Ink Deep by enchanted nightingale

Traductora: Nekoumori

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen. Esta historia fue creada para pasar el rato.

Pareja: Harry Potter/ Neji Hyuga


1. La danza del cortejo


Hyuga Neji tenía unas pocas manías. Una de ellas era que no iba a dejar que cualquiera le tatuara el tatuaje de ANBU en el hombro. Su superior entendió su necesidad de perfección, especialmente por un paso tan grande en la carrera de un shinobi.

"No te preocupes. Tenemos un artista con muy buen pulso." Le dijo Ibiki al prodigio del Byakugan.

Así fue como Neji conoció a Harry.


El artista que la ANBU había contratado era un hombre de cuerpo esbelto, no huesudo pero tampoco muy musculoso. Tenía el pelo corto, desordenado y negro como un cuervo y unos ojos únicos. Un par de ojos color esmeralda muy parecidos a la gema observaban los procedimientos de la ceremonia. Esos ojos hacían que el corazón de Neji saltara.

El civil no sabía qué máscara pertenecía a qué jônin, pero no parecía importarle. No vestía como la mayoría de civiles de Konoha y durante un rato Neji casi pensó que era otro oficial de rango a quien le gustaba vestir raro. El hombre parecía tener un toque suave, dedos largos y ágiles y era muy eficiente. Los cinco nuevos reclutas obtuvieron sus tatuajes de ANBU rápido y casi sin dolor, sin darle una segunda mirada al hombre desde detrás de sus máscaras de porcelana.

Todos menos Neji.


"Perdone, me gustaría hacerme un tatuaje."

El prodigio del Byakugan no tenía ni idea de qué le había impulsado a trazar este plan y entonces qué le había hecho llegar a seguirlo. No era raro que un shinobi tuviera tatuajes. Había oído que hasta Anko tenía uno y que lo usaba como un rollo de pergaminode almacenaje. Neji estaba intentando de justificarse que tener algo parecido iba a ser beneficioso para él. Mientras no estuviera en un lugar obvio, los shinobis eran asesinos, no debían ser notados. Además, ya había preparado una historia, en caso que la necesitara. Falcón, el ANBU había coincidido con el hombre brevemente pero no había ningún motivo para que el jônin Hyuga Neji conociera el artista de los tatuajes.

El hombre de ojos verdes sonrió. "Has venido al lugar adecuado."


Neji no se hizo el tatuaje ese día. Por casualidad vio algunos dibujos en los que el hombre estaba trabajando y expresó su admiración antes de darse cuenta. Pero valió la pena aunque fuera solo para ver el sonrojo del artista. Pasaron dos horas mirando la colección del artista, los diseños de tatuajes olvidados y solamente pararon cuando un cliente entró en la tienda y Neji se tuvo que marchar. Neji se dio cuenta que el hombre ("Llámame Harry.") le estaba mirando cuando se fue y solo por los pelos consiguió irse sin mirar atrás.


Entre misiones con la ANBU y entrenamiento a Neji le tomó un mes antes de poder visitar la tienda de tatuajes. Esta vez Harry estaba en medio de un trabajo pero le invitó a pasar y mirar cómo le hacía un impresionante tatuaje en forma de oso a un civil bastante musculoso. Los detalles del diseño le daban tanto la sensación de que estaba vivo que a Neji le vinieron unas ganar gigantescas de tocarlo.

"Su trabajo es impresionante, ¿verdad?" Dijo el civil desde donde estaba boca abajo en la mesa. "Es el tercero que me ha hecho."

Neji asintió y se quedó a mirar el proceso que tenía el hacer un tatuaje, y luego, más tarde, decirle a Harry, "Tienes un don."

El hombre, que estaba visiblemente cansado, sonrió ante el cumplido.


Fue en la tercera visita a la tienda de Harry que se dio cuenta que el artista también tenía un tatuaje. Preguntó después de disculparse en adelantado por lo intrusivo de la pregunta y Harry le quitó importancia antes de contestarle que había sido una especie de regalo para su décimo octavo cumpleaños de algunos amigos y familia. A Neji le dio la sensación que lo más seguro era que esa gente estuviera muerta y cambió de tema. Vio que Harry le miraba agradecido y supo que no se alejaba mucho de la realidad.


En su cuarta visita a la tiendo Neji se hizo el tatuaje. Había visto uno de los dibujos en carboncillo de Harry y se quedó prendado del pájaro de caza que vio antes de preguntarle a Harry si podía usarlo de tatuaje. Harry estuvo más que feliz de trabajar en él.

"¿Pájaro de caza dices? ¿Cuál te gustaría?" Le preguntó a Neji.

El shinobi miró un dibujo particularmente complejo. No iba a pedir un falcón, eso era tan poco sutil como algo que haría Naruto. La lechuza en la que se había fijado estaba en pose a punto de dejarse caer para cazar su presa. Se lo dijo a Harry.

"Es una hembra." Le dijo Harry.

"¿A si?"

"Este dibujo está inspirado en una lechuza que tuve. Mi primer regalo y mi primera amiga. Era una mamá gallina, y una reina del drama…" Harry se quedó en silencio. Parecía un poco avergonzado. "Lo siento, supongo que todavía la echo en falta.

"Aun así, ¿una lechuza?"

Harry se encogió de hombros. "Ella era especial."

Neji podía ver que había algo majestuoso sobre el pájaro, se había dado cuenta después de todo, así que simplemente asintió suavemente en dirección a Harry. "¿Dónde crees que me quedaría mejor?"

Harry pareció sorprendido por un momento antes de parecer extasiada. "¿La quieres de este tamaño a más pequeña? Tengo un montón de dibujos, incluso uno de ella destruyendo un ratón. Color o blanco y negro y basta antes de que siga hablando tontamente porque no vamos a empezar nunca."

Neji se concentró en responder las preguntas que le hizo Harry rápidamente. "Si, la quiero mucho más pequeña, del tamaño de mi mano."

"¿Dónde?"

"Mi espalda."

"Mejor en el omoplato entonces, es el mejor lugar para esto. ¿Omoplato izquierdo o derecho?" Preguntó Harry. "Déjame prepararlo todo, necesito hacer la plantilla en lápiz en tu piel primero. Puedes cambiar de opinión e incluso si no lo haces necesito un plan para guiarme."

Neji miró la mesa. Se pasó los dedos por su tatuaje de ANBU mientras Harry estaba de espalda. No podía ser en el lado derecho entonces. Empezó a desnudarse y se puso un genjutsu para ocultar el tatuaje que le marcaba como ANBU de Konoha.

Harry no tardó en volver. "¿Te has decidido?"

"Izquierda."

"Bien, empecemos. Puede que tome un rato. Bien, solo hago esto para alguna gente. ¿Quieres que sea compatible con el chakra? Algunos shinobis lo quieren así. Los usan como rollos de pergamino de almacenaje o para invocar los animales con los que tienen contratos."

Neji se lo pensó un momento. "Si, hazlo."

Harry asintió y empezó a trabajar.


Neji todavía estaba dolorido dos días después de hacerse el tatuaje. Aun así estaba de vuelta a la tienda; Harry había pedido darle una mirada a su trabajo. Harry había estado feliz todo el día, admirando su trabajo y deseando tocar la piel tintada, solo un poco roja alrededor del diseño. Consiguió reprimirse y no tocar a Neji con la excusa que podría hacerle daño.

Neji se rió. El tatuaje era un dolor fácilmente ignorable para él. Harry había sido muy cuidadoso y a Neji no le había dolido casi nada. Estaba más molesto por los suaves toques que el joven civil no dejaba de darle y le molestaba que ese hombre pudiera alterarle tan fácilmente. A lo mejor no eran solo sus ojos lo que le había llamado la atención.


O se habían visto en dos días desde que Harry había terminado el tatuaje después de seis horas de trabajar en la espalda del Hyuga. La espalda de Neji estaba mejor después que el ninja usara todas las cremas y pomadas que el artista le había dado.

Ahora Neji estaba de vuelta en la pequeña, elegante tienda, tumbado en la mesa de trabajo/cama mientras Harry inspeccionaba cuidadosamente su trabajo, murmurando sobre el color y el brillo de la tinta negra. Sus dedos y su respiración pasaban sobre la piel de Neji, haciendo que el shinobi tratara de no temblar ante el contacto.

"Sabes Neji," Murmuró Harry. "Me estaba preguntando como es que todavía no me has pedido para salir."

Neji se tensó. El hombre de ojos verdes fingió que no se daba cuenta, continuando su cuidadosa inspección.

"¿Tan obvio he sido?" Preguntó Neji después que se le pasara el shock.

"Tardaste realmente mucho en elegir un tatuaje," Harry sonrió. "Pero tengo que admitir que también hubo un montón de esperanzas de mi parte." Le dio un golpecito al hombro de Neji. "Ya he acabado. Tienes que aplicarte las cremas un poco más. Normalmente tarda un mes o así en curarse, pero vosotros los shinobi os curáis mucho más rápido que los civiles."

"Es el chakra," Respondió Neji mientras se ponía en pie. Miró como Harry se quitaba los guantes. Cuidadosamente se vistió de nuevo. "Harry, ¿quieres salir conmigo?"

Harry se giró y le sonrió. "Pensé que no lo preguntarías nunca."


Neji nunca había tenido una cita antes. Seguro, el jefe de su clan había organizado varios encuentros para que encontrara esposa tan pronto cumplió los dieciséis pero su prima Hinata finalmente intervino después que la quinta esposa potencial saliera corriendo hecha un mar de lágrimas y le dijo a su padre que dejara a Neji tranquilo si no quería que todos los nobles pensaran mal de ellos. Entonces ella siguió defendiendo a su primo vehementemente y Hiashi se limitó a asentir y estar de acuerdo, demasiado en estado de shock por el arrebato de su hija para que le importara que le acababa de llevar la contraria.

Neji, por supuesto, no era virgen. La vida de un shinobi introducía al ninja a un montón de cosas a edad temprana. En el momento en que se graduaban de la Academia eran adultos. Podían matar, beber o apostar, las dos últimas en moderación y para los genin, sus jônin sensei tenían la última palabra. Neji había sido ascendido a chunin poco después de que Tsunade fuera nombrada Godaime y mientras sus compañeros se hacían chunin él tomaba un paso adelante y obtenía el rango de jônin. Había hecho un montón de cosas en ese tiempo, y tener citas no era una de ellas. Y ahora Neji estaba nervioso.


La tienda de té estaba llena pero aun así encontraron mesa. Neji no se había puesto la casaca de jônin a favor su un simple gi blanco y unos pantalones azul oscuro. Iba armado, llevaba su hitai-ate en la frente. Harry iba vestido en algo similar, solo que él iba en negro y verde. Una vez el té estuvo servido el silencio reinó entre ellos.

"Este silencio es incómodo." Comentó Harry.

"Nunca he tenido una cita." Admitió Neji.

"Bien, yo sí, pero fue un desastre así que vamos a imaginar que nunca he tenido una tampoco."

Neji rió bajito. "Por mi bien."

En su segundo cita estuvieron mucho más relajados. Harry había admitido que él nunca había comido ramen y que prefería comida más sana y Neji había propuesto que fueran a comer. Los dos hombres se encontraron al restaurante de ramen Ichiraku. El dueño y su hija eran discretos, y no se quedaron por ahí mientras Harry y Neji hablaban sobre su día y lo que les viniera a la cabeza.


La oficina de misiones de ANBU no tenía nada distintivo. Morino Ibiki estaba sentado detrás de su mesa, con una carpeta de información sobre alguien abierta ante él.

"Equipo 3, la misión es simple," La cabeza de T&I les dijo. Les mostró cinco fotos. "Tenéis tres días. ¿Falcón? Quiero que te encargues del equipo; marchaos inmediatamente."

Los cinco hombres que formaban el equipo 3 asintieron. EL ANBU Falcón, conocido socialmente como Hyuga Neji bajó la cabeza hacia Ibiki. No iba a arruinar esta oportunidad.


Estaban teniendo té de nuevo y Neji no podía apartar los ojos de Harry. Este esbelto hombre era expresivo mientras hablaba de su nuevo proyecto, una colección de pinturas al óleo para un concurso civil.

"… y las normas son simples," Le contó Harry. "Cinco dibujo de paisajes, tres retratos, uno libre para que dibujemos lo que queremos."

"Suena…"Preguntó Harry.

Neji asintió.

"Ya he decidido el tema de los dibujos."

El Hyuga pestañeó. "¿Tema? ¿Cómo qué?"

"Un mundo imaginario con énfasis en lo supernatural. Mi primer paisaje es un lago cerca de un bosque con una choza en medio. El segundo es un castillo rodeado por un bosque y montañas. El tercero es un pueblo parecido a Konoha pero con dragones volando por encima visto desde lejos. El cuarto es una casa construida en medio de un campo enorme y el quinto es una torre encima de un trozo de tierra en medio del mar. Por los retratos, he decidido hacer el de mi madre y una de un viejo conocido mío y me estaba preguntando si me dejarías hacer el tuyo también."

Neji pestañeó. "Yo… yo estaría honrado."

La sonrisa que le dio Harry quitaba el aliento.


Hinata estaba sorprendida cuando Neji le preguntó si quería ir con él a un concurso de arte. Mientras a la heredera Hyuga le gustaba dibujar como un arte, no tenía ni idea que su primo estuviera interesado en el arte, y mucho menos dispuesto a mezclarse con civiles por ninguna cantidad de tiempo. Su clan era respetado por la gente de Konoha, pero como todos los clanes de ninjas, también eran temidos. Las miradas que estaban recibiendo los dos miembros del clan eran una clara señal. El único que no parecía temerles era Sai, del Equipo 7, un ninja, y Harry, quien vio a Neji y le asintió como saludo solo para hacer el prodigio Hyuga asintiera de vuelta.

"¿Conoces al hombre de ojos verdes?" Le preguntó Hinata a su primo.

Neji dio un corto asentimiento. "Estamos saliendo." Contestó, dejando la heredera Hyuga sin palabras.


El trabajo de Harry llamó mucho la atención. Era el único que no dibujó sobre lo de siempre, eligiendo pintar lugares que sus compañeros artistas nunca habían siquiera imaginado en sus más locos sueños. Las pinturas eran exactamente como las describió, solo que había subestimado los contenidos.

La primera pintura, del gran lago, con agua oscura, casi negra, expandiéndose como un valle entre cimas, un bosque que empezaba en su orilla, una choza pequeña, hecha de piedra y madera, con un gran jardín donde crecían calabazas y una bola de humo que salía de la chimenea, la única cosa hecha por el hombre en esa belleza de paisaje. Daba sensación de vida y si Neji se fijaba casi podía ver un arco y unas flechas en la puerta de la choza. El título era 'Lago Negro'.

La segunda pintura era de un majestuoso castillo, parado alto sobre el lago, el mismo lago que el primer dibujo si Neji estaba en lo correcto. Tenía torres y arcos y estatuas. Era como si lo hubieran sacado de un cuento de hadas. Neji no dejaba de esperar que la puerta se abriera y empezara a salir gente. El título de esa pintura era 'Hogwarts'.

La tercera pintura era de un pueblo con varias casas hechas alrededor de un cuadrado con una fuente de forma rara. Lucía un poco como Konoha pero con algo tan diferente que no podía encontrar. Y justo como lo dijo Harry, había un bosque y una muralla que salía de entre los árboles con tres dragones alzándose sobre la muralla y volando al horizonte, el rotulito de 'Reserva de Dragones' estaba debajo del cuadro.

La siguiente pintura era el edificio más raro que Neji hubiera visto jamás. Piso sobre piso estaban amontonados, creando una estructura rara que parecía que iba a caer en cualquier momento. Los colores eran vibrantes y cálidos y el edificio entero lucía ambos viejo y hogareño con gallinas paseando por la entrada. El ninja se esperaba que alguien saliera de lo que parecía ser la cocina y asustara los pollos. El título de este era 'La Madriguera'.

El último paisaje fue algo que hizo retroceder a Neji. Le pintura entera era tan oscura y deprimente que parecía que le robara la alegría. Era una pequeña rocosa isla en medio del mar, sin más tierra a la vista mientras el mar, todo olas y espuma sobre la pequeña isla. En la isla un solo, simple edificio, como una torre sacada de una pesadilla. Numerosas, pequeñas ventanas, sin puertas ni ornamentos, solo una torre y el título 'Prisión de Azkaban' para definirlo. Neji no le dio una segunda mirada a la pintura. En su lugar fue a buscar a su prima.


Hinata estaba clavada donde estaba. Creciendo como una Hyuga, incluso cuando en algún punto su padre no había sido exactamente muy paternal, aun así había tenido lo mejor que el dinero podía comprar como heredera de un prestigioso y rico clan. Sabía de arte, lo amaba incluso. Prefería hacer arreglos florales y poesía, pero podía apreciar la pintura con total tranquilidad. Aun así, nunca había visto pinturas como las del artista de ojos verdes que su primo conocía. Había visto los paisajes que tenían vida y tenían emociones e impresiones, pero se sorprendió de verdad al ver los retratos. El primero contenía la cara y el torso de la mujer pelirroja más hermosa que había visto nunca. Por el fondo era obvio que estaba en una habitación de un bebé. En una mano tenía un pequeño zapato, para bebé y su mano libre estaba tocando su distendida barriga. Cabello pelirrojo enmarcaba su cara. Su piel era perfecta. Sus ojos eran verdes como los bosques de Konoha. Su sonrisa tenía la misma apariencia anhelante que Hinata recordaba tenía su madre también cuando veía a sus hijas. Y su sonrisa, esa sonrisa que guardaba tanta felicidad que hacía que Hinata suspiraba anhelante. El título de la pintura era 'Maternal'.

El segundo retrato realmente consiguió que Hinata temblara. Era un hombre, un hombre muy atractivo, sentado en una butaca de respaldo alto. Tenía la piel pálida, llevaba ropa cara (el detalle del hilado hizo que Hinata se quedara jadeando por un par de segundos). Tenía los ojos azul oscuro, casi negros. Su cabello era oscuro y un poco ondulado pero con un buen peinado. Era muy guapo, como un príncipe. Hasta que te fijabas en él. Su cara tenía una sonrisa maliciosa que a primera vista era arrogante pero si te fijabas era cruel. Y esos ojos, tenían un toque rojo; contenían tanta maldad, tanto odio. El hombre era como el veneno, guapo, incluso hermoso, pero retorcido y oscuro. El título de la pintura era 'Riddle' y Hinata pensó que pegaba. (1)

El último retrato, el único que ella reconoció, el que mostraba a su primo era el último de los retratos. Hinata podía decir honestamente que nunca había visto a Neji lucir tan sereno. El artista vistió a Neji en ropa oscura que era una mezcla del uniforme ANBU y túnicas de batalla de magos. El rico verde bosque profundo y después los tonos aún más oscuros de verde daban a Neji un aspecto etéreo, como una hada; como en los cuentos con los que crecieron. Su pelo largo, negro como la tinta recogido en una trenza suelta, echada por encima de un hombro. Sus ojos sin pupilas con el Byakugan inactivo tenían la misma dureza que tenían cuando el prodigio estaba en batalla, pero aún más majestuosos, más que de normal. Parecía un rey de la antigüedad, se dio cuenta Hinata.

"Hinata sama."

La heredera Hyuga se lo quedó mirando "Neji…"

Su primo miró la pintura que ella había estado mirando y se quedó sin palabras.


Harry se quedó bastante satisfecho con la respuesta que tuvo su trabajo. Su idea de trabajar sobre un tema había sido brillante. Los supervisores/críticos de la exhibición de arte insistían en tratar de matarle de aburrimiento con su cháchara. Otros artistas le iban siguiendo y o bien le intentaban matar con la mirada o trataban de ligar con él, o peor simplemente le pedían 'verle en acción'. La tercera no era algo que estuviera dispuesto a permitir.

Pedirle a Neji permiso para pintarle había sido una decisión del momento. No hacía mucho que conocía al shinobi pero en el momento en que estuvieron cara a cara habían 'encajado' por falta de otra descripción. Harry generalmente entraba en un tipo de trance cada vez que pintaba. Su magia mezclaba los colores (los hacía él mismo) y el resultado era marginalmente diferente y la pintura pertenecía a una categoría enteramente diferente.

Sus pinturas especiales eran una de las razones que le eligieran para hacer los tatuajes a los ANBUS de Konoha a aquellos shinobis que merecieran el rango. Un tipo parecida a Ojo-Loco llamado Morino Ibiki había visto a un chunin elogiar a Harry por su trabajo en su tatuaje un día en las aguas termales, y esa había sido el comienzo de una larga conversación. Harry había confesado sin querer que sus tatuajes podían interactuar con chakra. Un par de shinobis se le acercaron al oírlo. Un chico, Yamato, le preguntó si funcionaban como rollos de pergamino de almacenaje. El otro, Kakashi, también se interesó al oír eso. Harry había contestado que no tenía ni idea ya que no lo había intentado nunca. Dos días después el mago hizo el tatuaje de una enredadera con una hoja en la muñeca de Yamato, poniéndole un sello de chakra para que guardara senbon y rollos de pergamino. Kakashi fue el siguiente. En su muñeca también, solo que el suyo era el kanji de perro. Los tatuajes, como los rollos de pergamino, solo necesitaban algo de sangre para funcionar. Ibiki se quedó prendado de la habilidad. Una semana después Harry estaba contratado exclusivamente por ANBU.


La exhibición de arte fue éxito y el nombre de Harry consiguió un montón de reconocimiento en el círculo de artistas del país del Fuego. Una semana después y su trabajo todavía estaba en demanda como artista. Gente acaudalada e influente quería que pintara sus retratos, especialmente después de ver el que había hecho para Hyuga Neji. Por suerte Harry había sido llamado por Ibiki porque una jônin quería un link para invocar sus animales a través de un tatuaje en su piel en lugar del típico rollo de pergamino y así había tenido la oportunidad de rechazar la mayoría de ofertas. Realmente no pudo negarse a trabajar para el Daimyo, pero sí pudo con los mercaderes acaudalados.


Mitarashi Anko, su última cliente, había dado a conocer la mejor tiendo de dango de Konoha a Harry. El lugar era un nido de shinobis pero Neji había estado de acuerdo que se encontraran ahí una vez Harry cerrara la tienda por el día. Bien, a Harry le encantaban los dulces, con el chocolate y la tarta de melaza en la cima de lista mental de dulces con el dango subiendo a la tercera posición.


Neji sabía que llamaban mucho la atención, especialmente Harry, en la tienda de dango. El hombre de ojos verdes había venido directamente después de una reunión con el Daimyo del lugar; iba vestido en un kimono con cenefas negras de hojas en diferentes tonos de verde el borde de las mangas y el borde de abajo, una buena banda aguantándolo todo y una cartera de madera con su equipo de pintura en la mano. Neji iba vestido con un kimono blanco, con pocos detalles pero el material era de gran calidad. Los dos hombres formaban una gran pareja mientras estaban sentados juntos en un banco con té y raciones de dango que estaban compartiendo.

Neji, con sus sentidos entrenados oía un montón de los comentarios murmurados y pilló a un par de jônins hablando con signos.

El ruido aumentó de golpe cuando un par de jônin bastante conocidos se les acercaran cuando les vieron y saludaron al civil por su nombre. El hecho que Anko le sonriera y le dijera que quería un nuevo tatuaje hizo que muchos quedaran confusos. Neji se limitaba a estar feliz que el hombre que le había llamado la atención no tuviera manías al estar con asesinos profesionales como la mayoría de civiles.


Fin del capítulo

(1)Cuando la autora pone que Hinata encontraba el título adecuado a la obra, es porqué Riddle en inglés significa enigma.


Nota de la Traductora:

Bueno, pues aquí dejo el primer capítulo de esta historia, que espero disfrutéis tanto como yo lo he hecho :D

Por cierto, si véis alguna error o alguna cosa que no cuadra o algo, os agradecería que lo comentarais para que lo pueda arreglar.

Nos leemos pronto ;)