Disclaimer: los personajes de Naruto no me pertenecen, son obra y creación de Masashi Kishimoto-sama

Advertencias: AU, Ooc (justificado) y hem… creo que ya XP

¡Ah, no! Se me olvido agregar que este cap. como los que restan están súper dedicados a Bella Scullw, sí creo que ahora sí es todo

—No entiendo por qué estás enfadado conmigo —dije frunciendo las cejas y fulminando a Sasuke con la mirada—. No es como si yo lo hubiera planeado todo —agregue en un tono más suave, relajando mi expresión, pero nada, Sasuke aun no se dignaba a mirarme—. De todos modos yo…

—Cállate —me cortó bruscamente. Yo abrí los ojos sorprendida y tuve que forzar mi boca para no abrirla y formar una "o" del asombro. Era la primera vez que él me hablaba de esa manera, tan… brusca.

—Es que no logro entenderte, eso es todo. Si me hicieras el favor de aclararte quizás deje de ser tan molesta y…

—¡Sakura! —frenó broncamente y si no fuera porque yo llevaba el cinturón de seguridad, probablemente me hubiera estrellado contra el parabrisas. Lo mire asombrada por su inusual comportamiento. Su semblante crispado se relajo y note como sus hombros se destensaban—. Lo lamento —esta vez no pude evitar abrir la boca de la sorpresa, él, Uchiha Sasuke, el orgullo en persona, se estaba disculpando conmigo abiertamente. Ni siquiera cuando éramos novios se disculpo tan… directamente—. Sé que no es tu culpa todo lo que paso, es sólo que… hn…

¡Me quiero volver chango! Él se estaba disculpando y también estaba tartamudeando. Esto era un acontecimiento que solamente sucedía cada 1000 años y yo estaba viva y presente para presenciarlo.

—Sasuke-kun… yo…

—Sé que no fue tu culpa.

Asentí, esperando que añadiera más, pero simplemente hubo silencio. Yo lo miraba ansiosa, pero nada. Así permanecimos unos minutos más hasta que él suspiro imperceptiblemente y cerró los ojos, masajeándose las sienes con su mano.

—Simplemente me… enoje cuando Sasori te beso.

—N-no me beso —proteste, sintiendo como mis mejillas se sonrojaban por el recuerdo.

—Te dio respiración boca a boca, mis cuernos. Fue contacto de labios y eso para mí es un vil beso.

—Pero yo no estaba consciente.

Me dirigió una mirada fría, llena de rencor e ira. Yo me estremecí.

—¿Crees que no vi como movías los labios?

¡Ups!

—Igual no es para que te enojes tanto. En ese momento era soltera, ¿recuerdas? Y creo que aun lo soy, así que tengo derecho de besar a quién se me dé la gana —no sé si fue el hecho de ver a Sasuke actuando fuera de lo normal, o el simple hecho de saber que estaba celoso, pero en ese momento, realmente me sentía poderosa, como si por fin tuviera el poder de nuestra relación, el poder para decidir qué rumbo tomar y cómo desarrollar las cosas, y ciertamente me agradaba sentirme así.

—Claro que tienes derecho, pero si yo hubiese besado a Karin, tú no estarías pensando lo mismo —dijo él con frialdad y un toque perverso en su voz que logro estremecerme. Era cierto, como siempre, si él hubiese besado a Karin, o a quien fuera yo me sentiría terriblemente traicionada, devastada, herida y…. No sería lo mismo. Maldito genio.

Ladeé la cabeza, mirando por la ventana de cristal polarizada, observando el paisaje un poco más morado de lo normal, viendo las casas desaparecer borrosamente. Suspire, entrecerrando los ojos y recargando más mi cabeza contra el respaldo del asiento, me acomode mejor el cinturón; de tal manera en que no me calara tanto.

Mi mente iba de recuerdo en recuerdo, sobre todo los que habían sucedido el día de hoy. Lo de la piscina fue totalmente inesperado, la verdad.

—Sasori —comenzó Sasuke, hablando lenta y suavemente, yo lo mire de reojo, algo sorprendida por su esfuerzo de entablar una conversación—. ¿Cuándo te enteraste de que él había regresado? —sus ojos ónix estaban centrados en el camino que tenía por delante, así que no me miro en ningún momento, y de algún modo me tranquilizo eso, ya que no tenía que enfrentarlo cara a cara. Yo permanecí mirando por el cristal.

—Hoy mismo —respondí escuetamente— Sasuke…-kun —susurré sin saber exactamente qué iba a decirle— ¿qué sientes… respecto a lo nuestro?

—A qué te refieres.

—Yo… hoy hable mucho son Sasori-senpai, ¿sabes? Y eso me ha hecho reflexionar… sobre algunas cosas. Quiero saber qué piensas respecto a nuestra relación… qué piensas sobre mí.

—Y eso a qué viene ahora.

—Yo… no sabría decirte con exactitud pero…

—Según parece, tú estás soltera y yo también. No hay una relación entre nosotros.

—¡¿Quién fue el que decidió eso? Tú fuiste quien quiso terminar conmigo, ¡¿recuerdas?

—Sakura. Estas gritando y es molesto.

Lo mire directamente, esperando que agregara algo más, pero como siempre, era en vano.

—Llévame a mi casa.

—¿Qué casa?

—Llévame al departamento de Ino.

—¿Ahora te estás quedando con ella? Deberías de buscarte tu propio lugar y de ese modo dejar de incordiar a los demás, ¿no te parece?

—¿Sabes qué? Detente aquí, iré por mi cuenta.

—Sakura aun tenemos que hablar.

—Ni me importa. Está claro que tú no quieres regresar conmigo y yo no quiero rogarte, porque sé que te desagrada esa clase de comportamiento, así que es mejor para los dos, ¿no crees? Por favor, detén el carro.

A pesar de habérselo pedido, realmente no quería que él se detuviera, así que cuando estaciono enfrente de una tienda de comida rápida, mi corazón se desmorono aun más si podía. Con mi mano temblando logre quitarle el seguro a la puerta, torpemente me baje del carro y cerré con suavidad. En mi mente aun tenía la esperanza de que Sasuke se bajara y me besara apasionadamente, como en las novelas solía ocurrir, pero era obvio que eso no iba a pasar. Así que con ese último pensamiento logre darme la vuelta sin soltar ni una lagrima, con la frente en alto y comencé a caminar, alejándome lo más calmadamente posible de él y su increíble Volvo negro del año.

Por estar dándole la espalda, no logre verlo acercándoseme a paso acelerado. Todo sucedió tan lento…

Con suavidad pero firmeza, sus férreas manos me sujetaron de los hombros, dándome una vuelta para que yo lo pudiera encarar, nos vimos una fracción de segundo y eso basto para comprender lo que él sentía realmente por mí. Posesiono sus fríos y delgados labios sobre los míos y yo me estremecí por el contacto. Jadee involuntariamente por su repentina acción y cerré los ojos, para poder disfrutar del contacto. Sus manos resbalaron de mis hombros, por mis brazos hasta llegar a mi cintura, me retuvieron posesivamente, apegándome lo más posible a su pecho, yo aferre desesperadamente mis manos en sus sedosos cabellos negros, deleitándome por la textura. Él se inclino un poco y yo me arqueé con él, ambos buscando mejor posición para saborear nuestro beso. No pude retener un suspiro que murió en sus labios. Me sentía tan completa, como si su simple contacto pudiese sanar mi corazón herido. Pero todo inicio tiene un fin, y nuestro beso no pudo durar mucho y no fue cuestión de aire, sino que los murmullos de la gente que iba caminando por esa calle nos mataron el momento, extinguiendo la pasión.

Aun así, nos separamos lentamente, ambos permanecimos con los ojos cerrados unos segundos más, queriendo alargar el dulce momento. Cuando entreabrí los parpados me encontré de lleno con sus oscuros, profundos y solitarios ojos. Vi cómo él se inclinaba un tanto más, pegando su frente con la mía, y de no ser por la cercanía en la que estábamos, jamás me hubiese enterado del suspiro que él libero de sus labios. Yo no pude reprimir la tonta sonrisa que se adueño de mis labios, pero no me importaba me sentía tan feliz.

Sasuke fue el primero en salir de la burbuja que habíamos creado, tomando de nueva cuenta aquella pose seria y fría, irguiendo la cabeza en alto y mirando por encima de mi cabeza. Yo aun quería mantenerme en aquel beso, pero su expresión me dio a entender que no podía, llena de resignación hice una mueca y lo mire directamente a los ojos, intentando descubrir lo que pensaba.

—Adiós —soltó de la nada y se dirigió a su carro, dejándome plantada, confundida y con el corazón al borde de la destrucción.

—… —intente procesar lo que había pasado, pero simplemente no lo comprendía— ¡¿QUÉ CARAJO…?

Para cuando llegue al departamento de Ino ya había oscurecido, incluso las luces del lugar estaban apagadas, señal de que o no había nadie o ya estaban dormidos. Pero era imposible, todavía era demasiado temprano para que estuvieran dormidos.

A tientas logre abrir la puerta y lo único que me recibió fue la oscuridad y un silencio sepulcral.

—¿Hola? ¿Ino? ¿Shikamaru? ¿Alguien? —nadie me contestó. Con mi mano izquierda busque el pulsador de la luz, pero nada paso, el departamento seguía en penumbras. Tragué saliva con algo de dificultad, ya que mi garganta se estaba cerrando, sentía el sudor frío recorrer mi frente y mis manos. Mi corazón palpitaba aceleradamente. Poco a poco mi respiración se volvió irregular, mi pecho subía y bajaba aceleradamente.

Como pude, me quite los zapatos y comencé a deslizarme por la pulcra madera, tanteando todo con manos y pies, para evitar algún mueble con el cual estrellarme. Lo único que se escuchaba era mi precipitada respiración. Mis sudorosas manos se resbalaban por la pared y mis pies se tropezaban entre sí. Logré llegar a la cocina pero el ambiente era más silencioso y tenebroso ahí, nuevamente intente buscar el interruptor para encender las luces, pero de nuevo, todo fue inútil. Parecía que la luz había sido cortada por razones desconocidas.

Creo que en el baño hay velas, recordé ya que había visto algunas el día que me había cortado el cabello y rajado el pie. Intente calmar mi respiración pero era inútil, la carne se me enchinaba del susto, sentía que había alguien más en el departamento, observándome acechadoramente.

Ni supe cómo, pero llegue al baño, ahí también las luces no funcionaban, tuve que gatear para llegar a las puertitas bajas donde se guardaban el rollo, toallitas higiénicas y toallas femeninas, al igual que las velas u otros productos para el cuidado-lavado del cuerpo. Abrí ambas puertitas y me golpeé la frente con una, un gemido de dolor se coló entre mis labios.

—Mierda —susurré casi sin aliento, a esas alturas había logrado apaciguar mi alocada respiración, pero mi corazón seguía latiendo desenfrenadamente. Logre coger una vela, era muy chica y al parecer tenia forma de estrella, probablemente una vela aromática, pero no importaba, una vela era una vela—. ¿Dónde puedo encontrar los cerillos? —probablemente eran ideas mías pero, mi voz parecía tener eco en aquel solitario y oscuro baño. Una briza fría entro en la habitación y me estremecí de pies a cabeza. La situación se estaba tornando escalofriante, realmente sentía que había alguien detrás de mí, que tuviese un arma en sus manos y simplemente esperara a que yo me volteara para matarme lenta y cruelmente, con mis gritos resonando entre las paredes mientras los espasmos del dolor recorrieran mi piel con cada puñalada o balazo. ¡Basta, Sakura! Negué fuertemente con la cabeza para sacarme esos bizarros pensamientos sacados de escenas cliché de terror. Tan centrada estaba intentando calmar mi imaginación que no me había percatado de que por algún accidente mío la llave del lavamanos se había abierto y ahora el agua se estaba escurriendo, cuando el liquido frío hizo contacto con mi piel pegue el grito de mi vida y me incorporé de golpe, me lleve las manos a la cara para intentar ver lo qué era, pero no las veía y eso simplemente sirvió para aterrarme más. Intente retroceder y entonces sentí una respiración detrás de mí, el corazón se me detuvo y mis ojos se agrandaron, las lágrimas comenzaron a salir sin control y mis piernas se doblaron, apoye mi peso en la palma de las manos: estaba completamente perdida.

Parecía que mi cuerpo estaba en modo vibrador, ya que no dejaba de temblar, nuevamente todo volvió al silencio sepulcral, ni siquiera era capaz de oír mi propia respiración o los latidos de mi corazón, mi frente estaba perlada de sudor y mi garganta estaba saca. La sensación de que alguien me vigilaba desde atrás se hacía más potente y yo cada ver me ponía más histérica. Intente relajarme poniendo la mente en blanco pero…

…una mano ajena se poso en mi hombro derecho.

—¡AAAH…! —grité con todo mi ser, casi desgarrándome la garganta del esfuerzo. Por instinto de supervivencia, intente defenderme; mis manos se aferraron a lo que parecían ser unas piernas y con todas mis fuerzas las jale, intentando hacer caer al sujeto a mis espaldas. Se escucho un fuerte golpe y una maldición.

—Mierda, Sakura… ¿por qué tuviste que hacer eso? Joder… —esa… esa era la voz de Shikamaru, me volví rápidamente intentando verlo pero simplemente no podía, con mis manos temblorosas comencé a recorrer todo el largo de sus piernas, ascendiendo lentamente— si no quieres llegar más lejos conmigo te recomiendo que retires tus manos de ahí —su voz tenía una pisca de burla y sarcasmo entonces me di cuenta de en dónde tenía posadas las manos, las aleje como si de repente su tacto me quemara y restregué la palma en mi ropa.

—Lo lamento… Shikamaru… p-pero… ¡¿por qué demonios no me respondiste cuándo pregunté si había alguien? ¡¿Eh? —ya me sentía más calmada, tanteé en la oscuridad hasta encontrarme con el rostro de él.

—Estaba dormido así que no te escuche, lo siento.

—¿Y por qué estaban apagadas las luces?

—Ah… sobre eso, al parecer hubo un apagón en todo el edificio, Ino fue a la compañía a "informarles", obviamente fue a reclamar y hacer escándalo, me pidió que la acompañara pero… ya sabes: es problemático.

Suspire entre aliviada y cansada: no estaba sola y el departamento no estaba maldito, simplemente se había ido la luz.

—¿Qué se supone que haremos ahora? ¿Esperar a que la luz regrese?

—No lo sé, yo quería seguir durmiendo.

—Shikamaru… —iba a comenzar con el sermón, porque, a pesar de que ya me encontraba tranquila, estar en esa oscuridad que no me permitía ver nada me crispaba los nervios.

—Lo sé, lo sé. Hay velas en el baño, ¿no?

—Tengo una en mi mano… o la tenía, del susto que me diste la solté —realmente no era una acusación, era la verdad, pero no pude controlar mi voz, ya que había sonado algo resentida.

—Lamento haberte asustado, es sólo que te escuché y pensé que las cosas se harían problemáticas, por eso decidí seguir durmiendo pero luego te oí gritar y me espantaste el sueño así que no me quedo de otra más que venir a ver… como estabas.

La explicación de Shikamaru ciertamente no me reconfortaron, ya que indirectamente me estaba diciendo que yo le arruiné su siesta, y quizás era cierto, pero después de todo lo que yo había pasado en un día… esas no eran las palabras que quería escuchar, precisamente.

—Sakura, tú busca la vela y yo iré por unos cerillos.

—¿Sabes dónde están? —pregunté sorprendida.

—Claro que sé, yo los traje aquí, ¿sabes?

—¿Por qué?

—Porque los uso para encender el incienso —respondió simplemente, como restándole importancia al asunto.

—¿Tienes incienso? ¿Y lo prendes en un departamento? ¡¿Estás loco? ¿Qué vas hacer si se prendiera e incendiaras todo el edificio?

—Tranquilízate. En todo el tiempo que llevo aquí no la he prendido.

Yo iba a agregar algo pero repentinamente la luz regresó, absolutamente todos los focos se prendieron y mis pupilas se dilataron por el cambio de iluminación tan brusco. Tuve que cerrar los ojos y cubrirlos con ambas manos para no cegarme.

—¡Hola! Ya regresé y la luz también —la voz de Ino se escucho por todo el lugar, el ruido de sus tacones siendo depositados con el resto de los zapatos hizo ecos por las paredes, sus pasos fuertes y apresurados por el piso, buscándonos— ¿Hola? ¿Hay alguien? —sus movimientos dejaron de escucharse y yo entreabrí los ojos para ver qué pasaba.

Ella estaba justo detrás de Shikamaru y nos miraba entre sorprendida, aterrada y enojada. Yo le respondí con la duda en mis ojos y después dirigí mi atención a Shikamaru, que tenía los ojos cerrados.

—¿Qué…demonios…paso…aquí? —por el tono de su voz, Ino realmente estaba en shock. Entonces me dispuse a examinar a detalle el panorama.

Yo estaba sentada sobre mis pantorrillas, con las palmas puestas sobre el suelo, mi mirada se fue elevando; Shikamaru de piernas abiertas y yo entre ellas, al parecer cuando por accidente le toque ahí le abrí la cremallera del pantalón, ya que esta estaba bajada, su camiseta seguía intacta, algo arrugada pero nada fuera de lo normal, además de que su expresión era entre calma y exaltación. Yo, en la posición que me encontraba y él… así, probablemente se podía malinterpretar en más de una forma.

—E-esto n-no es l-lo que p-parece —mierda, me parecía a Hinata tartamudeando de ese modo.

—Ino —habló Shikamaru, de forma pausada, como si de esa manera ella pudiera entenderle— yo asuste a Sakura y ella me atacó, si no me crees revisa toda la casa y veras que dejo muestra de su pánico, sobre todo aquí —por fin sus ojos aparecieron entre sus parpados, la miraron a ella, largamente, después soltó un suspiro echó la cabeza hacia adelante, tocando su pecho con su barbilla— realmente es problemático estar con ustedes; no puedo dormir porque gritan a cada rato, no puedo ir al baño sin encontrarme sus cosas de mujeres, no puedo ser yo a gusto. Creo que regresare a la casa de Chouji —una diminuta sonrisa se adueño de sus delgados labios, yo sonreí con él y al levantar la mirada Ino también lo hacía.

—Y bien… dime qué pasó con Sasori-senpai —me pregunto Ino, las dos estábamos en su habitación, algo agitadas ya que habíamos limpiado el desastre que yo había hecho en el baño.

—Con él, nada realmente pero… me encontré con Sasuke… y-y… f-fue… —mis mejillas se sonrojaron por el recuerdo del beso que nos habíamos dado, en mis labios regreso la sensación, me hormigueaba el estomago.

—Hey, hey, hey… un segundo ¿cómo Uchiha se metió en esto? Yo te dejé en el centro comercial con Sasori-senpai, ¿qué hace Sasuke-kun en esta conversación?

—Veras… te lo iba a decir de todos modos —suspiré— al estar con Sasori-senpai me di cuenta de cuando amo a Sasuke, me di cuenta de que en mi corazón no había espacio para nadie más. Le pedí a senpai que me llevara a la universidad para poder verlo, para decirle cómo me siento, pero las cosas no me salieron tan bien como lo planeaba. Me resbale con un charco y caí de cabeza a la piscina, Sasori-senpai me saco y me dio respiración de boca a boca, yo aun estaba algo confundida por todo, y de un momento a otros me encontraba en los brazos de Sasuke, él me metió a su carro y arranco, a pesar de que sus ropas estaban mojadas…. Después de eso tuvimos una pequeña discusión y luego nos besamos…

—¿O sea que sigues enamorada de Uchiha Sasuke? Sasori no te hizo cambiar de opinión…

—Ni un poquito…

—Ah —Ino se dejo caer sobre su cama, cubriéndose el rostro con los brazos— que mierda —a pesar de que yo no podía ver sus ojos si pude detectar una pequeña sonrisa que se había adueñado de sus labios— eres todo un problema, ¿sabes? Eres como… como masoquista… pero no hay poder humano que te haga cambiar de opinión, así que no planeo decirte nada de nada. Sólo espero que no sufras mucho.

—Ino —mi voz sonó rara, como si estuviese al borde de las lágrimas y en parte así era.

—Cállate, ahora mismo quiero golpearte por idiota y si oigo tu odiosa voz mis ganas aumentaran —sonreí, me tumbe a su lado y pase mi brazo derecho por su pecho, me gire levente y pegue mi frente contra su hombro.

—Gracias por ser tan buena amiga, Ino.

Dormimos así, abrazadas y con una sonrisa en nuestros labios.

Cuando desperté, Ino ya no estaba a mi lado, en su lugar había una almohada. Mire para todos lados, cegándome un poco por la luz del sol. Encontré una nota sobre la almohada, la letra estaba en cursiva y con algunos símbolos muy típicos de Ino, lo mire sin leer y me pregunté mentalmente de qué podría tratarse.

"Querida Sakura-frente de marquesina: si estás leyendo esto probablemente yo no esté ahí a tu lado, y si sí estoy a tu lado despiértame porque se me hará tarde, en fin: en el caso de que yo no esté a tu lado, quiero que vayas a la Universidad y que busques a Sai, él te dirá qué hacer."

—¿Qué? —solté sin pensarlo. La carta no decía absolutamente nada, solamente que fuera a buscar a Sai, ¿eso de que me ayudaba?

A pesar de lo misterioso que había sido todo, fui hasta la universidad, al pasar enfrente un cristal me eche una ojeada rápida: me había puesto unos jeans negros que se me ceñían, una blusa rosa oscuro sin mangas, mi cabello rosado parecía brillar comparado con esos colores. Me observe más detenidamente, las ojeras habían desaparecido y mis mejillas ya no se veían tan demacradas, en definitiva tenía un mejor aspecto.

—Sakura-san —era la voz de Sai, alce la mirada y me lo encontré recargado en una de las puertas, iba totalmente de negro, una camisa de manga larga y cuello de tortuga, unos pantalones de pana negros y unos tenis del mismo color. Su cabello oscuro simplemente hacia resaltar lo pálido de su piel y sus ojos ónix brillaban de formaba extraña— por fin llegas, pensé que nunca vendrías.

—Sai, ¿qué es todo esto? —pregunté sin querer dar rodeos.

—Ino me dijo que no te dijera nada. Pero necesito que me hagas un favor —en sus delgados labios una sonrisa hipócrita apareció, claramente no me convenció del todo pero realmente yo no tenía nada más que hacer ese día.

—Dime qué quieres que haga.

—Quiero que vayas a esta dirección.

—¿Eh…?

Yo y mi maldita necesidad de buscar problemas. Pensé frunciendo las cejas. Ya me encontraba en la dirección que el estúpido de Sai me había dado, y acabe nada más y nada menos que en el departamento de Sasuke. No sé cómo no fui capaz de reconocerlo.

Aun dándome golpes mentales, subí al elevador y después me arrastre hasta su puerta. Toque una vez, y nadie me respondió, otra más, nada, toque el timbre, nada. Busque con la mirada alguna cosa y entonces recordé dónde ponía Sasuke una llave de repuesto. Me incline hacia adelante y busque con las manos entre el suelo, encontrando el tablón suelo, lo levante un poco e introduje la otra mano, encontrándome con algo frío. ¡Bingo!. Abrí la puerta y encendí las luces, el panorama ahí me sorprendió. Todo estaba hecho un desastre, y eso de que Sasuke era de las personas que le gustaba mantener el orden. Parecía como si un tornado hubiera pasado cinco veces.

—¿Lo habrán asaltado? —no, era imposible, el edificio tenía un alto sistema de seguridad, además de que en el departamento de Sasuke habían cámaras y demás. Y eso me recordó: yo estaba en su casa, sin su permiso. Mierda. Pero quitándome ese pensamiento de la mente, me dispuse a arreglar todo el desorden.

No me di cuenta, pero de lo agotada que acabe me había quedado dormida en uno de los sofás de la sala. El ruido de la puerta siendo abierto me despertó de golpe y entonces todo mi ser se tenso: era Sasuke. Con movimientos rápido y de manera torpe, logre esconderme detrás del sofá, agachándome todo lo necesario.

—Ya… llegue —la voz de Sasuke se escuchaba sin emoción— cierto, no hay nadie que me reciba —un bufido se oyó y después el silencio. Sus pasos comenzaron a sonar y el crujido del cuero siendo aplastado. ¡Sasuke se había sentado justo en el sofá en el que yo me escondía! Mi respiración se detuvo. Nuevamente se escucho el cuero crujiendo bajo el peso de Uchiha y después nada.

El silencio estaba pulverizando mis nervios, así que no pudiendo controlar mis emociones mire por encima y me encontré con la hermosa imagen de mi ex durmiendo en el sillón. Me mordí el labio inferior para reprimir el suspiro que quería salir. Era tan bello, tan tranquilizador verlo en ese estado. Sus labios entreabiertos, sus cejas levemente fruncidas, su pecho subiendo y bajando al compas de su relajada respiración, su cabello sedoso adornándole el varonil rostro, sus manos entrelazadas encima de su pecho, sus largas piernas doblabas para conseguir encajar en el diván. Era simplemente perfecto.

—Sasuke-kun —susurré sin poder controlarme, mis manos me hormigueaban, ansiaban tocarlo pero no podía arriesgarme. Estire mi mano izquierda pero me detuve.

—Sakura —ronroneó entre sueños y mi corazón se detuvo. ¡Él estaba soñando conmigo! Lo observé detenidamente, estudiando nuevamente su expresión, sus cejas ya no estaban fruncidas, sus labios se habían cerrado pero ahora sus manos formaban dos puños— Sakura… no te vayas…

No pude reprimir el sollozo de la emoción.

Fin

Bien… esto es el final, y lo dejó así porque Bella Scullw me chismeo que ella quería un final abierto, así que… qué mejor que un final inconcluso, ¿eh?

Antes que nada, quiero agradecerles profundamente a todas por leer y más a las que se tomaron la molestia de comentar, este es mi primer y probablemente único fic SasuSaku, y la experiencia fue nueva para mí ya que… por motivos muy personales, admito que estos dos no son santos de mi devoción, así que me las pase negras haciendo esto, pero realmente fue entretenido e interesante, a mí me gusto cómo me quedo todo, no sé a ustedes, realmente espero que les haya gustado, hice todo lo humanamente posible para hacer un fic decente, intentando respetar las personalidades de los principales.

Y lamento la falta de ortografía, porque en este cap. trabaje toda una semana e incluso parte de esta mañana, así que ni tiempo de editar ni nada u.u lamento eso, chicas/os

En fin… espero que les haya gustado aunque sea un poco. Si tienen sugerencias, amenazadas, comentarios o demás realmente me gustaría saberlos.

Espero que tengan un buen día ^^

Adiosito