, mientras ella caminaba en dirección a la barra.

"¡Quinn! ¿Te gustó nuestro show?" le preguntó Rachel sentándose al lado de ella.

"La verdad que si, Berry. Dejaste cantar a Puckerman." dijo Quinn quien en realidad estaba sonriendo.

"Si, es cierto." dijo ella imitando la sonrisa.

"Rachel, ella quiere verte." dijo el barman pasando cerca de ella.

"¡Oh! Ahora vamos. Escucha Quinn, fui una tonta al darme cuenta de que como ahora comparto el escenario con Noah, no puedo agarrar el dinero del bar y salir de clubes para quedarme en la casa de alguien. Así que ahora que nos paguen, vamos a volver directamente a Lima." dijo Rachel mientras le hacía señas a Noah.

"¿Clubes, Berry?" preguntó Quinn entretenida al ver a la pequeña diva dar saltitos tratando de que su amigo le preste atención (quien la había visto la primera vez pero era demasiado gracioso ver aparercer la cara de Rachel entre la multitud, cada cierto tiempo).

"No voy a entrar en detalles, Fabray." respondió ella sacando la lengua.


"¿Qué demonios le pasa a López?" dijo Puckerman mientras se ubicaba entre dos sillas en una pequeña oficina al fondo del local, entre Rachel y Quinn (a quien Rachel le había pedido que fuera así se aseguraban de que recibía el dinero).

"¿Por qué lo decís, Noah?" preguntó Rachel que no entendía nada.

"Después que volviste a salir del lugar donde te cambiaste, me estuvo gritando. No me pregunten sobre que, porque ni siquiera la escuché." dijo él sacudiendo la mano.

"Bueno, yo se menos de ella que uds. dos, así que a mi no me pregunten. Y prefiero quedar fuera de lo que es la ira de Santana López." dijo Rachel.

"¿En serio?" preguntó Quinn.

"No voy a poder mantenerme lejos de Santana ahora que vives en mi casa, ¿verdad?" le preguntó Rachel a Quinn.

"No. Lo siento Berry."

"Bueno, voy a tener que buscar otras cosas para hacer."


"¿Cuánto ganaron?" preguntó Santana mientras salían del lugar donde habían estacionado el auto y comenzaban a seguir el camino de la camioneta de Puckerman que iba, también en dirección a Lima.

"Lo que la mujer le paga a Rachel por tocar una noche por semana, es algo así como 500 dólares, porque como es menor de edad prefiere pagarle más que descontar eso en alcohol. Más, la suma de las propinas hicieron unos 2000 dólares totales, lo cual, Berry antes de dejar la oficina, me entregó." dijo Quinn con la vista puesta en el vehículo de adelante.

"¿Pero el trato no era mitad y mitad?" preguntó Santana.

"Si, pero Berry es así. Es como que te da todo de golpe. Además, es dinero, y dijo que prefería darme su parte ahora que yo estoy viviendo con ella, así cuido al bebé."

"¿Por qué se están deteniendo? Juro que si Puckerman se detiene para poder tener sexo con Rachel lo mato." dijo la latina con la mándibula bien unida al ver que Puck había puesto el guiño.

"San, no se bien que te está pasando, con Berry, pero no se están deteniendo para eso. Hay un restaurante que esta abierto ahí delante, y sé que ellos no cenaron. Estoy segura de que tienen hambre." dijo Quinn quien se giró para despertar a Brittany que se había dormido en el asiento de atrás.

"¡Hobbit! ¿Crees que es saludable que te saltes una comida al día para realizar actos de bondad porque te quieres parecer a Teresa de Calcuta?" gritó Santana cuando estación al lado de la pick-up de Puckerman y bajó al mismo tiempo que Rachel.

La diva, solo suspiró cansada y siguió caminando hacia el restaurante, que era más un antro. Santana, no soportando que ella la ignore, la agarro del antebrazo y la hizo dar vuelta.

"Te estoy hablando, pedazo de ser fantástico escapado de la tierra mieda, lo que menos puedes hacer es responderme." dijo acercando su rostro lo más que podía al de Rachel, mientras todos los demás observaban.

"Me estás lastimando, Santana." dijo Rachel tratando de sacarse de encima la mano de la latina, que estaba apretando muy fuerte su antebrazo.

"San, deja a Rachel. La estas lastimando." dijo Brittany acercándose a su mejor amiga, al ver la cara de dolor de la diva.

Santana, soltó rápidamente su mano del antebrazo y bajó la vista al suelo.

"Puck, es mejor que nosotras continuemos hacia Lima." dijo Quinn indicándole a Brittany que subiera a la latina al auto y que ella iba a manejar.

"De acuerdo, Quinn." dijo el dándole un beso en la mejilla y entrando al restaurante.


"¿Qué diablos fue eso?" preguntó Puckerman cuando ya estaban sentados y esperando su comida.

"No tengo ni la más mínima idea, Noah." respondió Rachel mirando sus manos entrelazadas sobre su falda.

"¿Te lastimo?" preguntó él mirando el brazo de la diva.

"Si, me duele un poco, pero no es nada que Santana no haya hecho antes." dijo ella intentado pensar en que era lo que había pasado.

"Me gustaría saber que le estaba cruzando por la cabeza. Una cosa, es dentro de la escuela, otra cosa es fuera." dijo Noah mientras miraba a la mesera moverse detrás del mostrador.

"La verdad no la entiendo, Noah. Y no sé si alguien puede entenderla."

"¿Qué le estará pasando?" preguntó Noah sin esperar respuesta.

"Creo que está tratando de encontrarse." dijo Rachel ausentemente.


"¿Que diablos fue eso, Santana?" preguntó Quinn cuando ya tenían lejos al restaurante.

"No sé de que me estás hablando, Fabray." respondió la latina, quien estaba tirada en el asiento de atrás, con una mano sobre sus ojos.

"Hace un tiempo que estás pasando los límites con Berry. Ya no es solo tirarle granizados o insultarla o ponerle apodos. Últimamente, te noto más agresiva con ella. Por lo menos, una vez por semana la estás empujando en contra de los casilleros, y bastante fuerte. Cierro mi boca porque no sé como tocar el tema con vos o con ella, pero hoy te pasaste. ¿Cuál es el problema de que me esté ayudando? Por lo menos me dio un techo donde pasar la noche." dijo Quinn.

"Vamos, Fabray. Tu también hiciste todo eso." dijo Santana. ¿Qué le estaba pasando?¿Por qué se enojó tanto al saber que Rachel no había cenado para juntar dinero para Quinn?

"Si, pero nunca le dejé un moretón." dijo Quinn mirando de reojo a Brittany quien no decía ninguna palabra y miraba hacia adelante.

Ninguna de las tres volvió a hablar hasta que llegaron a la casa de Rachel en Lima. Santana intentó quedarse esa noche a dormir en la casa de la diva, pero Quinn se bajó del auto apenas llegó y las despidió inmediatamente.


Rachel y Noah llegaron un rato después, y la diva suspiró aliviada al no ver el auto de Santana estacionado en la casa.

Entraron directamente y se fueron a dormir.


Al día siguiente, Quinn se despertó y vió que la puerta de Rachel seguía cerrada. Así que, pensando que todavía estaba durmiendo, decidió preparar el desayuno para los tres (era bastante probable que Puckerman estuviera dormido en la pieza de los padres de Rachel).

Mientras preparaba todo, alguien abrió la puerta principal y pronto, una Rachel Berry completamente transpirada y vestida con unos pantalones cortos, bien cortos, color rojo y una remera negra, entró en la cocina a buscar un vaso de agua. Quinn, inmediatamente observó el brazo izquierdo de la diva en donde podía ver una marca oscura.

"Buenos días, Quinn." saludó Rachel mientras abría la heladera.

"Buenos días, Berry." respondió Quinn.

"Si me esperas que me dé un baño, bajo rápido a ayudarte a terminar de preparar el desayuno." dijo ella después de tomar un sorbo de agua directamente de la botella.

"¿Te duele, Berry?" preguntó Quinn señalando el brazo de la diva.

"No mucho. Creo que es más visual que otra cosa." respondió ella desinteresadamente.

"¿Por qué te hizo eso, Berry?" preguntó Quinn.

"Cuidado, Fabray. Van a pensar que te preocupas por mí." dijo Rachel sonriendo.

"¿Y qué si lo hago, Berry?" respondió la rubia, también sonriendo.

"Ahí se me acabaron las ideas." dijo Rachel. "Pero respondiendo tu otra pregunta, no sé porque hizo eso y tampoco le iba a preguntar. Últimamente, la noto un poco más agresiva hacia mí y obsesionada con algo. La otra noche, Noah me confirmó que un auto que hace meses se detiene en la calle al frente de casa y se queda horas ahí, es de ella. Nunca se baja del auto, siempre se queda ahí. Y después fui a preguntarle si quería dormir aquí adentro y tiró una de sus frases y se fue."

"Eso es raro." dijo Quinn al escuchar lo que Rachel decía.

"Y bueno. Soy Rachel Berry, demasiada suerte tengo de que vos aceptaras quedarte conmigo y de que Noah haya vuelto a ser mi amigo." dijo bajando la vista al suelo. "Me voy a dar un baño y vuelvo." agregó saliendo de la cocina rápidamente.

Mientras Quinn terminaba de preparar el desayuno, Noah bajó las escaleras frotándose los ojos y los dos esperaban a Rachel que termine con su baño. Quinn, recogió el períodico que había llegado unos minutos después que la diva y estaba leyendo una editorial cuando su celular vibró en la mesa. Al mirarlo, era un mensaje.

"¡Hola Quinn! ¿Podemos hacer algo hoy, en la casa de Rachel? Yo no tengo ganas de ir de compras y San no está muy comunicativa. Además, pienso que es mejor que comencemos a conocer a Rachel un poco más."

Brittany siempre tenía sus formas de lidiar con los problemas y conocía a la gente más que a sí misma. En ese aspecto era bastante inteligente, pensó Quinn.

"Le pregunto a Berry cuando termine de ducharse, Britt. Si Santana viene, espero que prometa comportarse. Tendrías que ver el moretón que le dejó en el brazo."

Quinn no se sentía orgullosa por lo que le había hecho a la diva en el pasado, pero si ella la aceptaba en su casa así nomás, iba a convertirse en mejor persona. Pero además, como ella le había dicho a Santana, nunca había recurrido a la violencia física para humillar a Berry.

"Si, le hice que me prometiera que se iba a comportar. No le gustó mucho, pero quiere pasar el día con vos."

Rachel bajó unos minutos después y Quinn tocó el tema.

"No hay problema Quinn, no creo que pase mucho tiempo del día de hoy dentro de la casa." dijo Rachel quien miraba a Noah tratando de comunicarle algo.

"Quiero que sepas que esas dos son capaz de venir en el momento en que les avise que dijiste que si y no se van a ir hasta bien entrada la noche. Es domingo." Le dijo Quinn.

"Nosotros nos vamos a ir apenas termine con el desayuno y probablemente regresemos para la hora de la cena." dijo Rachel.

"¿No te molesta que Satán entre en esta casa?" preguntó Puckerman.

"Si no la dejo entrar, a partir de mañana, mi vida en McKinley va a ser más difícil de lo que es hasta ahora. Si la dejo entrar, probablemente las cosas se mantengan igual. Aunque con ella no se sabe." Respondió la diva, levantándose y levantando lo que usó para después levantar la mesa por sus acompañantes y ponerse a lavar.

Noah y Quinn solo la observaban.


Fiel a su palabra, Rachel se fue apenas terminó de lavar los platos, pero pidiéndole disculpas de antemano a Quinn por haber cerrado con llave la puerta de su habitación. A Quinn no le molestó demasiado eso, sino que más bien le molestó a Santana (cuando llegó junto a Brittany cinco minutos después de que Puckerman y Berry se hubieran ido) y quizo entrar a la habitación de la diva.

Después de que entre las dos rubias la convencieron, bajaron al living y pasaron todo el día tiradas en los sillones y viendo televisión, películas (sorprendentemente Rachel no poseía solo musicales) y levantándose únicamente para ir al baño o buscar algo para comer.

"Noah, tengo hambre." se quejó Rachel cuando entraban en la casa, casi a las 7 de la tarde.

"Eso te pasa por no haber comido nada en el almuerzo." respondió él

"Ahí no tenía hambre. Tengo hambre ahora." dijo entrando al living y viendo a las dos porristas y una ex porrista mirándola.

"Igual tendrías que haber comido algo. Gastaste muchas energías después." dijo Noah frenándose en seco al ver la cara de las otras tres.

"Santana, Brittany, Quinn, buenas noches. ¿Cenaron?" preguntó Rachel. Se había olvidado que las dos porristas iban a estar en su casa. Solo hizo contacto visual con Brittany y Quinn, evitando mirar a la latina para no irritarla. Pero, ella no sabía que eso precisamente era lo que la irritaba.

"¿Qué pasa Berry? ¿El hecho de que vivas completamente sola porque tus fabulosos papis no te quieren hacen que gastes poco dinero y comas una vez al día?" dijo Santana con bastante veneno en la voz. ¿Por qué no la miraba?¿Acaso era tan fea como para que Berry no pusiera sus ojos en ella?

"¡Santana!" gritaron Quinn, Brittany y Puckerman al mismo tiempo. Aunque Quinn y Brittany no sabían lo que pasaba entre la diva y sus padres, ellas habían respetado las palabras que Puckerman le había dicho a Quinn un par de noches antes.

"¿Qué?" respondió Santana, cada vez más enojada porque Rachel ni siquiera después de lo que dijo la miró, solo se quedó ahí, quieta mirando el piso. "¿Acaso no es cierto? En esta casa es obvio que ha vivido solo una persona. ¿Dónde está la fabulosa pareja gay que se asentó en Lima?" Siguió diciendo sin sacar los ojos de Rachel. Ella solo tenía que mirarla.

"Noah, ya se me acabó el apetito. Me voy a ir a la cama. Hasta mañana a todos." dijo la diva manteniendo la vista en el piso y caminando hacia las escaleras, para desaparecer.

Puckerman hervía de furia, pero sabía que Rachel no le gustaba que resolvieran problemas con la violencia, así que decidió volver a su casa.

"Quinn, voy a estar esta noche en mi casa. Rachel te consiguió un turno con el obstreta para ver si todo esta bien para el día martes. No me preguntes como lo hizo, porque no lo sé." dijo mirando a la madre de su hijo.

"Ah, ¿Hoy no vas a dormir con el hobbit, Puckerman?¿Qué pasó? ¿La dejaste tan adolorida en estos dos días para que no le puedas meter más lo que tenés entre las piernas a ella?¿Se la metiste por cada uno de sus agujeros?" dijo Santana.

Nadie pudo creer lo que pasó a continuación. El sonido de una cachetada se escuchó por toda la habitación y mientras la mejilla de Santana comenzaba a ponerse colorada, la mano de Brittany volvía a ubicarse al lado de la rubia más alta.

"¿Brittany?" preguntó Santana mirando a su amiga y llevando una mano a su mejilla.

"Yo no sé que mierda es lo que te pasa con Rachel, pero espero que comiences a darte cuenta de que si seguis recurriendo a tus defensas, ella no te va a prestar la atención que vos querés que te preste. Ya que sos tan mala y decís tantas cosas para hacerla sufrir, espero que de una vez por todas admitas lo que sientes por ella. Y espero que ese momento no sea tarde. Porque si seguís así, ella no te va a dar ninguna oportunidad. Y además, sé muy bien que Rachel no se acostaría con Puck porque sino no hubiera invitado a Quinn a vivir en esta casa. Ni siquiera está siguiendo a Finn por todos lados." dijo la rubia a quien todos creían tonta, enojada con su mejor amiga. "Y ahora me voy y no quiero saber de vos, San, hasta que te des cuenta de todo lo que hiciste y dijiste hoy. Además de que me rompiste una promesa." añadió antes de saludar a Quinn con un beso en la mejilla y pedirle a Puck que la lleve a la casa.

"Y yo, te voy a pedir que te vayas de esta casa San. Creo que Brittany acaba de decir muchas cosas que no creíste que fuera ella quien las notara. Por lo menos, yo no lo hice y por la cara que puso Puck, él tampoco." dijo Quinn.

"¿No puedo quedarme?" preguntó suavemente la latina.

"No creo que sea bueno para Rachel." respondió Quinn.

"¿Ahora nos preocupamos por el hobbit?"

"Si, estás cruzando el límite San. Ella nunca te hizo nada."

"Como sea. Me voy de acá antes de contagiarme de concienticitis." Y se levantó del sillón, para quedarse mirando la casa de la diva desde su auto.

¿Qué había hecho?¿Por qué no podía controlar la ira y los celos cuando estaba en presencia de la diva?¿Por qué no la había mirado? Eso era lo que más le molestaba a Santana. Rachel no la había mirado en ningún momento y ella, cuando le dio la idea a Brittany de pasar el día en casa de la diva haciéndole compañía a Quinn, lo hizo pensando en que podía acercarse a ella y se vistió extremadamente sexy. Y Rachel no la había mirado. Ni una sola vez.

Santana esa noche lloró, pero no hizo la promesa de todos los días. Sabía que no servía de nada.


"¿Ya se fueron?" preguntó Rachel asomando su cabeza por la puerta de la cocina, mirando a Quinn.

"Hace dos horas." respondió la rubia, aliviando el miedo que había sentido. "¿Estás bien?" le preguntó.

"Si, no es nada que no haya escuchado antes de su parte." respondió ella entrando en la cocina. "¿Comiste algo?" le preguntó.

"No, tenía la esperanza de que bajaras y siguieras con hambre." respondió Quinn. Ella se había movido a la cocina a tomar un té, y pensó en las palabras que Brittany le había dicho a Santana. Y no era demasiado difícil darse cuenta de que la latina se estaba comportando como un niño en el jardín de infantes, cuando le gusta una niña.

"¿Pedimos una pizza?" preguntó Rachel contenta porque tenía alguien con quien compartir algo para comer.

"Si. Es buena idea."

"No creas que siempre pido comida, generalmente siempre estoy sola, así que me cocino. Pero me alegro de que por lo menos estés conmigo esta noche así podemos pedir algo." dijo Rachel mientras marcaba el número de la pizzería.

"¿Nunca te preguntaste por qué Santana es así contigo?" preguntó Quinn cuando ella terminó de hablar. Sabía que Rachel era más inteligente que todo Glee juntos y sabía que se había dado cuenta.

"Tengo mis teorías." dijo Rachel sentándose al frente de Quinn.

"¿Puedo conocerlas?" preguntó la rubia.

"Si, no tengo porque ocultarte las cosas. La primera, es que me odia tan profundamente que no puede evitarlo."

"¿Y la segunda?"

"La segunda es que no me odia para nada y no sabe como manejar ese sentimiento conmigo y recurre a levantar todas esas defensas y hacer y decirme todas esas cosas para no demostrar que siente algo por mí. Además, de que está completamente aterrorizada de que todos sepan de que siente algo por Rachel Berry, el piso de la pirámide social de McKinley."

"Guau. ¿Cuánto tiempo le dedicaste a pensar eso?"

"No mucho, solo unos segundos. Realmente intento no ahondar en esas cosas." respondió la diva antes de levantarse a contestar la puerta, ya que el timbre había sonado.

Mientras comían, Quinn estudiaba a la diva y un montón de preguntas le venían a la mente.

"¿Cómo te sentirías si tu segunda teoría es correcta?" preguntó cuando juntó el coraje suficiente.

"Creo que bien, no sé. Santana es...bueno, es Santana, pero puedo ver que hay más allá de lo que ven los ojos. No creo que si está enamorada de alguien sea violenta y cruel como lo es ahora. Creo que por ahora el miedo y la popularidad la mantienen así. Y es como que estuviera encerrada, encerrada en un lugar en donde no quiere estar. Ella tendría que encontrar la forma de ser libre." dijo Rachel sorprendiendo a la rubia por la profundidad de las palabras, además, de que no había dicho nada malo en contra de la latina a pesar de todo.

"¿Cómo lo hacés?¿Cómo soportás el hecho de que todos te lastimen y seguís adelante?" preguntó Quinn.

"Creo en las segundas oportunidades y sé muy bien lo que el rencor les hace a las personas. Así que aprendí a olvidar y a perdonar. No quiero consumirme por dentro y ser una persona amargada el resto de mi vida por juntar rencor en contra de todas las personas que me hacen o me dicen algo malo, Quinn. Una parte es porque tendría que odiar a todo el mundo y la otra parte es porque no me hace bien. Si Santana algún día llegase a ser sincera, primero consigo misma y después conmigo, yo le voy a dar una oportunidad. Todos sabemos que no tengo amigos, prácticamente. Así que tampoco me molesta llevarme bien con la gente." dijo Rachel despacio, pensando cada palabra.

"¿Por eso me invitaste a vivir en tu casa?" preguntó Quinn. "¿Por qué no guardas ningún rencor en mi contra y me estás dando una segunda oportunidad?" estaba completamente sorprendida de la bondad de la diva.

"Por eso y porque conozco a la mamá de Noah. Sé que no debe haber sido muy fácil para vos pasar un par de meses ahí. Sarah es muy volátil, incluso más que Santana. Y también sé que dormir en un colchón en el sótano no es saludable para una mujer embarazada. Sea lo que sea que decidas con respecto a ese bebé, estoy segura de que quieres que sea saludable."

"No eres tan egoísta como todos piensan." dijo Quinn más para sí misma que para Rachel, quien ya había terminado de comer.

"Nadie se tomó el tiempo de conocerme, Quinn. Todos suponen las cosas y juegan a destrozarme después. Nadie se acerca a preguntarme que es lo que pienso."

"¿Es por eso que explotaste el otro día con Schuester?" preguntó Quinn, ahora que sabía un poco más de Rachel, quería conocer un poco más de la actitud de Rachel.

"El otro día con el sr. Schuester me cansé. Terriblemente. A mi me tiran granizados a diario, me insultan a diario, incluso las demás personas que están conmigo en Glee. Esa mañana, Schuester fue testigo de una lluvia de granizados que me tiraron miembros del equipo de football y unas porristas. ¿Sabías quiénes eran esas porristas?" preguntó Rachel recibiendo como respuesta una negación con la cabeza por parte de Quinn. "Mercedes y Kurt. Ellos dos y Karofsky y Azimo, me tiraron dos granizados cada uno y el sr. Schuester vio todo. Y no hizo nada. Bueno, si hizo, vino a decirme que era mi culpa por no trabajar en equipo. Por eso exploté, por eso me cansé. Él no me permite trabajar en equipo. Después de Glee siempre me quedó con él rogándole que les dé una oportunidad a los demás, y el me dice que va a ver. "Ya voy a ver, Rachel" repite una y otra vez. Y cuando termino de decirle mis razones, me pide que prepare dos o tres canciones para la clase siguiente."

"¿En serio?" preguntó Quinn sorprendida.

"Oh, si. Yo soy la que no trabaja en equipo, pero solo lo hago porque él me lo pide. Entonces, el viernes, realmente me cansé, como te dije, y fui a Glee y dije todo al frente de todos uds. Ya no me voy a quedar más después de hora para que el obtenga ideas a mi favor y encima me de la orden de preparar canciones y destruirme apenas levanto la mano en la clase siguiente, solo por acatar sus órdenes." dijo Rachel mirando a Quinn

"Yo sabía que no toda esa cantidad de canciones provenía de Rachel Berry." dijo Quinn sonriendo. Ahora incluso entendía mucho más a la diva.

Se fueron a dormir tarde, a pesar de que al día siguiente tenían clases. Quinn se había olvidado de que Rachel y Puckerman habían desaparecido todo el día.