La verdad es que voy a pasar de dar excusas porque... no las tengo! Iré siempre a por la inspiración, pero bueno, creo que nos pasa a todos! Aún así no justifica que haya dejado este fic de esta manera, y lo lamento tanto! Voy a aclarar que va parecer que tendrá muchos capítulos y que va muy lento, pero no va a tener muchos (creo que no pasarán de los 25) y la historia se desarrollará de una manera completamente diferente a las que esperáis... o eso espero xD

Estoy un poco cansada de ver la típica relación de amor/odio entre Ranma y Akane, así que pensé... por qué no tener una relación amistad/amor? xD seguro que es más interesante, sobre todo entre estos dos :33 me gustan más ese tipo de relaciones XD Bueno, ya, me callo D: es cap es algo más cortito que el anterior, lo siento ): Vale, os dejo el cap!

Disclaimer: Ranma 1/2 y sus personajes no me pertenecen, son propiedad de Rumiko Takahashi. Únicamente Maehara, Takaishi y Yamato son míos, lo dejo claro xD Enjoy it!


3. ¿Akane y Kane? Conflictos amorosos

Akane se encontraba frente a su rival, con una mirada retadora. Sus ojos estaban clavados en los de Kodachi, que mantenía su furia y su aborrecimiento hacia la peli azul.

—Tendo Akane —soltó Kodachi con un tono de voz irritante—. ¡Morirás!

Una gota resbaló por la cabeza de Ranma y finalmente suspiró… no, no esto no podía estar pasando. Kodachi exageraba con respecto a él, no era necesario ponerse así por alguien como él, que nunca le prestó atención.

—¿Morir? Ah… ¿y quién me matará? —preguntó Akane alzando una ceja en señal de burla. Kodachi apretó los dientes, estaba tan furiosa que cualquier tontería de la chica iba a ser pagada muy caro… ¡estaba segura de ello!

—Me pregunto que estará pasando por la cabeza de esa chica —susurró Yamato con una gota en la cabeza mientras miraba a Kodachi. Ranko tan solo puso una sonrisa nerviosa y dijo:

—Créeme… no quieras saberlo.

Akane y Kodachi se miraron fijamente por unos instantes, no apartaban la mirada la una de la otra, con una mirada seria y decidida, retadora. Esperaron así unos segundos, hasta que la peli azul deshizo su posición de combate, ante la atónita mirada de todos, y dijo:

—Tengo hambre…

Todos cayeron al suelo al oír eso, ¿tanta seriedad y de repente suelta eso?

—¡¿Acaso es lo primero que se te ocurre decir?! —le gritó Ranma. Akane frunció el ceño y le devolvió el grito:

—¡Tengo hambre! ¡¿Es un delito o qué?!

—Vas… ¡vas a morir! —gritó Kodachi mientras movía su cinta para intentar darle, pero Akane la dio esquivado sin problemas. La peli azul la observó por un momento y contestó:

—Déjalo… aún te duele el hombro, y creo que por un tiempo no lo podrás mover como antes, así que no lo fuerces.

Kodachi bajó el brazo de repente y se agarró de nuevo el hombro… empezaba a dolerle de nuevo. Aún así, la chica no iba a darse por vencida, ¡derrotaría a esa plebeya como se llamaba Kodachi Kuno! ¡Por su orgullo que iba a hacerlo! Levantó el brazo con esfuerzo, aún para sorpresa de Akane, pero después la peli azul sonrió… puede que Kodachi estuviera loca, pero tenía espíritu de guerrera y no abandonaba por algo tan simple como un dolor de hombro.

Las dos se miraron fijamente, aunque Akane intentaba que su estómago no gruñera pidiendo comida, pero su mente estaba concentrada en el próximo combate que iba a desatarse.

—¡Wa! ¡Otra vez se van a enfrentar! Esto no me lo pierdo…

—El combate de antes estaba genial, Tendo tiene una fuerza increíble.

—Y yo que creía que nadie superaba a Kodachi…

—¡Vamos! ¡Ánimo Tendo!

—¡Yo animo a Kodachi! ¡Venga!

Los gritos de los alumnos no desconcentraba a ambas, seguían mirándose fijamente. Ranma miraba la escena con cansancio… si intentaba meterse en el medio muy bien parado no iba a salir.

—¿No las detendrás? —preguntó Ryoga al lado de su amigo. Ranma le miró de reojo y contestó:

—Bueno Ryoga, ¿crees que me escucharán?

El pelinegro de la banda asintió y suspiró, Ranma tenía razón, seguro que por mucho que Ranma dijera iban a pasar de él.

Tanto Akane como Kodachi se miraban fijamente, analizándose mutuamente. Cuando Akane deslizó su pie izquierdo hacia atrás, eso hizo que Kodachi lo tomara como el inicio del combate. La pelinegra movió su cinta hacia su oponente, aunque no se movía tan bien ya que utilizaba el otro brazo.

La peli azul sonrió y empezó a esquivar la cinta una y otra vez.

—¿De verdad es todo lo que sabes hacer? ¿Mover una pequeña cintita? —preguntó Akane con burla, esquivando fácilmente los ataques de la chica. Kodachi la miró con odio y movió su cinta con más fuerza.

—¡Vaya! Es buena… —susurró Ranko con una sonrisa—. ¡Ánimo Akane!

—Sí que lo es —dijo Ranma con una pequeña sonrisa, después una gota resbaló por su cabeza—. Aún así no sé si será bueno que ande buscando pelea por donde va…

Kodachi jadeó con cansancio y dejó de mover su cinta cuando Akane esquivó el último ataque con gracilidad. Esa chica era muy buena, pero nunca lo reconocería, nunca la superaría a ella. Tensó de nuevo su cinta y Akane lo notó, pero creía que ya era hora de acabar, se moría de hambre y esa chica retrasaba la hora de comer.

—¡¿Qué está pasando aquí?!

Akane se sobresaltó al oír esa voz y miró hacia atrás a ver quien dijo eso. Kodachi sonrió maliciosamente y con su cinta agarró el pie de Akane en ese momento de distracción, lanzándola con fuerza hacia el instituto.

La peli azul salió volando sorprendida por el juego sucio de su rival y se fijó que iba en dirección hacia la pared del edificio que era el instituto. Dio media vuelta en el aire y sus pies se apoyaron contra la pared, seguidamente se impulsó hacia delante e hizo una voltereta para aterrizar de pie.

—¡Maldita loca! ¡Eso fue sucio! —gruñó la peli azul con el ceño fruncido.

—Un día de estos me lo pagarás todo junto, plebeya… ¡y mi caballo salvaje será solo mío! Jojojojo~

Entre esas risas y pétalos de rosas negras que a saber de dónde salían, la chica desapareció, dejando a una Akane extrañada y a un Ranma completamente deprimido y derrumbado… ¿acaso nunca se olvidaría de él o qué?

—Eso… fue extraño —susurró Yamato bastante sorprendido. Ranko le puso una mano sobre el hombro en señal de apoyo y dijo:

—Tranquilo, te acostumbrarás.

Akane miró hacia los lados para saber quién había gritado aquella pregunta que le había hecho perder la concentración.

—¿Te encuentras bien? —preguntó Ranma acercándose a la peli azul algo preocupado. Akane le miró y se sonrojó levemente, después asintió con una sonrisa.

—¡Por supuesto! No te preocupes, ni que esa estúpida pudiera hacerme algo. Por cierto… ¿quién fue el que gritó?

Ranma desvió la mirada hacia un lado con el ceño fruncido y Akane miró en aquella dirección. Todos los alumnos miraron con miedo al profesor que se acercaba lentamente hacia donde estaba Akane con el entrecejo bien fruncido. Era fornido y alto, la verdad es que imponía bastante. Sus ojos verdes estaban clavados en Akane y Ranma, que los miraba como si fueran basura inservible. Akane hizo una mueca de desagrado al percibir eso.

—Maehara-sensei… —susurró Ranma tan bajo que apenas se le escuchó, pero Akane tuvo suerte de oírlo. Aquel hombre supuestamente era un profesor llamado Maehara.

—Es extraño que cada vez que haya un lío, no estés involucrado, Saotome… —gruñó con voz fuerte y nasal, Akane solo se estremeció levemente al oírla. Ranma apartó la mirada hacia un lado, con evidente desprecio hacia el profesor—. ¿Y ella quien es? ¿Tu amiga? No me extraña entonces que sea otra alborotadora como tú.

Akane frunció el ceño ante la actitud de aquel hombre, por lo que dio un paso hacia delante, abriendo la boca para decir algo… pero Ranma se le adelantó.

—Ella no tiene nada que ver conmigo —soltó Ranma fríamente. Akane sintió como si pecho se encogiera al oír eso y miró hacia Ranma bastante sorprendida.

—¿Nada que ver contigo? —preguntó el hombre viendo como Ranma agarraba el brazo de Akane. El pelinegro soltó el brazo de la peli azul rápidamente y susurró:

—Solo la he ayudado porque va en mi clase… nada más.

Maehara suspiró y sonrió cínicamente, a Akane ese hombre no le estaba gustando nada… pero la actitud de Ranma aún menos, eso sí que no se lo iba a perdonar.

—La próxima vez procurad no hacer escándalos así… es molesto tener que tratar con alumnos problemáticos como vosotros —acabó diciendo Maehara, dándose la vuelta para dirigirse hacia dentro del edificio escolar.

Todos se quedaron quietos y paralizados, observando como el hombre desaparecía de sus vistas, realmente lo agradecían. No tardaron mucho en volver a sus cosas y el bullicio se extendió otra vez por el patio del instituto, recuperando la normalidad.

Akane permanecía con cara seria y un poco sombreada, ocultando con su cabello parte de sus ojos y de su cara. La situación por la que había pasado no le había resultado nada agradable.

—¿Akane? —preguntó Ranma preocupado al ver su expresión—. ¿Estás bien…? —el pelinegro extendió su mano para tocarla, pero ella la rechazó dándole un manotazo, sorprendiendo a Ranma.

—No tengo nada que ver contigo, ¿no? ¡Ni me toques! —gritó la peli azul enfurecida, dándose la vuelta y salió corriendo de allí, dirigiéndose hacia el campo y sentándose sobre la hierba, donde más adelante practicaban más alumnos beisbol—. Estúpido Ranma… ambos estamos en contra del compromiso, cierto… pero al menos pensaba que podríamos ser amigos…

Akane oyó unos pasos detrás de ellas y se encogió mientras fruncía más el ceño, pensando que era Ranma.

—Creo saber la razón porque la que te enfadaste…

Era no era la voz de Ranma. Akane giró la cabeza y vio a Ranko, mirándola con su brillante cabello pelirrojo casi cegándola al sol. La chica se sentó a su lado, mirando también en dirección a la práctica de beisbol. Permaneció un momento callada, con una expresión seria que no parecía muy típica en ella.

—Os conocéis desde ayer, ¿verdad? Ranma y tú, me refería —comentó Ranko, Akane asintió con un gesto seco en la cabeza—. Aún así parece que te tiene aprecio, supongo que no está acostumbrado a tener amigas, siempre tuvo más amigos.

Akane le miró de reojo, a pesar de lo que decía Ranko, no le parecía justificable que dijera que "no tenía nada que ver con él". Al menos eran amigos, ¿no?

—¿Y tuvo que decirme que no tenía nada que ver con él? —gruñó la chica tumbándose en el césped, soltando un gran suspiro—. Pensé que podíamos ser amigos.

—Ranma lo dijo para protegerte…

Akane se sorprendió y se incorporó, viendo como Ranko seguía con su expresión seria. La conocía de ese mismo día, pero estaba segura de que la pelirroja decía la verdad.

—¿Qué quieres decir con eso?

—Bueno… —Ranko parecía nerviosa y miró hacia los lados—, ya viste a Maehara-sensei… le tiene demasiada manía a Ranma y… pues… —la pelirroja soltó un suspiro pesado poniendo cara de pena—. Varios amigos de Ranma fueron expulsados por culpa de Maehara-sensei…

Akane se quedó estática y miró a la pelirroja, que permanecía con esa expresión de pena y vergüenza, como si ella no hubiera podido hacer nada por los que habían sido expulsados.

—Pero… ¿qué hicieron?

—Nada —contestó Ranko con tono seco y cortante. Akane se quedó extrañada.

—Entonces ¿por qué…?

—Aún tenemos tiempo y voy a contarte algo —susurró Ranko mirando hacia delante—. Escucha, hace tiempo Maehara-sensei ingresó como nuevo profesor en el Furinkan. Nosotros aún no estábamos en bachillerato, nos faltaban dos años para eso y él mostró una faceta amable y, supuestamente, comprensible. Pero era una fachada que se cayó en muy poco tiempo. Es un hombre competitivo y seco, dispuesto a ser el primero en todo y que sus alumnos sean los que se lleven las mejores notas de todo el instituto, que sean los que ganen las competencias deportivas y todo lo posible para quedar de primeros. Maehara-sensei lo estaba consiguiendo, ganaba en todo… menos en las competencias deportivas.

Akane se había metido en la historia y se había quedado escuchando a la pelirroja, mirándola fijamente.

—¿Por qué no las competencias deportivas? —preguntó curiosa la peli azul. Ranko mostró una sonrisa radiante de un momento a otro, sorprendiendo a su compañera.

—Porque teníamos a Ranma.

Akane se quedó sorprendida, pero después se dio cuenta de que el chico parecía bastante estilizado, como si llevara un largo tiempo haciendo ejercicio o simplemente pareciera muy bueno en ello.

—Ahora que lo mencionas… sí que parece bueno en los deportes.

—Lo es —siguió Ranko—. Mi primo es genial, siempre le admiré mucho. No parece tener mucha suerte con los estudios, pero no es malo, es muy inteligente… pero es un vago de cuidado. Lo que pasó es que Maehara-sensei iba ganando terrero sobre todos los cursos y al que más manía le tenía era a Takaishi-sensei, quien le tocó ser nuestro tutor este año, pero siempre había actuado como tal, somos como "su clase". Le queremos mucho y él nos quiere a nosotros, es como un padre preocupado por sus hijos.

Akane también sonrió al ver la feliz sonrisa de Ranko, la verdad es que Takaishi no le había parecido nada desagradable. Solo llevaba ese día de conocerle, pero se podía ver que todos los alumnos le querían mucho, no parecía haber ninguno descontento con él.

—El caso es que… Takaishi-sensei era el único que podía ver a través de la sonrisa de Maehara-sensei y sus intenciones, por lo que se cogieron manía mutuamente. Cuando llegó el festival cultural, Maehara-sensei estaba dispuesto también a ganar… utilizando incluso si hacía falta que sus alumnos usaran trucos sucios, pero no dio resultado y nuestra clase ganó la competencia deportiva gracias a alguien en particular: Ranma. Maehara-sensei le tiene cruzado desde entonces. Ranma se había intentando poner en serio en los estudios después del festival cultural ese mismo año y, gracias a sus esfuerzos, conseguimos puntos suficientes para que ganáramos terreno. Nuestra clase con nuestros alumnos fue la mejor y dejamos a Maehara-sensei de segundo.

La historia parecía algo larga, sin embargo a Akane le estaba enganchando y ahora mismo empezaba a cobrar sentido las miradas de Maehara-sensei sobre Ranma y viceversa. Suspiró mirando hacia el suelo, sintiéndose algo mal por gritarle a su amigo.

—¿Sabes? Maehara-sensei le cogió tanta manía a Ranma, que le atacaba de manera indirecta. Cualquier falta que veía, intentaba utilizarla en su contra para la expulsión. Todos en nuestra clase somos muy amigos unos de otros, por lo que algunos se enfrentaron a Maehara-sensei, echándole en cara su comportamiento… por supuesto el vistió esas acusaciones con algo más grave y, gracias al apoyo de sus alumnos, que los tiene atemorizados, consiguió ya expulsar a cinco chicos de nuestra clase.

—¡¿Cinco?! —gritó Akane indignada, había escuchado suficiente como para empezar a odiar ese hombre. Ranko asintió, apenada y consternada.

—Nuestros compañeros empezaron a coger temor sobre Maehara-sensei si se acercaban mucho a Ranma, así que intentan ahora mantener algo las distancias y no se lanzan como antes a defenderle. Por supuesto, Ryoga, Nabiki y yo estamos completamente en contra de darle la espalda, estaremos ahí para defenderle de cualquier cosa… y no conseguirá que nos expulse, lo tengo claro.

La seguridad con la que Ranko había dicho eso, hizo que Akane asintiera inconscientemente, dándole la razón. La pelirroja sonrió y le puso una mano en el hombro.

—Ranma no quiere que Maehara-sensei piense que estás relacionada con él, por eso dijo que no tenías nada que ver con él.

La peli azul se sonrojó levemente tras lo que dijo. ¿Lo había hecho por… protegerla? Era la primera vez que un chico se encargaba de protegerla, aunque solo fuera por una tontería como esa. Aún así, una rabia interna estaba dentro de Akane, ardiendo en su pecho y haciendo una llama cada vez más y más grande.

—Me cabrea ese hombre…

—Lo sé, a ti y a cualquiera.

Ambas se quedaron mirando fijamente hasta que Ranko se levantó, de un salto. Solo entonces Akane se sorprendió y logró observar lo increíblemente liviana que parecía ser y lo ligera que se movía. La pelirroja le extendió una mano y Akane aceptó.

—Es hora de volver con el resto, ¿no? Ranma se quedó preocupado por ti e iba a venir, para ya le dije que venía yo a por ti —comentó la pelirroja con una sonrisa burlona al ver que Akane se había ruborizado.

—¡C-Cállate!

—¿Akane? —preguntó Ranma al ver que la peli azul volvía con Ranko, quien parecía mucho más calmada. La chica le miró y le sonrió levemente, haciendo que Ranma se tranquilizara automáticamente.

—Ranko me ha explicado lo que te pasó con ese tal Maehara —susurró Akane mirando los ojos azul-grisáceos del chico. Ranma le dedicó una mirada envenenada a su prima, quien se ocultó detrás de la peli azul—, así que entiendo un poco la situación. Lamento haberte gritado y haberte tratado así.

Ranma se quedó estupefacto al ver que ella se ruborizaba levemente, consiguiendo que él también se ruborizara. Nabiki sonrió de oreja a oreja y silbó sonoramente. Ranma y Akane se sonrojaron más y miraron a la castaña de mala manera. Antes de que ella dijera algo, notó que el estómago le rugía con fuerza, entonces recordó el hambre que tenía.

—Quiero… comer algo… —comentó la peli azul con tono moribundo, todos le miraron con una gota en la cabeza.

Exagerada… —pensaron todos mirándole de reojo.

En la cafetería…

Akane llevó una mano a su estómago, que empezó a rugir con fuerza en cuanto vio algunos pastelitos que había en la cafetería. Se le hacía la boca agua con solo verlos.

—Estás encharcando el piso —comentó Ryoga con una sonrisa burlona. Akane se sonrojó ante ese comentario y murmuró:

—Ah… mejor compro alguno.

—Sí, será mejor —dijo Ranko con una sonrisa—. Imagínate que te sigues babeando y pasa alguien por ahí, no lo ve y… ¡paf! Se parte la cabeza.

Una gota resbaló por la cabeza de los presentes y miraron a la pelirroja como si fuera el bicho más raro del mundo.

—Tienes demasiada imaginación, Ranko —susurró Ranma mientras daba un suspiro. Nabiki asintió al lado de su hermano y lo apoyó:

—Cierto, mucha imaginación.

Akane miró hacia la castaña y vio que tenía un batido en las manos, mirándoles con una sonrisa. La peli azul puso cara de poco amigos en cuanto se acordó de la faena que les había jugado Nabiki.

—Por cierto… no quiero que me vuelvas a involucrar con la novia loca de Ranma, es desesperante —susurró Akane con el ceño fruncido mirando con furia a Nabiki. Ranma frunció el entrecejo y exclamó:

—¡No es mi novia! ¡Creo que eso quedó demasiado claro!

—No niegues lo obvio, Ranma —dijo Ryoga con una sonrisa burlona. El pelinegro lo fulminó con la mirada y gruñó:

—Estás muy graciosillo hoy…

Ryoga se encogió de hombros y Yamato rió por lo bajo, era un grupo de lo más entretenido. El grupo se sentó en la mesa del centro, dispuestos a comer.

—Sigo pensando que es una pérdida de tiempo venir al instituto —refunfuñó Akane por lo bajo. Ranma suspiró y dijo:

—No empieces otra vez…

Nabiki sonrió y se acomodó en su asiento, aún medio riéndose de lo que había pasando minutos atrás.

—Me pregunto cuánto tardará Kodachi en recuperarse y volver a atacarte, parece tenerte bastante manía —la mirada fulminante que le lanzaron Ranma y Akane hizo que una gota de nerviosismo resbalara por la cabeza de Nabiki—. Oh vamos, ¿por qué os ponéis así conmigo?

—¡¿Por qué me pongo así?! —preguntó histérica la peli azul mientras se levantaba de su asiento y la señalaba con dedo acusador—. ¡Una loca histérica me está persiguiendo porque supuestamente soy una plebeya que anda muy cerca de su "novio" y, por si fuera poco, una maldita desgraciada vende fotos de su hermano y le revela que soy la prometida de su "novio" solo para diversión propia! ¡Pregúntame otra vez porque me pongo así!

—Pero bueno, Akane… solo fue una novatada —dijo Nabiki son una sonrisa burlona, después miró a su hermano—. Aunque me ha sorprendido la manera en la que me ha mirado mi hermanito. ¿Acaso también estás molesto? Qué lindo, ya empiezas a preocuparte por tu prometida…

Un evidente sonrojo cubrió las mejillas de Akane y de Ranma, bajo los silbidos de Ryoga y Ranko… definitivamente sabían avergonzar a los demás. Maldita Nabiki y su lengua afilada de víbora.

—¡No es por eso! —gritó Ranma avergonzado mientras golpeaba con sus manos la mesa. El refresco de Ranko tembló y por poco se cae, sin embargo Yamato lo dio detenido y se lo entregó a la pelirroja, quien se sonrojó al ver su sonrisa y le dijo un tímido "gracias".

—¿No? Cualquiera diría que sí —susurró Ryoga con cierto deje de burla. Ranma le fulminó con la mirada y replicó:

—¡No estoy hablando contigo, chico perdido! —después volvió la vista hacia su hermana—. ¡Y te digo que no es por eso! ¡Solo que estoy harto de todo esto! ¡Te pedí que dejaras de vender fotos mías y no hicieras que Kodachi me asediara! Pero ni eso das hecho…

Los demás se rieron al ver la expresión del chico de pelo negro aunque debían admitir que le daban algo de pena… a excepción de Nabiki, claro, que mientras pudiera sacar un poco de dinero se sacrificaría por torturar a su pobre hermano.

Y Akane… pues ella seguía engullendo los pasteles que había comprado.

El resto del día de instituto había sido lo que se consideraba normal. Akane se sintió satisfecha por su compañera de pupitre, Saotome Ranko, que a pesar de parecer la versión femenina de Ranma (y eso le daba algo de mal rollo), al final pudo acostumbrarse a ella. Era divertida y muy alocada, pero buena chica al fin y al cabo. Además, sentía que se habían unido algo más tras contarle sobre Maehara, a quien afortunadamente no habían vuelto a ver el resto del día. Se sentía alegre de tener una amiga.

Las clases también eran geniales… gracias a Ranko sin duda. Akane más de una vez se preguntaba sobre Takaishi-sensei en donde guardaba el abanico de papel con el que golpeaba a Ranko, era un misterio que quizás nunca resolvería.

—Sin duda fue un día divertido —dijo Akane con una sonrisa, dirigiéndose fuera del instituto con Ranma, Nabiki, Ryoga, Ranko y Yamato. Ranma sonrió también y comentó:

—Pues tú no querías venir al instituto, protestabas todo el tiempo porque Tendo-san te obligaba.

—Bueno, si lo miras por otro lado, era mejor no haber venido —susurró la peli azul con unas rayas azules de depresión y miraba de reojo a Nabiki—. Ahora hay una loca desquiciada detrás de mí que suelta pétalos de rosas de a saber donde… cuando se recupere seguro que vuelve a por mí.

Nabiki se rió, pero se calló cuando Akane le miraba como un perro salvaje. Era mejor guardar la diversión para ella.

El resto de los chicos se despidieron, yendo Ranko y Ryoga por un lado al vivir en la misma calle, y Yamato se fue por otro. El día había sido movido, cierto… pero muy divertido.

En casa…

—¡Ya hemos llegado! —anunció Ranma, seguido de Akane y Nabiki. Los tres caminaron hacia el salón de los Saotomes, donde permanecían los tres adultos, probablemente Kasumi estaría en la cocina preparando la cena.

—¡Akane! —gritó Soun con lágrimas en los ojos y corriendo hacia ella. Ranma se apartó rápidamente al ver la cara de loco que traía y dejó a Akane expuesta ante su padre. La peli azul apenas dio reaccionado a la reacción de Soun, sin embargo logró esquivar la patada de su padre, agachándose a tiempo, aunque por poco le da porque notó la pierna de su padre rozar contra sus cabellos azulados.

Una vena apareció en la cabeza de Akane y miró a su padre realmente mal. Posó una mano en el suelo y dio un salto, dándole una patada en el pecho a su padre, lanzándolo hacia el estanque.

—¡¿A qué viene eso viejo?! ¡Llego del instituto y ya estás buscando pelea! —reclamó la muchacha, ya tuvo suficiente con la loca esquizofrénica de Kodachi Kuno para que viniera el tarado de su padre a golpearla.

Soun salió convertido en panda del estanque y Akane se adentró en la sala, dispuesta a ignorarlo. El hombre-panda lloró y sacó un cartel:

"Primer día de clases y ya te peleas con una chica… ¡eres una vergüenza! ¡Deberías comportarte más como una señorita!"

Akane sintió la vena de antes palpitando aún con más fuerza en su cabeza, ese panda era estúpido. Golpeó con fuerza la mesa y miró a su padre acusadoramente.

—¡Fue ella quien me atacó primero! ¡La vergüenza aquí eres tú! Y lo más importante… ¡estuviste todo el día en casa! ¿Cómo sabes eso?

"Instinto"

Todos sintieron una gota resbalar por su cabeza al leer lo que había escrito Soun en el cartel que estaba mostrando. Akane sintió un tic atacando su ceja izquierda.

—Déjate de estupideces…

Soun se lanzó contra la chica y ella empezó a revolverse entre los brazos del panda, hasta que este la tiró al estanque.

¿Por qué tienen esa manía de tirarse mutuamente al estanque? No lo entiendo… —pensaba Ranma con una gota en la cabeza. Nodoka sonrió y preguntó:

—¿Qué tal en el instituto, chicos?

Un aura de depresión cubrió el cuerpo de Ranma, haciendo que Nodoka lo mirara con una gotita en la cabeza. Pasó su mirada a Nabiki, viendo como esta tomaba té tranquilamente, ignorando los gruñidos del panda y los gritos de Kane, que acababa de salir del estanque.

—Kodachi ha vuelto.

Las tres palabras que Nabiki pronunció fueron suficientes para que Nodoka entendiera el motivo del sufrimiento de su hijo… hasta le tenía pena, normal.

—¡Ni la menciones! —gritó Kane cuando dejó KO al sr Panda—. Esa loca pirada, no quiero ni oír hablar de ella.

Oh no, nadie quería oír hablar de ella… menos Ranma y Akane.

La risa macabra de Kodachi resonó por todo aquel lugar oscuro. Movía su cinta repetidamente dándole un aspecto oscuro y tétrico… todo estaba planeado. Atacaría a la plebeya por la noche, aprovechando que dormía… oh sí… ya lo tenía todo planeado. Acabaría con ella. La destrozaría. No le importaba utilizar trucos sucios por él…

—… por mi caballo salvaje… ¡EN LA GUERRA Y EN EL AMOR TODO VALE! JOJOJOJOJOJOJOJOJOJOJOJOJOJO~ —empezó gritando la chica, moviendo su cinta con más fuerza.

—S-Señorita, es muy tarde… no haga tanto ruido —susurró Sasuke entrando en la habitación y encendiendo la luz… Kodachi le miró mal.

—No vuelvas a hacer eso… ¡APAGA LAS LUCES Y SAL!

—¡S-Sí! —gritó asustado el ninja, saliendo mientras apagaba las luces. Kodachi suspiró y después empezó a reírse de nuevo.

Akane dormía plácidamente sobre el futon que le había preparado Kasumi, medio destapada y roncando suavemente. Se removió un poco y rascó un poco su barriga, totalmente desparramada sobre el futon. Kodachi la observaba riendo suavemente y con la cara sombría, tensando su cinta.

—Hoy… te mataré —comentó mientras se agachaba para poder iniciar el ataque… que nunca llegó. El puño de Akane se estampó contra la cara de la chica y la envió por la ventana, cayendo al estanque de los Saotome.

Akane se incorporó medio somnolienta y miró confundida a su alrededor.

—¿Qué acaba de pasar? —preguntó mirando a los lados. Se levantó y bostezó sonoramente yendo hacia la ventana para comprobar que todo iba bien. Inclinándose hacia delante, vio con sus ojos castaños como una figura salía del estanque, iluminada bajo la luna.

Los ojos de la chica se abrieron como platos y se despertó de golpe, mirando fijamente y con el ceño fruncido el intruso, al cual no le importaría hacer papilla por estorbar su precioso sueño. Saltó sin pensárselo dos veces hacia el suelo y aterrizó en el césped, sintiendo un escalofrío recorriendo su cuerpo al notar la hierba del césped fría bajo sus pies descalzos.

—¡Maldita plebeya!

Esa voz irritante y esa figura eran inconfundibles. La chica loca del leotardo. Una gota resbaló por la cabeza de la peli azul y un tic muy pronunciado apareció en su ceja derecha. Un aura color rojo apareció alrededor del cuerpo de la chica y gritó:

—¡Maldita acosadora! ¡Lárgate de aquí!

Kodachi dio un salto, saliendo del estanque, y mirando a Akane con ojos furiosos. Pero nada se comparaba a la furia que sentía la peli azul. ¡Esa tipa estaba más loca de lo que pensaba! ¿La conocía de hoy y ya venía a atacarla? ¡Eso ya era grave!

—¡Me las pagarás todas juntas, Tendo Akane! ¡Es la última vez que me humillas! —gritó la gimnasta mientras empezaba a mover su cinta, soltando pequeñas gotas que parecían plateadas bajo la luz de la luna.

Te humillas tú sola… nadie te mandó venir aquí… —pensó la peli azul mientras gruñía por lo bajo, esa chica la estresaba a base de bien. Kodachi la miró con desprecio, observando como Akane solo iba vestida con una camiseta blanca algo holgada y sus bragas, aunque su camiseta llegaba casi hasta las rodillas, por lo que no había problema.

—Y por encima atrevida, mira como te vistes… ¡pareces una buscona!

Akane abrió los ojos con impresión y observó su pijama. ¿Qué tenía de malo dormir así? ¡Esa tipa ya empezaba a cansarle!

—¡Oye! ¡Es mi pijama! Aunque… —Akane se quedó mirando a la chica, que vestía un leotardo ajustado y le miraba con furia. La peli azul sonrió—. Ya lo veo… estás celosa porque soy más guapa que tú. Bueno, no te preocupes, al fin y al cabo no necesito vestirme muy provocativa para ser más sexy que tú.

Kodachi gritó y se lanzó contra ella, moviendo su cinta rítmicamente. Cuando Akane saltó hacia atrás para esquivarla, notó que el movimiento era mucho más lento. Seguramente aún estaba herida en el hombro y seguía empeñada en vencerla… le gustaba eso de ella, lo que no le gustaba era el motivo del porque peleaba ni que le despertara de noche para hacerlo. ¡Mañana había clase temprano!

—¡Me las pagarás!

—¡Oh venga! ¿No sabes decir otra cosa? —preguntó Akane mientras esquivaba la cinta de nuevo. Decidió que ya era momento de acabar, le estaba entrando el sueño y quería dormir. Se aseguraría de que esa demente no volviera a molestarla de nuevo por las noches… ni por el resto del día.

Akane se incorporó hacia delante y corrió hacia ella, pero su vista se volvió medio borrosa por el sueño y Kodachi lo notó, agarrándole el tobillo con la cinta y mandándola hacia atrás, cayendo en el estanque. La pelinegra se rió sonoramente y se quedó mirando el estanque con superioridad, esperando a que su oponente saliera.

—¡Estás perdida!

Una figura salió repentinamente del estanque y Kodachi se volvió a preparar para luchar… sin embargo unos ojos verdes esmeralda la cautivaron por completo. Tenía el cabello negro, parecía azabache, cayendo por su espalda amarrado a una coleta. Su cuerpo era esbelto y musculoso, tapado únicamente con una camiseta que le llegaba hasta los muslos y se pegaba a su cuerpo por el agua, trasparentando.

Kodachi enrojeció de repente y sintió como si millones de ángeles empezaran a tocar campanas celestiales y cantaran: "¡Aleluya! ¡Aleluya!". Ese chico sin duda era el más hermoso de todos los que había visto junto a su caballo salvaje.

El pecho empezó a subir y a bajar por la agitada respiración del chico mientras salía del estanque, quien parecía enfadado. ¿Enfadado? Kodachi desvió la mirada muy ruborizada y dio unos pasos hacia atrás al ver la imagen del chico completamente mojado ante ella, haciendo que Kane se extrañara.

—Eh, oye… ¿cuál es tu problema? —preguntó esperando una respuesta. A Kodachi le brillaron los ojos al oírle.

¡Q-Que voz tan varonil! ¡Es perfecto! —pensó lanzando un gritito de emoción, que logró que Kane la mirara como si fuera una loca pirada… bueno, en realidad era eso—. Yo… ¡lo siento! ¡Lo nuestro no puede ser! ¡Yo estoy enamorada de mi amado caballo salvaje… aunque tú…!

Kane abrió los ojos lo máximo que puso y su boca se desencajó por completo, mostrando incredulidad. ¿De qué demonios estaba hablando? Vale que estuviera en su forma de chico, pero era más que obvio que era ella, ¿no? ¿Realmente pensaba que era un chico cualquiera?

—¿Qué diablos…?

Kodachi se acercó a él sin que se diera cuenta y Kane dio un pequeño sobresalto cuando la tuvo enfrente. Ella le miró y, sin más, le besó. El pelinegro se quedó estático, sin saber muy bien cómo reaccionar, dejando que ella le besara. Cuando Kodachi se separó le dio un guiño y se fue de allí, con su estridente risa.

Kane permaneció de pie en el jardín de los Saotome, analizando la situación e intentando salir del shock en el que acababa de entrar. Parpadeó por fin un par de veces y entonces sintió como si una enorme roca de unas cuantas toneladas cayera encima de él, dándose cuenta de la realidad. Unas lágrimas se formaron en sus ojos verdes, dejándolas caer… su primer beso se lo había robado aquella loca demente.

Continuará…


LOL! pobre Akane! xD o pobre Kane, pero viene siendo lo mismo xDD Espero que os haya gustado! Lamento de verdad la demora, intentaré que no vuelva a suceder pero... bueno, ni yo confío mucho en mi palabra, pero espero que esta vez sí se cumpla! Aunque esto también va a depender de vosotros! :33 este fic los escribimos todos (?)

De cual tema queréis que siga desarrollando la historia: el "romance" entre Yamato y Ranko?, la aparición de otro maldito?, el tema de Maehara?, la relación entre Ranma y Akane?

Vale, decidid! xD obviamente hablaré de esos temas xD si tenéis otro tema para que escriba en el siguiente cap, decidme XD escribiré sobre todos los temas, pero si queréis que profundice en alguna, decidme xD ok? :33

Bueno, no tengo mucho que decir, solo que espero que gustara... ya me voy a escribir el siguiente cap! :)) bien, nos vemos! chao chao! :z

¿Reviews?