15 Ausgehen

Love is never gone./ el amor nunca se va
As we travel on,/ mientras viajamos
Love's what we'll remember./ el amor es lo que recordamos
(What i did for love – Chorus Line)

-Feli – llama Ludwig golpeando la puerta de la habitación en que su pareja y su mejor amiga se han encerrado hace una hora - ¿Estás listo? No es una boda ni nada formal ¿sabes?

-Falta poco - contesta ella entreabriendo la puerta mientras sostiene un alisador de pelo en la mano. Vuelve a cerrar. El rubio suspira cansado y se va a sentar a la sala. Comienza a hojear el periódico del día por segunda vez, aburrido, y entonces escucha el click de la cerradura. Feliciano sale con unos jeans chupines oscuros, zapatos de charol negro y blanco, una camisa blanca metida bajo el pantalón, un chaleco de tela sin mangas color marengo y una fedora negra. Parece una estrella de rock. De pronto Ludwig se siente absolutamente insignificante a su lado.

La afroamericana se puso un vestido rojo oscuro y unos tacones negros, se ha ondulado el pelo y conversa a susurros con él.

-Bueno chicos, que les vaya bien, yo me voy a lo mío.

-Saludos a Randhy – dice Feliciano como si nada y ella se da vuelta a verlo con una cara que seguro se la robó a Lovino.

-No voy a salir con Ozzy – le asegura con un tono extraño – solo voy a salir por ahí…

-Ya – Feliciano tenía ese tono de diva sabionda como diciendo "Di lo que quieras, hermana…"

Una vez que ella se ha ido ambos se quedan mirando un momento. Ludwig se va acercando a él y tose nervioso ¿qué se supone que hacían los mortales en los mitos grecoromanos cuando se encontraban frente a la aparición de un inmortal? No tiene idea, pero se siente afortunado, su adonis le sonríe y le echa los brazos al cuello para darle un beso.

-Te has quedado sin habla – le comenta inocentemente – pensé que con un beso podría despertar a mi príncipe de su encanto.

-Creo que solo lo has empeorado – contestó el rubio atrayéndolo por la cintura para saborearlo una vez más ¡Qué maravilla! ¡Qué delirio! Si lo hubiera sabido antes lo habría hecho hace muchos años. Se separó de él antes de olvidar todo el objetivo de la velada.

Vash y los chicos lo estaban esperando en la casa del suizo. Esto era importante para ambos. No solo porque Vash, Feliks y Lily fueran sus amigos, o porque le hayan ayudado a aclarar su desastre mental. Sino porque era la primera vez que Feliciano sería introducido encumbradamente por Ludwig en un círculo social, era como un pago por todo lo que pasaron anteriormente y una manera de decirle "Estoy orgulloso de estar contigo y quiero que todo el mundo lo sepa". Justo lo que el actor necesitaba para disipar todas sus dudas al respecto.

Cuando Lily los vio llegar estaba tan contenta como si presenciara una comedia romántica en su propia casa. Apenas pudo entablar una conversación con Feliciano se perdieron en el mundo de los musicales y las divas. Incluso logró que le cantaran una canción, "Happy days are here again…". Ludwig adoraba la voz de Feliciano, tenía tantos matices, podía alcanzar tonos bajos y suaves pero al mismo tiempo alcanzar tonos sopranistas como las divas que tanto admiraba y sin sudar ni una gota, como si la música fuera parte de él y él solo la dejara salir elegantemente por la boca cual una exhalación más.

El reencuentro con Feliks fue de lo más dramático.

-Oh sweet Gaga… - chilló el polaco – Yo actué en un musical contigo en el colegio.

-¡Sí! ¡Tienes razón! ¡Tú eras Harry!

-¡Tú eras Sam! – y entonces de la nada pone dramáticamente un pie en la mesa y comienza – "Thank you for the music, The songs I'm singing"

-Thanks for all the joy they're bringing Who can live without it,

-Están por todos lados – se llevó la mano a la cara Ludwig, Vash ya comenzaba a sufrir de un tic facial cuando su hermana se les unió.

Ludwig se preguntaba si ser pareja de un hombre lo hacía gay. El creía que sí, desde que había reconocido no haber sentido una especial atracción por las novias que tuvo. Pero ¿No era extraño? ¿Un hombre gay debía comportarse como Feliks y Feliciano? ¿Vestirse elegante, usar perfumes y amar los showtunes? Él no hacía nada de eso, no gustaba de los accesorios, ni de los colores vistosos, no sabía la diferencia entre la viscosa y la seda; para él el rojo guinda, el granate y el carmín eran iguales; prefería un lote de embutidos a una ensalada, una cerveza a un Cosmopolitan y definitivamente al mirarlo nadie podía siquiera sospechar que era gay ¿Estaba eso mal?

-Te digo… si hubiera sabido que a este le iban los chicos me habría lanzado encima inmediatamente – comentó Feliks despreocupadamente haciendo reír al cantante. Vash hacía una mueca de desagrado.

-Tú tienes al chico lituano ese de física experimental – le recordó.

-Sí, pero ya sabes, nunca es bueno tener todos los huevos en la misma canasta.

El suizo se puso colorado de la rabia y poniéndose de pié exclamó: Ya fue suficiente, ¡A la jarra ahora!

El polaco se acercó a una jarra de vidrio llena de monedas y billetes.

-¿Qué es eso? – preguntó el contratenor por lo bajo.

-Es "la jarra de guarrerías", básicamente cada vez que Feliks dice algo que a Vash le parece impertinente debe pagar cinco dólares.

Feliciano miró asustado de la severidad del dueño de casa que parecía que iba a pegarle un escopetazo en cualquier momento.

-Y ¿Cuánto dinero lleva?

-Un montón – respondió Lily – lo suficiente para comprarse un unicornio rosa, si existieran.

Y Feliciano debió reconocer que Vash parecía un digno amigo de Ludwig, severo y responsable, pero compresivo y bueno también, como él. Del mismo modo, Feliks parecía la antítesis de ambos y eso le daba un grado de dispersión y relajo al grupo. Se alegraba que ahora Ludwig por primera vez tuviera gente que le permitiera ser él mismo sin juzgarlo.

¿No se supone que eso deben hacer los amigos?

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Hubiera deseado que los créditos duraran para siempre, al menos hubiera tenido una excusa y un refugio para poder seguirle tomando la mano al bastardo en la oscuridad. Antonio se volvió a él y entonces soltó el agarre poniéndose de pie.

Se habían sentado en la última fila, era la única manera en que Lovino había aceptado sentarse reclinándose contra él, a veces besándolo. No era como que hubieran ignorado la película, era imposible pedirle a Antonio que despegara por más de tres segundos la vista de la pantalla cuando estaban dando la versión remasterizada de "Back to the future". También era imposible pedirle que dejara de hablar sobre la posibilidad de los viajes temporales y cómo en algunos centros de investigación se había logrado transportar partículas al futuro. Entonces había que callarlo con un beso y esperar a que se calmara.

Al salir a la avenida y enfrentarse a las luces de los focos y de los distintos edificios, los neones, automóviles… Lovino sintió una molestia en los ojos solo comparable con el malestar de no poder abrazar al español en la calle. Hay como un metro de distancia entre ellos y aunque Antonio sigue con una sonrisa estampada en el rostro, Lovino, que las conoce todas, sabe que esta no es una de felicidad, se le nota anhelante, resignado, hasta con un tinte de decepción visible allí en el ángulo en que sus ojos no quieren acompañar el gesto de su boca.

El italoamericano comienza a sentirse culpable. Por una parte él se ha mantenido por veintiún años como un jodido semental italiano: tiene la apariencia, la actitud, ese aire de peligro; la gente le teme un poco y al menos lo respetan, nunca imaginarían que él sería capaz de tener una relación como la que tiene ahora.

Por otra parte debe reconocer, muy a su pesar, que nunca había sido tan feliz como en estos meses que ha estado con el bastardo español. Antonio parce ser incapaz de tenerle miedo, de creer en la fachada que se ha construido. Lo llama lindo, tierno y le pone motes ridículos. Lo abraza como si no fuera peligroso, le sonríe todo el tiempo aunque no lo merezca. Le dice con naturalidad "Eres mi todo", a él, que nunca ha sido nada importante ni nadie especial. Lo besa por las mañanas, le cocina, lo abraza. Y Lovino lo único que le da a cambio son malas palabras, golpes, marcas de posesividad, escenas de celos y otras cosas que le hacen preguntarse qué diablos hace Antonio a su lado, aparte de demostrarle que es masoquista.

Aun así, y poniéndose asquerosamente cursi, el bastardo es por mucho lo mejor que le ha pasado. Hay que ver lo patético que es eso.

Y tal vez porque es un poco – bastante - patético es que se acercó a él cautelosamente para tomarle la mano, en un gesto casual, que esperaba que el hispano tomara con naturalidad, sin mirarle, siguiendo en el camino al departamento.

Por supuesto pedirle naturalidad y cordura a Antonio era demasiado. Se paró en seco, parece que el mundo se hubiera detenido y lo mira con una expresión rarísima, como si en su cabeza se hubieran reproducido mil ojos. Por efecto dominó, y como en esas escenas en donde todo va bien y de pronto suena un disco rayándose, la gente se vuelve a mirarlos. Lovino comienza a avergonzarse y murmura entre dientes.

-Camina, que si te quedas ahí parado como imbécil la gente más se nos queda viendo – como si los hubiera invocado una decena más de ojos se volvió a ellos con extrañeza. Lovino se exasperó, poniéndose cada vez más colorado y chilló - ¡Qué les pasa! ¿Qué nunca han visto a un tipo con su novio de la mano en la calle? ¡Si estamos en la jodida Manhattan la re puta que me parió!

Antonio siguió lelo un segundo pero fue arrastrado por la avenida. Inminentemente soltó la risa. "Ay, ay… este Lovino" al menos nunca se aburriría.

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No se había imaginado que el ambiente en East Village era aun más bizarro que en la parte oeste, pero lo era. Habían coloridos murales por todos lados, ferias de libros, de ropa de diseño, cosas usadas, artesanías varias: era el paraíso hipster y Feliciano hiperventilaba mientras le mostraba el lugar. Se notaba que hubiera preferido vivir en esta parte de la villa que en la zona residencial más tradicional donde estaban, pero bueno, nunca era tarde para hacerle una propuesta.

Llegaron a una cervecería irlandesa antiquísima, ahí dentro estaba infestado de la gente de teatro y música, diseñadores… Feliciano los conocía a casi todos y les saludaba entusiasta mientras se abría paso, sin soltarle la mano. De primera pensó que tomarle la mano a su pareja delante de tantos extraños le iba a dar más corte. Pero viendo cómo estos se abrazaban entre ellos, se daban picos en la boca y se tomaban tantas confianzas, lo mejor era dejar claro desde el principio que con su chico no pueden hacer lo mismo.

En una mesa esperan Selena, Randhy, otros que no conoce y el desaparecido Mr. Comanche que abraza a otro chico. No le queda más remedio que saludar. Una rubia de melena rizada, una tal Emily, se sienta al lado de Feliciano a preguntarle algo que el germano no puede oír, Selena, como si pudiera adivinar de qué va esta interacción desde el frente de la mesa, sentada casi reclinada sobre el gótico chilla: Yo te acompaño, Feli.

Los tres se ponen de pie y desaparecen cerca de la barra. Randhy se va a sentar cerca de Ludwig.

-Emily es compañera de Feli, actúa con nosotros también a veces y creo que anda de novia con el dueño – dice apuntándole hacia donde ella habla con un tipo de más de cuarenta años.

-Pero si ese podría ser se padre – se alarma Ludwig. Randhy se encoge de hombros. Los artistas son extraños, y sinceramente Lud no cree que sea capaz de comprenderlos alguna vez. Entonces, la barra se transforma en un escenario improvisado donde el contratenor y su amiga afroamericana. El cuarentón pedófilo anuncia que de ahora en adelante si alguien se quiere subir a cantar pueden hacerlo, hay un tipo debajo de la barra con una guitarra, un trompetista y otro con un contrabajo. Sel le guiña el ojo a su amigo que comienza con la primera estrofa.

Of all the boys I've known and I've known some/ de todos los chicos que conozco y conozco varios
Until I first met you I was lonesome / hasta que te conocí estaba solitario
And when you came in sight, / y cuando tu apareciste
dear, my heart grew light /querido, en mi corazón creció una luz
And this old world seemed new to me / y el mundo me pareció nuevo

Selena canta la segunda mirando a Randhy que estaba tomando una jarra de cerveza al lado de Lud. El gótico tiene una sonrisa triunfante en el rostro. Esta probablemente debe de ser la mujer más difícil de conseguir de toda su vida. Son demasiado distintos, no les gusta ni la misma música, ni los mismos lugares, ni la ropa, ni siquiera ella parece sentirse atraída por su apariencia, sino al contrario. Le recuerda constantemente que él no es su tipo pero si lo ve hablándole a otra en la calle monta un escándalo. Le da negativas, lo insulta y luego le dedica canciones. Cualquier otro en su sano juicio habría desistido, pero algo le dice que tiene que valer la pena. Después de todo, con Feliciano también eran muy distintos y aún así llevaban más de seis años siendo amigos.

Selena y Feliciano cantan a duo el coro:

Bei mir bist du schön, please let me explain/ Bei mir bist du schön, por favor déjame explicar
'Bei mir bist du schön' means that you're grand /Bei mir bist du schön, significa que eres magnífico
Bei mir bist du schön, again I'll explain/ Bei mir bist du schön, déjame explicar de nuevo
It means you're the fairest in the land/ significa que eres la más bella del lugar

Al terminar el cuarentón pedófilo pareció ofrecerles un trago, porque al los cinco minutos venían de vuelta a la mesa con unos Cosmopolitan.

-No sabía que te iban los showtunes en alemán – comentó Ludwig abrazándole.

-De hecho es una canción judeo-germana, de un musical que estuvo de moda en Alemania en los años 30 pero que fue cerrado por razones obvias – le contestó él – pero es muy bonita, me gusta y pensé que te gustaría.

Y claro que le había gustado, después de todo la razón de que la familia de su madre haya llegado a Estados Unidos había sido precisamente por huir del holocausto Nazi. Había algunas ramas de su familia judías aún en nueva york, pero su madre ya no había heredado la religión y nunca le había llamado la atención tampoco. Gretta había estado muy entusiasmada por ser la primera generación de su familia que no estaba obligada a estudiar el Talmud y que era libre de entrara a la universidad que eligiera, casarse con quien quisiera, entre otras libertades. Que haya terminado casada con un descendiente alemán le resultaba aún irónico. Pero aún así, aunque no se sintiera atada a sus raíces judías, se había encargado de enseñar algunas cosas a sus hijos, más que nada para que supieran de donde venían.

Feliciano sabía esas cosas y se había dado la molestia de hacerle este regalo ¿Cómo lo no iba a preferir por sobre las otras personas? ¿Cómo pudo ignorarlo tanto tiempo prefiriendo a otros que le decían Nazi en broma sin saber que el insulto le resultaba aún más agrio de lo que ellos se podían imaginar? No importaba realmente, ahora Feliciano lo arrastraba a la pista y le echaba los brazos al cuello.

A Ludwig no le hacía mucha gracia bailar, el hacer algo delicado y hermoso nunca había estado entre sus capacidades, a diferencia de Feliciano, que parecía haber nacido para eso, para crear y exhalar belleza. Sus pasos son bastante torpes y se siente ridículo intentando moverse con un chico que es un profesional en las artes escénicas - ¡es la maldita reencarnación de gene Kelly! pero igualmente se esfuerza y Feliciano no puede estar más feliz.

Finalmente el actor entiende que su pobre pareja ha tenido suficiente y sigue bailando entre medio de sus amigas. Ludwig simplemente se deja caer al lado de Randhy y otros chicos que le ofrecen una cerveza. Casi como si lo compadecieran.

-Parece que los movimientos suaves y sinuosos no se le dan… que mal por ti chico… - le molestó Sel mientras giraba a su alrededor. Feliciano suelta una risotada y contesta: ¿Quién quiere ritmo cuando puedes tener fuerza bruta?

Además, la brutalidad sí tenía su encanto.

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En la cocina de la casa nueva los hermanos Vargas y el español se veían algo apretados. Ludwig y Feliciano se habían cambiado al 335 de la calle 9 en East Village. El departamento era considerablemente más pequeño que el anterior, pero este era como un símbolo del nuevo comienzo. En la casa vieja se habían vivido tantas cosas desagradables y había pasado tanta gente por él, que Ludwig necesitaba un nuevo escenario. Por lo demás tampoco necesitaban dos habitaciones ahora. Era una fortuna que aún los invitados – o más bien Lovino - no se hubieran puesto a husmear aún todo el lugar.

Antonio picaba tomates en cantidades poco recomendables, Lovino vigilaba la pizza y Feliciano se encargaba de otros bocadillos y llevaba los bebestibles a la mesa que estaba decorando Belle. Ludwig y Gilbert discutían por cualquier tontería en la sala.

-No creas que no he notado que hay un solo cuarto hermanito – le cerró el ojo maliciosamente el albino, no quedó más remedio que callarlo con una patata asada. Lovino pasó peligrosamente cerca y no escuchó nada para alivio de todos. El germano esperaba sinceramente que si se lo comunicaban de la manera correcta no hiciera un escándalo, después de todo él se traía algo con el español sino ¿para qué invitarlo a una comida más bien familiar?

Una vez que se sientan a la mesa, Antonio, Feliciano y Belle no paran de hablar, Gilbert también aporta bastante con sus bromas pesadas, Ludwig luce rígido como si estuviera parado en el patíbulo y Lovino parecía debatirse internamente algo.

-Y así... es duro ser el único macho del clan familiar – bromea finalmente Gilbert ganándose una mirada de advertencia de su hermano menor y su mejor amigo. Belle le agarró la mano bajo la mesa y Gilbert la llevó a sus labios.

-¡Vaya Gil! – le celebró Feliciano – Nunca te había visto tan romántico, me alegro mucho, pensé que eras descorazonado como mi hermano – Antonio iba a decir una réplica pero Lovino le fulminó con la mirada instándolo a guardar silencio. El español se encogió de hombros con ese puchero desesperante y siguió comiendo en silencio.

-Bueno, es que es mi primera novia… qué le voy a hacer – se justificó el albino.

-¿Pueden creer que este don Juan nunca había tenido novia? – Le molestó la rubia – a mí me cuesta creerle.

-Yo sí le creo, lo conozco desde pequeño… ¿cierto que nunca había tenido una novia de verdad? ¿Ludwig, Lovino?

El germano se ahogó con su cerveza de lo paranoico que estaba y Lovino lucía como si no estuviera en este mundo. Los otros presentes se dieron vuelta a verlos y Antonio le pegó un codazo para sacarlo de su ensimismamiento. Cuando se volvió a verlo y se encontró con los expectantes y preocupados ojos verdes de su pareja entonces tomó la resolución. Esta situación era injusta para ambos.

-¿Todo bien, Lovino? – preguntó el español, esforzándose por no decir delante de la gente un mote como "Lovinito" "Lovi" "mi tomatito" o algo por el estilo.

-Sí… - contestó luego se volvió al resto – la cosa es que… hay algo que deberían saber – ni siquiera había comenzado y Antonio ya estaba flipando. Este bastardo era imposible – quise traer a Antonio porque Feliciano no lo conocía, y creo que el macho patatas tampoco, y además para decirles que tenemos un rollo, estamos saliendo hace meses o como sea que lo llamen en el mundo marica.

-Creo que se dice novio – le contestó Belle con una sonrisita felina.

Feliciano parecía no querer acabar de creérselo pero finalmente los abrazó a ambos gritando "Veee estoy tan feliz fratello, siempre quise que te enamoraras de alguien… ¿recuerdas como te gustaban las latinas y españolas? ¡No te alejaste mucho después de todo!" el español le miró con una sonrisa burlona como diciéndole "Eso no me lo habías dicho". Lovino no acababa de avergonzarse así que solo balbuceó:

-sí, sí, sí, todo el mundo es gay… la puta madre

Había que aprovecharse del momento, así que Ludwig juntó valor y se aclaró la garganta llamando la atención de los presentes.

-Bueno, ya que estamos en eso… quería también decir algo- Gilbert comenzó a sobarse las manos como quien está esperando un gol en un partido de futbol.- la razón por la que los hemos invitado a comer hoy, más que para inaugurar el departamento es para decirles a ustedes primero que – Feliciano tomó su mano por encima de la mesa y Lovino observó todo extrañado como si no se esperara nada en absoluto – Feliciano y yo somos pareja, hace como once meses – silencio absoluto. Lovino parecía no estar presente de nuevo mientras Gilbert y Antonio tenían toda la atención puesta en él – y nada, queríamos esperar a que fuera más estable para decirlo.

Ante la solemnidad puesta para una situación tan hilarante, Gilbert no pudo hacer más que soltar la risa. Su hermano lo observó ofendido.

-Lo siento, brüder… es que es demasiado gracioso es que ¡Tienes novio! – exclamó como si fuera un chiste. Fue frenado en seco por Belle que comenzó a reprenderle en voz baja.

Es entonces que Lovino enrojece de la rabia y parece que en cualquier momento va a echar humo por las orejas. Es una suerte que Antonio y Gilbert estén sentado a sus costados y conozcan su tiempo de reacción, porque alcanzan a ponerse de pie justo a tiempo para agarrarlo e impedir que se lance sobre Ludwig a matarlo.

-¡Maldito macho patatas pervertido violador aléjate de mi hermano pequeño! – gritó finalmente. Ludwig instintivamente se apartó de él; no era como que no se lo esperara

-¡Nooo veee, hermano, yo lo amo, no seas malo!

-Lovinito, por favor, déjalo en paz – comenzó Antonio a rogarle en español, agarrando fuertemente de la cintura a su pareja sin lograr que le hiciera caso, por el contrario, seguía lanzando puñetazos al aire.

Gilbert se deja caer pesadamente sobre la silla riéndose a carcajada limpia ante los gritos de Belle "¡Haz algo, Gilbert!", pero no puede, no cambiaría nada la situación, lo único que le queda hacer es pensar en lo divertidas que serán las festividades de ahora en adelante.

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Nota: si alguien reconoce "the douche jar" de un nuevo tvshow gringo lo abrazaré. Esa serie es lo mejor que le ha pasado a mi verano.

Y nada con esto todo acaba. Sé de sobra que esperaban un final más explosivo y sexoso, pero nuevamente, ya deberían conocerme, yo pongo una escena de esas cada 10 capitulos, lo mío es el drama y la comedia.

No puedo prometer hacer un epilogo porque entre a la U y estoy pendiente con otras dos historias más que me tienen muy enganchada escribiendo. Si les gusta el Spamano peuden seguir leyendome en "La media vuelta" cuyo sexto capítulo publico el miércoles (y serán solo 10, así que no queda mucho xD)

Gracias por leer y por todos los comentarios.

Au revoir