Título: Uzumaki

Género: Romance, drama, aventura, y un poco de humor y filosofía barata.

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Advertencias: No utilizar el fic para publicar en otros sitios sin mi consentimiento. ( ya ha sido publicado en otra web por mi, bajo el nombre de Aki_blossom)

Resumen: ¿Qué pasaría si Sakura no hubiera estado en Konoha hasta los… años? ¿Qué pasaría si Naruto no estuviera tan solo cómo él pensaba? ¿Y si fueran conscientes del uno y del otro de formas distintas?… ¡¿Pero qué…? ¿Sakura es la amiga imaginaria de Naruto?


Era un día soleado, sin muchas nubes, con ligeras brisas meciendo las copas de los árboles. Estamos en una aldea oculta entre las hojas de un bosque. Konoha, regida bajo el mandato del Sandaime. Una Villa que vivía la paz. Por lo menos la mayor parte de sus habitantes…

Naruto, Uzumaki Naruto, un niño de doce años, rubio de ojos azules, era odiado por los aldeanos de Konoha. Era odiado, humillado, repudiado e ignorado. Eran contadas las personas que le apreciaban por ser él. Y es que el pobre chico, llevaba encerrado dentro de sí mismo a un demonio zorro de nueve colas una de las nueve bestias de chacra. Tal era el grado de ignorancia que sentía que empezó a hacer travesuras para poder ser notado. Aún así el pobre niño continuaba siendo odiado, repudiado e ignorado.

Por las noches, una voz en su cabeza, una voz terrorífica, le repetía que tomara venganza.

—Dales miedo, mucho miedo, cúbrete en su sangre, su terror, haz que te teman, písalos, como las alimañas que son. —le repetía la voz cada noche.

El solo se quedaba hecho un ovillo, tapándose los oídos con una almohada, derramando lágrimas en silencio y repitiéndose…

— ¿Por qué yo, por qué yo…?—se repetía y repetía. Podría haber llegado a la locura, podría haber hecho caso al demonio que llevaba adentro… pero no lo hizo…

La voz terrorífica había estado allí desde hace años, pero siempre que estaba a punto de ceder ante ella una sombra de luz cálida, con forma de una niña le cogía de la mano y lo arrastraba hacia una luz. Después se encontraba debajo de un árbol de cerezo al lado de esa luz. Esa luz cálida y brillante que siempre le protegía y le apoyaba le cantaba serenatas con voz dulce y melodiosa. Y le susurraba palabras de ánimo, que hacían que volvieran sus ganas de sonreír.

Una niña, que parecía la personificación del árbol de cerezos, una niña con cabello rosa y ojos verdes jade llenos de vida, sentimientos y emoción. Esa niña que no le podía decir su nombre, esa niña que era su más preciado lazo, esa niña que le salvaba de todas sus pesadillas, esa niña a la que nombraba Sakura…

Todavía recordaba la primera vez que esa luz cálida y de sentimiento protector tomó la forma de una niña. Ése día de hace siete años. Era primavera, todavía hacía frío. El pequeño rubio de cinco años estaba enrollado en una manta temblando de frío, llorando en silencio, como siempre hacia. Escuchando esa terrible voz.

(Estos son los recuerdos del pasado de Naruto)

—Déjame tu mente, te quitaré todo el dolor, solo duerme, yo lo haré por ti, yo les haré que te muestren respeto, yo haré que jamás se atrevan a volverte golpear… solo dame, dame tu cuerpo y yo te daré el poder para no sentir dolor.

—En verdad… si yo te lo doy… ya… ¿ya no sufriré? —preguntó con la voz rota y la cara empapada, temblando del frío, sus sollozos fueron aumentando.

—Si tú dámelo… yo me encargaré de que no te vuelvan a hacer daño, déjamelo a mí.

En ese momento aparecí en un sitio oscuro, lleno de agua negra y unos enormes barrotes delante de mí.

—Ven aquí—unos ojos rojos aparecieron detrás de la celda, seguidos por una sonrisa maléfica.

Me acerqué temerosamente hacia los barrotes me paré justo a dos pasos antes de llegar.

— ¿Qué tengo que hacer para dejar de sufrir? —preguntó el dueño de esos ojos azules, llenos de dolor.

—Rompe… rómpelo… rompe este maldito trozo de papel. —dijo ensanchando todavía más su sonrisa.

Me acerqué hacia el papel. Tenía garabateados muchos símbolos, y unía las dos puertas con barrotes. Alargué mi mano hacia el papel… lo cogí y…

Se acabó…

.

Nah... es broma…

.

No soy tan cruel

.

Una mano me detuvo, era el mismo sentimiento que tenía cuando estaba con esa luz, la luz que siempre estaba conmigo, pero ahora era una niña… una niña con el cabello rosa y ojos jades rodeado por la cálida luz de mis sueños. Susurró…

—No lo hagas… por favor…—su voz era dulce y cálida, sus ojos no mostraban odio hacia mi…

Era tan hermosa, solo verla me dejaba y sigue dejándome en paz. Al verla de mi corazón nace una calidez que cura el dolor que siento…

— ¡No le hagas caso! ¡Si quieres que el dolor pare arranca el sello! —gritó desesperado el demonio.

— No… no lo haré— dije decidido.

Al decir esas palabras todo se volvió blanco, una luz cegadora se extendió en aquel laberinto de aguas oscuras. Abrí mis ojos lentamente. Cuando enfoqué la mirada… ahí estaba ella, mirándome con una tierna sonrisa, todavía agarrándome la mano en un acto cariñoso hacia mí… Estábamos rodeados por un césped verde, un cielo azul y un enorme bosque de cerezos, unidos por lazos verdes, se extendía hacia todas partes. Llovían pétalos rosas, olía bien, no tenía frío, tampoco calor, me sentía… feliz.

Lágrimas salían de mis ojos, estaba llorando.

—¿Por qué… por qué…?— empecé a sollozar enfrente de una mirada cariñosa de esa niña.

Ella me abrazó. Presiono mi cabeza hacia su pecho. Sentía su corazón latir. No era molesto, era relajante. —No te preocupes, desahógate…—cuatro insignificantes palabras que me hicieron aferrarme a ella con más fuerza, y lloré, lloré y lloré mientras esa niña me mecía entre sus brazos y me acariciaba el cabello.

—Estoy aquí, estoy aquí, estoy contigo, a tu lado…— me susurraba palabras y canciones de las cuales no recuerdo sino su melodía.

Empecé a parar de llorar. Y entonces levanté mi cabeza para poder ver su rostro. Estaba sonriendo, sonriendo para mí.

—¿Ya estas mejor? —preguntó con voz dulce.

—Si… —entonces me di cuenta que había estado llorando frente a una niña y se me coloraron las mejillas— ¡Yo no estaba llorando! ¡Para nada! —le grité avergonzado.

Ella solo se rió y yo me puse todavía más rojo. —ya lo sé, solo se te había metido algo en el ojo.

—Si eso, se me había metido una cosa en el ojo…—empecé a tocarme un mechón de cabello rubio. Estaba totalmente rojo. —Oye… me llamo Naruto, Uzumaki Naruto… ¿Cómo te llamas? —le pregunté todavía un poco avergonzado.

Ella me miró sonrió y me miró a los ojos. —No puedo decirte todavía—dijo con un dije de tristeza.

—mmm… entonces te pondré un nombre…—ella se giró y me miró con su sonrisa—mmm… ¡Ya sé! Sakura, te llamaré Sakura.

Ella amplió su sonrisa— me agrada Naruto, pero te prometo que cuando llegue el momento sabrás mi nombre. —me dijo extendiéndome su dedo meñique.

—¡Claro! ¡Y yo esperaré por que llegue ese momento! —estreché mi dedo contra el de ella.

—¡Nuestra primera promesa! —después empezamos a reír, y charlamos, bueno… yo charlaba ella solo escuchaba. Estábamos debajo de un Gran árbol de cerezos del que colgaban muchas cintas verdes.

—Oye… Sakura… ¿en dónde estamos? —pregunté.

—mmm… es complicado ..de explicar… se podría decir que estamos en un tipo de… umm.. ¿sueño?

—Entonces… ¿no eres real? —pregunté desanimado.

—No exactamente, la yo que está aquí solo es una parte de mis recuerdos y energía personificada, al igual que tu. Supongo que se podría decir que estoy entre mi mente y la tuya.

—¿Mi mente? —todo lo que me estaba contando era muy raro.

—Si, estamos en un mundo hecho de sueños. Si esa sería la mejor explicación para que entendieras.

—Ya veo…—me callé un rato intentando recopilar todo lo que acababa de oír. Ella, estaba tatareando una canción.

—Sakura…—paró de canturrear y se giró hacia mí con una linda sonrisa, haciendome ver que me escuchaba. —¿Por qué hay estas cintas en los árboles?

—Pues… es su forma de estar unidos. —se levantó y colocó su mano contra el árbol en el que estábamos recostados. —¿quieres escucharlos?

—¿Escuchar? ¿es que acaso hablan? —dije sorprendido.

—No… —rió— Cantan—agarró mi mano y la colocó debajo la suya. Me sonroje con el contacto de la piel. — Escucha…—cogió aire y empezó a cantar.

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Un jardín primaveral suelta sus pétalos bajo el sol. Dentro de mi corazón mágicamente surgió una luz. Si la lluvia ha de caer incluso cuando durmiendo esté. Buscaré paz interior luz entre nubes de algodón. Una canción, de afable voz de lejos, de lejos aquí me guió como si riera, o si cantara resuena, el viento, su voz. Venturas y dolor sin fin… Me aferro, a ellos para proseguir. Tu mano sostengo, y sin lamento se unen, brindando, calor.

No sé cómo pero quedé dormido, solo recuerdo que escuchaba una canción. Una canción que cantó Sakura, pero los árboles parecían estar cantando con ella.

Ése día me levanté enrollado en mi manta con la ventana abierta y cubierto de pétalos de Sakura en mi cabello. Aunque no fue la última vez que me dormí en el "sueño". Casi todas las veces que me despertaba era después de oír una canción de Sakura.

(Presente)

Hoy no fue la excepción. Me levanté y tomé mi adorable ramen para desayunar me puse la camiseta color negro y encima la chaqueta y los pantalones naranja. Hoy nos darían los equipos del examen y ¡lo aprobé! Me coloqué la bandana en mi frente y cogí mis armas ninja. Salí corriendo hacia la academia contento por estar más cerca de mi sueño. Nada podría estropearme mi fantástico día.

Llegué al salón y lo primero que vi fue una masa de chicas, no, mejor dicho, las monstruosas abominaciones que estaban obsesionadas con Sasuke.

—No pasa nada, esto no te arruinará nada—

Me senté en una banca de las del medio de la clase. Pero los problemas vienen corriendo hacia mí.

—Oye Naruto este lugar es solo para los genins, baka. Vete de aquí. —Una de las tantas seguidoras del Uchiha. ¿Pero qué tenían contra de mí?

—Por si no lo ves si aprobé—dije señalando el protector —y lo hice mejor que tu, dattebayo

La chica intentó contestar, pero en ese momento entró Iruka-sensei. —Chicos siéntense.

Obedecimos sin chistar, raro ¿no?

—Los equipos serán…—estaba conteniendo la respiración mientras esperaba mi nombre.

—Con el Teme no, por favor, con él no—suplicaba internamente.

—Equipo 10: Yamanaka Ino, Nara Shikamaru y Akimichi Chouji.

—Equipo 8: Hyuga Hinata, Inuzuka Kiba y Aburame Shino.

—Equipo 7: Sasuke Uchiha, Naruto Uzumaki…

—¡Qué! ¿¡Por qué! —gritamos las fans y yo a la vez.

—Hmp dobe.

—¡Qué dijiste, teme!

—Aparte de dobe sordo.

—TEME

—¡Callad los dos a la de ya! Naruto se te puso con el por qué es el novato del año, y tu, sacaste las peores notas.

—JAJAJAJAJAJAJA—Todo el salón empezó a reír, todos menos el teme y yo.

—Iruka-sensei ¿Quién será la Kunoichi? — Preguntaron un grupo de fans.

—Pues será…


Hasta aqui el primer capítulo, tengo hasta el numero cinco, así que iré publicando poco a poco cada semana, cuando se me acaben los caps seguramente me tardaré, así que pido paciencia de antemano.

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