Sinopsis: Naruto jamás pensó que una pequeña mentira pudiera causar tantos problemas, pero tampoco se imagino que en el proceso de engañar a su madre, se enamoraría.
Parejas: NaruHina (obviamente); SasuSaku (más adelante); KibaIno (implícito); y ligeras menciones de NaruSaku (porque son mi pareja favorita y me gusta incluir un poquito de ella en todos mis fic's).
Advertencias: Lenguaje obsceno y tal vez un poco de Lime, pero nada más :)
N/A: Nuevo capítulo. Yey ! Disculpen la demora, pero como está terminando el año tengo miles de trabajos que hacer y nada de tiempo. Además tengo todo el asunto de mi fiesta de promoción y varios eventos más encima de mí. Quiero agradecerles a todas las personas que leyeron el primer capítulo y sobre todo a aquellos que dejaron sus reviews y la agregaron a su lista de historias favoritas. Gracias !
Sin más preámbulos: Nuevo capitulo (:
FAKE GIRLFRIEND
-… ¿Y mi color favorito es?
-El azul, pero el naranja y el negro también te gustan-respondió Hinata con rapidez.
-Correcto-admitió el rubio-¿Y mi película favorita?
-"Batman, el caballero de la noche". Las has visto más de 15 veces y aunque no lo admitas "Toy Story 3"-contesto la morena nuevamente, mientras soltaba una risita. Naruto la observo enfadado por unos segundos, pero se unió a sus risas.
-…Solo no vayas divulgándolo, tengo que cuidar de mi reputación-le dijo el rubio.
Llevaban los dos últimos días aprendiendo lo más que podían acerca del uno del otro y era sorprendente lo bien que se llevaban. No tenían mucho en común, pero él tampoco tenía mucho en común con Kiba o Ino y aún así eran buenos amigos. ¿Por qué no podía ser igual con Hinata?
-…Estoy bastante segura de que tu madre no le va a preguntar a Hinata ese tipo de cosas-dijo Ino, mientras se limaba las uñas y los observaba con desinterés. Kiba estaba sentado al otro lado de la mesa y tenía la nariz pegada a su celular.
-¿Y qué propones que hagamos, Ino? Mi mamá es muy capaz de interrogarla y preguntarle cada detalle de mi vida privada…
Hinata le dirigió una mirada de pánico y el la tranquilizó con unas palmaditas en la espalda. Si bien le había hablado de su madre, había intentado no mencionarle demasiado para no preocuparla. No necesitaba asustarla con las historias de su (psicótica) madre, estaba seguro de que Hinata jamás pondría un pie en Konoha si se enteraba de todas las cosas que esa mujer le había hecho.
(Vieja loca)
-¿Ya saben cómo se conocieron?-preguntó ella.
-¿A qué te refieres?-pregunto el rubio con una mirada confundida.
-¿Hinata y tú ya acordaron como se conocieron? Ya sabes…la historia que les contaras a tus padres.
-Ah, eso-exclamó Naruto y su mirada de preocupación se desvaneció-Si, Hinata y yo ya inventamos una.
Los dos intercambiaron una rápida sonrisa. Inventar una historia había sido lo más divertido para ambos. Habían creado mil historias, cada una más ridícula que la anterior, pero todas incluían el amor a primera vista, la primera cita perfecta aunque ligeramente desastrosa y un final feliz. Sus fantasías más recónditas estaban plasmadas en esas historias. Era divertido porque las historias que creaban eran la mezcla de sus historias de amor perfectas, historias que jamás se habían hecho realidad, pero contarlas era una buena forma de intentar convencerse de que realmente habían ocurrido u ocurrirían en algún momento.
Finalmente se habían decidido por una. Se habían conocido en su grupo de estudio, Naruto le había pedido un lapicero y ella se lo había entregado sin mirarlo. 10 minutos después ella se había marchado y Naruto la había seguido para devolverle el lapicero. La siguió por todo el campus hasta su siguiente clase y antes de que se diera cuenta estaba en un seminario sobre la importancia de un tercer idioma. Había valido la pena, sin embargo, porque 3 horas después, cuando la charla había terminado, él la había invitado a tomar café y ella había aceptado. Fueron las dos horas más mágicas de sus vidas, una conexión instantánea. Habían salido de la cafetería en la tarde y Naruto la había convencido de ir a dar una vuelta por el parque frente a la universidad. Su primer beso fue esa misma tarde, bajo el ciprés favorito de ella, en frente del lago, con el atardecer de fondo y la luz cayéndoles sobre los rostros. Cuando anocheció Naruto la embarcó en un taxi y ella se marchó a casa, no sin antes hacerle prometer al rubio que la llamaría al día siguiente. Y así lo hizo, a la mañana siguiente Naruto la llamó y la invitó a almorzar. No se habían separado desde entonces y no tenían intenciones de hacerlo.
¿…Y?-preguntó Naruto, mirando ansiosamente a sus dos amigos. Les había narrado toda la historia, con ayuda de Hinata, pero ninguno de los dos había abierto la boca en mucho tiempo.
Demasiado si consideramos que estaban hablando de Kiba e Ino.
-…Es…-Kiba no parecía encontrar la palabra apropiada para describir lo que pensaba, así que cerró la boca. Ino por otro lado no fue tan amable.
-¡Es una estupidez!-declaró con voz firme. Hinata bajó la mirada, ligeramente atemorizada y Naruto frunció el ceño.
-¡Ino!-la llamó Naruto y tono sonaba enfadado.
-Tú querías mi opinión, guapo, y yo te las estoy dando. Si no te gusta que los demás te critiquen entonces no pidas sus opiniones-dijo ella, con voz tranquila y ligeramente burlona-Tal vez algún idiota se trague toda esa basura de tu historia de amor épica, pero acéptalo, nadie que te conozca lo creerá.
-Mis padres lo harán…
-Tus padres no son las únicas personas que tienes que convencer…-dijo ella y parecía querer agregar algo más, pero cambió de opinión-Sasuke y Sakura también están allí, así que buena suerte tratando de engañarlos.
Y tras decir esto, Ino se puso de pie y se alejó de la mesa en dirección al mostrador. Hinata la observó irse con el ceño fruncido. Ino no le caía del todo bien, era mala y siempre estaba tratando mal a Naruto y Kiba. Era divertida, eso nadie lo iba a negar, y muy bonita, pero eso no le daba el derecho de pisotear a todos los demás. Varias veces se había preguntado el porqué Naruto y Kiba eran amigos de ella. Naruto le había explicado que Ino era una amiga de la infancia o más bien Ino había sido mejor amiga Sakura, la cual había sido mejor amiga de Naruto.
Y una vez más había escuchado el nombre de Sakura.
Naruto le había hablado muy poco de ella. Le había dicho que habían sido mejores amigos durante muchos años, pero que últimamente había perdido contacto con ella y con su otro mejor amigo Sasuke. ¿Por qué? Eso no lo sabía, Naruto no se lo había dicho y ella consideró que era un asunto demasiado personal como para preguntarle. Si Naruto se lo quería contar, lo haría, si no, ella tampoco mencionaría el asunto. Punto final.
Sin embargo la curiosidad había aparecido nuevamente. Quería saber quién era Sakura. Quien era Sasuke. Quería saberlo todo acerca de Naruto. Y solo por curiosidad, valga aclarar, no era porque se sentía ligeramente atraída hacia él y quería conocer cada pequeño detalle de su vida.
No era eso.
Para nada.
Por otro lado el rubio tenía la cabeza en otros asuntos. Su cuerpo se había tensado y de repente tenía un dolor de cabeza insoportable. Había olvidado totalmente el asunto de Sasuke y Sakura. Ellos también estaban de visita en el pueblo y era obvio que los dos se darían cuenta del engaño al instante. Mierda. Al parecer todo su plan se había ido al caño.
-Naruto-la suave voz de Hinata lo llamó y el rubio clavo sus ojos en ella-¿Tenías alguna mascota cuando eras pequeño?
Naruto la miró uno segundos y entonces sonrió. No había necesidad de entrar en pánico, no aún. El plan aun podía funcionar, tal vez podría engañar a Sasuke y Sakura si actuaba lo suficientemente enamorado de Hinata.
Y eso no sería difícil.
Enamorarse de Hinata era demasiado sencillo. Peligrosamente sencillo.
¿Y si no los convencía? No importaba, era a sus padres a los que buscaba complacer, no a sus mejores amigos. Además, los dos le debían suficientes favores como para cubrirlo en este asunto.
-…Si tenía un hámster, se llamaba Ernesto, lo tuve hasta que cumplí 12 y se escapó de casa. Después tuve un perro, se llamaba Toby, hasta ahora vive en mi casa. Es más, estoy seguro de que mis padres le han dado mi habitación a Toby, mi mamá solía decir que Toby era un mejor hijo que yo…-y luego soltó una carcajada. Hinata se unió a él rápidamente. Todo rastro de tensión o preocupación en el ambiente se desvaneció en ese instante.
Todo saldrá bien, Naruto, se dijo mentalmente mientras tomaba el café.
La sonrisa y el brillo en los ojos de Hinata fueron lo que terminaron por convencerlo. Sí, todo saldría bien.
••••
-¿Crees que deba llevar otro suéter? Me gusta más el blanco. El rosado también es lindo, pero no tengo nada con que combinarlo. Y el negro no me gusta mucho, creo que mejor no lo llevo…
Hinata revoloteaba por su habitación recogiendo prendas y metiéndolas en su maleta, mientras que Tenten, su compañera de habitación, la observaba desde la cama con una pequeña sonrisa en su rostro.
-¿Y qué opinas del pantalón negro? A mí me gusta, pero siento que me hace ver gorda. Y mi falda blanca esta sucia y es mi falda favorita. ¡Rayos! Creo que necesito un par de medias más, no tengo suficientes…
-Hinata llevas ropa suficiente para pasar 3 meses fuera de casa. Solo estarás una semana en Konoha, relájate.
-No puedo relajarme, Tenten-exclamó ella-¡Estoy a 4 horas de conocer a los padres de Naruto y me estoy volviendo loca!
La castaña soltó una carcajada, ver a Hinata enloqueciendo no era algo que vez todos los días y estaba disfrutando viéndola tan paranoica. Era refrescante ser la voz de la razón por una vez en la vida.
-¿Aún no entiendo porque aceptaste este trato?-preguntó Tenten.
Cuando Hinata le había contado lo que ella y Naruto estaban planeando hacer, Tenten se le había quedado mirando como si hubiera perdido la cabeza. Para empezar Hinata no conocía a ese chico y simplemente había aceptado fingir ser su novia durante una semana. Una semana entera, en un pueblo extraño, rodeada de personas que no conocía.
-Y ni siquiera es como que te pague o algo así.
Naruto le había ofrecido dinero, le había dicho que le pagaría por todos sus servicios pero Hinata no había aceptado. Al aceptar su dinero, sabía cómo se iba a sentir: como una prostituta barata o algo así. Así que se había negado, le había dicho a Naruto que la única razón por la que lo ayudaba era porque ella sabía que él estaba en apuros, no quería dinero. Ni un poquito.
E igual tampoco lo necesitaba. Hinata venía de la familia Hyuga y era la hija de Hiashi Hyuga uno de los más grandes empresarios de Japón. Dinero era lo último que su familia necesitaba. Es más, ella iba a necesitar 5 vidas para gastar toda la plata guardada en la cuenta de su banco.
-Naruto necesitaba ayuda. Y cuando un amigo necesita ayuda, simplemente estás ahí para él…-explico Hinata, mientras terminaba de doblar sus pantalones.
-Sí, eso es cierto. Pero cuando Naruto te lo pidió, ustedes aún no eran amigos, eran completos extraños…-dijo Tenten, entonces se detuvo-…A menos que tu estuvieras interesada en él, antes de que él te pidiera ese favor y tu aceptaste porque buscabas una forma de acercarte a él…
-¡¿Qué?-exclamó Hinata y la observó escandalizada. Sin embargo el rubor de sus mejillas la delató.
-¡Te gusta, Naruto!-chilló Tenten y Hinata se puso aún más roja.
-No es cierto.
-Claro que sí. ¡MIRA TU CARA!-chilló Tenten una vez más-A Hinata-chan le gusta Naruto-cantó con voz burlona y Hinata le arrojó una almohada.
-Cierra la boca, Tenten. Él no me gusta…
-Entonces, ¿Por qué aceptaste ayudarlo? Y no me vengas con toda esa mierda de: "Los amigos ayudan a sus amigos"
-…-Hinata no respondió, una vez más se estaba concentrando en terminar de empacar. Solo le quedaban un par de horas hasta que Naruto pasara por ella y se fueran a la estación de tren.
-Tu silencio es respuesta suficiente-dijo Tenten-Te gusta Naruto-canturreó una vez más y Hinata le arrojó otra almohada más-Te gusta Naruto, te gusta Naruto, te gusta Naruto…
-¡¿Podrías dejar de actuar como una niña de 5 años?-grito Hinata mientras la miraba enojada y Tenten soltó una carcajada.
-…Pero que mal humor. Le diré a Naruto que necesitas un poquito de "diversión" haber si así se te quita el mal genio…
-Vete de mi cuarto-gritó Hinata con las mejillas encendidas y luego la empujo hacia el pasillo. Tenten se desternillo de la risa mientras salía de la habitación y continuo riéndose por varios minutos más mientras se sentaba en el sofá y esperaba que Hinata se la pasara el mal humor.
Hinata cerró la puerta con más fuerza de la necesario y soltó un largo suspiro de exasperación.
Tenten estaba loca.
Totalmente loca.
A ella no le gustaba Naruto.
De verdad.
La única razón por la que ayudaba a Naruto era porque él estaba en apuros.
Ninguna otra.
No era porque se sentía atraída hacia él o algo por el estilo. Mucho menos porque estaba enamorada.
Definitivamente no era eso.
O al menos intentó convencerse de eso mientras terminaba de empacar.
••••
-No estés nerviosa, mis papás te van a adorar-le dijo Naruto mientras la ayudaba a bajarse del tren. Hinata intentó sonreírle, pero no estaba segura de haberlo logrado. Naruto clavó sus enormes ojos azules en los de ella y le sonrió-Eres adorable, hermosa, inteligente y encantadora. No hay duda de que mis padres te van a suplicar que te cases conmigo.
Cuando dijo esto Hinata sintió como los colores se le subían al rostro y él soltó una carcajada.
-Vamos, nos deben estar esperando.
Y actuando como cualquier otra pareja, Naruto entrelazo sus dedos con los de ella y la ayudo a llevar su maleta.
-Llevas muchas cosas considerando que solo vas a pasar una semana aquí….¿A menos que pienses quedarte más tiempo?
-Solo quería estar preparada-dijo ella, con una sonrisa mientras observaba la plataforma. Naruto le había enseñado una foto de sus padres, así que intentaba reconocerlos entre la multitud.
-No los veo-dijo ella, con el ceño fruncido.
-Yo tampoco-dijo él-Tal vez estén en la…
Pero en ese momento Naruto dejo de hablar, y Hinata lo observo con curiosidad. Los ojos de Naruto estaban clavados en una pareja a unos metros de ellos. Se trataba de un chico y una chica. En ese momento la chica se dio la vuelta y clavó los ojos en ellos. Fue instantáneo, antes de que Hinata pudiera reaccionara, la chica había empezado a correr en su dirección y se había lanzado en los brazos del rubio.
-¡Naruto!-grito y Naruto le soltó la mano a Hinata para abrazar a la chica colgada de su cuello. Naruto la levanto con facilidad y le dio un par de vueltas en el aire, riéndose alegremente. Hinata los miraba desde un costado, mordiéndose el labio nerviosamente. Cuando (finalmente) la chica se soltó, el muchacho de cabello negro que la acompañaba se acercó y abrazó a Naruto.
-Dobe.
-Teme.
La chica los observaba desde un costado con mirada nerviosa. Pero cuando vio que los dos sonreía todo rastro de preocupación desapareció de su rostro. Fue entonces cuando clavo la mirada en Hinata. La morena sintió como se la ponía la piel de gallina, si bien los (preciosos) ojos verdes de la chica eran curiosos y amables, había algo atemorizante en ellos. Había algo atemorizante en ella. Punto.
Tal vez era lo perturbadoramente bonita que era. Tenía el cabello rosa, sedoso y brillante, que le caía sobre un rostro de porcelana. Se parecía un poco a Ino. Con la figura alta y estilizada, las piernas esbeltas y trasmitían ese aire de seguridad que resultaba atrayente e incomodo a la vez.
-Hola. Mucho gusto. Mi nombre es Sakura Haruno.
Por supuesto que era ella.
Hinata no supo qué hacer. Po0r un lado quería extender su mano, pero al mismo tiempo sentía que era un saludo demasiado formal y a Sakura la parecería muy…
No tuvo que pensar más, porque Sakura ya la estaba estrechando en sus brazos con una familiaridad increíble.
-Mucho gusto. Yo soy Hinata Hyuga-respondió Hinata, una vez que estuvo libre del abrazo asfixiante de la pelirrosa.
-Lo sé. Naruto me la ha contado todo sobre ti-dijo ella-Y Minato y Kushina también me han hablado muchísimo de ti. Me moría de ganas de conocerte. Aunque con todo lo que me han dicho es casi como si ya te conociera. Pero admito que es agradable poder ponerle un rostro a tu nombre, finalmente…
-Dale un respiro a la pobre chica, Sakura-dijo el otro muchacho. Él y Naruto ya se habían soltado y ahora observaba el intercambio entre ambas chicas. Él con una ligera mueca de exasperación y Naruto con una mirada de nerviosismo, mal ocultado.
-Solo intento ser agradable-dijo Sakura con naturalidad, mientras le sacaba la lengua con una sonrisa infantil. Hinata sonrió, divertida por el intercambio entre la pareja-El es Sasuke Uchiha…no dejes que te fastidie, es un idiota. Solo no le prestes atención y no te molestará.
Sasuke puso los ojos en blanco y luego clavó sus ojos en los de Hinata. Tenía los ojos más negros que había visto en su vida y había algo en ellos, no sabía qué, que la pusieron nerviosa al instante. Sasuke era alto y sinceramente, parecía un modelo. Tenía un rostro delgado y perfilado que hasta ahora solo había visto en los hombres de las revistas que Tenten leía y todo en él era perfecto. Había inhumanamente bello en él.
Si Sakura era atemorizante, él era completamente aterrador.
-Mu…mucho gusto-saludó Hinata nerviosamente. Sasuke no respondió, pero inclino la cabeza y ella lo tomó como un saludo.
-¿Y mis padres?-preguntó Naruto interrumpiendo el silencio incomodo que se había formado entre ellos.
-No han venido-respondió Sakura con tranquilidad-Tu madre quería ver el nuevo episodio de su novela así que nos mando a Sasuke y a mí a recogerlos de la estación.
-¡Qué!-exclamó Naruto-Es el colmo, no los veo hace meses y son incapaces de venir a recogerme a la estación. ¡Por una novela! Llevan meses incordiándome para que los visite y cuando vengo son incapaces de pasar por mí. Es el colmo.
-Te recuerdo que la última vez que te vinieron a recoger tú nunca apareciste, así que perdónalos por no querer arriesgarse-contestó Sasuke, mientras lo ayudaba con una maleta. Naruto lo miro enfadado, pero el moreno no se dio por aludido.
-Gracias Sasuke.
Sakura sonrió suavemente y los guió hacia la salida. Naruto y Hinata iban detrás de ella, tomados de la mano, pretendiendo ser una pareja lo mejor que podían. Cuando llegaron al estacionamiento, Sakura les abrió la puerta de atrás.
-No puedo creer que aún tengas este carro-le dijo Naruto, mientras observaba el vehículo con una sonrisa.
-Mi mamá no tuvo el corazón de botarlo y ahora lo conduzco cada vez que vengo al pueblo. Me trae buenos recuerdos-respondió Sakura con una sonrisa. Naruto sonrió a su vez y Hinata los miró a ambos, sintiéndose fuera de lugar al instante. Tal vez venir a Konoha no había sido tan buena idea.
••••
-…Y esa es la comisaria. Fugaku, el papá de Sasuke es el jefe allí-Naruto se había pasado los últimos diez minutos señalando cada edificio de Konoha y explicándole su historia y quienes trabajaban allí. Sakura y Sasuke también intervenían en la conversación, pero no muy a menudo, ambos estaban demasiado enfrascados en su propia discusión:
-¡Que mires a tu derecha! ¡Puedes concentrarte en el camino y dejar de mirarte en el espejo retrovisor!
-! Perdóname por querer verme bonita!-le grito Sakura a su vez-!Y para que lo sepas yo pasé mi examen de manejo con mejor nota que tu, así que deja de criticar mis técnicas de manejo o te juro que te bajo del auto!
-¿Siempre son así?-le preguntó Hinata silenciosamente, mientras observaba como Sasuke soltaba un gruñido de frustración y luego volvía a gritarle.
-Siempre. Llevan casi 5 años juntos, se aman con locura, pero pelan todo el tiempo-respondió él con una sonrisa-…Pero así mantienen la chispa, supongo.
Hinata soltó una carcajada. Sasuke y Sakura hacían una linda pareja. Ambos eran guapos y se vean bien juntos, pero más allá de eso, había química entre ellos. Además eran muy dulces cuando no estaban peleando. Se pregunto si la gente pensaba lo mismo cuando los miraban a ella y Naruto. ¿Los verían como una pareja?
-Y hemos llegado-anunció Sakura, sacándola de sus cavilaciones-Hogar dulce hogar.
La casa en donde se habían detenido era exactamente como ella se la había imaginado. Una casa de dos pisos, con el jardín en perfecto estado, las cercas blancas, la casita del perro y el garaje. Era la casa ideal.
-Hogar dulce hogar-repitió Naruto, silenciosamente mientras la ayudaba a bajarse del carro-¿Qué opinas?
-Es muy lindo-respondió ella con una sonrisa.
-Solo espera a entrar, créeme esta casa te va a parecer todo menos linda-dijo él, misteriosamente. Hinata frunció el ceño, gracias a su comentario los nervios habían vuelto-
No le hagas caso-le dijo Sakura, mientras la palmeaba la espalda suavemente-Kushina y Minato son personas encantadoras y ellos te van a adorar.
Hinata deseo con todas sus fuerzas que no equivocara.
Naruto le tomó la mano y la levo hasta la puerta. Al parecer ya no tenía las llaves de la casa, porque tuvo que tocar la puerta. Los diez segundos en la entrada fueron los más largos de su vida. Podía escuchar algunos pasos al otro lado de la puerta y luego esta se abrió.
-Mamá-dijo Naruto, con una pequeña sonrisa-Papá, me alegro de verlos…Quiero presentarles a mi novia, Hinata-chan.